Partida Rol por web

Ciertamente, ciertamente... el señor Templeson evidentemente no va a usar su plaza...

Carlson parece confuso y tarda en reanudar su respuesta, evidentemente incómodo.

De todas formas, señor Boyle, ya le he dicho que será un viaje peligroso, ha oído lo de ese indio... y eso será lo de menos. Le aconsejaría coger cualquier otro de nuestros transportes, que saldrán lo antes posible...

las excusas balbuceantes de Carlson empiezan a parecerte demasiado. Ahora resulta evidente que, al márgen de los puestos libres en la diligencia, prefiere que no vayas en ella.

...esta tarde tendrá nuestro VIP de por vida y además le haremos un ingreso de una suma adecuada por las molestias, quiero ser justo.

Stephen mira con cara de sospecha a Carlson. Mire caballero, no insulte mi intelecto. El hecho que usted me esté usurpando el derecho de abordar esta diligencia a pesar de haber plazas sólo me hace pensar una cosa.

Un hombre de barba negra y desaliñada, ojos pequeños y una cicatriz en la frente ha venido antes a verle, verdad? Parece que he subestimado a este personaje...

El importante empresario te mira extrañado. No parece saber qué decir durante un largo lapso hasta que finalmente habla, con algo más de seguridad que antes.

Hay gente que se preocupa por usted, Boyle. Le aconsejo amistosamente que acepte nuestras excusas y una generosa indemnización.

Mirando al ignorante secretario y hacia el exterior por la puerta abierta te vuelve a mirar, con expresión de advertencia aunque con tono educado aún.

Le ruego no monte un espectáculo.

Señor Carlson dice Stephen en un tono de claro disgusto, pero sin subir la voz. La diplomacia consiste en decirle a otra persona que vaya a lavar las enaguas de la reina, de forma tal que la persona quiera hacerlo.  le agradezco su "preocupación" por mi bienestar. Pero ha quedado en evidencia que Tombstone es un lugar tan mortífero como cualquier otro, haya o no ley 41. 

Respecto a la indenmización, se lo agradezco, pero pienso que la persona que vino a verle en verdad no procura mi bienestar, sino lo antagónico. Si no, vea la nota que me dejó. Stephen le muestra la nota a Carlson. Esto llegó incluso antes que el Epitaph, que me fué robado. Apelo a su buen juicio y a su ética para determinar quién realmente debería ir en esa diligencia.

Carlson parece escandálizado, al oir tus últimas frases te insta a hablar más bajo y se niega a ver la nota que le enseñas.

¡Silencio! olvide el tema y no vuelva a mencionarlo. Nadie ha venido a verme y se equivoca de plano pero ya no es asunto mio... séllele el billete ordena al empleado pasándole tu tiquet haga lo que desee pero no repita nada de lo que ha dicho aquí. ¡Váyase al infierno, si quiere! Finalmente el dueño de la Fargo ha perdido los papeles. En su defensa, no obstante, cabe decir que no es raro que provoques esa reacción en los que se cruzan contigo.

Enfadado se da la vuelta para encerrarse en su despacho, no sin antes exclamar:

¡Buen viaje, señor!

Un portazo es lo último que oyes de Samuel Carlson antes de que el estupefacto secretario te pase el billete con el sello de la empresa sin atinar a decir nada.

Gracias, gentil caballero. Sabía que recapacitaría su actuar.

Hasta ahora, a un Boyle nunca se le ha dado por respuesta un "no"

Agradece al secretario el billete sellado y antes de salir ojea por la ventana, no sea que algún otro truhán trate de cortarle el camino al hotel para sacar sus cosas antes de que salga la diligencia.

La zona parece despejada por lo que sales del edificio donde has gastado bastantes más minutos de lo que entraba en tus planes. Son las 11:11 cuando inicias tu camino hacia el hotel, tendrás el tiempo justo para terminar de hacer tu equipaje y llegar a la posta oeste.

Afortunadamente llegas al "As de Pic" sin más incidentes. Tu ineficiente pero tranquilo hotel te resulta agradable después de haber estado ahí fuera, esta ciudad es poco menos que una jungla para ti.

Las 11:19. Cuando entras al Hall directo hacia tu habitación, el recepcionista, que parece alegrarse de verte al fin, sale a tu encuentro.

¡Señor Boyle!

sale de detrás de su mostrador para hablarte de cerca.

Ha tenido visitas mientras ha estado fuera. El mismo hombre que estuvo esta mañana, me ordenó que le dijera que "subía la oferta a 80". No precisó más.

Algo nervioso, lo que no es raro en el empleado, continúa:

pero eso no es todo, estuvo aquí el Sheriff Eackley. Le dije que se encontraba fuera y me señaló que debía usted presentarse en su oficina cuanto antes para hacerle unas preguntas.

Pasándote un ejemplar del Epitaph que, ahora te fijas, tenía en la mano, concluye.

¡Ah! y le he conseguido un periódico propio, este es para usted.

El tiempo apremia, alistar mis cosas no será fácil, pero es la labor que más consume tiempo...

Gracias, mi buen hombre Stephen le vuelve  a sonreir al fiel trabajador Hágame el favor de asignar un botones que lleve mi equipaje a la diligencia de la Fargo, le daré una jugosa propina, como es usual en la gente de mi estatura. Con esto me ahorraré unos buenos 10 minutos, con lo que alcanzo a ir a la oficina del Sheriff. Ah, y llame a su errand boy* para que uno de los delegados del Sheriff me escolte en el camino a la jefatura de este. He sido objeto de un intento de asalto! Dice con indignación Ah, y por favor envíeme el formato de Check out a la habitación, estaré organizando mis cosas mientras usted hace lo propio.

En su estilo habitual, se despide escuetamente del hombre que lo atiende y sube a su habitación.

Subes a tu habitación donde ultimas los preparativos mientras consultas insistentemente tu reloj. Las 11:21... Las 11:23 y todo está hecho cuando el recepcionista toca a tu puerta acompañado de un bracero que carga con tus maletas. El encargado también te tiende la cuenta de estos días en el hotel y te informa sorprendido de que antes de que avisara a un mensajero, uno de los ayudantes del Sheriff se presentó de improviso.

El representante de la ley te espera abajo, diciendo venir a buscarte. Sin más dilaciones y mirando preocupado tu reloj de bolsillo bajas hacia el salón principal de nuevo, empiezas a tener dudas de poder satisfacer todos tus planes.

El ayudante apoyado indolentemente contra el mostrador del Hall se incorpora al verte bajar. Es un tipo con aspecto de duro, con mirada decidida y algo arrogante.

Señor Boyle... tengo instrucciones de acompañarle a la oficina del Sheriff. Eackley quiere hablar con usted.

La placa con forma de estrella brilla en su pecho, ahora lo recuerdas, es el mismo individuo que no te quitaba ojo de encima a la salida del despacho del Sheriff, cuando hiciste tu visita esta mañana.

Es un placer conocerle, señor No deja que responda el nombre, ya que el tiempo apremia

Ya que el tiempo apremia, vamos al despacho, pero he de regresar a la diligencia de la Fargo para las 11:30. Sin embargo un buen ciudadano es ante todo respetuoso de la ley.

Stephen hace la gesticulación con su mano de seguirle y sale a paso apresurado hacia el Sherifato*

El ayudante hace sonar sus espuelas cuando comienza a andar hacia la puerta acompañandote, pero se rie con cierta sorna y hace un comentario que te hace pararte en seco:

pues yo me despediría de esa diligencia, forastero sonríe socarronamente los interrogatorios del Sheriff Eackley son para rato, y cuando yo salí del despacho él ni siquiera estaba ahí...

Dándole más énfasis a estas palabras tañe una campana que resuena por el Hall, el reloj de pared del hotel, que siempre ha estado algo adelantado, marca las 11:30. ¡A duras penas tienes tiempo de llegar a la posta a toda prisa!

Por favor, mi buen señor. La premura de la situación me hace preguntarle a usted para qué me necesita el Sheriff. Soy un ciudadano que ha cumplido cada norma desde la cuna misma! Stephen comienza a caminar en una ruta un poco menos tradicional... cambia el rumbo hacia la diligencia.

No tengo ni idea. Se encoge de hombros el ayudante, tampoco parece importarle mucho. No le acusa de nada porque entonces ya estaría esposado.

Te acompaña hacia la salida sin darse cuenta de tu intención, por ahora ambos destinos están en la misma dirección, pero no será así por mucho tiempo.

Si es sobre el indio gigante que atacó a Templeson, creo saber donde está. Stephen apresura el paso hacia la diligencia Ojalá esté allí.

¿El mestizo ese enorme? oir eso parece hacerle gracia apuesto a que el Sheriff también sabe dónde está, ese indio es su nuevo "hombre de confianza", rara vez están separados.

Rie de buen humor.

No, dudo que sea por eso.

Apenas tienes tiempo de asimilar esa nueva y sorprendente información. El ayudante había adaptado el paso para seguirte pero llega el momento en el que las rutas que tenéis ambos en mente se separan y el tipo se da cuenta de que no es al despacho a donde te diriges.

¿A donde vas?  es por aquí.

Usted mismo lo dijo, el Sheriff no está en su despacho, está con el mestizo. Y el mestizo está en la diligencia.

No señor, el Sheriff ordenó que le trajera a su despacho y le hiciera esperar. Eso es lo que haré.

Niega vehementemente, no pareces haberle caído bien y se empeña en su plan inicial.

Por lo menos, déjeme pedirle a los de la diligencia que no se lleven mi equipaje. Luego lo acompañaré al despacho.

Le pagaré por el tiempo que nos demoremos...