Partida Rol por web

Llegando al borde del precipicio, el sith hace acopio de sus fuerzas y se deja llevar por las ansias de dar muerta a la mujer... Se deja llevar, por el camino del lado oscuro.

Un ultimo pisoton en firme y se catapulta lo mejor que puede por los aires...

El lado oscuro te envuelve cuando todo parece perdido y asombrosamente consigues alcanzar el otro extremo y sigues a Ameé Ramis. Ésta mira hacia atrás y un gesto retorcido en su rostro te advierte de su desagrado.

Continuáis corriendo en las sombras cuando ante vosotros se abre paso unos murales de dos o tres metreos superpuestos uno encima del otro, con una pequeña repisa por los que poder escalar por ellos.

Ameé se agarra ágilmente a la primera repisa y se impulsa hacia arriba, pero su pie dercho resbala sobre la piedra tirando unos granillos hacia abajo, y no consigue ascender, quedando bloqueada y mirando hacia atrás asustadamente.

FRENA Y DA LA CARA HARPÌA! Grita el sith furioso al no poder trepar tras de si

Amée aprecia como su perseguidor se queda en le mismo intento que ella de subir rápidamente por la creciente pared de dimensiones gigantescas. Con más calma, llama a la Fuerza y comienza a subir de nuevo, respirando a ritmos acompasados.

Ya verà cuando la alcance... Maldita bruja!

Ves como Ameé consigue escalar por la cornisa tras el segundo intento, y sonríes al comprobar que la sigues por ella. Apenas estás a cuatro metros por debajo de ella cuando observas un objeto reluciente alrededor del interior de su camisa, tal vez sea el artefacto que mencionaba.

Consigue llegar hasta arriba y cuando llegas, la ves correr de nuevo entre las ruinas, ahora el techo está a medio metro sobre vuestras cabezas.

Continuáis por un pasillo oscuro cuyas paredes laterales emiten como un zumbido, y por ellas comienzan a salir felchas disparadas hacia todas partes.

Qué es el artefacto... Sin duda tengo que echarle el guante. Darth Vader estará feliz de contar con ese objeto, y con la cabeza de esta bruja!

Continuando la desesperada carrera, el sith ve salir los proyectiles y

Aghhhh!

Por un momento pareces perdido cuando un ágil movimiento de cadera te permite esquivar hábilmente la flecha en el último momento. Lo cual permite ganar terreno a la atlética mujer. Ahora estás a 17m de ella, y apenas puedes divisarla tras la penumbra que envuelve el derruído lugar.

Ameé continúa corriendo sin descanso.

El sith ve a la mujer perderse a lo lejos y pone ahinco en acortar las distancias

Ven aquì, ven aquì... Piensa ya sediento de sangre por la frustrada correrìa.

Casi parece que la alcanzas, incluso la mujer ladea su cabeza previniendo tu acercamiento cuando en un instante, pega un salto impresionante por una abertura que aparece en el techo bastante amplia. Por ella puede verse el azul oscuro cielo del exterior.

Ambos saltáis por la abertura del techo al exterior del antiguo edificio derruído y os encontráis en plena jungla selvática, cayendo al suelo tras golpearos frenéticamente contra árboles, piedras, e incluso algún bichejo oculto entre las ramas.

El choque es brutal y plagado de golpes antes de aterrizar finalmente entre la espesura de la jungla.

Los golpes azotan fuertemente los flancos del sith a medida que va quebrando ramas con la caída, el rodar es frenético y las ansias de dar caza ya no tanto a la mujer que tanto parecía saber de la situación, sino del objeto, reliquia quizá, que tenía en su poder...

¡Grr maldita sea! Solo basta que me desnuque contra una piedra Piensa furibundo al golpear contra una saliente de piedra que no le hacía mas que un razguño...

Una vez en la jugnla, el sith activa automáticamente su sable para ensarzarse en combate con la mujer en cuanto la tenga a tiro.

Cuando te levantas ágilmente, descubres a Ameé corriendo jungla a través en su fanática huida.

Avanza rápidamente y desde tu posición, cuando corres tras ella, puedes observar sus ropas y semi túnica rasgadas y llena de arañazos. Su pelo en blanquecino y debe tener más de cuarenta.

Corres tras ella intentando darle alcance, después de todo, no puede correr eternamente no ? Por qué seguirá corriendo ? Dónde pretenderá llegar ¿?

El sonido del sable luz del sith al ondear en el aire tenía tinte de sentencia.

La distancia era cada vez menor y el usuario del lado oscuro de la fuerza supo que el momento del desenlace final había llegado... Sangre habría de derramarse.

Ameé es alcanza por el sith que supera atléticamente a la veterana mujer. Ésta se vuelve sobre sí misma cuando es alcanzada por el lord oscuro mientras frena sus piernas y desempuña y activa su sable láser con un fulgor morado fino pero intenso. Surostro muestra un desagrado notable cuando tras ella cae un objeto envuelto en una manta atada con finas cuerdas sintéticas.

Apoyando una mano en el suelo mientras con la otra alza su sable de luz en posición defensiva, se prepara mientras el Lord Sith activa su sable carmesí iluminando su fiero y magullado rostro.

Ameé centra su mirada en el sith cuya posición de defensa resulta ofensiva en sí misma. No parece tener prisa en blandir la espada láser y aguarda el momento de... escapar. Realmente sentía una fuerza muy poderosa en el asesino, el lado oscuro lo abrazaba con fuerza y su odio y su ira eran palpables en su mirada y su apecto.

Moviendose lánguidamente, rodea al sith dejando de nuevo su vía de escape a sus espaldas, fuera como fuese tenía que recoger el artefacto y llevarlo lejos de aquel ser.

El sith se abalanza sobre la supuesta Jedi con arrogancia y fuerza, arqueando el sable láser de lado a lado buscando las entrañas de la veterana mujer.

Ambas espadas chocan produciendo un chasquido eléctrico y el ruido característico de espadas de luz. Al parecer la mujer no solo sabía correr, si no también parecía ducha en combate cuerpo a cuerpo.