Partida Rol por web

Al llegar el Torreón no se parece en nada al lugar que dejásteis. Allí se aglormeran unos tres mil hombres de los ejercitos del Reino Bosque y del Califato de Visirtan. Las tropas de Ungoloz se uniran a la comitiva cerca de la Puerta Negra. Saddher está montado a caballo junto a los pabellones, alguien le ha alertado de la llegada de otro grupo de refugiados junto a un guerrero. Junto a él hay un hombre de piel oscura, vestido de cuero y con un estoque en su vaina. Cuando os acercabais un pelotón de caballería empezó a escoltaros y se hizo cargo de los refugiados dandoles comida y agua. Tras saludar al Paladín y escuchar su relato se dirijió en tono formal diciendo:

- Asi que los orcos avanzan...ojala Adriano haya podido contener al ejercito de los trasgos en el Oeste y encontremos poca oposición hasta llegar a Eltauro. Dijo mientras miraba a la nada Ceo que habrá que reforzar vuestra misión con un elemento más, este hombre es Yusuf. Forma parte de mis hombres de confianza, sabe conseguir información apropiada y es muy útil para moverse en ciertas zonas...creo que estará encantado de ayudaros.

Yusuf estaba aturdido ante tal muchedumbre. LE había costado llegar hasta allí pero había llegado justo a tiempo, porque él siempre estaba en el momento adecuado en el sitio adecuado. Se acercó la más posible a Saddher Ibn Fharuk que daba cobijo a los refugiados. Entonces Saddher habló. En cuanto lo nombró salió de entre la gente paseándose erguido entre la muchedumbre.
- Efectivamente mi nombre es Yusuf y antes moriré que fallar la misión que el grandísimo Saddher Ibn Fharuk me ha encomendado - replicó inclinando la rodilla izquierda y agachando la cabeza a modo de saludo hacia el paladín - contad conmigo para lo que haga falta Sir Erik.

Pomposo, elegante y recargado fue el gesto del Paladín, indicandole al hombre de piel oscura que podía levantarse.

-Esa gente está expuesta... No será suficiente, estan abandonados a su suerte rebuscando en su bolsillo extrajo una ficha de ajedrez de plata Además está esto, el mago dice que es una señal de una sociedad secreta... Y la niña del poblado decía que Vingil de Cirinea sabría lo que era.

Miraba inquisitivamente al emisario del Califato Visirtaní.

- ¿Sociedad secreta? - Yusuf acarició su imberbe barbilla meditando- Será mejor que averigüemos que es y de qué se trata.
El visirtaní hizo el amago de ponerse en marcha, no quería perder tiempo alguno, la situación era desesperaba y no tenían tiempo que perder. Algo raro se cocía. la expoeriencia le demostraba que cuando una sociedad secreta se metía por medio, algo malo ocurriría y seguro que esa sociedad tenía que ver con la situación actual del Reino Bosque.
- Vayamos a ver a ese Vingil de Cirinea - comentó apremiando al paladín - Mucho me temo que haya una conspiración detrás de todo esto y nos toca a nosotros averiguarlo.

Partió hacia el norte con el primer ejército de la alianza

- Bueno Sir Elrik, tenemos un viaje por delante, ese Vingil de Cirinea sabe algo de esta pieza y nos toca averiguarlo, pero antes avituallarse es crucial antes de ir al norte en busca de Vingil

La presentación de Saddher hacia el nefasto personaje que tenía en frente me hizo hacer un gesto de desprecio que duro apenas unos segundos. Aquí no era ni el momento ni el tiempo apropiado para hablar de ciertas cosas, y yo sabía que, gracias a él, no podía ingresar libremente a la ciudad. 

Igualmente, haciendo uso de mi caballerosidad, le extiendo la mano a Yusuf.

- Ni un gusto, ni un placer - le digo con un tono semi sarcástico y bien bajo cosa que solo él lo escuchase, como así también la fuerza que pongo en mi mano es algo desmesurada. 

Una vez reprimido mi sentimiento hacia el moreno vuelvo la vista al ser del turbante.

- ¿Donde está este hombre? Ya que gracias a ustedes mi ingreso a la ciudad está restringido, si está allí dentro - digo haciendo una seña hacia la ciudad - no creo poder ir a visitarlo personalmente. 

Ignoró las protestas del Paladín, demasiado infantiles para el momento que afrontaban.

Os transportaré hasta el lugar donde es acordado reunirte con tus compañeros. He escudriñado y hecho adivinaciones y pronto encontrarán el camino cerrado y un desafío exigente para un grupo de tres. dijo con rotundidad No os haran falta provisiones, vuestros compañeros disponen de suficientes para el camino.

La espiral de color se empezó a formar en torno vuestra, el remolino ascendió elevandoos poco a poco sobre el suelo. Una sensación de mareo y nauseas os invade. Cuando os podeis dar cuenta estáis en un sendero de montaña oculto y tres hombres se os acercan. Uno parece un bárbaro salvaje, un mago de aire cansado y deprimido y un hombre vestido de cuero acompañado de un perro.

Casi no tuvo tiempo de intercambiar palabras con el arrogante paladín cuando sintió que lo levantaban del suelo. Parecía un remolino y sintió una súbita sensación de mareo que creció hasta el punto de tener que cerrar los ojos, entonces pudo ver su destino, parecía que iba a tener que compartir el camino con más compañeros. Cuando Ysusuf tocó el suelo se tambaleó, pero pudo mantener la verticalidad de forma precaria.