Partida Rol por web

Unidos

Capítulo 3.2: Cuatro horas

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28/06/2014, 20:37
Director

El camino de tierra... La pequeña carretera... El acceso a la autopista... Paso a paso, el camino que antes os había llevado a la tranquilidad os devuelve paso a paso a la incertidumbre, el miedo y la constante amenaza.

A pesar de todo, Helen conduce a un ritmo frenético, esquivando en el último instante ramas y objetos arrastrados por el viento. Su concentración es máxima, por lo que a ninguno de vosotros se le ocurre interrumpirla. En lugar de ello, preferís alejar la vista del frente, para evitar la sensación de que en cualquier momento vais a terminar vuestro viaje prematuramente, estrellados contra un árbol, una señal arrancada o una roca en mitad del asfalto.

Perder de vista la mansión os ha llevado unos pocos segundos, cuando la oscura noche - si es que es ya de noche, pues ninguno de vosotros podría asegurar que hora es - engulle el lugar como si de llamas negras se trataran. Sin embargo, cuando echáis la vista atrás, todavía podéis imaginar el lugar en el que se encuentra, como si uno de los faroles del exterior todavía tratara de abrirse infructuosamente. Entonces, mientras vuestra vista se desplaza hasta ese lugar que habéis dejado atrás, ese rincón que ya pertenece al pasado, os parece ver una de las luces de la mansión titilar en la oscuridad. Como si a través de las ramas y los árboles, un pequeño destello de luz llegara hasta vosotros; un lejano faro en la noche.

A ese pequeño farol se une otro, y otro, hasta que decenas de pequeñas luces anaranjadas parecen brillar en la lejana oscuridad, allí donde habéis estado hace unos minutos. Pequeñas motas de luz flotando en la nada. Y juraríais que las lejanas luces de esos faroles danzan en el aire, como si el viento los agitara. Aunque es un movimiento demasiado suave y demasiado errático para que sea el viento el que los mueva...

Notas de juego

Puesto que la nueva Clive se acaba de incorporar, dejo el mensaje como algo más descriptivo por si queréis seguir la conversación de antes de salir de la casa, y a partir del siguiente mensaje ya os haré avanzar más en la historia. También podemos retomar el ritmo normal de partida si a ambos os viene bien.

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28/06/2014, 20:53
Director

Y el movimiento de los faroles te transporta a un pasado todavía más apartado que la mansión en la que habéis estado, más allá del centro de investigación, del suelo que te sostiene, del aire que respiras... A un estado de ingravidez, en el que tan solo un cable de acero te sostiene a tu sustento, a tu estación. En el que tu traje es tu vida, y tu reserva de oxígeno las únicas bocanadas de aire. Un lugar donde de la nada, unas motas de color anaranjado agitaron tu existencia e hicieron tambalearse los cimientos de tu razón. Un lugar, donde unos pocos segundos y acciones arriesgadas te salvaron la vida.

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02/07/2014, 13:21
Shauri Ravmanujan, "Raf"

- Esas luces…. -naranjas, salpicando la negrura, danzando con movimientos ondulantes en el aire. El espacio exterior. La Soyuz y… aquello…. embistiendo contra la ISS…

Sus facciones se crisparon y se sintió atenazado por el horror de los recuerdos.

Quizás lo que veían al fondo, a través del cristal trasero del vehículo, era la respuesta a la pregunta de Clive. ¿Quién les había encontrado? Quizás otra de aquellas criaturas monstruosas, o peor, un grupo de ellas, era a quien se refería el cubo con su enigmática advertencia.

Helen conducía como un kamikaze entre los obstáculos que el vendaval arrojaba sobre la carretera y a cada instante aumentaba la percepción de que el impacto era inminente.

- Deprisa, Helen, acelere… -por nada del mundo deseaba Raf ser alcanzado, aún a riesgo de salirse de la vía o de sufrir una colisión que les pudiese suponer el fin de sus días. Giró la cabeza, y volvió a mirar hacia adelante.

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05/07/2014, 21:41
Clive Owens

Clive, en ese momento nada molesto por la velocidad de la huída, miraba al cubo, la carretera, las luces, en un ciclo con un ritmo casi litúrgico. La luminosa advertencia seguía impresa en sus retinas con tanta claridad como si estuviera flotando en el aire, frente a ellos.

Interrumpir la concentración de Helen le parecía arriesgado, aunque la mujer había demostrado de sobra poseer unos nervios templados como el buen acero. La verdad es que todos sus compañeros eran dignos de admiración. "Sí, pero ella...". No tenía tiempo para concluir sus pensamientos, ocupados en otras cosas más inmediatas e importantes.

El cubo... la carretera... las luces... La esperanza (casi deseo) de que algo más apareciera en la superficie de ese objeto tan misterioso, atractivo e imponente; las líneas ya discontinuas o continuas de la carretera, salpicadas de la exigua luz de los faros, quebradas a la vista por ramitas y otros objetos empujados por el viento; y las luces... La voz de Raf sacó a Clive de su ensimismamiento. Hablaba como si ya le resultaran familiares... y no con la clase de familiaridad que uno deseara.

- Hablas como si ya las hubieras visto ya, Raf. ¿Son contra "ellas" la advertencia? -Lo vivido hasta ahora y el tono empleado por Raf, hacían que surgiera en Clive una creciente simpatía hacia el científico indio y una animadversión irracional hacia aquellos puntos anaranjados.

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06/07/2014, 10:36
Shauri Ravmanujan, "Raf"

Raf se concentraba en mantener apartados aquellos recuerdos, pero la pregunta de Clive le obligó a retomarlos.

- El 'gusano'que nos atacó en la ISS... -el indio ya les había contado la historia, en esa misma furgoneta, en el momento en que Helen les presentó a Smith y cada uno de ellos hicieron una puesta en común de los datos que tenían.- Era enorme, negro; se podría confundir con la propia negrura del espacio... si no fuese porque estaba salpicado de unas manchas naranjas que parecían revolotear sobre el fondo oscuro, mientras la criatura se movía ondulando su cuerpo...

Mientras lo explicaba, mantuvo la mirada perdida en el cristal delantero del vehículo, ajeno a los volantazos que Helen debía dar de vez en cuando.

- Esas luces me han recordado a eso, y me preguntaba si no sería una o varias de esas criaturas las que están atacando ahora el refugio... -miró por fin a la cara de Clive, mostrando de nuevo su sonrisa bondadosa pero cansada.- No puedo asegurarlo, desde luego; quizás sean tan solo luces de potentes linternas. Pero me alegro de no estar allí para comprobarlo.

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11/07/2014, 20:25
Director

Con la vista fija al frente y el temor de volver a ver esas luces, permanecéis los siguientes minutos en silencio. Igual que durante el viaje de ida, nadie (absolutamente nadie) se cruza con vosotros. Han pasado horas desde que dejarais atrás el centro de investigación. La noche debería haber dado paso ya al día, pero sin embargo, ni un resquicio de luz consigue filtrarse entre las tinieblas.

El coche derrapa en varias ocasiones, pero Helen consigue mantenerlo bajo control con sumo esfuerzo. Los objetos agitados y arrojados por el viento cubren vuestro paso y la mujer corrige la trayectoria una y otra vez.

La carretera está en un estado lamentable, con todo tipo de objetos arrojados por la fuerza de la naturaleza, y sin una sola luz que ilumine la vía. Y seguís solos. En el huracán, en mitad de lo que parece el fin de todo, seguís solos. Metafórica y literalmente. Nadie puede ayudaros. Nadie podría seguir con esta gesta que habéis comenzado precipitadamente, después de que el cubo llegara a la ISS. Horas de caos y estrés, sin un instante para poder asimilar todo lo que os rodea.

Y nadie puede ayudaros, porque parece que nadie más habita este planeta. Porque parece que la oscuridad no solo haya engullido el día, sino toda la gente. Como si vosotros fuerais lo único que queda para hacer frente a esta amenaza. Y cuanto más tiempo pasáis en el exterior, en estas cuatro horas que parecen ser eternas, más se desvanecen las esperanzas. Todo parece un imposible, una gesta que seréis incapaces de llevar a cabo. Porque estáis solos contra todo. Solos contra lo desconocido. Solos contra una amenaza invisible, que a pesar de todo es tangible, y que os rodea en cada detalle, cada ráfaga de viento, cada rama partida, cada farola arrojada sobre vuestro camino.

...

Y los minutos pasan, en un ambiente cada vez más denso y agobiante. Una atmósfera que va absorbiendo vuestros sentimientos más agradables...

Cuando de repente Helen detiene el coche bruscamente, de forma que vuestros cinturones de seguridad os bloquean contra el asiento, evitando que salgáis despedidos hacia el hostil exterior. Entre la confusión, os miráis los unos a los otros, todos con el rostro desencajado por la sorpresa. A pesar de la brusca conducción de la mujer, nadie esperaba una parada tan brusca. Es como si hubierais golpeado contra algo, y os hubierais quedado clavados en el sitio. Sin embargo, no ha habido ningún golpe, y el vehículo continúa intacto.

Entonces miráis al frente, buscando la fuente de este incidente. Iluminado por la poca luz que emiten los faros, a menos de un metro de la parte frontal del vehículo, veis una figura. Una persona alta, de cabello rubio y rostro agotado, permanece inmóvil frente a vosotros. Parece completamente agotado, como si llevara en el exterior días sin descanso. La constante ausencia de luz dificulta vuestra visión, pero podéis ver un rostro aterrador: unos ojos hundidos en las cuencas y la espalda encorvada por el cansancio, las facciones de la cara hundidas por el hambre, y las ropas rasgadas por las inclemencias del tiempo. Una persona que ya casi no parece persona, cuyos rasgos os hacen intuir que en su día fue un hombre fuerte y de rostro perfecto, y que ahora es poco más que un despojo. Pero es la primera persona que veis en mucho tiempo.

El hombre se tambalea unos centímetros hacia delante y atrás y os mira con sorpresa. Una sorpresa que parece debida a haber encontrado a alguien en mitad de la nada, y no a que haya estado a punto de morir atropellado. Y así permanece clavado en el suelo frente a vosotros, sin decir una palabra, sin hacer un solo gesto.

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15/07/2014, 19:29
Clive Owens
Sólo para el director

Notas de juego

1) Puedo tirar para saber si conozco el bichejo que dice Raf?

2) El tipo parece humano? O le resulta conocido a alguien? Miro a mi alrededor para ver si alguien conoce a este personaje.

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18/07/2014, 13:57
Director

Notas de juego

Hay una habilidad para saber si conoces el bicho, pero sin tener puntos en ella no puedes tirar (Mitos de Cthulhu).

Respecto al segundo punto, la persona parece perfectamente humana, y en principio, nadie reacciona (aunque puedes escribir un post narrando tu reacción y cómo miras a los otros).

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18/08/2014, 15:31
Shauri Ravmanujan, "Raf"

- Es extraño… -comentó, rompiendo el silencio que se había adueñado de los ocupantes del vehículo- No nos cruzamos a nadie, no hay nadie en nuestra dirección,... es como si no quedase ni un alma en este infierno…

El silencio volvió a ocupar su sitio en el habitáculo, como si todos diesen por buena la observación, pero los ánimos estuviesen agotados para conversar sobre ello.

Y, como si de una premonición se hubiese tratado, vino el brusco frenazo.

 

Le costó entender qué ocurría; le costó darse cuenta de que, delante suyo, un despojo humano les miraba con una expresión que se movía entre la desesperación y la sorpresa.

Y le costó reaccionar. Se quedó mirándole, perplejo, y miró después a sus compañeros de vehículo.

Había que tomar una decisión, pensó. No permitir que nada ni nadie les hiciese perder un ápice de tiempo, dar un giro brusco y un acelerón y dejar a aquel desgraciado entregado a su suerte o pararse a ver lo que le ocurría, a pesar de que ello les entretuviese.

Acercó su mano a la ventanilla, dispuesto a bajarla. Su bondadoso corazón había elegido por él y, si nadie lo evitaba o se le adelantaba, Raf tomaría la segunda opción y se interesaría por su estado.

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01/09/2014, 18:56
Clive Owens

El encontronazo con el hombre dejó a Clive desconcertado y su estómago dio un vuelco por la sorpresa más que por el frenazo de Helen. Los últimos acontecimientos (y en especial el hecho de que hayan intentado matarle) le hacen desconfiar de esta persona, aquí en medio de la nada, y que aparece después de no haber visto un alma en kilómetros, como Raf ha dicho de viva voz.

Instantes después de la primera impresión, a Clive le pareció que el tipejo era un hombre normal y corriente, bastante necesitado de ayuda en su situación. "También eran hombres los que descerrajaron al conductor entre ceja y ceja, Owens. Que no sea un miriápodo estelar no quiere decir que no sea peligroso". Sus nervios se tensan y sus músculos también. La tensión aumenta cuando Raf parece haberse decantado por ayudar.

- Espera un momento, Raf -susurró, apenas moviendo los labios para que el extraño no pudiera leerlos. Le agarró la mano con suavidad por la muñeca cuando el científico indio se disponía a bajar la ventanilla-. Deberíamos asegurarnos de que no lleva un arma escondida... o apresarle para impedir que haga algo contra nosotros mientras... -"le interrogamos" sonaba horrorosamente mal en el contexto en el que se hallaban y especialmente de su boca-, mientras le ayudamos.

Clive miró de reojo a Mr. Smith, a ver si él reaccionaba rápido y contundente. Él no conocía las habilidades de Mr. Smith. Bueno, ni las habilidades ni nada. Esperaba no obstante que hubiera sido (aun someramente) entrenado para hacer ciertas cosas...

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03/09/2014, 14:58
Shauri Ravmanujan, "Raf"

La objeción de Clive le hizo detenerse y no bajar la ventanilla. Era una objeción prudente y sensata, aunque lo de apresarle no acababa de verlo claro. Volvió a mirar la cara del desdichado, después a Clive, y, finalmente a Smith a quien el escritor miraba como si esperase algo de él.

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06/09/2014, 20:52
Director

El hombre, todavía confuso por el brusco frenazo de Helen, se acerca con cautela hacia el vehículo. Su cuerpo a la luz de los faros parece magullado, y sus ropas no son más que despojos de lo que en otro tiempo parecía un uniforme. Su aspecto demacrado os incita a pensar que ha sufrido un accidente, ha sido atacado, o lleva vagando a la deriva en este huracán durante demasiado tiempo.

Tambaleándose, se acerca hasta vuestro vehículo, con la cabeza a duras penas sostenida por su cuerpo y las piernas haciendo un esfuerzo tremendo para dar cada paso. Una vez cerca, se apoya, casi dejándose caer, sobre el capó del vehículo, donde el motor difícilmente puede escucharse debido al viento. El golpe que sus manos dan al vehículo resuenan en el interior como un martillazo, rompiendo el silencio momentáneo de la situación.

Raf se acerca a la ventanilla siguiendo los instintos de su espíritu bondadoso, aunque Clive no tarda en detenerle. Las malas experiencias de los últimos días, o quizá la cautela del paranoico escritor (aunque al parecer algunas de sus conspiraciones parecen ciertas) bloquean la mano del indio antes de que este dé paso al hombre extraviado.

El agente de la NSA, todavía aturdido por la situación, no hace más que levantar la cabeza y observar al hombre, sin prestar atención a lo que ocurre en la parte de atrás del vehículo. Helen, por su parte, escudriña a través del cristal al desconocido, tratando de ver más de lo que la luz os permite.

Entonces el hombre alza la cabeza, y por un instante creéis estar ante un cadáver. Los ojos hundidos en las órbitas delatan que no ha dormido desde hace mucho tiempo, y una barba descuidada os da a entender que no ha podido gozar de higiene básica desde hace al menos un par de semanas. Sus labios están resecos por la falta de agua, resquebrajados y blanquecinos, y sus pómulos hundidos os constatan que lleva también un buen tiempo sin probar bocado.

Tanto a Owens como a Smith el hombre les resulta totalmente desconocido, pero a pesar de su estado, Raynor y Raf pueden ver en el rasgos de un conocido. Su reacción da a entender a los otros dos pasajeros que el hombre es alguien a quien ya habían visto.

Una vez Helen y Raf han sido capaces de poner cara al hombre que acaba de hacer aparición en mitad de la nada, se percatan de que los harapos que lleva sobre el cuerpo son los restos del uniforme de la NASA. El hombre no es otro que Harold Eugene, el temperamental astronauta americano que quedó rezagado en la Estación Espacial Internacional.

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07/09/2014, 09:21
Shauri Ravmanujan, "Raf"

... Born in the USA. I was, born in the USA ...

 

- ¡Por todos los demonios, es Ford! ¡Estaba con nosotros… allá arriba! -explicó de forma innecesaria mirando a Helen, pues en su rostro se podía entender que ella también le había reconocido.

La voz del americano cantando a través de los sistemas de comunicación de la ISS fue lo primero que le vino a la mente; las últimas palabras que Raf había escuchado del impulsivo marine, haciendo honor a su orgullo patriota.

Pero no fueron las únicas que recordó.

Creo que he realizado algo horrible, o "eso" lo ha cometido con mis manos, no estoy seguro...

Lo siento Señor  No hay otra solución...

... por favor hagan que se tenga en cuenta mi sacrificio en mi memorial

 

- No… ¡no es posible que él esté aquí, no… no tiene ningún sentido! ¡Tiene que ser una trampa! -apartó definitivamente la mano de la ventanilla y siguió mirando horrorizado a Helen, pidiéndole con su mirada que se alejasen de allí lo antes posible, pero sin atreverse a decirlo en voz alta.

No había ninguna lógica en la presencia de Ford en medio de la nada, en aquellos precisos instantes, y mucho menos cuando él mismo había hablado de su propio sacrificio. Así que lo coherente era huir, escapar de lo que probablemente fuese otra de aquellas "abducciones" de cuerpos sobre las que habían teorizado.

Pero ¿y si no…?

Raf notaba que la cabeza le iba a estallar, fruto del sobreesfuerzo que hacía en aquellos momentos por dominar la tensión a que sus emociones le estaban sometiendo.

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16/09/2014, 23:23
Helen Raynor

Helen, la única persona que al igual que Raf parece haber reconocido al hombre en el exterior, también parece contrariada. Abandonar al hombre allí, en ese estado, con el temporal que os azota, supone condenarlo a la muerte. Pero como el indio, ella tampoco encuentra ninguna lógica en que esa persona esté justo ahí, justo ahora. Su pie roza el acelerador en un par de ocasiones, pero no termina de presionarlo. Parece como si buscara una señal, algo que le facilitara la decisión que debe tomar en este instante de caos.

Sus ojos, fijos en el hombre, no pierden de vista ningún detalle, y cogiéndoos a todos por sorpresa, la mujer termina por ceder al mismo temor que el que el azota al indio. Finalmente, aprieta con fuerza el acelerador, y derrapando sobre el asfalto golpea a la persona que se encuentra en el exterior.

El hombre se aparta a duras penas para evitar ser atropellado, y parece utilizar sus últimas fuerzas en gritar. Su voz parece evocar en Raf y Helen un terror que los otros dos son incapaces de percibir. La voz de una persona que todos tu sentidos te dicen que debe estar muerta, pero cuyo grito suena tan vivo, tan real... Un grito cuya fuerza se enfrenta al viento y lo derrota, alzándose por encima del ruido del entorno. Una voz que penetra vuestros oídos, y parece maldeciros por vuestra decisión. El grito de una persona que sabe que, tras vuestra acción, va a morir irremediablemente.

Y tan pronto como el grito invadió el interior del vehículo, se desvanece, engullido por la noche y el viento, que con su persistencia, vuelve a imponerse a cualquier otro sonido.

Notas de juego

Asumo que nadie detiene a Helen, dado que las dos personas que conocen al hombre del exterior han reaccionado así.

Qué lástima que Clive haya parado a Raf... La escena podría haber sido mucho más interesante...

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16/09/2014, 23:31
Director

Sin atreveros a hablar, conscientes de que vuestras acciones pueden tener consecuencias funestas (¿Cuánta gente puede estar en vuestras manos? ¿Qué ocurrirá si estáis equivocados?), el reloj continúa con su imparable marcha mientras Helen conduce frenéticamente entre escombros, restos vegetales y otros objetos que casi preferís no identificar.

Los minutos se mezclan y combinan, y dan paso a las horas. Dadas las dificultades de vuestro viaje, podríais asegurar que lleváis dentro del vehículo días, aunque sabéis que todavía os queda al menos la mitad del trayecto.

Con el recuerdo todavía presente del hombre demacrado y el grito que os acompañó durante esa huida, una acción de Helen evoca ese instante: el coche se detiene bruscamente al encontrarse con un nuevo obstáculo.

Vuestros ojos enfocan el exterior del vehículo pobremente iluminado; la carretera cubierta de formas irreconocibles con la iluminación actual. Es entonces cuando se encuentran con lo que os impide continuar.

Al principio solo reconocéis vagas formas cuadradas, distribuidas a lo largo de la carretera, cuando vuestra mente es capaz de procesar el lugar: un control de peaje. Varios vehículos forman colas siniestras, que culminan en esos bloques cuadrados, las cancelas de los trabajadores. Ninguna luz ilumina el lugar, ninguna persona parece estar al cargo de los controles, y ningún vehículo parece habitado. Pero no hay manera de sortear este obstáculo: no podéis abandonar la carretera ni pasar sobre los vehículos. Tendréis que encontrar alguna manera de abrir un camino, salvo que queráis volver sobre vuestros pasos y aventuraros por carreteras secundarias cuyo estado de conservación, dado el de esta autopista, es muy probable que sea impracticable.

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21/09/2014, 16:32
Shauri Ravmanujan, "Raf"

- Bueno, lo que faltaba... -comentó Raf después de reaccionar tras el frenazo y darse cuenta de lo que pasaba.- Y ahora, ¿qué haremos? -preguntó, mirando a Clive que estaba sentado a sus lado, esperando que la imaginación del escritor diese con una pronta solución. Entre tanto, su maquinaria cerebral se puso a trabajar y, casi inconscientemente, abrió la puerta y se situó de pie, junto al vehículo, observando con detenimiento su alrededor.

Un fuerte viento azotó al indio, que tuvo que agarrarse a la puerta para no salir volando.

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23/09/2014, 20:22
Clive Owens

La tensión de Raf y Helen era tan contagiosa, que Clive sintió el terror invadirle en los pocos segundos (¿fueron segundos acaso?) en los que ambos se dieron cuenta de que aquel individuo les era familiar y que no debería estar ahí. Durante esos instantes, el aire parecía haberse hecho sólido e irrespirable. Un escalofrío le recorrió la espalda.

Antes de poder decir "esta boca es mía", Helen había tomado una decisión. Viendo el atropello inminente, Clive creía que había gritado a la vez que el hombre... no podía asegurarlo. Un poco más tarde, en la carretera, se pudo abstraer de lo que sucedía a su alrededor y pensar en silencio en lo que había sucedido: El hombre no había muerto. ¿Eso era bueno o malo? No lo sabía. Benditos fueran los nervios acerados de la pelirroja que llevaba el volante. Bendita su propia prudencia...

Su tren de pensamientos se vio interrumpido y la voz del científico le devolvió a la realidad como quien vuelve de un sueño. ¡Ah! Se habían detenido... Observó la situación a su alrededor y él mismo salió para ayudar al bueno de Raf.

- Vamos a ver... -como todo parecía absolutamente abandonado, probó a abrir las puertas del primer coche en la fila- con un poco de suerte, no haya que recurrir a la fuerza bruta, ¿no? -Gritó para hacerse oír por encima del sonido del viento huracanado y dirigió una sonrisa a Raf, no sin esfuerzo.

Se dirigió a la cabina de control de la barrera para examinarla de cerca y ver si seguía operativa.

- Raf, ¿puedes mirar si alguno de los coches tiene las puertas abiertas y las llaves puestas?

Notas de juego

Declaración de intenciones: la idea es ver si alguno de los coches puede moverse fácilmente (puertas abiertas, llaves en el contacto, contacto operativo) y utilizarse para romper la barrera, en caso de que no haya electricidad para levantarla en la cabina, que es lo más probable. Si ningún coche está abierto o los contactos no funcionan y no se pueden arrancar, probaré a romper las ventanillas para quitar el freno de mano/sistema de aparcado para empujarlos.

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24/09/2014, 07:23
Shauri Ravmanujan, "Raf"

Raf, firmemente agarrado para no ser arrastrado por el viento, observaba las filas de coches cuando escuchó a duras penas lo que el escritor le gritaba.

Eligió la que menos vehículos tenía y se dispuso a abandonar el parapeto que suponía la furgoneta para aventurarse en el vendaval. Los problemas a resolver eran principalmente dos, a su juicio. Uno, levantar o abatir una de las barreras de las casetas del peaje. Y otro, apartar los coches de una de las colas para dejar el paso libre a su propio vehículo.

A paso lento, luchando contra la fuerza del viento, obedeció a la petición de Clive mientras indicaba con gestos que habría que intentar apartar los coches de allí. Se acercó al último de ellos de la fila elegida, para mirar en su interior.

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26/09/2014, 21:42
Director

Todos los coches, con los motores parados, parecen haber sido abandonados apresuradamente. Las puertas no están bloqueadas, y se pueden abrir sin problemas, y todos los vehículos en los que observáis su interior tienen las llaves en el contacto. Parece que no debería ser un problema apartarlos de su lugar.

Más allá, los edificios de control del peaje tienen la luz encendida, una pequeña bombilla que destella en la oscuridad que reina en el lugar. Sin embargo, su interior parece tan deshabitado como los vehículos que esperan alineados, haciendo una cola que no avanza frente a los pasos.

Y como si fuera un susurro distante, el viento lleva a vuestros oídos un sonido que surge del habitáculo de control más cercano. Al principio os parece la voz de un hombre, lo cual os hace poneros en alerta, pero rápidamente os dais cuenta que no es la voz de una persona, sino la melodía de una canción y la voz del cantante. 

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26/09/2014, 21:49
Director

Cuando estás suficientemente cerca de la cabina de control, eres capaz de escuchar la melodía más claramente. Una batería marca el ritmo, acompañada de una guitarra, y la voz potente de Bruce Springsteen:

"...Sent me off to a foreign land

To go and kill the yellow man...

...

Born in the U.S.A.

I was born in the U.S.A."