Partida Rol por web

Los mozos de almacén de la Sala de Comercio rellenaron la pequeña bodega del Vengador con todos los materiales que adquiriste. Una tienda de campaña, binoculares, electrored, medpacks... el fusil resultó imposible de adquirir, quizá un arma más pequeña hubiera sido más fácil de conseguir.

Sales de la atmósfera de Brentaal y el Vengador ruge con los propulsores de primera. Introduces las cartas de navegación con las coordenadas exactas de Xandralis y activas el hiperimpulsor. Las estrellas se difuminan a tu alrededor y el Vengador desaparece en la negrura del espacio a velocidad luz.

El viaje a Xandralis resulta muy largo y te da tiempo para meditar. El señor del sith había dicho que te ganarías su confianza si cumples tu cometido, y eso te daría un objetivo en la vida. Porque, cuál era, si no, tu objetivo ?

Te planteas esto seriamente y tienes tiempo para ello...

Casi veinte horas después de haber partido de Brentaal, los sistemas de navegación de la consola principal encienden los pilotos de advertencia cuando sales del hiperespacio. Desde la cabina observas Xandralis. En su órbita y a tu alrededor no distingues ninguna nave, al contrario que pasaba en Brentaal, que se veía rodeada por multitud de cargueros creando elípticos alrededor de su órbita.
Tienes marcada en la consola de navegación la ruta directa al espaciopuerto de la única ciudad conocida en el planeta, pero cuando entras en su atmósfera, la Vengador tambalea y pareces perder el control. Abajo, casi puede distinguirse ya la pequeña ciudad capital.

Las turbulencias son cada vez mayores y no consigues estabilizar la nave mediante los mandos principales. La nave comienza a caer en picado, directa a Larsis, capital del Gran Lago. Los condensadores de estabilización y las corrientes alternas de gravedad están por debajo de sus niveles, así que intentas tirar de ellas para tener una esperanza de sobrevivir.
Maldición !! - es lo primero que se te viene a la cabeza cuando al tirar de las anillas saltan las alarmas de escape de oxígeno. Todo ocurre muy deprisa, ya casi puedes sentir el suelo bajo los árboles de la ciudad. Al escapar el oxigeno la presión te encoge el cerebro hasta que la ventanilla principal salta por los aires y por fín puedes respirar, al menos unos segundos...

Cuando abres los ojos, apenas recuerdas nada del impacto final. La cabeza te da vueltas y cuando te incorporas encuentras tu túnica rasgada por todas partes y medio quemada. La nave está a pocos metros de distancia, y la observas a la luz de la enorme y cercana luna con serios daños tanto internos como externos.

A tu espalda queda la ciudad, a unos escasos 100 metros, y no parece haber saltado alarma alguna ni escucharse alboroto alguno.

El impácto es increíble, hasta quedo inconciente... Me he salvado de formar parte de la fuerza antes de tiempo.

Dolorído, algo chamuscado y sumamente maltrecho, maldigo mi estampa en por mi impericia... maldito inutil, necesito un droide urgente... Esto no me habría sucedido...

Cojeando, miro El Vengador y me pongo en marcha para escanear los sistemas y determinar cuanto daño ha recibido y què serà necesario para ponerlo en marcha nuevamente.

De paso puedo cojer la capa aislante... El cinto tambièn... Y luego ir a la ciudad...

El paisaje no es para nada desagradable, pienso irónicamente Por suerte ya que mi incompetencia puede dejarme estancado aquí hasta el fin de los días...

Examinas la nave por encima y detectas fallos en varios sistemas como el de oxígeno, gravedad, estabilizadores, el techo se encuentra hundido en su mayor parte y la ventana del piloto no aparece. Además, ves como chorrea combustible, por el que el depósito también debe de haber resultado dañado. Por suerte, el hiperimpulsor parece haberse salvado.

Recoges tus cosas y te acercas a la ciudad a través de los árboles, hasta que llegas a una zona de edificios tras una pequeña verja vieja y desgastada. No hay mucha gente por la calle, pero de vez en cuando pasa algún aerodeslizador a toda prisa. A la derecha ves a un rodiano tirado en el suelo junto a una cantina, seguramente borracho. Alrededor solo está la calle y algunos edificios de unos tres ó cuatro pisos. De la cantina proviene algo de música.

...Decadente y primitivo mundo en el que he caido... Me lo merezco... Al menos los pertrechos estàn en condiciones. No me quedará otra que mezclarme con la chusma local...

Rengueando, camino hasta la taberna e ignorando al borrachín hago de tripas corazón y me adentro en el local, reacio por mi formaciòn, prácticamente una de mis primeras visitas a un comercio de tal tipo

...Bienvenido a Xandralis... Maldita sea...

La cantina no es muy grande y se encuentra muy tranquila, tiene unas cuantas mesas casi todas ocupadas y una larga barra que recorre casi toda la pared del fondo. Todo parece normal, las gentes son humanoides corrientes, trabajadores de clase media tomándose unas copas después de la faena rutinaria. Cabe destacar un grupo numeroso sentado en una mesita redonda en una esquina de la cantina, uno de ellos parece estar contando algún tipo de historia interesante pues el resto escuchaba atenta entre tragos de algún tipo de líquido servido en jarra.
En la barra, el camarero sirve tranquilamente una copa a dos clientes que dialogan entre ellos.
Algunos de los de la primera fila se percatan de tu entrada y parecen murmurar al ver tus quemados arapos.

...Bien, gentuza pero nada de lìos a priori...

Camino lo màs dìgnamente que me dejan los golpes y machucones hasta la barra.

Una vez allì espero que el cantinero acabe su asunto para hablarle en bàsico.

Buenas noches... estrellè mi nave aquí cerca... Necesito, necesito un trago, y algo de información...

Digo al individuo lo más bajo posible que me permita la musica para que pueda escucharme.

Miro de reojo a la peña que escucha al hablador, y trato de captar algùn detalle de los mismos...

El barman se acerca a tu posición con cara de pocos amigos, cuando escucha tu propuesta.

- Su nave ? - dice como esperando respuesta, sin embargo continúa - hay un puesto de recambios a dos manzanas de aquí, el Tiro Loco. Lo lleva un quarren de muy malas pulgas, pero es bueno arreglando cosas. - Dice mientras recoge un vaso y lo seca con un trapo que cuelga del cinto.

- Qué desea tomar... - pregunta sin interesarse lo más minimo por ti o tu nave.

Ladeo un poco la cabeza y miro al tipo que toma aquèl trago recièn servido

Pues, si eso no es muy fuerte... Sino, lo de la casa...

Presto un poco màs de atención a la junta de la mesa redonda, pero sin dejar de mirar de reojo, para que no se note.

Conque hay un reparador aquí cerca...

...Disculpe, yo... Estoy algo mal herido tras el accidente... Hay servicio... mèdico por aquì verdad?

El barman te mira de arriba a abajo y suspira.
- Sí, hay un bajo médico cercano, pero necesitarás un vehículo para llegar. Está a unos kilómetros al norte de la ciudad. - El barman coloca un vaso limpio y comienza a sustanciarlo de un líquido azul verdoso muy espumoso. - Son cinco créditos.

La gente que tienes alrededor apenas murmura pero no escuchas nada interesante, viajes, negocios, placeres, conversaciones mundanas de clase media. Sin embargo el tipo del fondo, donde está el coro de gente, tiene un tono de voz más grave y es fácil escucharle. " Sí, es muy extraño... envuelto en capa negra... haciendo preguntas... leyendas antiguas..."

Hum... De que estará hablando...

Extiendo mi mano con el chip de créditos

Gracias, muy amable... Emm... Como se llama esta bebida? Vehículo dijo... Alquila alguien por aquí?

Digo antes de tomarme un trago.

¿Cómo diablos haré para descubrir lo que vine a buscar? Supongo que meditando podría abrirme al reflujo de la Fuerza y captar el origen de la perturbación... Pero sea para eso, sea para curarme o para lo que fuere, voy a necesitar un vehículo.

Sigo atento a las palabras del hombre... Aquello de capa negra y antiguas leyendas me sonaba a posible relación con mi misión...

- No, no conozco ningún lugar cercano donde alquilen vehículos, pero puedes usar un aerotaxi llamando desde un comunicador. - Sobre una pared de la cantina observas un intercomunicador de uso público. -

El barman no parece haber hecho mucho caso a tu opinión sobre su bebida.

Una leve inclinación con la cabeza en agradecimiento y muestra de haber recibido la información al barman y luego....

Me tomaré "esto" un poco más cerca de aquella gentuza... Hum, en la barra o quizá si encuentro una mesa cercana...Incluso...

El poco roce social con "comunes" le hacía cabilar a la hora de buscarse un sitio en tales condiciones, pero no sería Darth Larius quien se quedara sin herramientas o recursos para mejorar su situación.

Así las cosas, acercándose un poco al grupete con una sonrisa en el rostro, el vapuleado sith esperó a que el narrador hiciera un impas para referirse a la gente de la mesa con tono serio pero cordial

Disculpen, buenas noches, he sufrido un accidente hace instantes y... Bueno, me vendría bien tomarme una copa para pasar el mal trago... Pero tengo entendido que es de mala fortuna tomar solo en estos casos hehe, puedo acompañarlos un instante?

Cuando tomas asiento junto al resto del grupo no parece sentarles demasiado bien. Algunos se miran de reojo y otros se llevan la mano a la boca en un gesto de repulsión.

- Pero qué te ha ocurrido, criatura ? - Algunos era evidente que jamás habían visto un arkaniano. - Tus ropas están quemadas.

De repente todos se quedan mirándote, has interrumpido la charla y pareces ser el interés del momento.

Criatura? Maldita escoria inferior... Decirle criatura al pináculo evolutivo de la galaxia...A un Arkaniano de pura cepa... debo contenerme... Por un instante debo hacer un esfuerzo por no activar mi sable y sajarlos, pero sé que es otra la cuestión que allí me lleva.

Miro mis ropas como divertido, luego con cara de resignación y gesticulando con los hombros digo:

Pues, entrando a la atmósfera del planeta el sacudon de las turbulencias me hizo realizar una mala maniobra... Caí en picado y me estrelle violentamente... Me salve por poco y mi nave es prácticamente un montón de chatarra... Yo soy poco más que eso, como podrán ver... hago una pequeña pausa Pero, disculpen la interrupción. Por cierto, ¿no han visto nunca a uno de mi especie?

Debo tratar de ser convincente, y de que mencinen mas de esa historia...

A propósito, que facinante planeta teneis...Imagino que debe tener un cumulo de historia, mitos y cultura sumamente interesante...

Uno de los reunidos suelta una carcajada que contagia al resto y se produce un murmullo.

- Vaya, otro que se interesa por las ruinas, vamos a tener que montarnos algo para sacarle provecho a los curiosos. - Dice otro humanoide mientras suelta otra carcajada.

- Por qué les interesa la historia de Xandralis a todos los tipos raros con túnicas ? - Dice un rodiano cuya risa resulta casi ridícula.

- Sí! - Dice el que contaba la historia, un humano con aspecto rudo mientras echa un trago de su jarra con aspecto animado. - Ciertamente es muy extraño.

Aquella muestra de hilaridad casi llega a contagiarme

Conque ruinas... Y otro con túnica... Vaya... Supongo que eso es lo que busco...

Ciertamente que es curioso. Digo terminando el trago, luego miro la jarra vacía Vaya, parece que mi vaso estaba pinchado... Me tomaré otro, ¿alguien me acompaña? ¡Invito al que me salve de tomar solo! Digo con tono jocoso, para luego pedirle al barman un trago para mi de ese brebaje azul verdoso y otro de lo que fuera para el que se sumara a la invitación dentro de la mesa.

Pero, me llama la atención eso que dicen... ¿Quién es el otro curioso del que hablan? ¡ Más faltaría que lo conozca! hehe

Miro al rodiano y con cara de curiosidad pregunto ¿Usted no será el eximio mecánico del que me habló el barman verdad?