Partida Rol por web

Al bárbaro norteño se le corta la sonrisa al escuchar el tremendo impacto. Sorprendido se dirige al paladín_ Eso no ha sido un trueno. Esos malnacidos tienen un ariete. Rápido salgamos de aquí.

Sin esperar respuesta sale corriendo envainando su espada, y empotra su hombro contra la puerta del fortín.

Rápido!! Debemos hacer algo, no creo que esta puerta  resista mas tiempo. _ Soltó sin miramientos, ajeno a las palabras pronunciadas por el explorador.

El ladrón observa como los trasgos pretenden irrumpir. Valorando la situación cargó otro virote en la ballesta.

El ladrón apunta a uno de los cinco que puede ver en la entrada. Era más útil lanzando abatiendo enemigos que ayudando a bloquear. No se lo pensó dos veces y apuntó con su ballesta. El virote salió despedido tras un silbido a gran velocidad para impactar en el blanco en un abrir y cerrar de ojos. Yusuf sin comprobar si caía o no el goblin comenzó a cargar de nuevo su arma.

Entendido Cáledan Digo, mientras empiezo a enterrar la cuerda todo lo rápido que puedo para que mis compañeros no tengan que esperar demasiado, mientras le lanzo mi bastón a Blür

Blür, utilizalo como soporte para aguantar la puerta, te ayudara mucho! Y al resto lo único que puedo hacer es velar por que tengais éxito en vuestra empresa de aguantar la puerta mientras hago esto.

A pesar del discursito, no paro de enterrar la cuerda lo rápido que pueda

El bárbaro soportaba las embestidas como podía. Con cada impacto era desplazado de la puerta, pero rápidamente se lanzaba de nuevo con toda la fuerza y el peso de su cuerpo.

Guarda tu bastón Baern, cuando la puerta ceda y cederá lo mas seguro es que se rompería. Y vamos a necesitar de todo a nuestro alcance para terminar con estas criaturas.

Además, has mostrado ser realmente diestro y efectivo con ese apoyo de viaje. _ Dijo mostrando una sonrisa, como si la proximidad de una muerte segura no fuera con el.

Las cosas se estaban poniendo feas, si del otro lado tenían un ariete significaba que había, como mínimo, una docena o más de esos pieles verdes queriendo entrar al lugar.

Después de despachar a los goblins dormidos me apresuro para ir a ayudar al bárbaro a sostener la puerta. No entendía muy bien que quería el explorador, pero si era algo que podía resultar y ayudarnos a terminar lo antes posible con nuestros enemigos, entonces tendría toda la ayuda posible por mi parte. 

Veo como el bárbaro resiste tranquilamente el peso del ariete, cosa que en mi caso no es tan así, al primer impacto mis fuerzas fallan y no logro ayudar a mi compañero, trato de posicionar mejor mis botas clavandolas en el piso para después tratar de soportar la siguiente carga del ariete.

El explorador sentía cada uno de los golpes en la puerta como si se los dieran a él mismo, lo que le hacía actuar al límite de su velocidad, mientras se afanaba apresuradamente a colocar de forma efectiva las cajas y barriles que encontraba. Vio como el bárbaro cumplía notablemente en su misión de aguantar, pero la actuación de Sir Erik parecía no estar a la altura del fornido guerrero, por lo que intentando darles un poco de esperanza les dijo en voz baja:

- Vamos, amigos, sólo un poco más, ya casi está, a Baern y a mi nos queda muy poco.

Los golpes del ariete son cada vez más efectivos. La madera se astilla y cruje con fuerza, aunque lo lejos suena un cuerno de guerra. Los goblins empiezan a atacar con crudeza la puerta, uno de ellos cae con la garganta atravesada por una saeta lanzada por Yusuf.

La puerta está cediendo poco a poco. En el paso de montaña se escucha el eco de los cuernos. La puerta no aguantará.

Por fin me levanto después de enterrar la cuerda, y para comenzar la batalla, digo lo siguiente:

Valor, ayúdanos a no flaquear en esta batalla

Honor, que sea nuestro salvaguarda para no perecer ahora

Victoria, que sea nuestra compañera en este momento

Acero, que sea el terror de nuestros enemigos

Compañeros, luchemos, por este momento, por los futuros combates, que estemos todos, y que consigamos la victoria

Escucho las palabras del mago y observo como el paladín lucha por tener firmes los pies en el fango. No hay nada mas que podamos hacer, salvo enfrentarnos a lo inevitable.

Erik, la puerta va a ceder será mejor buscar unas buenas posiciones de combate. A la de tres dejamos la puerta y nos colocamos unos metros mas allá.

Todo estaba decidido en el tablero de los dioses, no había motivo para retrasar la contienda. Pero el nómada, no se mostraba preocupado o temeroso. Era el ansia de la batalla, la alegría por conocer si entre aquellos pieles verdes se encontraba aquel que le diera una muerte digna de un guerrero.

Blür, sonreía sin apartar la mirada del paladín, en su interior algo le decía que ese no iba a ser su final. No podía reunirse en los grandes salones junto a sus antepasados y decirles que había sido derrotado por unos miseros goblins.

Unooo, cuatroo... TREES!!! _ En grandes y firmes zancadas, se alejó de la puerta. Situándose a unos pocos metros de la torreta de vigilancia, donde quedara clavada su jabalina, lo justo para que Yusuf tuviera ángulo para protegerles. Desenfundó su espada y se la llevó a la frente, dirigiendo una muda plegaria a los dioses.

Valion, siempre me has otorgado certeros ataques y ágiles zafaduras, no me abandones ahora. Oh!! Taranis, de quién tu furia mas temo. Permíteme que sea el terror de mis enemigos!! Dioses de la luz, proteged a mis compañeros!! 

Cáledan asintió conmovido ante las palabras del mago, y le reconfortó saber que al final habían tenido tiempo de prepararlo todo. Ahora solo restaba aguardar y rezar por que todo saliera bien, " Velex, tú que siempre me has ayudado en mis momentos de necesidad te invoco nuevamente para solicitarte que me bendigas con la fortuna y que viva para rezarte otro día ", pensó rezando internamente, mientras se encontraba detrás de los barriles de la parte derecha, aferrando con firmeza uno de los cabos y preparado para levantar la cuerda. Pero para ello necesitaría que uno de los guerreros los coodinara, por lo que mirando al bárbaro, le dijo en voz baja:

- Blür, avísanos cuando tengamos que levantar la cuerda, para que Baern y yo podamos hacerlo al unísono.

Por otro lado esperaba que ambos combatientes estuvieran listos para acabar rápidamente con aquellos que cayeran, no tendrían mucho tiempo ...

Yusuf pensaba que era hora de bajar y ayudar a sus compañeros pero desde las sombras. Lanzó una última saeta y se dispone a bajar. Coloca una nueva saeta y tras cargar apunta con su ballesta para derribar a otro de los pequeños trasgos pero éste erra y se pierde en las sombras. Maldiciendo acomoda su ballesta en la espalda y se dispone a descender con precaución.

Me separo de la puerta, a pesar de la sonrisa del bárbaro mi semblante es un poco más sombrío. Somos cinco y nos vamos a enfrentar contra un ejercito de pieles verdes y vaya uno a saber que otra cosa más en el medio.

Me pongo al lado del bárbaro con mis armas en mano y comienzo a rezar:

- Que tu voluntad sea hecha en este lugar. Que aquellos que imploran por la sangre y la muerte vean el yugo de tu divinidad y renazcan como seres de bien. Protege a este ser devoto hacia ti para completar con tus tareas encomendadas.

No es un conjuro, es un aura permanente. Puedes detectar mal a voluntad y contra las criaturas malignas ganas automáticamente protección contra el mal.

Por cierto quien esté en esos 3 metros se puede comer un ataque accidental y penaliza tu ataque.

Respecto a deidades; El anterior jugador optó por ser politeista y servir al panteón de Dioses del Bien