Partida Rol por web

Sólo había pasado una jornada desde el incidente de los muelles. Muchos eran los pensamientos aflorados en la mente de Elezeran, pero si algo tenía claro el aasimar, es que no volvería a esconderse en la bodega. El gesto heroico y suicida de parte del equipo de pathfinders, para asegurarles una vía de escapada al Ábaco, era una pesada losa que el paladín debía llevar sobre sus hombros. Por suerte para ellos, Gudrid Breind, una sacerdotisa de la Flor del Amanecer, había decidido unirse a la Sociedad en aras de facilitar la misión que debían cumplir. Gudrid había pasado sus últimos años trabajando como parte de la tripulación del velero. No era tan extraño que las embarcaciones poseyeran hechiceros o sacerdotes con capacidades mágicas. las travesías podían ser muy largas y peligrosas...

A pesar de la sonada huida de Xher, el Ábaco no había topado con ninguna Barcaza de Fe Razmiri, y eso, había sosegado los ánimos del ahora reducido grupo de integrantes de la Sociedad.

Mientras pasaban la mañana sobre la cubierta, disfrutando de la brisa y el buen clima, Amauhak se acercó hasta ellos y preguntó con un tono de voz grave pero sosegado.

- ¿Habéis pensado cómo los introduciréis en la posada una vez lleguemos a lugar?- el enano intentaba volver a poner al grupo en situación. La pérdida de compañeros era muy dura, pero era algo muy frecuente entre los agentes de campo de la Sociedad Pathfinder. - Recordad que en el último intento mágico de contacto con Rukuska Imgardam, la enana no supo definir la localización exacta, pero dio un importante detalle... Estaba en una posaba situada a la orilla del río...- Añadió esperando las cábalas del grupo.

Allí estaban. Ascendiendo el curso de un río dominado por fanáticos religiosos, mientras se dirigían a un lugar impreciso.

Típico de la Sociedad y sus maestres.

Satinder pasó la mañana afilando las flechas que le quedaban en el carjal, reflexionando sobre lo sucedido en el puerto razimiri y la perdida de sus compañeros, en especial de la mujer de rizos rojizos. El arquero mestizo sabía mejor que nadie que toda guerra conllevaba perder soldados, pues a menudo así había sido en la tierra devastada por las guerras de donde procede, Nirmathas, donde la libertad y la independencia como pueblo se ha pagado siempre con la sangre, estando la región rodeada de naciones con talante bastante imperialista.

Ahora quedaban sólo cuatro pathfinders, y de ellos dependía llevar a buen puerto (nunca mejor dicho) aquel rescate que les había encomendado la Logia de Absalom.

- ¿Habrán muchas posadas en este río? Imagino que si está en la orilla del río.... debe ser alguna clase de local para pescadores y marineros. - dijo a sus compañeros al tiempo que oteaba el horizonte desde el Ábaco. - podríamos preguntar en alguna barcaza de pesca que encontremos, pero viendo como nos han recibido en el puerto... ya no me fío ni de los peces de estas aguas. - añadió con rostro circunspecto.

Como un si fuese el mismo mascarón de proa Fur-yurl permanecía en posición de meditación sumido en su serenidad, vigilante del horizonte, luchador de la paz interior. En sus pensamientos el dia anterior....

Suicidio estúpido dirán algunos, sacrificio heroico dicen otros... encontrar tu propio destino digo yo. Que es sino la vida que encontrar el ineludible destino que nos aguarda a todos? 

La tenue luz del sol hacía brillar la piel del monje dándole un aspecto místico, solo la suave brisa del río agitaba ligeramente su camisa, el resto de su cuerpo era tan inamovible como una roca.

Nadie encuentra su camino sin haberse perdido alguna vez en la vida...

Habló de repente y de un salto se puso en pie

Tienes razón hermano, busquemos a quien preguntar

El místico enano contempló al semielfo y al monje con calma. Tenían razón. Golarion era un lugar peligroso provisto de misterios tan primigenios como letales, pero a pesar de ello, la bondad humana seguía siendo un don inherente que campaba en muchos corazones de las gentes de Avistan... -¿Por qué no preguntar? ¡Si estás perdido siempre es lo mejor!- coincidió mentalmente el pahmet con Fur-yurl.

Amauhak sonrió. Resultaban curiosos ésos que se autodenominaban pathfinders. Y su valor estaba completamente contrastado. Aún con todo, la pregunta del enano no había sido respondida.

- No tengo ninguna duda de que hallaremos el lugar, pero... no me han respondido ¿Cómo se las ingeniaran? ¿Cuál será su coartada?...- el enano parecía ponerlos a prueba. Quizás ese enano fuera "algo más" de lo que a simple vista aparentaba. No era una práctica rara en la Sociedad, infiltrar en las misiones a mandos intermedios o tutores, para valorar el compromiso de los agentes de campo...

Tras la enloquecida huida del puerto de Xer, el Ábaco tuvo una travesía tranquila durante una jornada. No se encontraron ninguna barcaza de fe razmiri, aunque en su interior hubiera deseado esa posibilidad... El desastre de Xer se le había clavado en el alma y culpaba a aquella maldita nación al servicio de un falso dios. No volvería a esconderse, debía iluminar a los razmiri, pensó mientras acariciaba su mandoble.

Amahuak salió de la bodega que se había convertido en sus aposentos para preguntarles como iban a proceder con la misión.

Cuando conozcamos la ubicación exacta de la posada entraremos de la única manera que se debe hacer. Por la puerta. ¿Acaso hay otra forma correcta de entrar en los sitios?

Gudrid se encontraba en cubierta, disfrutando de la cálida brisa que acariciaba su rostro.
Se sentía bien, viva gracias al acto de valor protagonizado por los otros miembros de la tripulación.
Pese a todo, no pudo evitar que una solitaria lágrima surcara su mejilla al rememorar la gesta de la joven de cabellos de fuego y sus compañeros.

De pronto, se presentó un enano con quien apenas había cruzado media palabra en toda la travesía y se dirigió a ellos. Pero la joven sacerdotisa se encontraba sumida en sus pensamientos y no escuchó lo que les decía.
Cuando sus compañeros le respondieron, supo que había formulado una pregunta.

Dedicó una leve sonrisa al bravo guerrero tras oír su comentario y añadió: - Sí, tienes razón. Pero me temo que debemos ser prudentes. Se nos ha regalado una segunda oportunidad y de nada serviría desperdiciarla. Sería injusto para con nuestros compañeros.
Mientras hablaba, no perdió la cálida sonrisa de sus labios e intentó mantener un tono afectuoso para no ofender al bravo guerrero que a todas luces parecía el más afectado.

- Deberiamos (que la Brillante Luz que me abraza me perdone) inventarnos alguna mentira. Algo así como una coartada. Podríamos hacernos pasar por comerciantes o algo por el estilo. - tras esto, cerró brevemente los ojos y una sombra de pesar cruzó por su mirada. - Claro que, también debemos rezar para ser más rápidos que las noticias de nuestro "incidente".

- ¡¡Me parece una idea fenomenal!!- exclamó de júbilo el kalistócrata. Bien era sabido, que desde un principio, el noble drumanés había apostado por dicho engaño. De forma afable, se acercó hasta la posición de Gudrid, y extrayendo su bolsita aterciopelada de rapé, volvió a darle un tiento con una inspiarción corta, pero potente.

Temel no era una persona atlética, pero su decoro con la ropa era de alabar. Era educado y su trato con los integrantes de la Sociedad era de gran calidez y camaradería. A pesar de eso, se podía adivinar cierta tensión en su forma de actuar e interaccionar con Metella.

- Creo que hacerse pasar por mercaderes es la mejor de la opciones...- seguía afirmando el noble.
 

- ¡¡No estoy de acuerdo querido!!- interrumpió el idílico ensalzamiento del kalistócrata la enana. - Me gustaría recordarte que tu idea de llevarnos a Xher acabó teniendo un precio demasiado elevado...- aseveró Metella con cierto grado de regañina. No en vano, el incidente del muelle quizás le costara la vida a tres compañeros, cosa que no se debía banalizar.

- No voy a ser ventajista, pero... ¡¡Creo que sería mejor hacerse pasar por peregrinos!!- afirmó la enana acercándose con cara de pocas bromas a Temel. El drumanés, dio un paso atrás mientras negaba con la cabeza.

- Lo cierto es que volver a utilizar una estrategia que ya ha fallado recientemente, como la de hacernos pasar por comerciantes, es muy arriesgado maese Passad. Además, siendo comerciantes atraeremos no sólo a las autoridades, sinó también a bandidos y piratas de infame reputación por estos lares. - añadió el semielfo con una mano en la barbilla, pensativo. - pero si nos hacemos pasar por peregrinos, también necesitaremos una excusa convincente. - concluyó mirando a la enana y reflexionando sobre su propuesta.

- ¿Cuál suele ser el motivo de paso más frecuente de los viajeros por este río? ¿Conduce a algún lugar importante? Tal vez si nos sumamos al tipo de viajero más común logremos engañar a esos asesinos fanáticos pasando desapercibidos. - propuso mirando al resto de sus compañeros del grupo, tal vez ellos sabían algo más sobre aquellas tierras o tenían alguna idea mejor.

La Herida del Mundo... Ese es nuestro destino. Somos cruzados que marchamos para unirnos a la Cruzada mendeviana en su lucha contra los demonios. Es una explicación plausible...

Era una coartada cogida con pinzas ya que nunca se sabía las conexiones que aquellos malditos razmiri podían tener con los poderes oscuros que surgían de la brecha en la tierra pero a Elenzeran le vendría de perlas para poder dar la cara sin acogerse a subterfugios o esconderse bajo disfraces. El servidor de Iomedae no volvería a esconderse.

NOTA DM: El Río de Cristal se adentra en la tenue frontera que separa Razmiran de la Nación Ribereña. El río tiende a transitar hacia el norte, convirtiéndose en el Río Sellen Oeste y bordea toda la teocracia fanática. Desconoces si hay grandes asentamientos en su curso, pero sabes que tras muchos días de viaje, llega hasta Mendev

- ¡¡Eso es!! ¡¡Es una idea fantástica!!- exclamó la enana contenta por la propuesta del paladín, mientras daba unos saltitos de alegría sobre la cubierta. Por su parte, Temel puso cara de no compartir dicha ocurrencia y no tardó en expresarlo:

- ¡¿Sabes qué Metella?!- dijo con un tono bastante irritado y fuera de lo habitual en el kalistócrata - Sinceramente pienso que es el peor plan que alguien pueda discurrir...- comenzó a argumentar mientras un tono rojizo comenzaba a cubrir el rostro de la comerciante enana 

- ¡¡Tú los haces mejor, enterado!!- espetó Metella irguiéndose mientras su dedo apuntaba a Temel.

- ¡¿Queréis cejar en vuestro empeño?!- interrumpió Amauhak. - Ambos parecéis chiquillos estúpidos.- añadió el pahmet nuevamente con un tono agradable y calmado. - Ellos elegirán el mejor camino.

Gudrid asistió atónita a la discusión que mantenían los tres interlocutores.
- Por...Por favor, no es necesario discutir. Debemos mantener la calma y juntos discurriremos algún plan.
La joven se dio unos golpecitos en los labios mientras pensaba algo. - Tal vez la idea de hacernos pasar por comerciantes no sea muy sólida, pues tendríamos que responder a demasiadas preguntas. La idea que nuestros compañeros han propuesto me parece mejor: fingir que somos peregrinos, o simples viajeros. Será más sencillo inventar una excusa.- Gudrid posó la mirada en sus compañeros. - Confieso que cuando has compartido tu propuesta con nosotros me ha parecido un poco descabellada- Dijo, dirigiéndose al paladín. - Pero puede funcionar. No hay más que verte: pasarías perfectamente por uno de los cruzados. Nosotros podríamos ser tus acompañantes.

Sin embargo... ya hemos comprobado que estas son tierras peligrosas. Habrá que actuar con mucha cautela. ¿Qué opináis vosotros? ¿Se os ocurre algo mejor? - Esta vez se dirigió a todos los que con ella se hallaban.

El semielfo de Nirmathas asintió al siervo de Iomedae, la idea que había propuesto con la de hacerse pasar por peregrinos era ciertamente razonable con la idea que exponía Elenzeran.

- Bueno, lo cierto es que el Río de Cristal se adentra en la tenue frontera que separa Razmiran de la Nación Ribereña hacia el norte hasta convertirse en el río Sellen, bordeando toda esta tierra de teocratas fanáticos. No sé si encontraremos grandes asentamientos con flotas capaces de deternernos, pero lo cierto es que como dice Elenzeran, el río conduce hasta Mendev tras algunos días de viaje. - expusó el arquero, quien sabía sobre geografia dado que siempre es un conocimiento muy preciado para cualquier soldado.

El grupo proseguía urdiendo el posible engaño cuando Fur-yurl divisó en el horizonte un islote justo en mitad del cauce del río. El monje no tardó en avisar con toda la fuerza de sus pulmones, y la tripulación del Ábaco - Gudrid incluida- comenzaron a faenar a toda velocidad para evitar colisionar con la excrecencia terrestre. Una situación tancrítica fue suficiente para hacer que Temel y Metella dejaran de discutir, sobre todo porque el Kalistócrata no tardó en buscar un lugar seguro en caso de colisión. La enana en cambio, se mantuvo firme junto a Amauhak observando la pericia de aquellos marineros.

La suerte estuvo de nuevo al lado del ligero velero drumanés, y el capitán consiguió evitar el desastre con templanza y tesón. El Ábaco pasó por el corredor de estribor sin recibir el más mínimo rasguño, y Temel Passad resopló aliviado. Metella por su parte sonrió nerviosa mientras se daba palmaditas con el enano pahmet.

Todo en el barco era alegría. Todo hasta que algo que se albergaba entre la frondosa vegetación de aquella isla fluvial alzó el vuelo. Era una criatura escamosa y alada. El batir de sus alas era correoso y su cabeza reptiliode dejaba entrever que si no era un dragón, estaba muy cerca de serlo.

La criatura graznó con un ruido agudo mientras una larga lengua emergió de entre sus fauces. Tras esto comenzó a volar con dirección a la embarcación. Los marineros ante dicha visión, dejaron sus quehaceres y buscaron refugio. Metella se quedó sin habla. Temel ya no estaba. Únicamente Amauhak tuvo el valor suficiente como para agarrar el timón y mantener el rumbo en el río... Pero la bestia se acercaba.

El estirado kalistócrata había exclamado que el plan del paladín, con el apoyo de Metella, era el peor plan posible... y eso que de él había surgido la idea de camuflarse como comerciantes en el puerto de Xer, para a las primeras de cambio huir despavorido hacia la bodega donde Elenzaran se ocultaba. Temed Passad no era de fiar y sus ocurrencias podían ponerles en peligro.

Haya calma. Justo es que si en el puerto de Xer pusimos en marcha una estratagema propuesta por usted, kalistócrata Passad, le deberíamos dar una oportunidad al plan respaldado por mi señora Rauger. ¿No cree? Además no estoy dispuesto a esconderme más.

Y cuando esperaba una respuesta por parte del interpelado los acontecimientos se precipitaron y una barahunda de movimiento se armó en el Ábaco por la aparición de un escollo en mitad de la corriente que amenazaba con hundir el pecio.... pero se demostró que el peligro no vendría del saliente sino de la criatura que apareció en la orilla que alzando el vuelo se dirigió hacia ellos con aviesas intenciones.

Fur-yurl no solía entrar en discusiones, escuchaba y dejaba que las palabras se diluyeran como meros sonidos, nunca hablaba si sus palabras no valían el esfuerzo de pronunciarse o que alguien las escuchara, dejaba que las chanzas para otros y solo valoraba el resultado final. Fue ese el motivo de que el monje dedicara su tiempo y esfuerzos en otear el horizonte justo para darse cuenta de que el ábaco estaba apunto de colisionar, justo para prepararse para la próxima refriega.

Viendo el peligro que se avecinaba echó mano al cinto para recurrir a sus preciados proyectiles dándose cuenta de que solo le quedaba un shuriken... debía afinar su puntería y reservarlo para el momento justo, ni antes ni después, cuando tocara. Hinchó sus pulmones con una potente bocanada de aire, tensó su postura y vació su mente

No pensar

El aviso del silencioso viajero pilló a la joven totalmente desprevenida. La acalorada discusión había conseguido atraer toda la atención de Gudrid.

Presta, se dispuso a colaborar para que la embarcación evitase el pequeño promontorio. Gracias al esfuerzo conjunto, los navegantes consiguieron eludir el impacto.
No obstante, el verdadero peligro se escondía agazapado entre la espesura: una alada criatura se disponía a atacarles.

La sacerdotisa embrazó su escudo y palpó la empuñadura de su aguda cimitarra. Si se trataba de otra prueba, estaba lista para hacerle frente.

- ¡Por el Sol y la Furia! - Clamó, entonando el antiguo grito de guerra usado por los seguidores de la Flor del Amanecer. - ¡Mantened la firmeza, el Fuego Purificador está con nosotros!

Cuando la bestia alada apareció en los cielos Satinder alzó instintivamente la mirada al cielo y se preparó para un combate más. - ¿Y ahora con que nuevo enemigo nos enfrentamos? - susurró mientras miraba concentrado el revoloteo en el cielo de la bestia tan parecida a un dragon, pero ni mucho menos tan temible.

NOTA DM: A ti te suenan rumores sobre unas criaturas conocidas como dracos. Se trata de criaturas reptilianas muy parecidas a los dragones, pues se trata de sus parientes lejanos. Son menos poderosos que los grandes wyrms, pero no hay que subestimarlos. Son inmunes a conjuros de dormir y algunos tienen arma de aliento (aunque en una versión muy inferior a un dragón verdadero).