Partida Rol por web

Para ti serán demasiado rápidos

Miré de reojo al demonio de fuego, pero que podía esperar de aquellos que habían sido domesticados y atados a los humanos.

Shion parecía molesta, pero tampoco es que otra cosa podría hacer.

Los humanos se rinden rápido, pero ella al menos se queja y fue lo suficientemente lista como para detectar el engaño, a comparación de las otras...

Mi vista se posó en Hotaru un segundo, pero no tenía más tiempo que perder, me incliné un poco para luego dar un gran salto y girar sobre mi mismo y convertirme en miles de cuervos los cuales salieron volando furiosos contra aquel espíritu, comenzando a cruzarlo con sus picos afilados y a rodearlo por todas partes mientras mientras mi cuerpo se iba formando entre ellos, pero solo el torso y un brazo, lo que bastaba para agarrarlo del cuello y apretarlo, las armas largas perdían efectividad a tan corta distancia, busqué apretarlo con fuerza y comenzar a arrastrarlo hacía su hermano, iba a juntarlos y luego destruirlos al mismo tiempo si era necesario.

Hotaru se mordió el labio inferior, la búsqueda de la magia o descubrir la verdadera imagen de ese espíritu que tomaba la imagen de la dama de la nieves, era ya demasiado frustrante, nada de lo que habían hecho había funcionado, era demasiado molesto. La sacerdotisa mordía su labio inferior, y soltó un verdadero bufido casi de animal.

- pretenden reirse de nosotros-  masculló - los que puedan, atacar a uno de los espíritus, yo iré por el otro - sus ojos violetas se fijaron en aquel espíritu que no tardó en atacar de nuevo y arrastrar a los gemelos a un punto, Hotaru se dio cuenta enseguida de lo que hacia.

- vaya! no perdamos el tiempo - se mojó los labios, y apuró la carrera hasta pararse de golpe  y bajar su rosario de cuencas negras y comenzó a levantar una oración, mientras en el suelo aparecía un sello y otro aparecía entorno al espíritu que había dejado libre Karasu, para contenerlo lo más que pudiera mientras que los demás contenían al otro y el resto atacaba.

- atacarlos al mismo tiempo!!!- gritó con todas sus fuerzas concentrando toda su energía en contenerlo y empujarlo con su propio poder hacia su gemelo al mismo tiempo que Karasu ejecutaba su ataque sobre el otro espíritu gemelo.

- Umpf. - bufó, cruzándose de brazos tras el espectáculo. - La Yuki Onna los había capturado y la mejor idea ha sido atacarla o arrancarles los espíritus de las manos para que no podamos atraparles. ¡Bravo! -

- Si seguimos atacando como pollos sin cabeza continuarán riéndose y riéndose de nosotros. O ejecutamos un plan organizado o estamos perdidos. La idea de volver a juntarlos es buena, pero si no nos dividimos correctamente... - no tuvo tiempo de terminar cuando Hotaru y aquel espíritu tan raro se lanzaron como perros de nuevo. Rodó los ojos y miró a su alrededor. - Mi opinión es que deberíamos centrarnos en uno. En cuanto lo tengamos atado, uno o dos se mantendrán con él, evitando que se mueva, y el resto irá a por el otro. Entonces los juntamos. Si eso no funciona, habría que probar a atacarles a la vez. -

- Intentaré una cosa mientras. - dijo, poniéndose en cuclillas para poner la mano en el suelo y mirar al espíritu que no estaba con Hotaru. Intentó canalizar un conjuro mágico para ralentizarle, al menos buscando conseguir algo más de tiempo, pero no sería algo fácil.

Aquello empezaba a ser patético. Perdemos aliados y los espíritus destructivos se liberan.  Todos estaban ahora concentrados en retenerlos como podían. Regreso a mi aspecto real, la silueta negra como la más oscura noche. Sonrió, un gesto que tan solo unos pocos pueden apreciar.

La noche es mí aliada, las sombras mis herramientas, y atrapar es mi especialidad. Me fundo con las sombras y extiendo mi presencia. De un área grande comienzan a surgir los enormes y sombríos tentáculos, apresando a esos dos seres. Comienzo a tirar para atraerlos a un mismo punto. Canalizo todo el poder que soy capaz para que imprimir tanta fuerza como me es posible. Estos seres no escaparan. Devorare su esencia.

Casi al tiempo que los gruesos zarcillos tocan a ambos seres, cambian para que curvadas espinas se aferren dolorosamente a su piel. Hace mucho que no me empleo tanto con un enemigo… y hare lo que sea necesario para acabar con él.

Me adelanté rápidamente.

-No tenemos tiempo de pararnos y planear, no van a esperarnos toda la noche -dije decidida. Corrí hacia allí para acercarme un poco mas, y busqué subir a una escalera de incendios para levantar altura del suelo y alcanzar con mis habilidades al que levantó altura del suelo, uniéndome a los esfuerzos de los que buscaban apresarlos. Cerré los ojos para concentrar mi energía y tratar de apresarlo, Yami parecía muy compenetrado con eso y Karasu estaba apalizandolo, pero viendo lo escurridizos que eran todo era bienvenido para que se quedaran quietos. De todas formas, no tenía chances de alcanzar al otro.

Juntos. Estan los dos juntos. estan...Perfectos.
Alejaos todos de los espiritus!!! No era una peticio. Era una advertencia.-Ahora los tengo yo!!!

Mis llamas comienzan a rodearme una vez mas, consumiendo el caparazon de carne que las mantenia unidas. Nuevamente estoy en mi forma en llamas. Al contrario que la ultima vez estaba lucido gracias a la energia que la kitsune me habia otorgado.
Comienzo a trazar un circulo con mi cuerpo a los pies de los dos espiritus rodando cada vez mas rapido mientras las llamas comenzaban a subir encarcelandolos a ambos sin dejarlos marchar. Me aseguro que nadie mas que ellos esten dentro, pues podria ser mortal. Cada vez giro mas rapido. El aire del interior de la tormenta comienza a volverse llamas. Me cuesta concentrarme para no perder el control, pero el tintineo constante de las cadenas me ahorra el tener que pensar por quien me esfuerzo tanto. Con todas las energias restantes, procuro que ninguna de mis llamas se salga de control y queme los edificios adyacentes. Podria ganarme una segunda bronca por ello.

Los ojos de Sakura brillaron levemente cuando se encontraron con los de la falsa Yuki Onna y, tras su desaparición, volvió su atención no solo a los gemelos, sino a lo que los demás estaban haciendo a su alrededor. Hotaru y sus espíritus acompañantes atacaban sin coordinación, probablemente terminarían tropezándose entre ellos. Shion parecía decidida a atrapar a al menos uno de los espíritus y Edward estaba molesto por lo ocurrido y la falta de coordinación. Afortunadamente no eran un grupo, darían asco si lo fueran.

El extraño espíritu oscuro estaba atacando cuerpo a cuerpo a uno de los Gemelos, mientras Hotaru intentaba apresar a otro con su poder. Yami buscaba sujetar a ambos con sus tentáculos sombríos y el espíritu de fuego quería encarcelarlos con barrotes de fuego azul.

Natsuki, rastrea a la falsa mujer de las nieves. Mencionó por lo bajo para que solo su amante pudiera escucharla. Hay algo que no tiene sentido en todo esto.

Corrió en dirección a Shion, usando un sencillo conjuro de salto de conejo para llegar hasta el mismo techo que ella y pararse a su lado. ¡Hey! Unamos fuerzas, tiremos juntas a la vez. Tras ubicar las yemas de los dedos en el cristal que tenía en el pecho, utilizó nuevamente su conjuro para apresar al espíritu que Shion había dejado libre, para así juntas tirar al mismo tiempo una de cada uno de los gemelos.

Miles de cuervos salieron volando, llenando la escena de un negro profundo, como si un mar de oscuridad hubiera atacado la ciudad. Al mismo tiempo, la figura de Yami se vuelve un ser oscuro, a tono con los cuervos que vuelan, casi como si hubieran pensado en aquella sincronización, y tentáculos de negra oscuridad empiezan a salir de el.

Al lado del Youkai blanco, los cuervos de Karasu comenzaron a materializarse en la forma de su torso y su brazo, intentando agarrar a uno. Sin embargo, el youkai ya no quería jugar y por tanto no fingió ser agarrado como la vez anterior, sino que continuó su huida, siendo atravesado por las manos de Karasu como si fuera totalmente etéreo.

Fue entonces que los tentáculos de Yami capturaron a ambos, transformandose a la vez en espinas curvadas, que comienzan a clavarse en ambos Youkais, que comenzaron a chillar.

Edward, que no había visto la situación anterior, lanzo hacia uno de los Youkais un conjuro de realentizar, pero este se rompió inmediatamente al tocar al ser enemigo.

Hotaru estaba apuntando contra el demonio negro, y Shion, junto a Sakura. contra el blanco. Las tres jovenes, concentradas en su propia actividad, usaron una atadura en los youkai, que ya estaban siendo retenidos por Yami, pero a diferencia del conjuro de Edward, esto si tuvo efecto, y ambos youkais apretaron los dientes mientras la atadura comenzaba a retenerlos.

Entre la oscuridad, solo una llama iluminaba con fuerza el ambiente, dándole una tonalidad azul. Esa llama era Ogami, que estaba a punto de liberar su poder....

Al notar que el espíritu me traspasaba me quedé sorprendido por esto, no era algo que debiera pasar, acaso sería otra ilusión?

Vi el destello azul de aquel youkai descontrolado y volviendo a hacerme cuervos me comencé a elevar para no ser afectado por aquellas llamas.

Su hechizo fue inútil, pero ya era tarde pues Yami los había atrapado antes de que rompiera la concentración. Chasqueó la lengua, pero parecía que el youkai de Hotaru había conseguido algo.

Las llamas me rodeaban, concentradas. Estaban listas para ser usadas. Debia esperar un poco mas...un poco mas para que estuvieran mas cerca. Ahora si que les haria arder.
Una bocanada de humo azul se escapada hacia el cielo nocturno. Demasiado calor. Una temperatura deliciosa.
-Ahora.....arderan.....

Juntando fuerzas con Shion y, aparentemente, en un ataque combinado y sincronizado con Hotaru, habían logrado detener a los Youkais. Apretó los dientes por un instante, le había pedido a Natsuki que rastreara a la falsa Yuki Onna por lo que no podía pedirle que atacara ahora. Debía mantener la atadura con fuerza y confiar en que los demás espíritus serían suficientemente poderosos para debilitar a los gemelos antes de que estos logren escapar.

Jalé de Sakura.

-Ese de abajo parece que va a estallar de un momento a otro, ¡No te quedes ahí!

Le arrastré a la escalera, bajando yo misma con inusitada velocidad y esperando que me siguiera. La atadura ya estaba hecha después de todo, Karasu se había movido lejos, y yo pretendía también quitarme de alcance del fuego. No podía decir que no estaba disgustada por el hecho de que dentro de poco fuese a haber llamas por todas partes aparentemente, pero que iba a hacerle.

Tenía una compleja decisión, dejar a Ogami desatar sus llamas o, impedirlo, y dejar a los demás atacar, Hotaru trago saliva, sola estaba deteniendo al yokai, y por fin los demás comprenden lo que debían hacer, lo que venía diciendo hace rato. Su cuerpo despedía descargas eléctricas, estaba usando todo su poder para detenerlo, y debía hacerlo sola, puesto que Shion y Sakura habían ido por el otro enemigo. El corazón de Hotaru se aceleró, debía decidir,  y llevo sus dedos a la cadena y la enredo en su mano libre.

-  Yami!! Y el otro, deje los ahora!!- grita con todas sus fuerzas, Ogami los atacarían a ambos, y para eso, los youkais aliados debían tomar distancia y atacar desde ahí, ella controlaría a Ogami si perdía en exceso el control- ahora!- dicen, haciendo sonar la cadena que los unos, y el corazón de la joven rezaba de que aquel ataque mancomunado detuviera las amenazas, luego deberían ver que era lo que había pasado .

Sentía como en esta ocasión, podía penetrar la carne de los espíritus. Comenzaba a sentir el deseo por devorar la esencia de aquellos enemigos. Mi naturaleza me exigía comenzar a devorarlos en el acto. Y me siento tentado de dejarme llevar, de dar rienda suelta a mis instintos y de congratularme con el festín de la energía fresca…

Pero la voz de Hotaru resuena firme y nítida recordándome donde estoy y mi objetivo. Con un siseo aguanto un poco más antes de soltarlos para que el espíritu de fuego haga su papel. Me retiro a las sombras, observando y preparado para abalanzarme de nuevo si todo falla.