Partida Rol por web

Me cubro las manos con algun trozo de tela o manta que llevara para el viaje con el fin de no quemarme si estuvieran demasiado calientes, y vuelvo a taparme la cara con el turbante blanco, por si el vapor fuese una especie de gas intentar no respirarlo.

- Vamos Dranger, dejame echarte una mano, si alguien mas puede ayudar, creo que todavia hay espacio para empujar....

Y me pongo a empujar una de las pesadas puertas.

El enano se planta frente a las grandes puertas de bronce y empuja...Las puertas, no hacen más que responderle con un crujido.
Gññññaaaak.
No se mueven un ápice.

Hosco, como todo enano, responde crugiendo a su vez sus propios nudillos, y al ver que Henutsen se acerca a ayudar le dice:
Hey...ayúdame a no resbalar. Tengo demasiada fuerza, y solo consigo empujarme para atrás.
Henutsen sin dudas sonríe por dentro, pero acepta.

Al fin, Dranger afirma las dos manos sobre el bronce, y comienza a hacer una fuerza descomunal, ayudado por su compañero para no retroceder dejando surcos en el suelo.

GRRRRRRRRUFFFFFGGGUNNNFFFFF!!! HUF HUF HUF HUF GRRRRRRRRUFFÑÑÑÑ!!!

Los mocos, verdes y pegajosos, surgen como una explosion desde la velluda nariz del enano.
Como si esto fuera una señal, las dobles puertas ceden chirriando, y se abren de par en par!

Tras abrir las enormes puertas, encuentran un gran complejo abandonado.
El interior, está en un sorprendente buen estado a pesar de lo antiguo del lugar y del abandono, y la mayoría de las decoraciones están intactas.
Todo el lugar está muy caliente, y les hace sudar bajo sus armaduras. Incluso Owen, transpira y respira jadeante a pesar de llevar ropas livianas y pensadas para el desierto.

Las paredes del interior son de piedra cubierta con yeso, y los techos están a unos veinte pies de altura.

Cuando entran a la gran sala de entrada, quedan impactados por su opulencia.
El hall principal está evidentemente pensado para impresionar a los visitantes. Muchos columnas, talladas para simular flameantes llamas rodean el centro de la habitación, en donde una escalera en espiral asciende hacia lo alto, en dirección al minaret principal.
Una gran estufa se encuentra en en centro de la escalera en espiral, iluminando toda la habitación.

Las paredes están cubiertas de escrituras y rezos, talladas en filigrana de oro, y oraciones que inducen a rendirse a las llamas. Figuras estilizadas de genios del fuego, aparecen cada un metro o dos...

Enormes bancos de obsidiana, se alinean bajo las paredes, y una delgada capa de arena del desierto cubre el suelo y las escaleras, especialmente cerca del gran portal de bronce.

Me destaco como uno de los primeros en pisar la gran sala. No avanzo mucho, el calor es bastante importante, así que tras un rápido vistazo para comprobar que no hay ningún peligro inminente, y aguantar un minuto expectante ante cualquier imprevisto, me desvisto tranquilamente, me quito todas mis ropas y me quedo solo con la armadura de cuero y mi calzón blanco. El resto de ropa la guardo en mi mochila.

Kasr permanece a mi lado algo intranquilo, parece que no le hacen mucha gracia los sitios cerrados.

Owen nota el calor asfisiante que hace nada más habrir la puerta. Está acostumbrado al sol y el calor del desierto, pero este es más repentino y más abrasador. De hecho si fuese sólo un poco más caliente y podrían hacer un arma de ello. Un chorro de vapor es capaz de hacer mucho daño a una persona.

Espera de los últimos a pasar, e intenta que Leila haga lo mismo.

Espera a que nos avisen de que está todo despejado, luego entramos.

Es la única clérigo del grupo, más valía cuidarla.

- Podéis pasar, no hay trampas - justo después de decir estas palabras, yo mismo me corrijo - bueno, hay una. El calor. Aunque os desprendáis de vuestras armaduras, soportar este calor intenso solo está al alcance de los mas resistentes... o de aquellos que dominen las artes arcanas.

A continuación me froto los brazos mientras pronuncio unas palabras en Osiriani.

- Tenemos que cubrir la misión rápidamente o este calor os dejara sin fuerzas... el no llevar vuestras armaduras os ayudara, pero aun con eso tenéis bastantes posibilidades de que el calor afecte a vuestra salud.

Me adentro sin miedo hacia el centro de la sala.

- Aquí hay unas huellas que suben hacia arriba, parecen recientes - justo después de decir esas palabras, me giro hacia el resto del grupo, dando la espalda a uno de los efreetis tallados en la piedra que está justo al fondo

De repente mi tono de voz pasa a ser un susurro, tanto que a duras penas podéis escuchar lo siguiente.

- Ya saben que estamos aquí, nos están vigilando, no miréis pero justo desde la estatua que esta detrás de mi hace un momento que nos estaba observando alguien... estar preparados para cualquier cosa ... - a continuación me vuelvo a girar hacia delante y vuelvo a alzar la voz para que me oigáis - ¿entonces subimos o seguimos hacia delante por una de las dos puertas? ... yo seguiría hasta examinar todo este piso primero...

Kasr sigue cerca mio, aunque con algun resoplido de protesta por aguantar el calor...

Accedo cautelosamente a la enorme sala y avanzo lentamente hasta el lugar en el que se encuentran las escaleras que nos permitirían acceder al piso superior, mientras noto como cada centímetro de mi cuerpo comienza a estar bañado en sudor por culpa del asfixiante calor.

- ¡Por todos los demonios de todos los infiernos, este calor es realmente insoportable!. Si esto continua así durante mucho rato tendré que hacer igual que el druida. Me pregunto qué pensaría la joven sacerdotisa si nos viera a todos desnudos. Parece tan inocente y recatada. -

Después, tras escuchar la pregunta realizada por Henutsen, digo:

- Creo que lo mejor sería continuar explorando esta planta y dejar la inspección del piso superior para otro momento, aunque habrá que saber que opinan Leila, Owen y Dranger. Espararé a que todos hayamos accedido a la sala, y después examinaré las puertas que hay al final de la habitación para detectar si poseen algún tipo de trampa. -

En ese momento, les parece oir unas voces, susurrando, como si alguien hablara en voz baja. Provienen del pequeño altillo al que se accede por la escalera en espiral.

Ademas de las dos voces cuchicheando arriba de manera imperceptible, oyes también un susurro...alguien murmuro, también en voz baja e inteligible, tras la pared de enfrente.
Seguramente gracias a esos orificios disimulados en el Efreeti, has podido escucharlo.
De todas formas, fue apenas un segundo, y se calló.

- Tendremos que tener ruta de salida, para volver al exterior cada poco tiempo y poder respirar antes de volver a entrar. Si esperamos un día antes de entrar definitivamente, podré protegerme a mi y a otra persona, y proporcionar hielo a los demás para que intenten ir enfriando cada cierto tiempo. Pero con eso prácticamente agotaré mis recursos de combate, luego lo único que podré aportar será algo de curación... Tenedlo en cuenta, si no creo que moriremos todos, y morir asfixiado de calor parece una forma horrorosa de morir.

Si tuviese algo de vello en mi cuerpo, lo tendria de punta, todo huele a trampa... reviso las huellas que suben al piso de arriba, habia visto que son recientes, pero ¿son de una persona o de varias?... lo que ya me ha terminado de escamar es los susurros y las voces.... imagino que no habre podido entender nada, pero... ¿el susurro del tipo escondido detras de la estatua lo he escuchado antes que las voces de arriba?... ¿las voves de arriba son de una persona o de varias? .... imagino que las unicas huellas que hay en la habitacion son las que conducen hacia el piso de arriba....

Owen escuchó las opiniones de los demás. Y estuvo al tanto de lo que dijo Henutsen sobre que allí había alguien observandoles. Él ya se había imaginado que el lugar no estaría vacio.

De momento prefiero esperar aquí fuera mientras examinais la sala. El calor es demasiado agobiante y dudo que pueda resistir mucho. Si sucede algo entraré a ayudar.

Aparte de lo que dijo el druida estaba el murmullo de arriba. Así que el mago preparó un conjuro por si de repente salia alguien con intencioneshostiles.

Tras escuchar las susurrantes voces provenientes del piso superior, desenvaino lentamente una de mis dagas, con la intención de realizar el menor ruido posible en dicho acto, y, tras indicarles mediante gestos a mis compañeros mi intención de ir a explorar el lugar, me acerco sigilosamente a las escaleras y comienzo a subir con sumo cuidado los peldaños.

Tras el consejo de Leila, Owen decide permanecer afuera, observando atentamente hacia la escalera.
Imdlara se adelanta entonces, en absoluto silencio, y comienza a subir los primeros peldaños para descubrir a quienes estén arriba.

Leila salió también hacia las puertas, sabía que cualquier intento por subir aquellas escaleras por su parte generaría un ruido que se oiría en todo el valle. Sólo subiría si era necesario.

- Imdlara ¡¡¡  - interrumpo tu ascenso - no creo que sea buena idea subir - parece que algo me impide ser mas claro - examinemos primero toda esta planta. Escoge una de las dos puertas y sigamos hacia delante. El resto... bueno... imagino que en algun momento tendreis que entrar... no me parece buena idea esperar un dia entero para continuar la exploracion ... - otra vez me quedo con ganas de decir mas - podemos darnos prisa e ir saliendo y descansando para que el calor no os afecte demasiado.