Partida Rol por web

Unidos

Prólogo 1: La historia comienza con una visita

Cargando editor
08/10/2013, 15:47
Director

Dos identidades: El clásico novelista al más puro estilo de Conan Doyle y el misterioso y desconocido escritor de relatos esotéricos que tratan de hacernos creer que todas esas pamplinas son ciertas. Ese era Clive Owens, y su vida era un ir y venir constante. Con las novelas policiacas se financiaba diversos viajes para satisfacer su curiosidad por los misterios que pueblan las sombras de nuestro día a día. Las conspiraciones, historias de dementes profetas y misterios antiguos le atraían como la luz a una polilla. Dilapidaba la mayoría de sus ganancias para satisfacer su curiosidad, y publicar libros que poco beneficio le daban.

Sin embargo, Clive no era consciente de que esos conocimientos que tanto le atraían le llevarían hacia una trama que iba mucho más allá de una pirámide, maldiciones antiguas o sociedades secretas. Le llevarían a vivir la historia más intensa que jamás hubiera imaginado. Una historia real, en la que él era uno de los protagonistas.

Clive estaba tranquilamente sentado en su escritorio cuando todo cambió de golpe. A través de la ventana se colaba la luz de la mañana, enturbiada por una densa niebla que dejaba poco que ver. Era el día perfecto para escribir sobre un asesinato. A lo lejos, las sirenas de una ambulancia producían ecos que chocaban contra los edificios. En el interior, las teclas del ordenador rompían el silencio de la vivienda. El hombre estaba tan profundamente inmerso en su proceso creativo, que tardó un rato en percatarse de que el teléfono estaba sonando. Con parsimonia, alcanzó el móvil y contestó. Al momento, una mujer comenzó a hablar.

- ¿Qué tal, Clive?

El modo de referirse a él parecía el de un amigo, pero la voz era completamente desconocida. Confuso, iba a preguntar por el nombre de la interlocutora, pero ella no le permitió hablar.

- Estoy cerca de tu casa, me acerco por allí en un momento. Tengo un par de cosas que te ayudarán a escribir tu mejor historia.

¿Quién era? ¿Por qué le conocía? ¿Cómo sabía dónde vivía? Confuso, el hombre andaba de un lado a otro de su habitación algo ofuscado. Odiaba que le interrumpieran cuando estaba en un momento de inspiración. Pero sin embargo, la curiosidad le corroía. La mujer no tardó en llegar.

Cargando editor
09/10/2013, 22:42
Helen Raynor

El timbre sonó por poco tiempo. Cuando contestó al teléfono estaba ofendido, no quería ser interrumpido. Pero a cada segundo que pasaba, la curiosidad hacía mella en los nervios de Clive, y se lanzó a abrir la puerta.

- ¡Hola!

La mujer era atractiva. Muy atractiva. Y estaba rodeada de un halo de misterio que la hacía aún más atractiva al escritor. Era una de esas personas que comienzan historias.

Sin esperar a ser invitada a entrar, estrechó la mano del escritor y pasó al interior. Se acercó al sofá y se sentó cómodamente, cruzando las piernas sensualmente, para después inclinarse hacia delante con aire enigmático.

- Es un placer haber dado contigo. Verás, Clive: voy a necesitar tu ayuda. Te ofrezco más de lo que te daría tu próximo libro. Pero sobre todo, te ofrezco embarcarte en una investigación que te dará más respuestas de las que nunca has encontrado. ¿Qué me dices? ¿Suena interesante?

Sabía dónde darte. De hecho, parecía saber demasiado sobre ti. La mujer frente a ti no solo era atractiva. Era evidentemente inteligente, y muy atrevida. Parecía de esas personas que siempre es capaz de conseguir lo que quiere. Y ahora, por algún motivo, estaba interesada en ti.

Cargando editor
10/10/2013, 13:09
Clive Owens

La mujer entro como se suele decir como "Pedro por su casa", solo le había faltado ponerse un café y una copa. Esta actitud solo hizo que reforzar la intriga que esa mujer le producía lo cual unido a su tremendo atractivo le llevó a no recibirla con un agrio comentario sobre su entrada.

Disculpe señorita, veo que me conoce pero yo no tengo el gusto. Ademas me ofrece ayuda para algo que no suelo necesitar, mis novelas suelen estar perfectamente definidas cuando me pongo a escribirlas. Aunque he de reconocer que lo de la investigación me llama profundamente la atención.

Su comentario sobre la investigación y las respuestas me hacían pensar que esa mujer sabía de mí mas de lo que yo creía posible. ¿Interesante?  ¡Vaya si lo era!. 

Así que dispone usted de toda mi tiempo..

Cargando editor
12/10/2013, 22:40
Helen Raynor

La mujer sonríe con sincera admiración ante tu interés. Que no la hayas sacado de tu casa significa que estás planteándote aceptar lo que te quiere proponer, y eso ya es suficiente para alentarla. Se acomoda en el sofá más todavía, y fija sus ojos en los tuyos.

- Mi nombre es Helen Raynor. Trabajo como profesora en la universidad de Norwich, y a tiempo parcial como científica. Recientemente, nuestro grupo de investigación ha descubierto algunos datos bastante interesantes, que requieren de los conocimientos y la mentalidad más abierta de aquel que es capaz de crear historias. Generalmente, los científicos no tienen la capacidad de creer en lo que no es tangible, y en este caso es más que necesario. Tú has viajado por diversos lugares y has investigado misterios sobrenaturales. Ese interés por lo desconocido es perfecto para esto.

Echa un vistazo a tu biblioteca, cubierta de tomos de los mejores escritores de novela policiaca, con algunas de tus propias obras mezcladas entre esos clásicos. Los mira con interés, pero no un auténtico interés, sino más bien como si tratara de mirar a través de ellas, como si al otro lado de la biblioteca se ocultara un panel que encierra otro tipo de libros. Los libros que podrían atribuirse a un lunático que cree en supersticiones y conspiraciones.

- Esas novelas puede que las tengas ya pensadas desde un principio - dice mientras señala a un par de libros con tu nombre impreso -. Pero yo me refiero a las otras. Las que hablan de lo que la gente a veces quiere creer. De las que se internan en los misterios que viven entre nosotros y muy pocos perciben e investigan. Y te aseguro que lo que mi gente ha descubierto daría para escribir la más grande de todas esas novelas. Si realmente no estás interesado, creo que me he equivocado de escritor.

La mujer juega a un juego muy peligroso. Se muestra completamente segura, creyéndose con la voz cantante en esta conversación, capaz de marcharse en cualquier momento. Pero crees que no habría acudido a ti si no te necesitara. ¿Cómo de necesario eres para ella? ¿Podría prescindir de ti realmente? Su forma de actuar, sin embargo, te hace pensar que si por un momento dudaras si aceptar su oferta, se levantaría y se marcharía de aquí, dejando tu curiosidad completamente insatisfecha.

Cargando editor
13/10/2013, 19:00
Clive Owens

La mujer había dejado la insinuación para pasar a la afirmación de algo que no debería conocer. La línea que unía mi faceta de escritor de novela negra con la de escritor esotérico estaba perfectamente desdibujada para que nadie fuese capaz de descubrirla. Y sin embargo esta mujer decía conocer algo que solo mi editor y quizás otras dos personas podían conocer.

Helen, me sorprende usted. Parece que esta usted equivocada en ciertas suposiciones que ha hecho pero sí es cierto que estoy interesado en mas cosas que en escribir novela negra. En mis viajes he intentado encontrar... digamos que otro punto de vista sobre las cosas que creemos ciertas y aquellas que solo creemos que son mitos. Por el puro placer del conocimiento, claro.

Es por eso que lo que me insinúa me deja intrigado y con unas enormes ganas de saber mas. Y si eso que dice es tan importante como deja entrever, tampoco sería descabellada la posibilidad de que se acabase publicando un libro sobre el tema... aunque no fuera yo directamente quien lo escribiera. 

Así que si me cuenta mas sobre el asunto y creo que es tan interesante como dice puede contar conmigo. 

Creía haber llevado la conversación de forma correcta. No había afirmado nada pero tampoco lo había negado,  de modo que de forma indirecta le decía que estaba interesado pero sin comprometer su alter ego. E incluso confirmando que podría escribir un libro sobre el asunto, quien sabe quizás pudiera ser uno que escribiese con su propio nombre si fuese lo suficientemente importante. 

A ver que es lo que me cuenta...

Cargando editor
17/10/2013, 19:16
Helen Raynor

Tus intentos por mantener aún separados los dos novelistas parecían divertir a Helen. La mujer se incorporó y comenzó a andar despacio por la habitación mientras continuaba su explicación.

- Bien. Entonces proseguiré, porque estoy seguro de que aceptarás una vez conozcas la historia.

En el exterior, una niebla densa cubría el asfalto y las paredes de los edificios, y su húmedo manto lamía las ventanas, cubriéndolas de minúsculas gotas de agua.

- Todo comenzó hace unos años, con una traición. Se me "aconsejó" abandonar la agencia espacial por indagar demasiado en lo que no debía. Es cuando confirmé la suposición que mucha gente sostiene de que las agencias tienen dos caras: la que muestran a la gente, y la que oculta los secretos - esbozando una sonrisa, clavó sus ojos en ti, como si ambos conociérais perfectamente lo que es tener dos facetas.

En resumidas cuentas te habló de una investigación sobre materiales caídos del espacio, que poco a poco se fue tornando más misteriosa. Cuando la mujer trató de ahondar en la investigación, se encontró con el rechazo de sus compañeros y una carta de despido.

- El detonante fue relacionar una expedición al Polo Norte con ciertos materiales extraños. Quizá me impliqué demasiado personalmente, pues mi padre estaba allí.

Tras aquella expedición su padre enloqueció. Raynor trató entonces de saber más sobre lo que vieron, pero no se lo permitieron. Inició entonces por su cuenta un grupo de investigación con sus ahorros y algunos inversores privados. No consiguieron avanzar mucho, hasta que hace unos días algo sacudió la ISS.

Habías visto algo en os periódicos, aunque no le prestaste mucha atención. La noticia decía algo sobre un impacto en la estación espacial, y la muerte de varios astronautas. No parecía nada del otro mundo.

- Pero pude ponerme en contacto con esos hombres y descubrí que lo que había impactado contra la estación era una piedra de lo más misteriosa. Su forma era perfectamente cúbica, y al parecer podía emitir luz desde su superficie. Pero además de tratarse de una roca que brilla - dice restando importancia a estos detalles, ya de por sí asombrosos para la comunidad científica -, el objeto es capaz de transmitir ciertos mensajes. Mensajes que parecen una advertencia.

Continúa explicando que desde el accidente en la ISS, el grupo de investigación que la expulsó de la NASA ha incrementado sus experimentos y comunicaciones con diversos lugares del mundo. Sin embargo no contactan con otros científicos, sino con pequeñas sectas y organizaciones secretas de todos los puntos del globo.

- Como ves, esto no es un asunto para científicos. Hay demasiados hechos encadenados y mucho secretismo. Por eso te necesito. O mejor dicho, necesito a tu alter ego.

Tras concluir su historia, vuelve al sofá y se sienta nuevamente. Te observa expectante, esperando tu respuesta.

Cargando editor
17/10/2013, 19:42
Clive Owens

Clive se giró sin decir nada mirando la biblioteca. Su cerebro bullía de ideas, la emoción le embargaba por completo y no quería  que Helen viese todas esas emociones en su cara pues sabría que se lo había ganado completamente. Quería seguir manteniendo la idea de que lo que contaba le interesaba pero manteniendo un cierto grado de autonomía, aunque si se dejase llevar por sus sentimientos probablemente se arrojaría a los pies de aquella hermosa mujer y le suplicaría que le llevase con ella.

Intentó calmar su mente y analizar lo que le había contado. Un accidente en la ISS con astronautas muertos, un misterioso artefacto con forma cúbica perfecta, autoluminiscente y que emitía un presunto mensaje...!!. Era el santo Grial del ocultismo, la historia que podía marcar un punto y aparte en la investigación ocultista en el siglo XXI. La propia NASA investigando a las sectas se me hacía inconcebible. Demasiadas cosas para procesarlas en tan breve espacio de tiempo. Recompuso su semblante y se giró.

Helen... mentiría si dijese que no me interesa lo que me cuenta. De hecho estoy mas que interesado. No se que es exactamente lo que necesita de mi pero tiene usted todo mi apoyo..... y el de mi alter ego también por supuesto. Sin embargo vista la envergadura de los..... participantes en estos hechos no sé como vamos a poder hacer algo. La NASA suele tener grandes recursos a su disposición y si hay agencias gubernamentales implicadas podría ser peligroso...

 

 

Cargando editor
20/10/2013, 21:18
Helen Raynor

La mujer sentía que ya te había ganado. No era difícil, y era una situación en la que ambos salíais beneficiados: ella conseguía tu apoyo y conocimiento, y tú te embarcarías en la que podía ser la mayor investigación de tu vida. Ambos mostrabais en vuestros rostros una amplia sonrisa de satisfacción, incluso tratando de ocultar vuestro júbilo.

- Oh, desde luego. Yo en ningún momento he dicho que sea algo fácil. De hecho, apostaría mi pellejo que hay en juego más de lo que podemos sentir.

La mujer parece oscurecer su mirada, y el exterior húmedo y frío añade todavía más dramatismo a su expresión.

- No se trata de ir a una excavación a desenterrar una momia. Ni tampoco a investigar sobre el tesoro oculto de los Templarios. Estamos hablando de uno de los mayores hallazgos de la historia de la humanidad. Y parece que hay algunos grupos que tratan de hacerlo desaparecer.

La mujer se levanta una vez más y se acerca a la entrada. Sus pasos resuenan por la sala, produciendo ecos por los pasillos que dan a las habitaciones.

- Por ello hemos de actuar rápido. Te puedo permitir tomarte esta noche para que prepares tus cosas, y mañana vendrá un compañero a recogerte. Él te transportará hasta nuestras instalaciones. Te aconsejo que lleves tu pluma bien afilada, pues te van a sobrar anotaciones que tomar. Respecto a cualquier cosa que puedas necesitar, pondremos todos nuestros medios a tu disposición. Yo, desgraciadamente, tengo muy poco tiempo disponible. Pero si tienes alguna duda que pueda resolver antes de que me marche, estaré encantada de dedicarte unos minutos más.

Cargando editor
23/10/2013, 16:28
Clive Owens

Por mi perfecto. siempre viajo ligero de equipaje, nada que si me pierdo o me roban pueda echar de menos. Solo mi ordenador portátil con conexión 4g a internet y una cámara de fotos básica en la mochila. Para todo lo demás la VISA siempre ha funcionado. Esperaré aquí a que me recojan. Espero verla pronto Helen

Intentaría descansar un poco hasta el día siguiente pero sabía perfectamente que sería incapaz de dormir, las expectativas eran enormes y se iba a pasar toda la noche en vela pensando en el asunto. Sonrió para si mismo

Esto va a ser grandioso..

Cargando editor
26/10/2013, 18:23
Director

Una vez aceptas, la mujer termina el breve camino que le quedaba hasta la puerta. Desde allí, te da las gracias antes de desaparecer, tan rápido como llegó.

Las siguientes horas eres incapaz de pensar en nada más, y tal como esperabas, la noche se te hace muy larga. Te levantas, te vuelves a tumbar, ojeas alguno de tus libros, bebes algo de agua, y al final, bien entrada la noche, logras conciliar el sueño unas pocas horas, antes de que el despertador te arranque de tu descanso. Te levantas y con la maleta ya preparada, aguardas a quien te tenga que buscar.

Tu transporte no se hace esperar. En un moderno y elegante mercedes, un hombre te recoge y te da la bienvenida. Sin embargo, no es una persona muy locuaz: durante horas, el único sonido que rompe el silencio es el motor del mercedes. En tu interior te vas formando una imagen del lugar al que te van a llevar. Podría ser uno de esos modernos edificios de cristal, ostentoso y lleno de gente que trabaja a destajo. O quizá no, es posible que si todo esto quiera llevarse en secreto te metan en uno de esos sótanos, que una vez atraviesas la entrada despliega ante ti un espectáculo de tecnología digno de una película de James Bond. Sea como sea, no te das cuenta de cuando te quedas dormido.

En tus sueños observas distintos lugares, aunque una imagen se repite en todos ellos. Dominando cada escena, siempre hay un cubo perfectamente pulido, de un material negro capaz de emitir color por si mismo. Su superficie despliega toda una gama de colores, desde azules brillantes al más oscuro negro, que te absorbe como si no existiera nada. Los colores, de vez en cuando, son capaces de formar imágenes perfectamente definidas. Y siempre, antes de que la escena cambie, el cubo te muestra un lago, con una enorme mansión suspendida en lo alto de un acantilado. La superficie del agua está agitada por una cascada cercana que descarga sobre el lago una enorme cantidad de agua. La visión que el objeto te muestra siempre termina junto a la cascada, que tras su superficie oculta una piedra negra como la noche.

Súbitamente, el conductor te despierta. Parece que ha atardecido hace rato.

- ¡Eh! Aquí ocurre algo raro. No debía estar esperándonos nadie aquí.

Y dicho esto, aprieta un botón para que se levante una mampara de cristal negro, que te aisla en la parte trasera del vehículo. Poco a poco, el Mercedes se detiene, y el conductor baja su ventanilla. Alguien desde fuera le solicita unos documentos, que tu compañero le tiende sin tardanza. Tras unos minutos cotejándolos, el hombre de fuera, con apariencia de policía, asiente con la cabeza. Le devuelve los documentos al conductor, que los deposita de nuevo en su lugar, en la guantera del coche. El policía, desde fuera, ilumina con la linterna los asientos traseros, cegándote por un instante. Sin embargo, parece no hacer caso a tu presencia. El conductor suspira tranquilo, sube de nuevo la ventanilla y reanuda la marcha. Cuando el coche arranca, ves que detrás vuestra, el hombre saca un comunicador y dice algo a algún compañero. Momentos después escuchas un chasquido en la distancia, seguido inmediatamente del parabrisas del coche haciéndose añicos. Como plomo, el conductor se desploma sobre el volante, y el vehículo empieza a desplazarse sin control, golpeando los guardarraíles de la carretera, que protegen al coche de caer por un barranco.

Justo detrás del conductor, impregnando el cristal que os separaba, una enorme mancha de sangre te impide ver con claridad lo que ocurre delante. Una bala ha atravesado de lado a lado su cabeza y se ha incrustado en la mampara  que minutos antes había levantado el hombre que, enfrente tuya, acaba de morir.

Cargando editor
27/10/2013, 19:13
Clive Owens

Jod...

El coche iba dando bandazos de lado a lado y Clive se veía ya en el fondo del barranco. El cristal no le permitía acceder a la parte delantera del vehículo para intentar hacerse con los controles así que lo único que podía hacer era sujetarse bien el cinturón de seguridad para aguantar el golpe que previsiblemente llegaría en breve.

Lo peor era que si por un milagro lograba salir con vida del accidente luego debería enfrentarse a quién había abatido al conductor...

Estas jodido Clive - se dijo para sí mismo mientras se sujetaba fuertemente.

Cargando editor
29/10/2013, 21:05
Director

El resultado era obvio. Un fuerte bandazo hizo que el acero de protección venciera ante la embestida del vehículo, y se precipitó al vacío. Primero llegó un fuerte golpe, después varios zarandeos. En la oscuridad de la noche eras incapaz de saber si estabas del derecho o del revés... O dando vueltas. Todo a tu alrededor oscilaba y se zarandeaba y estabas seguro de que en ese instante ibas a morir. Maldecías haber aceptado ese trabajo, haberte metido en este lío. Habías escrito demasiadas novelas como para ver el final. Te habías adentrado en algo demasiado grande, se te escapaba de las manos. Una cosa era escribir sobre asesinatos, traiciones, sectas y demás... Otra muy distinta era estar metido en esa historia. Dedicaste un último pensamiento a tu hogar, tu mesa, el ordenador y la antigua máquina de escribir. La vista desde tu ventana y...

Un golpe te sacó de esos pensamientos. El coche se había detenido bruscamente, y el mundo había dejado de girar contigo. A tu alrededor, todo era oscuridad. Los faros del Mercedes se habían destrozado durante la caída, así que no podías ver contra qué te habías golpeado. En el asiento delantero, El cuerpo sin vida del conductor se apoyaba en el airbag, que se iba deshinchando poco a poco.

El motor seguía sonando, y había otro sonido más... Un goteo constante. Y te pareció oler la gasolina.

Cargando editor
30/10/2013, 09:13
Clive Owens

Clive se soltó el cinturón de seguridad, estaba bastante magullado pero entero que no era poco. No veía nada así que sacó su móvil del bolsillo del pantalón y encendió la pantalla para poder ver el interior del coche. Seguía sin poder acceder a la parte delantera del vehículo así que agarró su mochila rezando para que el  portátil no hubiera sido dañado y y tiró de las manillas del vehículo para salir al exterior. Pero antes apago la luz del móvil no quería ser un blanco fácil  si alguien esperase fuera.

¿Que haría el Sargento Connolly Clive? - el recurrir al personaje principal de sus novelas policíacas parecía una buena idea- primero alejarse del coche, esconderse y valorar la situación y las opciones. Así que buscar un sitio elevado desde que poder ver sin que me vean y luego decidir.

Con esa premisa en mente salió del vehículo hacia la oscuridad...

Cargando editor
31/10/2013, 22:16
Director

Rápidamente cogiste tu bolsa sin tiempo para comprobar el estado del contenido y escapaste del vehículo. No fue fácil arrastrarse por el suelo, magullado, hasta poder ponerte a salvo. Pocos segundos después de tu salida, la gasolina prendió y el depósito todavía lleno provocó una explosión que te forzó a apartar la vista. Tú podrías haber estado ahí dentro. Tú podías ser el conductor, pero pequeños detalles en la trama te han salvado la vida. Desde luego, si vives para contarlo, será una de las mayores historias jamás contada.

Podrías haber huido de allí como alma que lleva el diablo. Pero preferiste aguardar oculto entre la maleza...

Dos hombres se aproximaron cautelosamente al vehículo en llamas. Cuando la mayoría del combustible se había consumido, se acercaron para echar un vistazo entre el poco fuego que quedaba. Sus rostros estaban iluminados por las brasas, y reconociste al "policía" de antes. Su compañero, sin embargo, no había sentido la necesidad de camuflarse tras un uniforme. Sus ropas oscuras son perfectas para no ser visto durante la noche. En su mano porta una pistola, con la que apunta hacia el interior del vehículo.

- No han quedado ni los restos.

- ¿No habrá escapado?

- Imposible, la puerta está cerrada y les he dado de lleno. Entre ese amasijo de hierros no puede quedar nadie con vida.

El hombre de la pistola baja el brazo y se gira con tranquilidad. Su compañero se da la vuelta junto a él, y ambos comienzan a desandar el camino. Cuando los tienes más cerca, un detalle en el pistolero atrae tu atención: En el brazo derecho, con el que hasta hace un momento cargaba el arma, tiene una marca en el dorso de la mano. Unas líneas que forman una especie de cono curvado, grabadas con una tinta negra sobre la piel. Jurarías haber visto ese símbolo en algún lugar, durante alguna de tus investigaciones, pero tu cuerpo tembloroso y tu mente aterrada es incapaz de pensar con claridad ahora mismo.

Cuando sales de tus pensamientos para volver a la realidad, el fuego se ha extinguido completamente y los hombres han desaparecido.

- Tiradas (1)

Tirada oculta

Motivo: nada

Tirada: 1d100

Dificultad: 80-

Resultado: 19 (Exito)

Cargando editor
31/10/2013, 23:03
Clive Owens

Clive observa a los hombres alejarse lentamente. Gracias a Dios han pensado que había ardido con el resto del coche y no se han puesto a buscarle lo que hubiese sido un gran problema. Durante un momento valora el seguir a los hombres para intentar ver en que coche habían llegado al lugar y anotar la matrícula, con ese dato podría averiguar mucho de sus atacantes. Pero en seguida desecha la idea, él es una rata de biblioteca, la mayor parte de su trabajo es informático y aunque el Sargento Connolly es un experto en seguir huellas él no sabría distinguir la pisada de un alce de la de una ardilla.

En primer lugar se acerca al coche y busca entre los restos en el asiento del conductor a ver si es capaz de encontrar alguna pista sobre la persona que le había ido a buscar y el lugar donde debía llevarle.

Acto seguido saca el móvil, activa el GPS para ubicarse exactamente con el Google Maps y encontrar la población mas cercana a la que dirigirse para poder alquilar un coche. Si está muy lejos quizás debería plantearse hacer dedo. Pero primero habrá que dejar pasar  un tiempo para que sus agresores cojan el coche y se marchen. 

Mientras avanza sigue dandole vueltas al símbolo que había visto en la mano del pistolero. Estaba seguro que lo había visto antes pero no lograba acordarse...

Piensa Clive piensa...

 

- Tiradas (2)

Motivo: Descubrir

Tirada: 1d100

Resultado: 43

Motivo: Ciencias ocultas

Tirada: 1d100

Resultado: 83

Notas de juego

Descubrir (35%) Para ver si hay algo del conductor : 43 (fallo)

Ciencias Ocultas (40%) Recordar la marca: 83 (fallo)

Leches...

Cargando editor
04/11/2013, 21:08
Director

Entre el humo y los restos del vehículo buscas alguna pista, alguna dirección, algún lugar al que ir. Sin embargo, las llamas que te han ocultado ante los dos hombres también han borrado todo rastro que te hubiera podido ser de utilidad. Farfullando por lo bajo sacas el teléfono de tu bolsillo y te ubicas, en la mitad de la nada. El pueblo más cercano queda a un día a pie, así que te aproximas a la carretera más cercana. Esperas cubierto por el manto de la noche hasta para asegurarte que los dos hombres se hayan marchado, y a la mañana siguiente te dispones a andar por la carretera y, si tienes suerte, concluir el camino en algún vehículo.

Durante tres horas no pasa ni un alma por esa carretera. La batería de tu teléfono se agota poco a poco, por lo que decides apagarlo y guardar su energía para un momento más importante. Tu estómago ruge tras demasiadas horas sin llevarte un bocado.

En la distancia puedes escuchar el ruido de un motor cuando el sol ya está bien elevado sobre el cielo. Sonríes mientras esperas que la fortuna te acompañe un poco más y quien sea que venga te recoja para llevarte. Una furgoneta se detiene a tu lado y un hombre te abre la puerta amablemente desde dentro. Parece ser un transportista. En el vehículo el viaje se hace más ameno, y el hombre comparte contigo una bolsa de patatas fritas que tenía abierta en el asiento central.

Disfrutando del grasiento sabor de una de las patatas, un vehículo se cruza con vosotros. En su interior iban tres hombres, con uniformes de la NASA. Y sus rostros te eran conocidos. Los habías visto en un recorte de periódico, unos días atrás, y Raynor te había enseñado esa misma foto. Eran los astronautas que sufrieron el impacto en la Estación Espacial Internacional.

- Tiradas (1)

Tirada oculta

Motivo: Descubrir

Tirada: 1d100

Dificultad: 35-

Resultado: 43 (Fracaso)

Notas de juego

Quizá más tarde puedas ocuparte de la marca de los dos hombres...

Cargando editor
08/11/2013, 23:09
Clive Owens

Clive estaba agotado tanto física como mentalmente. Lo que había empezado como un misterio interesante se había convertido en un claro y manifiesto peligro. Él ya había supuesto que estando implicadas agencias gubernamentales no sería nada fácil pero un intento de asesinato directo nada mas empezar le había superado incluso a él. No dejaba de darle vueltas a lo ocurrido mientras intentaba responder a la charla intrascendente del transportista que le llevaba.

Por eso cuando se dio cuenta que el el coche que se cruzó con ellos llevaba los astronautas que según los periódicos habían fallecido en el accidente su mente tardo en asimilarlo. Durante un momento se quedó en estado de shock y no fue capaz de reaccionar. 

Tras pensar un poco lo único que se le ocurrió fue llamar al número desde el que Helen le había llamado. Pero no sabía si era buena idea dado que podía tener el teléfono pinchado y entonces sabrían donde se encontraba, era evidente que su nivel de paranoia había aumentado a niveles insospechados. Durante un momento dudó pero en seguida se acordó que los pinchazos de teléfono suelen estar orientados a las llamadas de voz pero no suelen ser capaces de descifrar los SMS porque van encriptados de manera distinta.

Encendió el móvil y envió un SMS "Nos han atacado. Conductor muerto. Necesito forma de contacto. He visto a los astronautas del accidente VIVOS." Y seguido le preguntó al conductor:

Disculpe, pero sabe usted si por aquí hay alguna base del ejercito o instalación gubernamental. Creo recordar que un amigo mío trabajaba en las inmediaciones y quizás podría ayudarme.

Era evidente que los astronautas irían a algún lado y quizás los lugareños podrían saber algo.

 

Cargando editor
10/11/2013, 19:21
Transportista

El hombre reduce la velocidad ligeramente y se gira hacia ti para responder.

- ¿Instalación gubernamental? Bueno... Que yo sepa por aquí no hay militares o edificios del gobierno. Este bosque está casi vacío, a excepción del pueblo hacia el que vamos o el edificio del que vengo. Pero esos no son del gobierno... Es una empresa privada, un sitio de esos de investigación. Hago entregas allí esporádicamente. Son buena gente, y siempre me dan una buena propina.

Como todo buen extra que se precie en una novela, habla más de lo necesario.

- Si tu colega trabaja por aquí, tiene que ser en ese edificio... ¡O en mitad del bosque buscando cabras!

El hombre se ríe, considerando su broma de un humor muy refinado.

Cargando editor
11/11/2013, 18:32
Clive Owens

Si... pudiera ser un laboratorio de investigación, la verdad es que después de la sexta cerveza no recuerdo mucho de lo que hablamos - dice  Clive sonriendo - Lo mas probable es que mañana le haga una visita... Pero, ¿se puede acceder al edificio sin previo aviso o hay que tener cita? porque si tienen mucha seguridad igual pongo en un aprieto a mi amigo si le hago una visita por sorpresa. Por cierto, no se como se llama la empresa de investigación si quiero buscar su número de teléfono, ¿lo recuerda usted?

Clive empezaba a esbozar un plan provisional. En primer lugar llegaría al pueblo y buscaría un hospedaje. Tendría que esperar a ver si Helen se ponía en contacto con el y establecían alguna manera de contactar. No sabía muy bien donde se dirigía cuando fue atacado pero parecía evidente que fuese lo que fuese que se estaba cociendo tenía relación con la empresa de investigación por lo que quizás fuese buena idea estudiar ese edificio, primero a ver que podía sacar en internet y quizás una visita a los alrededores para ver que se cocía desde fuera. Ya lo decidiría..

Disculpe ¿no conocerá en la ciudad un hotel pequeño, o casa rural?. Si voy a visitar a mi amigo tendré que quedarme un par de días y prefiero los hoteles pequeños con encanto - un hotel que no estuviese informatizado estaría bien para no dejar rastros - ¿y alguna tienda de caza y pesca para comprar algunas cosillas? Parece que la caza aquí es buena.. - material de camuflaje y objetos de vigilancia tal vez. El dinero no sería problema y no dejaría rastro pues siempre llevaba una tarjeta a nombre de la editorial para aquellos gastos en sus viajes de los que no quisiera dejar constancia.

 

 

 

Cargando editor
14/11/2013, 22:30
Transportista

- Oh, bueno... Tengo el teléfono de la secretaría y de la gente de almacén, claro... Si eso te sirve de algo...

El hombre parece algo sorprendido, pero no da mayor importancia a tu discurso. Si empezara a preguntarse cosas, quizá tuvieras problemas. Sobre todo con un coche en llamas en el bosque y un cadáver. Pero con suerte, antes de que eso llegue a algún oído, tú ya estarás muy perdido.

- Puedo dejarte en la calle principal. Tienen una tienda de caza, aunque te recomiendo la pesca. El río está a rebosar de truchas. También tienes un pequeño hotel de carretera en la salida del pueblo. Es lo mejor que puedes encontrar.

El hombre no era de aquel pequeño pueblo, pero al parecer, como hacía entregas frecuentes al laboratorio, pasaba lo suficiente por allí como para conocer los cuatro sitios interesantes que tenía.