Partida Rol por web

Habían pasado ya un par de días desde la intensa mañana en la que el panorama escolar se paralizó con el anuncio de la reapertura de admisiones en el Judgement, y durante ese tiempo el que más y el que menos ha visto pasar las horas con impaciencia por conocer el resultado de la situación y cómo esta les afectaría. No ha sido este el caso de Kazu que, si bien comprende y valora la gran labor que hacen los voluntarios, no considera que sea necesaria la organización reglada para defender esos mismos valores, ni que su incorporación al mismo fuera a resultar significativa para mantener la ya de por sí buena situación de las calles del distrito. Para colmo, y como si de una ausencia estudiada se tratase,  la profesora con la que hoy tenían clase buena parte de la mañana ha faltado a clase, motivo más que de sobra para que Kazu saliera a hacer tiempo entre que llegaba y no la próxima.

Las primeras horas transcurren tranquilas, debido al horario escolar no estaban allí ninguno de sus compañeros habituales por lo que aquello se había convertido en una jornada de recreación personal en un ambiente ligeramente distinto al que acostumbra a ver allí, mucho más tranquilo y apacible.

Pero, algo más tarde, aparecieron un par de elementos que desentonaban sustancialmente con el paisaje hasta el punto de resultar algo sospechosos. Se movían de un lado para otro conversando brevemente con todo el que se cruzaban. Entre salto y salto, Kazu procura girarse hacia su posición para comprobar que efectivamente están pasando de una persona a otra. ¿Necesitarán algún tipo de ayuda, o por el contrario están molestando al resto? Las expresiones de los preguntados no le dejan nada claro, así que habrá que resolver esta duda la forma más directa que se le ocurre.

Se mueve hasta la rampa contraria a la posición de los extraños, la cual usa para coger impulso y dirigirse a toda velocidad hacia la más cercana, saliendo disparado por los aires hacia la posición de ellos. Durante la caída, reajusta su peso para lograr caer junto a los encapuchados, aterrizando con suavidad justo tras ellos.

Perdonad, no he podido evitar ver que estáis preguntando a la gente desde hace rato, ¿Puedo ayudaros en algo?

Estamos buscando a este chaval. Lo conoces? Te responde el chico mas bajo de los dos mostrandote una fotografía. Cuando se gira, puedes ver claramente su mirada algo fría, su pelo plateado y la marca roja en su mejilla izquierda.

La vestimenta debajo de aquellas capuchas eran chandals asi con bambas deportivas. Su tono era seco, casi sin expresar sentimiento alguno. Su compañero algo mas alto, permanecía callado. Este tenia el cabello azulado mas largo, casi recogido en coleta, aunque no lo podias apreciar muy buen al quedar oculto por la chaqueta.

La madre tras responder que no sabía nada, decide irse tranquilamente.

Hmm… -observa la foto con atención, desviando la mirada ocasionalmente hacia los dos tipos. No dan la impresión de ser especialmente amigables, ni parece que el hecho de ir encapuchados sea por una razón estética. Ahora entiende un poco mejor el por qué la gente les da largas.- No, no lo he visto por aquí… y vengo casi a diario, por lo que probablemente no estéis buscando en el sitio adecuado, si frecuentara este lugar como mínimo me sonaría su cara. ¿Quién es?

Tiene que ir a alguna escuela cercana, pero será dificil encontrarlo. Es un chaval que nos debe unas cuentas. Asuntos de camadería. Nada especial.

Te responde algo distanciadamente. Su explicacion no parece ser muy real, aunque tampoco sabes que trae entre manos. Una explicacion que cualquiera te podría dar.

Ahm… -pese a que la respuesta del chico está lejos de concretar lo que él ha preguntado, Kazu hace memoria pensando en las escuelas cercanas. La mayoría se encuentran el distrito 7 y no recuerda ninguna en esta zona, está visto que tampoco tienen muy claro dónde están.- No se me ocurre a qué escuela de por aquí podría pertenecer… ¿No sabéis nada más concreto?

¿Ajustar cuentas con alguien a quien ni si quiera parecen conocer? La cosa no pinta bien y él no está dispuesto a ayudar a alguien que parece tener de todo menos buenas intenciones, si averigua un poco más del asunto tal vez pueda valorar mejor la situación, o como mínimo tener una base con la que avisar al chico de la foto sobre que le andan buscando.

Fuimos compañeros de colegio en otra ciudad de mas pequeños. Fuimos parte de una pandilla y por culpa suya nos metio en un problema. Con el asunto arreglado, queremos volver a pedirle que se una, dado que hemos reunido a los antiguos compañeros.

Te sigue comentando.

Entiendo… -responde muy tranquilo, a la par que saca mentalmente sus propias conclusiones.

Jamás ha conocido a nadie que se tome tantas molestias para dedicarle un gesto amistoso a alguien que le dio problemas en el pasado, y no cree tenerlo delante en este momento. Será complicado para ellos localizarlo de esta forma y todavía menos posibilidades tiene él de topárselo por la calle, pero intentará recordar su cara por si las moscas.

Se lo haré saber si me cruzo con él –confirma manteniéndole la mirada al encapuchado, tratando de discernir algún tipo de inquietud en su rostro.- Y ahora si me disculpáis, es hora de que me marche. ¡Suerte con ello!

Se despide de ambos con un leve gesto de la mano y gira sobre sí mismo para ponerse en marcha. Al pasar por el perímetro de las pistas recoge la mochila del suelo y atraviesa el parque en dirección a la salida.

"Pasarme la mañana de rampa en rampa estando aquí solo termina aburriendo antes de lo que esperaba, incluso en plena calle me entretengo más si voy por buenas rutas... Además, si mal no recuerdo, ya deben haber empezado las pruebas de Kasuki, Souta y el resto… hmm… el distrito 2 está un poco lejos, pero debería llegar a tiempo si tomo 'un par de atajos' para al menos saber si han aprobado o no… Bueno está, podré felicitarlos en persona y de paso me divertiré por el camino, adjudicado"

Habiendo elaborado finalmente su plan de la mañana, sale del parque con la intención de llegar a las instalaciones del Judgement lo suficientemente pronto como para localizar a sus compañeros pero no tanto como para tener que sufrir la visión interminable de cientos de estudiantes haciendo cola para correr carreras de obstáculos (siendo esta su imagen de las pruebas de ingreso), y no hay mejor forma de llegar desde A hasta B que la línea recta, aunque esto signifique pasar por encima de los edificios que se crucen en su camino o ir de terraza en terraza, cosa que está muy lejos de disgustarle.

El encapuchado junto a su compañero se despide de ti con un simple adios: Adios, gracias.

Su forma de hablar no era para conversaciones largas. Sus verdaderas intenciones no estaban claras, pero tampoco sabias que buscaba realmente. Su historia tampoco debía ser mentira. Pero tu intencion es clara y decides salir en busca de su objetivo para avisarle, pero con una idea vaga en tu mente de donde empezar a buscar.

Este día no te importaba perder clases, o recibir reprimenda del tutor. No sería la primera sin duda. Por lo que habian explicado tus compañeros, las instalaciones del Judgement se encontraban al otro lado de la ciudad, asi que tardarías un buen rato en llegar, dado que desconoces la distancia y la direccion exacta. Mientras te mueves como pez en el agua saltando entre los coches, subiendo por edificios, la gente te mira asombrada, a la vez que se apartan por lo peligroso que resultas a la velocidad que te mueves. Desorientado y dando vueltas, te ibas hacia el sur, luego volvias al norte, este, hasta que preguntando te situan la direccion correcta. Mientras vuelves a la marcha, hay alguien que te llama por atrás con un grito fuerte:

Eyyyy!!!! No puedes ir por ahí haciendo el loco!!! Está prohibido!!! Te gritaba la voz de un chico, el cual llevaba tambien patines y la banda del judgement en su brazo derecho.

A juzgar por el sin fin de vueltas que Kazu ha dado por el distrito 2 en busca de las instalaciones en las que se realizan las pruebas, ha quedado claro que la práctica resulta ser mucho más complicada que su teoría de la línea recta. Una vez asume que no tiene la más remota idea de dónde puede estar el recinto, decide preguntar a alguien que conozca mejor esa zona, gesto que le ahorra un tiempo precioso que continuaría perdiendo de seguir con sus palos de ciego.

 Cada vez más cerca de su objetivo, Kazu avanza hasta que una voz familiar proveniente del suelo le hace parar en seco cuando se encontraba rodando a varios metros del suelo por la fachada de un bloque de viviendas, resultando esto en una frenada que graba una poco estética marca por la fricción de las ruedas en la pared. Desperfecto que, al igual que cuando fue perseguido por Inori, jamás se habría producido sin la intervención de la otra persona. Su sorpresa es mayúscula cuando distingue a Masao entre los viandantes de un sitio tan apartado como este.

¡No hago el loco, capullo, está todo bajo control! –exclama desde lo alto, levantando el pulgar y sonriendo.- ¿Qué hac… _hostia

Kazu escucha por encima de su cabeza el ruido de una ventana abriéndose, probablemente por algún vecino alarmado por el chirriante sonido de la frenada y los posteriores gritos. El muchacho se despega de la pared con rapidez y cae al suelo antes de ser descubierto, aprovechando para acercarse a Masao con naturalidad y dando de lado a una señora que mira desconcertada en todas direcciones desde el balcón de su casa.

¿Ves? Controlo. ¿Qué haces tú por… –en este momento en el que se encuentra más cerca de su amigo, se percata de la banda verde a la cual antes no ha echado cuenta, propiciando que su pregunta se vea interrumpida por segunda vez- ¡Prohibido dice el tío! ¿A quién le has robado eso ya? Les van a faltar folios para empapelarte cuando te entallen, indigente neuronal –continúa entre risas.

Desde atrás, poco a poco te iba cogiendo camino por las calles del distrito 7, anexo al distrito 2.

No importa que tal controles los patines, esta prohibido usar los poderes libremente por la calle!!! De su cintura saca un lazo con el que te intenta dar caza. El latigo se acerca estrepetisomante hacia tu pie derecho.

El latigo pasa rozando a escasos centimetros de ti, pero ganas la ligera distancia con un par de pasos para atrás.

A juzgar por el sin fin de vueltas que Kazu ha dado por la ciudad en busca de las instalaciones en las que se realizan las pruebas, ha quedado claro que la práctica resulta ser mucho más complicada que su teoría de la línea recta. Una vez asume que no tiene la más remota idea de dónde puede estar el recinto, decide preguntar a alguien que conozca mejor esa zona, gesto que le ahorrará un tiempo precioso que continuaría perdiendo de seguir con sus palos de ciego.

Cada vez más cerca de su objetivo, Kazu avanza hasta que la voz de alguien que grita tras él le hace parar en seco cuando se encontraba rodando a varios metros del suelo por la fachada de un bloque de viviendas, resultando esto en una frenada que graba una poco estética marca por la fricción de las ruedas en la pared. Desperfecto que, al igual que cuando fue perseguido por Inori, jamás se habría producido sin la intervención de la otra persona. Observando a todos las personas que caminan bajo su posición, termina localizando al chico que le había llamado la atención.

¡No hago el loco, está todo bajo control! –exclama desde lo alto, levantando el pulgar y sonriendo.- No pas… _hostia

Kazu escucha por encima de su cabeza el ruido de una ventana abriéndose, probablemente por algún vecino alarmado por el chirriante sonido de la frenada y los posteriores gritos. El muchacho se despega de la pared con rapidez y cae al suelo antes de ser descubierto, aprovechando para acercarse al patrullero con naturalidad y dando de lado a una señora que mira desconcertada en todas direcciones desde el balcón de su casa, sin tener claro qué está pasando.

¿Ves? Controlo. No pas… –en este momento en el que se encuentra más cerca del otro chico, se percata de la banda verde a la cual antes no ha echado cuenta, propiciando que su comentario se vea interrumpido por segunda vez-¡Oh, venga ya! Pero si lo único que estoy haciendo es moverme por la calle, ¿No deberías estar deteniendo criminales de verdad o algo así? –continúa entre risas, intentando quitarle hierro a un asunto que ya se le ha presentado en varias ocasiones.

La negativa, junto al latigazo que le hace dar un paso atrás le dan a entender un claro “No”. En su empeño por tratar de hacerlo entrar en razón, levanta ambas manos en señal de mostrar cierta cooperación.

Vaaamos… patinar por la calle no es ningún crimen aun pudiendo ocurrir accidentes, y con mi método la probabilidad se reduce a cero, ninguna, imposible. Un robot de la limpieza tiene más peligro que yo… -se excusa, argumentando algo de lo que está totalmente convencido.- ¿No puedes dejarlo pasar? Ahora mismo iba a ver a unos amigos que aspiran a ser compañeros tuyos, precisamente, no me obligues a hacerles el feo de no ir a felicitarles...

Entiendes que no puedes usar los poderes por la calle, verdad? Se acerca tras recoger el latigo y guardarlo. De esa forma en que conduces es un peligro, y solo puedes usar los poderes durante las practicas. Si te interesa ir a las instalaciones del Judgement, las pruebas ya han empezado hace rato. Tendrías que haber cogido los autobuses designados para ello. Esto es una advertencia, pero si se te vuelve a ver de esa forma, no tendre problemas en perseguirte.

Sí sí sí… -responde de manera automática, conociendo ya cada detalle de esta conversación que ha tenido en ocasiones anteriores.- Aunque… a decir verdad entiendo el hecho de que está prohibido, que son las normas y que ni tú ni yo le podemos hacer nada pero… creo que jamás entenderé que se limite tanto su uso cuando se supone que debemos progresar en nuestro desarrollo, o esa es la idea…

Por mucha lógica que impregnara a sus argumentos, es consciente de que caen en saco roto y de poco o nada le servirá exponerlos.

Bueeeno… ¿Me dirás al menos qué autobuses son esos? O el camino que tomar también me valdría, y estaría MUY agradecido de poder continuar.

Sus contestaciones pueden resultar un tanto secas, nada raro teniendo en cuenta lo mucho que acaban con su paciencia situaciones como esta, para él innecesarias e infundadas. Sinceramente cree que buena parte de sus progresos como Esper se deben a la asiduidad con la que pone en práctica sus capacidades, y que de no haberlo hecho durante estos años no tendría ni de lejos la soltura de la que goza hoy día, razón por la que una ley que le impida hacer uso de ellos le parece tan antinatural como decirle a un alumno que no estudie en casa.

El progreso de los poderes se realiza en la escuela con las practicas. Si los dejaramos usar en la calle seria un total caos, y eso no queremos. Te intenta explicar, aunque siempre muestras esas prisas hablando imapcientenmente. Esta vez te será una advertencia, pero no vuelvas a ir así por la calle. Si te interesa ir al Distrito de las pruebas, te serán menos de diez minutos en patines. Sigue esta calle hasta la quinta que cruza, luego gira a la derecha y sigue recto. Cuando se acaben los edificios entrarás en el Distrito 2. Lo reconocerás por las instalaciones militares que hay. Verás un recinto escolar antiguo, alli se realizan las pruebas.

Así te da las explicaciones pertinentes para que llegues alli.