Partida Rol por web

Unidos

Capítulo 1.1: Rumbo a ningún sitio

Cargando editor
04/02/2014, 21:06
Director

El viento agita vuestro cuerpo, y tenéis que hacer acopio de todas vuestras fuerzas para andar en su contra. La voz de Saint se hace cada vez más fuerte, pero el viento parece también multiplicar sus esfuerzos por aislaros del comandante. Cada paso supone un esfuerzo indescriptible, y a cada momento os golpean hojas arrastradas por la corriente, con tal fuerza que parecen pequeñas piedras.

Cubriendo vuestros rostros como podéis, conseguís finalmente ver las luces del vehículo. La oscuridad que os rodea parece también engullir el brillo emitido por los faros, y estos iluminan tan solo una fracción de lo que lo hacen normalmente, como si las bombillas estuvieran cubiertas por una manta que absorbe la luz.

Un par de desesperantes pasos más y lográis aferraros al picaporte de la puerta, y con no menos esfuerzo, os metéis dentro. Saint sube rápidamente la ventana y se pone en marcha, viendo a duras penas dónde acaba el asfalto y empieza la acera. A pesar de que ya estáis en movimiento, el viento es tan potente que agita de vez en cuando el pesado vehículo, que Saint maneja despacio para evitar acabar el viaje prematuramente contra un árbol.

El comandante os pregunta sobre lo sucedido, y dais la explicación más completa y rápida que podéis. Ninguno de vosotros es capaz de explicar el porqué de esta repentina oscuridad. Cuando concluís, Hubert hace la pregunta más importante ahora:

- Ya tenemos las tarjetas de crédito... ¿Ahora qué hacemos?

Notas de juego

Hay que joderse, qué suerte tiene el italiano xD

Cargando editor
05/02/2014, 01:07
Georgi Grechko

-Ahora vaciamos las cuentas y nos manejamos con efectivo, que no es rastreable tan fácilmente.- respondió Georgi rápidamente, porque ya estaba pensando en esto hacía rato -Dinero en efectivo, transporte público y apenas podamos despojarnos de todas estas cosas. desde la furgoneta hasta la ropa. Tenemos que dejarlo todo.-

Cargando editor
06/02/2014, 21:22
Paolo Torboli

Asintiendo ante las palabras del ruso, el italiano apuntilla subiéndose al coche.

Eso es, consigamos el máximo efectivo que podamos y un lugar para pasar la noche hasta que amanezca. Con los primeros rayos, buscaremos un autobús con el que salir de aquí y algo con lo que cambiar nuestro aspecto.

Hubert, ¿donde crees que están los cajeros más cercanos? y ¿donde esta la estación de autobuses?

Notas de juego

es lo que tiene la cosa nostra ... ;-)

Cargando editor
10/02/2014, 22:22
Director

El hombre no parece en desacuerdo con vosotros, ni dolido por dar su dinero a unos completos desconocidos. Todo lo contrario, parece estar de acuerdo con vuestra decisión. Os da las indicaciones para llegar al centro urbano, donde están todos los comercios, bancos, bares y restaurantes y servicios de transporte. Al parecer no está lejos. Sin embargo, llegar a los cruces, y más aún, saber cuál es el camino adecuado se hace difícil hasta para él, que está acostumbrado a este sitio.

Y el viento no hace las cosas fáciles. Ruge a vuestro alrededor, y parece como si fuera a arrancar del suelo cualquier cosa que se atreva a alzarse un poco. Los árboles se retuercen y luchan con todas sus fuerzas, perdiendo algunas ramas en la batalla. Saint se esfuerza al máximo para mantener el vehículo de una pieza.

Detrás vuestra, un árbol termina por vencer, cayendo sobre el asfalto y una desafortunada furgoneta aparcada al otro lado de la calle. El ruido de la caída, sin embargo, es completamente enmascarado por el viento.

Frente a los faros del vehículo, pequeñas sombras oscuras cruzan y ocultan la luz. Quizá sean hojas, o quizá algo más aterrador. Las sombras de los árboles parecen tomar vida y moverse hacia vosotros. Parece como si trataran de engullir la poca luz que os permite ver con dificultad vuestro camino. Una de esas sombras se retuerce y acerca hacia vosotros. Un crujido hace la sombra tangible, y la rebela como una enorme rama, imposible de esquivar esta vez. Saint frena de golpe para evitar que caiga sobre vuestras cabezas, pero no puede evitar que aplaste toda la parte frontal de vuestro medio de transporte, deteniendo por completo el motor y vuestra posibilidad de seguir el trayecto protegidos de ese horrible viento.

Y en el exterior, los negros brazos de sombras que se extienden desde los árboles parecen desear que os pongáis a su alcance.

- Tiradas (1)

Tirada oculta

Motivo: Conducir

Tirada: 1d100

Dificultad: 20-

Resultado: 96 (Fracaso)

Cargando editor
13/02/2014, 20:52
Paolo Torboli

Maldita sea, ¿que demonios pasa aquí?. Salgamos corriendo, parece que nos han encontrado o tenemos muy mala suerte, pero no creo en la mala suerte. Corramos, si por algún caso nos separamos, deberíamos intentar a la estación de autobuses y reunirnos allí todos. 

Con cara apesadumbrada, mira a su nuevo compañero de viaje y Paolo continua.

Hubert, tú tendrás la labor más complicada. Ya que en caso de que no consigamos seguir juntos, tú debes conseguir el efectivo.

Si no tenéis una idea mejor, creo que es el momento de salir de aquí. ¿Que os parece?

Cargando editor
17/02/2014, 19:08
Director

Notas de juego

Richard se está retrasando un poco, cosa inusual en él. Si mañana por la tarde no hay post suyo, doy por hecho que no añade nada ni propone otra cosa y seguimos adelante.

PS: ¡Ole los nervios de acero del italiano! Con qué tranquilidad se toma el tener que volver a salir del coche xD

Cargando editor
17/02/2014, 21:26
Georgi Grechko

-Vamos.- dijo secamente Georgi -Aunque deberíamos tratar de seguir juntos... ya vimos lo que nos ha costado alcanzar la furgoneta en el poblado.-

Cargando editor
18/02/2014, 23:42
Paolo Torboli
Sólo para el director

Notas de juego

Es lo que tenemos los italianos. Chi va piano, va sano e va lontano

Cargando editor
19/02/2014, 19:28
Director

Una vez tomada la decisión, Hubert y Saint tienen poco que objetar. Desde luego, vuestro medio de transporte ha quedado totalmente inutilizable, y no os queda otra opción que enfrentaros a la furia del viento.

Al abrir, este se cuela en el interior y os golpea con fuerza. Os reponéis del sobresalto inicial y saltáis al exterior. Manteneros unidos es primordial, y en ello gastáis la mayoría de vuestras energías. Hubert os guía por dificultad a lo largo de la calle, teniéndoos que desviar cada pocos metros para esquivar ramas rotas que se arrastran hacia vosotros. En cada cruce, el viento os desorienta más todavía, haciendo casi imposible encontrar la ruta hasta el centro de la ciudad. Desde luego, la opción de correr del italiano es imposible. Tan solo andar ya os supone un esfuerzo tremendo.

Cuando las casas unifamiliares empiezan a dar paso a bloques de pisos sabéis que os dirigís por el camino correcto. Sin embargo, la cosa no se vuelve más sencilla. En el centro de la ciudad a las ramas arrancadas se unen señales de tráfico, bicicletas, motocicletas y los coches más pequeños. Nada escapa a la fuerza del viento, y en más de una ocasión os tenéis que ocultar tras un muro para recuperar las fuerzas o dejar pasar algún objeto arrastrado por el viento.

Todo a vuestro alrededor tiene un aire irreal: la oscuridad casi absoluta, y este viento incesante os hace sentir como si fuerais protagonistas de una pesadilla de la que no despertáis. Pero entonces algo sucede que rompe todavía más esa delicada frontera de lo que es normal y lo que no lo es.

Un estruendo ensordecedor recorre toda la ciudad, produciendo ecos en los edificios y llegando hasta vosotros desde todas las direcciones. Entonces, a través de la oscuridad, el cielo se ilumina durante unos segundos, teñido de rojo como si fragmentos de fuego cayeran sobre vuestras cabezas. Poco después, algo golpea en el asfalto, a pocos metros de vosotros, abriendo un gran agujero y hundiéndose casi un metro. En la distancia podéis escuchar el ruido de otros fragmentos golpear el suelo y los edificios. Un pequeño vistazo al agujero frente a vosotros os revela un trozo de varios centímetros de metal al rojo vivo. Cuando empieza a enfriarse, revela unas letras del alfabeto ruso y unos números: 

Заря 3.22.7

El astronauta ruso reconoce perfectamente el texto. En el alfabeto occidental se escribiría: Zarya.

Cargando editor
23/02/2014, 20:01
Paolo Torboli

El cielo parecía abrirse y estar en contra de su avance, poniéndose a cubierto durante la lluvia de trozos Paolo se acerca para ver que estaba cayéndoles encima.

Que coño es esto, parece que esta en ruso. Joder Georgi, ¿esto te suena de algo?. 

- Tiradas (1)

Motivo: Conocimiento

Tirada: 1d100

Dificultad: 65-

Resultado: 45 (Exito)

Notas de juego

Hago tirada de conocimiento para saber si es algo conocido.

Cargando editor
03/03/2014, 19:46
Georgi Grechko

Ambos observais durante un momento la placa de metal. En el caso de Georgi, la reacción es instantánea. Tú, a pesar de que no pasaste en la ISS tanto tiempo como él, reconoces las letras, incluso en ese jeroglífico idioma que es el ruso: Zarya, el nombre del primer módulo de la ISS, el que le dio vida. La lluvia de fuego, y ver esta pieza aquí, solo puede significar una cosa: que tras el abandono de la estación solo ha sido cuestión de tiempo que se precipite sobre la superficie terrestre. Pero un temor os asalta: ¿cuáles son las probabilidades que caiga donde estáis vosotros? Y... ¿Por qué ahora?

- Paolo... Esas letras las podría reconocer hasta con los ojos cerrados - dice el astronauta ruso con la voz entrecortada -. He pasado horas en ese módulo, y sobre todo viendo esas letras y ese código. Es el compartimento donde se almacenaba el equipo de atención médica.

Notas de juego

Nota del Director: Post mío para avanzar la escena, puesto que Richard_Marsh anda desaparecido y ya ha pasado un tiempo más que prudencial para dejarle contestar.

Cargando editor
03/03/2014, 19:53
Director

Las casualidades ya parecen no jugar aquí. Sea como haya sido, la estación ha acabado cayendo junto a vosotros por algún motivo. Y la pieza de Zarya no ha podido ser la más cercana por casualidad.

Sin embargo, antes de poder responder al ruso, a ambos se os pasa un pensamiento por la cabeza: la estación no estaba completamente abandonada. Ya no es solo la presencia del comandante Padalka, inconsciente. O Ford, si es que seguía vivo. Había algo mucho más aterrador alrededor de la estación, algo que dejasteis atrás y os gustaría no volver a ver.

El hecho de pensar en ello os hace sentir como si el fuego del cielo, producido por la brusca entrada en la atmósfera de la estación, fuera mucho más tenue ahora, como si la oscuridad que os lleva rodeando todo este tiempo lo engullera e hiciera desaparecer. Como si algo, más oscuro que el espacio, hubiera llegado a la vez que la estación.

Petrificados, mirais a vuestro alrededor. El fragmento más grande no ha caído lejos de aquí, derribando un edificio en su colisión y dejando un cráter de varios metros en donde antes había una pequeña plaza. Fragmentos al rojo de la estación centellean aquí y allá, y el contacto con los árboles de la plaza los ha incendiado, transformándolos en tenebrosas antorchas que tratan de abrirse paso entre la oscuridad reinante. Del cráter sale un humo grisáceo, que crepita iluminado por las llamas cercanas.

Y confirmando vuestros temores más profundos, dentro de la nube del cráter observáis unos pequeños puntos de color, anaranjados como las brasas, pero completamente inmóviles, allí donde el humo es más oscuro.

Notas de juego

Puesto que también has pasado la tirada, te dejo conocer también un detalle: Zarya en ruso significa Amanecer. Un nombre de lo más simbólico...

Mientras Georgi aparece o no aparece, cae sobre ti el peso de tomar las decisiones... Enhorabuena, nuevo comandante! ;)

Cargando editor
04/03/2014, 02:43
Georgi Grechko

-Creo que deberíamos irnos de aquí...- fue todo lo que pudo decir un asustado Georgi, que no tenía intenciones de tener que vérselas otra vez con "eso".

Cargando editor
04/03/2014, 10:08
Paolo Torboli

La situación se precipitaba por momentos, los acontecimientos no eran más que portadores de malos presagios, la estación había "aterrizado" junto a ellos y el terror abandonado en el espacio le acompañaba. Pero Paolo estaba convencido de que no podía ser una casualidad, algo les perseguía y sabía muy bien donde se encontraban.

Irnos Georgi, no te parece que nos fuimos suficientemente lejos abandonando esa cosa en el espacio. Y ahora esta ante nosotros, tú crees que podemos escondernos en algún lugar donde no nos encuentre. Ufff ....

Responde Paolo intentando pensar lo más rápido que puede ante lo que esta ocurriendo, algo tenían que hacer estaba claro. Pero lo importante era saber que, mirando hacia Hubert el italiano intentó continuar con su cábalas mentales.

Hubert, sabes si esto lo tenían previsto los militares o han sido ellos quien lo han provocado.

 

Cargando editor
07/03/2014, 19:27
Hubert

Hubert, tan sorprendido como vosotros, ha permanecido con la espalda apoyada contra el edificio más cercano, sin acercarse a mirar al cráter. En su rostro podéis sentir un temor mayor que el vuestro, como si fuera consciente de que algo mucho peor está por venir.

Cuando en la distancia, del enorme cráter surge la forma ya familiar para vosotros, él se agacha en su rincón, como si ese gesto le fuera a mantener a salvo de la criatura. Desde ese momento parece que su cabeza viaja a otro lugar, como si, abandonando su cuerpo, fuera a salvarse de esta situación. No responde a nada, hasta el momento en el que Paolo le pregunta directamente. Entonces levanta la cabeza y os observa, todavía asustado.

- Yo… Yo no tengo que ver directamente con la rama de la NASA que se ocupa de la Estación. Yo tan solo investigaba en un grupo en el centro de investigación que estuvisteis - el hombre parece sincero. De todas formas, en su estado es difícil que tenga cabeza como para inventarse una mentira -. Pero no creo que esto estuviera preparado… Mucha gente se ocupa de esa estación, en varias agencias alrededor del Globo. Si ha caído, debe ser por la falta de control desde la propia estación, una pérdida de energía, o una desconexión con los controles de Tierra. O quizá alguien allí la haya arrojado contra la atmósfera. Pero no quedó nadie vivo, ¿no?

En la distancia, podéis escuchar un silbido en el viento, como si algo hiciera vibrar el aire de una forma totalmente antinatural. Hubert entonces vuelve a encogerse, tratando de hacerse lo menos visible posible. 

Cargando editor
08/03/2014, 02:03
Georgi Grechko

-Seguramente ahora no queda nadie vivo allí. Y tengo una idea muy concreta de por qué ha caído.- dijo Georgi bastante serio para continuar en el mismo tono mientras giraba ñla cabeza para mirar a Paolo -Y no quise decir irnos para huir por siempre, sino irnos para poder enfrentarnos a lo que sea con un mínimo de preparación y tener de ese modo al menos alguna oprtunidad.-

Al fin, parecía que la mente militar del ruso se estaba poniendo en marcha...

Cargando editor
10/03/2014, 20:01
Stanley "Saint" Philips

Stanley, en silencio hasta ahora, parece reaccionar también a la respuesta militar del ruso. Mira de reojo hacia la plaza de la que emana el humo y en la que todavía se pueden ver esos pequeños ojos, buscando desde la cobertura que le da la enorme nube negra.

- Estoy de acuerdo con vosotros. Da igual dónde vayamos y cuánto huyamos, que tarde o temprano nos acabará encontrando. Pero... ¿Dónde podemos ir para prepararnos? Es más... ¿Qué nos prepararía para enfrentarnos a... eso?

Un escalofrío os recorre el cuerpo de solo pensar en esa idea. Huir de aquella cosa (dos veces, si es que la que os encontrasteis en la base de la NASA era la misma criatura y no otra) ya había sido una tarea ardua, no os queréis ni imaginar la fuerza de voluntad que necesitaríais para plantarle cara.

- No se si aquí podamos encontrar algo para enfrentarnos a él. Todavía nos queda la opción de intentar encontrar un transporte público que nos saque de este infierno, pero no se si las instalaciones seguirán en pie... Lo que tengo claro es que, al igual que Georgi, ahora querría estar en cualquier lugar antes que aquí.

Al observar una de las piezas que hasta hace poco formaban parte de la estructura de la estación, los ojos del comandante revelan un terror que se adueña de su interior, al revivir los momentos vividos suspendido en el espacio, perseguido por aquel ser voraz. Su cuerpo parece responder a ese temor y empieza a moverse inquieto, deseando hacer cualquier cosa antes de que eso vuelva a encontraros.

Notas de juego

Al interpretar a Saint lo hago como vuestro compañero. No espero que sus intervenciones os parezcan una guía de qué hacer ni consejos sobre vuestros siguientes pasos. Tan solo añado a la conversación lo que podría decir Fr3d1 si lo siguiera controlando. Al final, lo que decidáis debe salir de vosotros ;)

Cargando editor
11/03/2014, 12:30
Paolo Torboli

Las palabras de todos eran sensatas ante la situación en la que se encontraban, no sabía él era el único que veía que huir o buscar un mejor momento para enfrentar esto, no era más que retrasar algo que estaba por pasar o que estaba ocurriendo. Pero lo que si era importante es que todos siguieran juntos y no era momento de discutir nuevas opciones.

Los hechos eran claros y tanto Saint como Hubert parecían muy afectados como para intervenir, por lo que era el momento del ruso y el italiano en este lugar remoto de américa.

Bien, pues vayámonos lo antes posible. Busquemos algún lugar que este abierto para replegarnos y ver si podemos encontrar una mejor opción..

Paolo, intenta busca con la mirada algún lugar en las inmediaciones que les pueda servir de refugio mientras lo que este por salir de ese lugar haga acto de presencia. 

Cargando editor
12/03/2014, 01:54
Georgi Grechko

-Una cosa es segura...- murmuró el ruso -Al menos ahora sabemos que esa cosa ya está aquí. Y si va detrás del cubo, va detrás de Raf.- y mientras imitaba a Paolo, aunque buscando más una ruta de salida que un lugar de cobertura añadió -Deberíamos avisarle как можно быстрее... emmm... rápidamente.-

Cargando editor
14/03/2014, 21:17
Director

Un rápido vistazo a vuestro alrededor os revela el panorama que os rodea: fuego y oscuridad. Allí donde han caído fragmentos de la ISS, columnas de humo y polvo se alzan hacia el cielo, empujadas con violencia por el viento. Los focos de llamas arrojan algo de luz sobre esta oscuridad, pero no os ayudan demasiado a ver mejor, pues es como si el manto de la noche atrapara y encerrara esa luz, evitando que llegue a los objetos más distantes.

En la mitad de la plaza, la enorme columna de humo se alza, con la criatura agazapada en su interior, oculta salvo por los pequeños ojos naranjas. Sabéis que si seguís aquí, tarde o temprano dará con vosotros, y en cuanto lo haga, sin un medio para escapar rápidamente, seréis una presa fácil.

Los edificios que os rodean están en diversos estados: desde aquellos que no han resultado afectados por la debacle que os ha rodeado, como otros que están en ruinas, al igual que multitud con ligeros desperfectos. Más de uno de estos lugares os podría servir como refugio para ocultaros unas horas y esperar que esa cosa decida marcharse.

Por otro lado, hay varios comercios, evidentemente cerrados, pero que podrían ofreceros algunos recursos para este momento, si recurrís al pillaje. Desde pequeñas tiendas de alimentos, donde haceros con algo de almuerzo (desde que escapasteis del edificio de la NASA no habéis probado bocado ni bebido) como otras tiendas donde conseguir casi cualquier cosa e incluso, puesto que estáis en el país de la libertad y las armas, una pequeña armería bien protegida por barrotes.

Todo a vuestro alrededor es completamente aberrante: las llamas de la estación caída, casualmente en vuestra ubicación; la oscuridad que os lleva acompañando desde que salisteis de casa de Hubert, la inagotable criatura... Pero si hay algo que hace la situación irreal, es el absoluto silencio y la soledad. Nadie, ni una sola persona, ha salido después de la catástrofe.

Notas de juego

Teniendo en cuenta vuestros post, os expongo los recursos que encontráis a vuestro alrededor para que podáis escoger qué hacer adecuadamente. Ahora está en vuestra mano decidir qué camino tomar.

Dejo de la mano de vuestra imaginación qué tiendas hay, pero puesto que es una ciudad de tamaño medio y estáis en el centro, podríais encontrar casi cualquier cosa (salvo un tanque, por ejemplo).