Partida Rol por web

-Yo dirría que rrecuerrdes quien está cosplayeado de los trres. Pues quedate aquí, disfrruta del paisaje

Se encogió de hombros, preguntandose para que vino aquel tipo si no confiaba en una organización tan imponente como el Velo. Con cautela, se aventuró a empezar un acercamiento con calma, esperando que el can fuese amistoso (por otro lado si andaba suelto, esta posibilidad no era tan descabellada).

En silencio y con sigilo Ricardo sigue a la joven de cerca. No deja en ningun momento de observar ni al perro ni al hombre buscando algun indicio de que puedan ser detectados. Porque me trata el tio de la armadura como si fuera un ser sobrenatural?

Entre el acento de la mujer y la invención de palabras Kiandra no terminó de comprender el mensaje, a decir verdad tampoco le interesaba mucho hacerlo.  Mientras la pareja se acercaba a la entrada el cruzó a la vereda opuesta, se sentó en el suelo, extrajo su arma y apuntó por si las dudas el perro o el mendigo reaccionaban agresivamente.

 En el momento que Ricardo y Jenell pasan por la improvisada entrada del barrio, entre los muros, comprueban que son lo suficientemente sigilosos para que el vagabundo no se percate de vuestra presencia pero... ¿por qué el perro se os ha quedado mirando? de repente, con gran energía, el perro comenzó a ladrar sin parar, un ladrido estridente, molesto y que os preocupaba enormemente ¿a caso iban a ser ciertas las sospechas de Jenell sobre la capacidad de detección de los canes?

Un olfateo seguido de un intenso ladrido.  El animal los había detectado, sin embargo un disparo sería mucho más problemático ahora para la pareja.  Kiandra mantuvo lista la pistola, sólo dispararía si sus compañeros estaban en peligro.

Continua avanzando pero se situa interponiendose entre el perro y Jenell.

Lo sabía.

Tironeó algo del brazo de Ricardo para que continuara, mientras mas pronto se alejaran del animal mas rápido se callaría este. Le hizo un gesto, indicandole que no se preocupara. Posiblemente no pudiera llegar a tocarle en todo caso.

Si si, ya voy...

No ya vas nada, te quedas poniendo atención para intervenir si es necesario.

 De repente el vagabundo se despertó a causa de los ladridos, no tardó en coger al perro y taparle el hocico para que dejase de armar escándalo.

- ¡Ya basta chico! - comentó en un perfecto inglés. Un momento ¿inglés?¿no debería hablar en francés?parecía que el dispositivo del Velo tenía algo más que un sistema de invisibilidad selectiva.

El vagabundo comenzó a mirar a su alrededor, lógicamente al comprobar que no había nadie no dudó en acariciar el lomo de su buen pastor alemán para así relajarle, el perro hizo caso a las intenciones de su dueño y se apaciguó. El vagabundo se quedó mirando a la nada, como si estuviera pensando en algo, pero parecía totalmente inofensivo, no hizo ningún indicio de haberse percatado de vuestra presencia, y el perro, el que parecía el mayor de vuestros problemas, había vuelto a cerrar los ojos.

Asombroso, realmente funciona este aparato, es casi demoníaco. Lástima que tenga sus limitaciones, pero aún así es digno de admiración.

El animal ladró, cómo era de esperar.  El aparato llamado velo estaba destinado a engañar sólo a los sentidos humanos ¿A los sentidos? quizás sólo funcionase con la vista, quizás si uno de ellos usase algún fuerte perfume también podrían haber sido detectados por el hombre.  Definitivamente debería estudiar más aquel aparato cuando volviesen.  Kiandra recordó entonces que sólo engañaba al ojo o sentidos de humanos puros, lo que significaba que debía existir alguna importante diferencia entre la percepción del hombre y la de los híbridos.  ¿Era eso lo que eran? mezclas entre bestias y humanos, no había comprendido demasiado bien, pero se hacía una idea.

Mientras sus compañeros se adentraban en aquel lugar Kiandra se pregunta por el inmortal.  El manco de Lepanto era un tipo extraño que llamaba mucho la atención, de repente Kiandra buscó una explicación a su anacronismo y se le ocurrieron algunas respuestas.  La primera podría ser que el hombre hubiese sido atrapado por alguna especie de vortice espacio tiempo, había algunos científicos que trabajaban en la cuántica y jugaban con aquella idea, pero a Kiandra le parecía demasiado improbable.  La segunda explicación fue que el hombre quedó atrapado durante mucho tiempo viviendo su agónica inmortalidad, de allí que pareciera alguien salido de plena edad media.

Se había quedado allí por si se presentaban problemas pero la curiosidad fue mayor, se sentó en la vereda, se quitó la mochila, extrajo de él su ordenador portátil y lo encendió.  Se identificó en la intranet del velo y comenzó a buscar, vulnerando algún sistema si debía hacerlo, información sobre sus compañeros, pero por sobre todos acerca del inmortal que se había vuelto uno de sus objetos de estudio

jejeje imaginaba que debía serlo pero bueno hay que arriesgarse y le tengo fe a los dados.

Jajaja creo que falló la fé jajaja  Que pasa, me explota el ordenador?

 De repente notáis como del ordenador de Kiandra comienza a aparecer un hilo de humo indicativo de que algo acaba de ir mal.

Apretó los dientes cuando el tipo se despertó, y no se movió ni un poco hasta que volviera a apartar la vista. Cuando el pequeño escandalo cesó, soltó el aire de los pulmones.

Enseguida notó que el tio de metal tenía problemas con su aparato, pero ninguna preocupación suya fue a ese asunto, no tenía importancia y hasta le alegraba, énsaba que en cualquier momento ese tecleo iba a delatarlos.

Conforme pasa el tiempo me convenzo de que ese tío va a ser un problema para la supervivencia general, chica.

Es lo que toca.

Fue sencillo una vez penetrada la entrada al barrio comprobar que se trataba de un lugar extremadamente desmejorado. Había muchas casas de una sola planta cuyo estado era lamentable, sucias, probablemente abandonadas, con infinidad de graffitis "adornándolas".

Por las calles no había nadie paseando, ni siquiera había luces tras las ventanas, parecía que aquel vagabundo y su perro eran los únicos habitantes, sin embargo comprobasteis que justo al fondo se mostraba la pletórica iglesia del barrio, la cual incluía una hermosa torre de piedra que se elevaba a gran altura. La iglesia tenía una enorme puerta doble de madera, pero no parecía que hubiera vigilancia. En mitad del camino había una gran estatua de mármol, la fuente estaba seca pero igualmente os llamaba a la atención la hermosa figura de un ángel que sujeta un cántaro donde anteriormente debió brotar agua.

Mira a su compañera. Vayamos directos a la iglesia mejor, ¿no? Empieza a caminar por la derecha despacio para que Jenell le pueda acompañar bien.

 Protesto en su mente cuando el intento de ingresar en los servidores había fundido su disco duro, por suerte metódicamente hacía un backup diario de la información que conservaba en un lugar seguro en su casa.  Extrajo de su mochila una versión autónoma de un sistema operativo que podía correr directamente desde un dvd y que tenía algunas utilidades necesarias para la intrusión en sistemas.  Inició su portatil nuevamente y se dispuso a volver a atacar a los servidores del velo.  Después de todo no había mucho más que le pudiera o le interesase hacer de momento.