Partida Rol por web

Zodiaco, el juego de un nuevo enemigo

Primera parte: Iniciación, las reglas del juego.

Cargando editor
27/04/2015, 03:42
- Narrador -

El primer haz de luz trajo a ese nuevo universo a Gandalf, traído desde un plano paralelo, mucho más lejano en el tiempo y en el espacio que el resto, recién traído de la Tierra Media, y antes de convertirse en Gandalf el blanco, apareció él, el mago, uno de los cinco Istaris, nacido como ser angelical y llevado a la Tierra Media para ayudar a sus habitantes a luchar contra Sauron, y ahora enviado al mundo de Zodiaco. Dotado de grandes poderes mágicos y con una apariencia que no hace justicia a su estado físico será uno de los peones que se enfrentará al terrible juego que les tiene preparado.

La segunda en aparecer, fue nada más y nada menos que Kara, también conocida como Supergirl, nacida en un planeta cercano al que ahora se encuentran, pero muy lejos de su lugar de residencia. Esta hermosa y atractica joven no aparenta ser ni mucho menos una débil señorita, tan fuerte como el que más, tan rápida como muchos otros y con poderes que muchos no podrían ni llegar a soñar. Una hermosa chica que oculta sus poderes tras una peluca y su sencilla profesión de periodista. Una pena que quizá no pueda hablar sobre la tremenda noticia que va a vivir, quién sabe si regresará a la Tierra para poder contarlo.

El tercero en llegar fue un hombre que tiene tantos años que seguramente ni él mismo lo recuerde, todos le conocen como Lobezno, y a pesar de su tamaño, su forma física seguro que encantaría a Kara, y Gandalf admiraría. Era un hombre de aspecto casi lobuno, que en su interior escondía un increíble cuerpo de adamantium, un metal que ni el mismísimo Gandalf había logrado conocer, pues era aún más duro que el mithril, pero seguramente más pesado. Éste hombre casi inmortal, posee un poder de sanación así como unas habilidades y fuerza increíbles. La tercera pieza para el juego de Zodiaco, y que a pesar de su inmortalidad, tenía tantas posibilidades de morir, o tal vez más, que los otros dos presentes. En este nuevo universo, la inmortalidad no implicaba sobrevivir, pues siempre podría ser encerrado en una prisión para toda la eternidad...

La cuarta aparición vino por parte de Masacre, Lobezno se quedó muy sorprendido al ver a una cara conocida, no es que no se alegrara de ver a Kara, ¿quién no se alegraría de verla? si no que, ver a alguien que pudiera ayudarle a salir de allí sería de gran ayuda, aunque ese alguien fuese Masacre, cuya estabilidad mental y cuya inestabilidad en general, podría suponer grandes problemas para salir con vida de allí, tanto para él como para cualquiera. Afortunadamente venía con su rostro bien tapadito, porque si alguien miraba lo que su máscara escondía... bueno, casi que mejor pasamos a hablar del quinto... ¿no creéis?

La quinta aparición llegó bajo un potente rayo oscuro, la Pantera Negra, era tan negra como su piel, su traje, su uniforme, y por consiguiente el rayo que lo traía hasta allí. Un hombre que más que poderes se podría decir que tenía grandes habilidades, tantas y tan poderosas que Zodiaco había decidido llevarle hasta allí, aunque quizá pudiera pasar más desapercibido por ser uno de esos que llamarían menos la atención al principio. O quién sabe, quizá no fuese lo suficientemente bueno para jugar allí. El caso es que no hacían más que aparecer individuos en aquel nuevo mundo, y había que reconocer que Zodiaco cada vez era menos exigente. Había comenzado trayendo a casi un dios, y había terminado por traer a un casi superhombre... ¡Esperemos que el sexto haz de luz traiga algo mejor!

La sexta aparición trajo a otra radiante chica conocida como Pícara, pero el haz de luz fue rápidamente disipado pues fue absorbido por la muchacha en un momento. Aquella chica, cuyo poder era el más inestable que los de cualquiera, y que al entrar en ese nuevo mundo podría suponer un terrible caos, traía quizá más un peligro, que una ayuda. Pero al menos Logan estaría contento de tenerla allí. Siempre era mejor luchar con conocidos, y rodeados de señoritas hermosas, que morir en el intento. Al menos Pícara era más fuerte que muchos, e incluso capaz de volar. Quizá pudiera hacer un poco de trampa y saltarse alguna de las "casillas" que componían el juego que el terrible Zodiaco les tenía preparados.

La séptima llegada no trajo consigo ningún rayo de luz, tan solo un "Splash!" y un nauseabundo hedor a azufre. Un hombre de apariencia demoníaca y conocido por muchos parecía haberse transportado allí más por voluntad propia que porque Zodiaco lo hubiera elegido. Pero cuando trató de volver al lugar de donde había venido, Rondador Nocturno se vio tan atrapado como cualquiera. Su teletransportación no ayudaría mucho, pues para moverse era necesario conocer al menos el lugar, y él no conocía ni siquiera el material con el que estaba compuesto aquel mundo.

El octavo en llegar fue el más querido por parte del "Narrador", admirado por muchos y odiado por otros tantos, memo como el sol, llorón como pocos, y con los poderes de una araña. Sí, teníamos superhéroes que eran como dioses o magos, como las mujeres más fuertes del mundo, con esqueletos de adamantium, con una regeneración que casi te hacía inmortal, con superhabilidades, e incluso con el poder de absorber todos estos poderes, pero ¿quién querría los poderes de una araña? Bueno, quizá el hombre hormiga, o el hombre mosca, esos quizá eran incluso peores que nuestro adorado Spiderman,  pero en fin, así era Zodiaco, que le gustaba traer de todo un poco para jugar. Y al fin y al cabo, siempre tenía que haber un cabeza de turco que muriera el primero, y para que engañarnos, todos cuando vemos una araña, tendemos a matarla...

Y por fin, llegamos a la última aparición, al fin había llegado el único hombre que merecía la pena destacar allí. Guapo, alto, de ojos azules, todo músculo, hijo de uno de los mayores dioses de este mundo, procedente de la morada de los dioses, con un martillo divino y más poderoso que muchos de los presentes, el típico tío por el que Kara y Pícara perderían el sentido. Thor era el último en aparecer, con un martillo con cualidades asombrosas, y capaz de controlar incluso hasta los rayos. Lástima, pues parecía que allí no iba a llover mucho.

Y allí estaban, nueve personajes de ficción, traídos a un nuevo mundo en el que todo era real, al menos lo suficientemente realista como para dejar de ser los protagonistas de sus series, televisiones, películas o libros y preocuparse de una vez por sus vidas, pues en aquel nuevo juego, solo había dos reglas, "el que gana, avanza, y el que pierde muere".

Pero claro, ninguno de ellos sabía aún nada sobre el Juego de Zodiaco, sobre la aventura que estaban a punto de vivir. Tan solo podían ver sobre ellos una cúpula de cristal que mantiene el oxígeno que necesitan para sobrevivir durante todo el juego. Bajo sus pies una plataforma enorme, con baldosas de cuadros blancos y negros, como los de un tablero de ajedrez.

Ninguno sabía qué hacían allí, ni quién les había enviado. Pero lo único que sabían es que estaban rodeados de estrellas, asteroides y demás astros del universo.

Era imposible que salieran con vida de aquel sitio si no participaban en el juego para el que han sido enviados, y que muy pronto iban a conocer. Pero todavía tenían que conocerse entre ellos, pues antes de jugar, tenían que saber quiénes iban a ser sus compañeros de juego...

Notas de juego

Tenéis hasta el viernes para postear, eso sí, podéis postear todo lo que querais aunque el ritmo sea de un post semanal. Pero tampoco os paséis y hagáis diálogos de dos PJs, recordad las normas de la casa.

Cargando editor
27/04/2015, 05:22
Kara

                Fue la segunda en caer, pero apoyó sus palmas en el suelo y lo hizo suavemente, mirando al que estaba antes que ella. Era un hombre con un traje gris, sombrero puntiagudo y un palo entre sus manos. Su barba larga y blanca, su aspecto en general. “¿Me pregunto si es uno de aquellos que nombran en la Fortaleza, en la Acadia de archivos, como magos o hechiceros?”. Iba a hacer esa pregunta cuando otros comenzaron a descender, uno tras otro como gotas de un grifo.

                El tercero, ella fue la segunda, era un hombre bien musculoso, su cuerpo parecía hecho de fibra pura y su rostro era magnético. Kara pensó que era guapo, pero no pudo quedarse mirándolo porque otros caían. Se hizo a un lado para atajarlos, evitando que se dañaran pero no fue necesario. Cada uno cayó sobre este piso de azulejos blancos y negros sin provocarse daño alguno. El cuarto tenía un traje raro, aunque Kara no podía pensar en raro cuando el suyo era una falda roja corta y un top celeste ajustado con su capa roja. “Si vamos con vestimentas extrañas yo me llevo el primer puesto”, pensó.

                Vio caer después a un hombre todo negro, realmente negro. Él no le sonaba de nada, aunque se lo quedó mirando un segundo, mientras los demás venían llegando. “Parece un felino humano, o… esa máscara da el aspecto.”

                Entonces cayó una chica, y Kara se sintió algo aliviada, no es que temiera a los tipos, pero, vamos, que era mejor no ser la única con el cromosoma X repetido. La chica emitió un haz de luz, o mejor dicho, lo absorvió. Parecía especial. “Me pregunto si todos somos especiales, ¿por eso estamos aquí?” La pregunta se vio interrumpida cuando, con un splash vaporoso, hizo aparición un tío con cara de una bestia. Era todo azul. Kara sonrío: ese era uno de sus colores favoritos junto con el rojo, como los que vestía actualmente.

                Además de este ser, vino uno que ella reconoció de inmediato por un archivo de la fortaleza: “Su traje de araña, es aquel al que llaman… Spi… Spay… hombre insecto? Bueno, algo así era.” A Lobezno lo conocía pero de nombre y poder, no de físico tanto como para reconocerlo de inmediato. El último, un Dios de cabellos de oro y con un martillo enorme entre sus manos, no era extraño a Kara.

                -Salve Thor… supongo.

                Se paró, y se cruzó de brazos. –Soy Kara-El del planeta Kriptón. No sé quiénes sois todos vosotros aunque puedo adivinar un par –creyó reconocer a Pícara por su info en la Fortaleza, mas no estaba del todo segura -¿alguien sabe qué está pasando aquí?

Cargando editor
27/04/2015, 10:26
- Masacre

-Póngame, buen señor- dijo con su mejor acento mejicano al dependiente de "Los Tacos Guates"- un par de chimichangas. Y no escatime con el picant

No le dio tiempo a terminar la frase. Un rayo de luz se apoderó de él y lo teletransportó a otro lugar, más oscuro y rodeado de gente dispar. -Otra historia de extraterrestres no, por favor, que me aburren.- ¿Me vas a dejar contar los acontecimientos a mí o no? La historia será de lo que tenga que ser. Vale, seré bueno. De momento.

Masacre no era el primero en aparecer. Ni el último. Habían sido convocado 9 personas extraordinarias, a cual más poderoso y valiente, con el objetivo de participar en un juego que pondría sus lealtades a prueba y sus culos en peligro. -Corta el rollo, que tampoco me gustan demasiado las novelas épicas. Y no hagas spoilers, que aún no sabemos que esto es un juego.

La primera en hablar fue la chica de azul y la única de los personajes en los que se había fijado de momento, por razones evidentes. Una chica sexi que Masacre conocía por los posters que decoraban su habitación y por alguno de sus sueños húm -Oye, que puede estarnos viendo algún menor. No seas guarro- Esto, por alguno de sus sueños puros e inocentes que Masacre solía tener todas las noches. O también de día, si se echaba una siesta.

-Enchanté- dijo cuando se presentó, con la intención de besarle la mano- Yo soy -como si no lo supieran todos- Masacre. Y no te preocupes, no te pasará nada si estás a mi lado.

De haber estado ellos dos solos, le habría sugerido a la superheroína la idea de conocerse mejor, más intimamente como si todos no supiéramos ya que eso no acabaría bien para el mercenario bocazas. Pero también, había caído en la cuenta ahora, estaba Pícara con ellos. -Genial, Masacre, hoy mojas sí o sí.- Y no quería ponerla celosa.

El rayo de luz,  la tonta caída y la belleza de Supergirl y Pícara le habían nublado un poco sus ideas ya borrosas de por sí.  Y cada vez se daba más cuenta de que había más personajes con ellos. Un viejo, un tipo ataviado de felino, el hermanastro de Pícara su amigo-enemigo dependiendo del guionista Lobezno y un rubio ario y apuesto- *%$& competencia, lo que nos faltaba.- Y por último un ser vestido de araña. A esa distancia no podía ver si se trataba del trepamuros o su equivalente femenino. -Por favor, que sea Spidergirl, por favor que sea Spidergirl.- Se acercó más hasta que estuvo seguro que se trataba evidentemente de

Spidergirl.- Ya estamos con la Masacrevisión, este tío no aprende nunca. - Fue corriendo a abrazarla.

-Hola, moza- le dijo a Spiderman, quiero decir,  Spidergirl en esta escena- Entre todas las heroínas tú siempre has sido mi favorita. Y no te preocupes, no te pasará nada si estás a mi lado- ¿eso no lo habías dicho ya?

Sin embargo, no era tiempo de vaguear ni ligar- eso es porque no conoces a Masacre- si no de salir de allí. La rubia- tiene un nombre, no me seas machista - ha hablado, y tenía dudas sobre aquel lugar.

-No sé donde estamos, pero es seguro que esto no es uno mis, ehem, sueños. Vosotras chicas podríais estar ahí en mi sueño, no hay duda, y puede que el elfo y el garras estuvieran también.- mejor no preguntéis- Pero, el viejo, el africano y el rubiales, nunca soñaría con ellos. Esto es real- Por unos segundos se quedó pensativo- Por cierto, ¿nadie ha visto al vendedor de comida mejicana? Me debe dos chimichangas.

Cargando editor
27/04/2015, 14:14
- Lobezno

Fue mientras se fumaba un puro cuando ocurrió.

Contemplaba la noche cerrada en la Escuela de Talentos, después de un día ajetreado en la Sala de Guerra, donde tenía que enseñar a muchachos hormonados cómo no morir en mitad de la batalla, cuando, al pestañeo siguiente, se sentía caer, hasta topar contra un suelo duro.

Había caído de espaldas desde una altura que ni él mismo se atrevía a deducir, pues no quería aumentar el dolor visualizando cómo caía como una mole hasta el suelo.

Gruñó, se sacudió como un perro, y contempló su puro apagado, y casi destrozado. Arrugó la nariz, y enarcó las cejas, pensando en su perra suerte.

Sin embargo, cuando notó que no estaba solo, y que el lugar le era completamente desconocido, y vio a aquel viejo Merlín, y a aquella rubia, no pudo evitar sacar las garras, y mirar de manera feroz a ambos acompañantes.

¿Quiénes sois?— preguntó, mirando de uno a otro, visualizando las posibilidades—. ¿Qué está pasando?

Olfateó el ambiente, arrugando de nuevo la nariz, y se arqueó como si fuera un perro de presa dispuesto a entrar en combate.

Sin embargo, cuando apareció Masacre con un estadillo, Logan ladeó la cabeza, con el entrecejo totalmente fruncido, y preguntándose si era mejor estar en un lugar desconocido con gente de la que apenas sabía, que estar en un lugar desconocido con Masacre.

— dijo, señalándolo con un dedo admonitorio, como si fuera culpa de él que estuvieran en aquel lugar.

Lobezno escondió sus garras por el momento, y fue cuando apareció el siguiente. Parpadeó, pues también lo conocía.

—Pero, ¿qué…?— consiguió articular, mientras Masacre comenzaba a cazar a la inocente Kara—. Pantera Negra— anunció, como si quisiera corroborar que era él realmente.

Segundos después, tratando de que su mente comenzara a tratar de cuadrar todas las piezas de aquel extraño puzle, Pícara también apareció, y la preocupación de Logan aumentó.

—Pícara, nena, ¿qué haces aquí?— preguntó, comenzando a enfadarse, notando su vello de la nuca erizarse, como la piel de un lobo antes de atacar a su presa—. ¿Estás bien?

Se giró sobre sí mismo, y apretó los puños, clavándose las uñas en las palmas de las manos, notando su respiración agitada. Fue entonces, cuando apareció Rondador Nocturno.

El extraño grupo que se estaba formando le dio muy mala espina a Lobezno, quien volvió a sacar las garras con ahínco, y clavó la mirada en cada uno de ellos, deteniéndose un poco más sobre aquellos en los que no conocía: el hombre anciano, y la muchacha rubia. Detuvo su mirada incluso un poco más en ella.

Pestañeó un par de veces cuando Spiderman también hizo su aparición. Lo contempló, preguntándose si sería él mismo, o un impostor, y se mantuvo a una cierta distancia, cauto, esperando que el mal se hiciera manifiesto en cualquier momento.

La llegada de Odinson hizo que Lobezno frunciera aún más el entrecejo. Todos los que estaban allí se conocían de aventuras y vivencias pasadas, casi trágicas algunas, heroicas otras. Y, sin embargo, Lobezno no podía evitar sentir una especie de peligro inminente, manifestándose en sus garras brillantes que señalaban el suelo, expectantes.

Tú, Merlín— dijo, señalando al anciano—. ¿Quién eres tú?— preguntó sin ningún reparo, mientras contemplaba su puro semidestruido—. Y, tú, rubia, ¿quién eres?— dijo, girándose hacia la muchacha rubia, aunque de manera más suave—. ¿Sabéis algo de esto? ¿Conocéis este lugar?

Olfateó el ambiente, haciendo algo de ruido al aspirar, y miró tanto el suelo, como la cúpula que los envolvía.

—¿Qué es este sitio?— cuestionó, obviando la respuesta de Masacre. 

Cargando editor
27/04/2015, 19:37
Thor

- Ajá - gritaba con entusiasmo ensimismado en mi combate contra los Gigantes Congelados, orcos y elfos oscuros - Una buena lucha nunca está de más - mientras giraba mi martillo y destrozaba cuerpos y cráneos sin cesar sonreía, estaba feliz de contar una nueva historia junto a mis grandes amigos y en especial junto a la hermosa Sif, con su cabellera negra moviéndose en la batalla. Mi distracción costó, un soberbio golpe de un gigante me hizo estrellarme contra el suelo de bruces. 

- Veo que están convencidos de poder ganarme ¿verdad? - tras haberme levantado de semejante golpe agitaba mi poderoso Mjolnir que empezaba a brillar con la energía de un relámpago - No voy a decepcionarlos, voy a romper toda su 

De repente un destello cegador me impactó, tuve que entrecerrar los ojos para después aparecer un lugar ajeno a los campos de batalla de Mordhueim, la aldea que defendía - ¿cara? - fue lo único que pude lentamente decir sorprendido de ver frente a mí 8 individuos de repente, 6 de ellos los conocía, el siempre fiero Lobezno, el peligroso y desquiciado Masacre, el noble y valiente Pantera Negra, la mortalmente bella Pícara, el reprimido Rondador Nocturno y el siempre agradable Spider-Man. Sin embargo, junto a ellos veía dos figuras que desconocía, un anciano con ropajes grises y un bastón que hace las veces de báculo pareciera, con un aspecto de hechicero al mejor estilo de los antiguos druidas asgardianos, y junto a él una hermosa e impactante rubia con una falda que deja muy poco a la imaginación, su símbolo lo asociaba con - ¿SUPERMAN? - no pude evitar gritar al verla, estaba totalmente sorprendido.

Todos preguntaban que pasaba acá y quien nos había reunido, en verdad que era un misterio, toque el domo que nos recubría, se veía bastante resistente, o al menos lo suficiente para que no pasara nada malo a aquellos más débiles que yo. Un buen guerrero debe analizar el campo de batalla me enseñaron mi padre y la dama Sif, por una vez en la vida, opté por ser un buen guerrero y no uno excelente como era mi estilo, así que esperé.

Cargando editor
29/04/2015, 13:51
- Gandalf

Mmm - pensó nada más ser puesto en aquel nuevo lugar.

Miró a un lado, a otro. ¿Estaré solo?, ¿será una nueva búsqueda que he de averiguar por mí mismo?, ¿con qué personajes toparé?. 

Anduvo durante breve espacio de tiempo hasta llegar a una explanada. Solo unos metros, pocos segundos. De pronto:

(Pumm) Un ruido estridente.

(Crakkk) Rocas rompiéndose.

(Fiuuuuu) Rachas de viento ante lo que estaba ocurriendo en aquel sitio.

Uno, otro y otro, no paraban de llegar nuevas personas. Cada una distinta a la anterior, ataviados con ropas extrañas para él, pero con muchas cosas que contar a este viejuno mago. Les miró con cara de extrañeza, una vez estuvieron todos.

He aquí a un grupo de personas que, según puedo apreciar en vuestros rostros, hemos aparecido en esta explanada sin más que nuestros ropajes y nuestras, ¿armas? - dijo mirando a unos pocos. Se llevó la mano a su bolsillo izquierdo, para constatar que nada le faltaba.

No os conozco a ninguno, pero no por ello voy a dejar de intentarlo.

(Movió los labios)

El aire aquí es muy similar al de donde uno viene y parece que ninguno tenemos problemas para inhalarlo. Una de las preguntas que nos hacemos los que estamos es ésta: 

"¿Por qué yo?" - comentó.

La respuesta a tantas preguntas que nos rondan nuestras mentes está clara. 

"El tiempo" - dijo muy seguro de lo que decía.

Sí, mucho me temo que el reloj de nuestras vidas ha dado un giro vertical y que dependerá, a partir de ahora, de nuestras decisiones. En momentos como este es primordial ser objetivo.

(Respiración profunda) 

Calló en la cuenta de que no se había presentado.

 

Cargando editor
29/04/2015, 19:47
- Spiderman

(Página 1. Viñeta 1 –Ocupando media plana-. Panorámica sobre Manhattan, de noche, y Spidey con su clásico traje uniforme rojo y azul columpiándose entre edificios. Saltando a primer plano ocupando la esquina derecha de la viñeta. Donde está oteando las calles que quedan a sus pies.)

(Globo informativo): Universo Marvel 616. NY. Algunos minutos antes.

(Voz en Off): “He tenido una semana líadilla…”

(Viñeta 2. Contrapicado a cuerpo entero donde aparte del héroe vemos lo mismo que está viendo él. Bajo sus pies un callejón oscuro y una estela dorada de lo que parece ser que persigue. No vemos con claridad lo que es, va muy rápido.)

(Voz en Off): “-¡Claro! ¡Cómo no!- Dirás. -¿Y cuándo Spiderman ha tenido una semana tranquila? Seguramente hace tanto que ni me acuerdo. Aunque imagino que fue antes de empezar a hacer estos soliloquios como si hubiese alguien para escucharlos.”

(Diálogo): -¡Ahá te volví encontrar! Nadie escapa a mi red.

(Viñeta 3. Spidey ha disparado una red y ha fallado, lo que la hebra queda pegada a la pared. Vemos en un primer plano del villano a contraluz que sonríe por haberlo burlado).

(Diálogo): -¡Maldición! Salvo tú. ¡Pero no por mucho!

(Voz en Off): “En fin, supongo que si después de todo lo que me ha pasado y con éste estrés me mantengo cuerdo, ya nada puede volverme loco. ¿Verdad? Salvo que cuentes como locura lo de hablar solo.”

~

(Página 2. Cada uno de los seis días es una Viñeta con un plano más o menos general donde se ve la acción que el cabeza de Red nos va contando en su monólogo.)

(Voz en Off): “Esta semana he tenido tan poco tiempo que ni siquiera he podido lavar el uniforme. ¡La máscara aún huele al ajo del Hot dog que me comí hace cuatro días! Me pregunto si eso también le pasa a otros superhéroes. Quizás por eso la mayoría dejan la boca fuera de sus máscaras. ¿Tendrá ese problema el barón Zemo, al menos?”

“Uuuugh… Huele a ajo y a pis de gato.”

“A ver, repasemos. El lunes luché junto con los Vengadores contra el Colectivo. Cosa que nos llevó hasta Genosha, lugar lúgubre y deprimente al que no apetece nunca ir. Ya sabes, me recuerda poderosamente a un cementerio. Y a new Jersey.”

“Bromas aparte, para ser el inicio de esta maratón semanal no fue precisamente un calentamiento. Eso fue chungo, material de la categoría “movemos el culo o ese c@&%ón alisa el mundo” ¡El solito se cargó a los Alpha Flight! Ya ni os cuento mi pequeño percance con la directora Hill. Por suerte, dimos una buena tunda al malo, salvamos el día y pude dormir media hora en casa. Todo un lujo.”

“El Martes, fue el día de los chistes. Por un lado el Canguro pegó el salto de su vida. Atracó un banco, y al centésimo intento va y le sale bien. Pero al darse el piro lo encuentro huyendo hacia el estadio de los Yankees. Allí nada más al inicio del combate votó tan alto que se comió el tejado. Repito. Nunca había saltado TAN alto. Debí olerme que algo más estaba ocurriendo. En ese instante no pude. Se vieron obligados a sacarlo con una espátula, por suerte no hubo más bajas que lamentar aparte sus dientes y un par de costillas.  Aparte de eso me descojoné de risa.”

“El día se hizo redondo con la estelar aparición del nuevo, único y último Duende Morado. Un paleto sin poderes ni tecnología, fan declarado del primer Duende «pesadilla Osborn». Decidió atracar un banco gaseándolo a la vez que se hacía acompañar de un cámara de televisión local (que Dios sabrá de donde lo sacó) con tal de desafiar públicamente a nuestro Amistoso Vecino Redes. Terminó justo como te imaginas. Cuando llegué estaba inconsciente por haber inhalado el gas junto a los testigos por no llevar máscara con filtro. Triste, sí. Pero al menos no le estalló en la mano una de sus bombas calabazas caseras. Para colmo, era la misma sucursal que media mañana antes había hecho su robo el Canguro, así que los fondos de las cajas estaban vacíos. Salvo que casi me estallan los pulmones entre carcajadas, se podría decir que fue fácil de empaquetar.”

“El Miércoles fue cosa seria, el humor se me atragantó a base de clons. Sí, sí: clons. Oooooootraaaaaaabrrrrrrrr vez. Con eso lo digo todo, o debería bastar. Acudieron a mí  los X-Men, aparentemente para devolverme un favor que les prestó el pobre Reilly. No yo. Y terminamos enfrentados con ni más ni menos que mr. Siniestro, lo que dejaba bien clarito que se habían terminado los chistes para lo que quedaba de semana.”

“Jueves, le tocó turno a Flint Marco. El Hombre de arena. En un alarde de poderío que no le conocía había crecido al tamaño de un barrio. Unió a su cuerpo granos de arena sacados de cualquier rincón hasta dar sombra al mismo Empire State. Cualquiera pensaría que en una situación semejante habría atraído la atención de al menos unos doscientos o quinientos de los tres millones de superhéroes que poblamos la ciudad de Nueva York, pero nunca hay ni dos disponibles cuando la cosa se pone fea, fea, fea, realmente fea. Fea y apestosa. Porque a juzgar por su aroma cuando digo que sacó arena de cualquier rincón eso incluye la de las cajas de todos los gatos domésticos de la ciudad. ¿Dónde estaban los otros Vengadores? ¿Los cuatro fantásticos?¿o simplemente el hombre-Rana?”

“Intenté entablar charla amistosa cortesía de la araña más simpática de la costa Este. Pero no recibí más que gruñidos. ¿Volvía a ser malo? Nunca sé cuando Flint va o vuelve, ese ya es de por sí uno de sus encantos y peligros, pero su aspecto babeante, y sus palabras tan ininteligibles que habría jurado que estaban sacadas del mismo Necronomicón daban a pensar que Marko no era responsable de sus acciones. Su mirada oblicua manifestaba que estaba descontrolado, fuera de sí, como una bestia de muchas toneladas movida por una rabia desmedida. Aun así, lo arreé por si acaso antes de que los destrozos fueran mayores o hubiese pérdidas humanas.”

“Pero, no pude con él, y si quedó noqueado no fue mérito mío. Fue porque inexplicablemente y sin previo aviso cayó, como si no pudiese mantener por más tiempo pegados cada grano que conformaba ese gigantesco cuerpo, desparramándose y convirtiendo toda la Avenida Madison en Nueva California.”

“Días después, aún encuentro arena molesta dentro del uniforme. Y os juro que va a salirme un sarpullido de rascar tanto a Marko de entre los dedos de los pies y mi pelo. Con la suerte que tengo, ¿qué te juegas que hasta tenía piojos?”

“Luego, descubrimos que estaba dopado de HCM hasta las cejas. Lo que le dejó un bonito coma. Así que seguí investigando el por qué y el como de que un delincuente alternativamente reformado hubiese ingerido tal droga. A lo que me llevó y me ocupó el Viernes: que lo pasé persiguiendo al Gibón quién nunca había sido un problema que conllevase más de diez o veinte minutos.”

“El Gibón presentaba los mismos síntomas que Marko, una sobredosis de HCM. Hormona de Crecimiento Mutante, para quién no lo sepa. Una droga sintetizada para dar poderes a quienes no lo tienen y quienes ya tienen, pues… digamos que dan muchos quebraderos de cabeza. Como el que me dio durante horas nuestro amigo con disfraz de simio. Y es que el Gibón es eso: tan cutre como el Grizzly, pero con poderes.”

“¿Por qué os cuento todo esto aparte de que mi voz es terriblemente sexi? Porqué todo eso me ha llevado a hoy:

Sábado noche.”

“Alguien está traficando con la HCM, casi regalándolos, como si fuesen caramelos en un asilo, a los villanos que por su habitual penosidad sienten necesidad de algo más, creyendo que su falta de poderes (y no su talento natural) es lo que los convierte en perdedores. Por desgracia, también acuden a esa fuente muchos de los mutantes que desesperados perdieron sus poderes con la Dinastía de M. Hazme caso… no quieres saberlo.”

“A todo eso algo que no es mi sentido arácnido, cosquillea en mi cabeza. Quizás sean los piojos, o quizás (y solo quizás), algo me dice que detrás de lo que aparenta tan sencillo, hay algo más. Y todas las pistas (y un tío balbuceante vestido de simio) conducen a este tío dorado y rojo que a falta de las botas propulsoras de Ironman va con un patinete al que le ha pegado un par de cohetes. Sí, ese que parece tan anclado a los años ochenta. El Corredor Cohete. ¡¿Alguien se ha molestado a decirle que ese pelo ya no se lleva?! Y, de hecho, esas gafas tampoco si es que se llevaron alguna vez.”

*

“Le disparo una red y fallo por quinta undécima vez. Casi puedo oír como se ríe. Me desvío por el callejón y lo avanzo. Intentaré saltarle encima.”

“¡M!3%&@! He fallado por menos de un femtosegundo. Me ha visto de reojo a tiempo suficiente de esquivarme. Y eso que no he gritado «Jerónimo». Llevaba tanto impulso que de no haber pasado este furgón de la policía tras de él ahora sería uno con el asfalto. No me gusta. ¡¡El gris asfalto no conjunta bien con mi color de ojos!!”

*

“Le veo de reojo girando hacia la tercera avenida quizás con la esperanza de llegar a Central Park donde no puedo columpiarme. Pero no se escapará porque lleva una de mis casi-patentadas rastreadoras, lo que significa que soy demasiado vago para patentar y que si no lo pillo al entrar será mío al salir. Dejo el furgón y vuelvo al redes-transporte-semi-público. Con suerte lo alcanzaré antes de que llegue a Lexington.”

“Ajá, ¡al fin lo adelanté! Extiendo una red de extremo a extremo de la calle, ahora que los semáforos están en rojo, espero que los coche me lo perdonen pero para ellos y para cierto corredor eso significa « fin de trayecto». Lanzo una red, y finalmente ¡doy blanco!”

**

“-Eres material caduco chaval.- Le digo. -Voy a empaquetarte y hacerte cantar como un canario hasta que los azules se te lleven a unas largas vacaciones a Ryker.”

“De pronto mi sentido arácnido se activa y eso solo puede significar una cosa: Me voy a perder el capítulo de Los Simpsons de hoy, son las 10:48 y está claro que se guardaba un as en la manga cuando se traga medio bote de pastillas. Entonces soy consciente de que A) estoy sobre la pista correcta. B) ahora que prácticamente mide tres metros (tanto de alto como de ancho) sé que ese puñetazo que está apunto de encajar contra mis riñones va a doler.”

“El muro del edifico detrás de mí impide que aspire a ser la primera arañita en llegar a la luna sin vehículo de ninguna clase. Es oficial: odio las HCM. Ese golpe ha hecho sacudir todas mis vértebras, haciéndolas sonar como si estuviesen dentro de un saco. Ni Hulk disparado desde un cañón te da tan fuerte. Jamás me había sentido tanto como una muñeca de trapo y, créeme, que he recibido generosas palizas cortesía del Rhino, de Morlun, del Juggernaut y de toda la j#d!d@ Brigada de Demolición. Y es que eso es lo que esas pastillas hacen a la gente normal, ¡imagínate con alguien realmente peligroso! Éste tío se supone que es material del malo, se supone que ni siquiera es serie B, ni D. Este tío es serie Z, aspirando a mucho. Casi por debajo del Tipógrafo, La Rueda y ese raro ejemplar de villano que nada se le pega y que va deslizándose con ese material que inventó para las sartenes antiadherentes. ¡¡Escurridizo!! El escurridizo, ¡eso!”

“Me recupero, y esquivo sus ataques dispuesto a darle con todo, si lo alcanzo. Suelto mi mejor repertorio de verborrea, mis chistes histéricos más estelares con la esperanza de conseguir que dude, que vacile lo suficiente para poder devolver el favor e intentando demostrar que puedo perder los dientes pero no el buen humor. No es como un joven de mi edad pasaría un sábado por la noche, desperdiciando su juventud persiguiendo a chicos dorados, pero al menos un grupito de calle vienen dedicándome una canción, así que hay cosas peores, ¿no?”

“¡Re-ahá! Golpea la pared y el muro se viene abajo. Leo confusión y miedo en su rostro. No está acostumbrado a manejar tanto poder. Me aprovecho. Esa era la oportunidad que estaba esperando, salto dispuesto a pegarme a él, a agarrarme y no soltarlo, como al toro de esa atracción típica de un rodeo y con un buen gancho de campeonato reuniendo todo lo que mis músculos dan de sí sumado a toda la fuerza cinética de mi empujón más lo que quiere regalarme la gravedad, voy a dejarlo inconsciente el tiempo suficiente de hacer de él una madeja de redes del tamaño del edificio esférico de Abu Dhabi.”

“Me digo que esto será histórico. Me digo que se hablará de este golpe durante los próximos años. Me digo que ni J.J.Jameson podría desprestigiarlo. Salto hacía él  y entonces…

*

¡ZAP!”

¿Zap?

“Sí. Entonces todo hace ¡Zap! Hay una luz y un fundido en negro. Y algo (que bien podría ser mi sentido arácnido chillando como una niña histérica a quién Veneno acabase de ofrecerse como su mejor amigo) me dice que no llegaré a tiempo tampoco para cenar.

La Típica-suerte-Parker.”

Notas de juego

*Imagen del corredor Cohete Y Spider-man son sacados y pertenecen a Marvel o de algun film de Fox. **La música pertenece a la serie animada de Spiderman versión interpretada por Aerosmith.
Fuentes de las imágenes:

http://www.writeups.org/img/fiche/2267a.jpg

http://blogdesuperheroes.es/wp-content/plugins/BdS...

http://spinoff.comicbookresources.com/wp-content/uploads/2013/02/amazing-spider-man.jpg

Cargando editor
29/04/2015, 19:57
- Spiderman

La araña entró en caída. No fue sobre ocho patas pero al menos lo hizo sin caerse de culo. La suerte hizo al menos que apareciera a algo de distancia del suelo, lo suficientemente bajo para no estamparse como un vulgar insecto contra el parabrisas de un vehículo. Y lo suficientemente alto como para reaccionar a tiempo y frenar un poco su avance, pues no era poco el empujón que lo acercaba cariñosa y peligrosamente a las baldosas.

Tras la máscara, rezando a todos los Dioses que podía hacer memoria, lo que incluía algunos de ficción y algunas razas semi-extraterrestres, el trepamuros se hiló un cojín de telarañas lo suficiente mullido para no odiar la gravedad en el que se hundió lo justo.

-Sí, sí, sí. Lo sé. Asombroso. Una caída limpia sin romperme nada y sin CASI mearme. Las fotos, los autógrafos y las amenazas acérrimas, después y de en uno en uno.- Declaró de forma automática sin ubicarse mientras se incorporaba de un salto todo levantando los brazos como quién celebra una acrobacia. -¡Oh! Y gracias por volar en “Secuestros-exprés” donde solo convertimos en espachurrados restos contra el suelo a uno de cada tres.

“Estaba investigando un caso de tráfico de HCM cuando de golpe me vi trasladado a algo oscuro, lejano, y poco recomendable. No, ésta vez tampoco era New Jersey.*”

* Nota del Editor: Créenos, ¡ferviente lector! Sucedió en el post anterior (ver Amazing 7º Post-Página 1)

Miró a todos los presentes. Había ya unos cuantos y muy variados. Algunos conocidos, algunos que aparentemente le eran conocidos, y algunos por conocer. Y ninguno de ellos parecía saber de aquél lugar o estar mucho más orientado que él. -¿Alguien ha pedido un divertido y amistoso vecino Spiderman? ¿Una hartada de chistes paupérrimos? ¿Un colorido superhéroe al que todos puedan odiar? ¿No? ¿Nada? Porque lamento decir que YO no les puedo devolver el dinero. Por devolver no devuelvo ni las llamadas, aunque el desayuno aún no lo afirmaría tan alto y claro tras esta brusca sacudida.

“No tenía ni idea de donde estaba, pero era algo lejos de casa. No obstante algunos los reconocía”.

-¿T’challa?¿Rondador? ¿Ms. Marvel?

“No, no lo era. Pero era rubia de pelo liso y yo era una arañita mareada, y dado que esa chica cambia de look cada tres meses ¿Quién me lo podría criticar?”

Entre monólogos interiores aquél hombre joven enfundado en aquél llamativo disfraz arácnido azul y rojo, contempló (tras la sorpresa inicial) en un intento de hacerse con el entorno, a un tiempo de lamentar no tener una pared cerca de la que poder pegarse para sentirse algo menos expuesto.

Lo primero que observó fue el inmenso tablero ajedrez. Y un mal rollo se apoderó de él. -¿Arcade? ¡¿Misterio?! Oh no, si ahora sale el cabeza pecera me pondré a llorar.- No tardó en ser consciente que algo peor aguardaba a por ellos. Levantó la mirada, escrutando con atención más allá de la cúpula transparente: estrellas, asteroides, y la negrura multicolor e infinita de algún universo. -¡Oh, no j#d@s! ¿Todopoderoso? ¡¿Otra vez?!- No era la primera vez que se veía en unas circunstancias como aquellas, aunque sí podía ser la última. -¿Dónde está Thor cuando lo necesitas?- Dijo oliéndose los problemas que estaban por caer a la vez que de forma imprevista el hijo de Odín entre ellos se materializaba. -HUuuuUUummmm… ¿Y dónde están los Cuatro Fantásticos cuando estás en una galaxia lejana cuyo nombre no puedo inventar?- Hizo una larga pausa en la que pareció que hasta podía mantenerse callado, girando a su alrededor en busca de una materialización que no iba a realizarse, pues Thor era el último a ser reclamado por aquél ser desconocido que los había atraído ahí.

-Vaya… Nada. Había que intentarlo.

Se encogió, y se rascó la cabeza con resignación acercándose al grupo. Asintiendo a la pregunta de Kara, pero sin tener ni remota o casual idea de su respuesta. -Esperaba que alguno de vosotros podría aclararlo. Ya sabes, ni que sea al viejo estilo villano-necesitado-de-atención-que-desvela-su-magnífico-y-maquiavélico-plan. ¿Dónde están los clásicos villanos que se dejan dar una tunda para poder ir a tiempo en casa? No me lo digáis. Ya no hacen de esos, ¿no? Ains… los buenos tiempos.- Se frotó las manos antes de agazaparse cómodamente al suelo. -¿No es vuestra la fiesta? ¡Venga! Si lo es, os dejo confesar. ¿Nadie? Bueno, ¿al menos me podéis indicar dónde están las pizzas? Porqué supongo que no tiene sentido que llame a mi tía y a mi esposa para avisar de que llegaré tarde a cenar, ¿no?

Se acercó a aquellos que más o menos tenía confianza. Pero Logan estaba en modo cortador de rodajas y no iba a dejar que se le acercasen más de lo que él estaba dispuesto a permitírselo a Masacre. –SooooOOOo…¡¿Cómo qué moza?! ¿Alguien ha estado haciendo viajecitos a otras dimensiones? Ah…- Se cortó de repente recordando donde estaba. -Si bien, ¿y quién no claro? Supongo que nadie es inocente de ese cargo. Por desgracia yo creo que me puede pasar de todo si TÚ estás a mi lado. Así que agradecería que mantuvieses esos brazos, (y esas manos) a una distancia prudencial y donde las pueda ver. ¿Estamos?- Luego murmuró de forma audible. -Alguien debe de haber olvidado su cita al oftalmólogo, o al psiquiatra, o… o… vale. Esta situación es estresante y ya no me quedan chistes que improvisar, pero mantente lejos ¿vale?

-¡Y tú! Esconde tus garras que conoces el dicho, “es divertido hasta que alguien pierde un ojo”.- Levantó hacia Lobezno sus manos en son de paz. –Bueno, en tu caso, para ti sigue siendo divertido, y para Masacre también. Pero huéleme. ¿vale? ¡Soy yo!- Dijo lamentando al instante las posibles segundas lecturas. –Ni una ilusión proyectada en tu cabeza, ni clon, ni Skrull. Sé un perrito bueno, Logan. Perrito bueno. Cortar y pedir perdón no sirve, que no todos podemos sacar otro brazo. Aunque pensándolo bien una vez tuve seis pero mejor no lleguemos a eso.

Resopló en un ademán de hacerse pasar el nerviosismo. Alguien dijo una vez que más chorradas decía cuanto más incómodo se sentía. –Probemos de explorar un poco y veamos donde estamos.

No obstante la voz del mutante con esqueleto de Adamantium le devolvió el humor. -¿Merlín?  Yo habría jurado que ese es Papa Noël, o David el Gnomo,  o por lo menos le ha robado la barba al terrorista Achmet.- Replicó poco antes de que este último se presentase. -Por favor, di "Silence! I Kill You". Venga. ¡Sabes que lo quieres hacer!

-¿Gandalf? Si claro, y yo voy rojo y azul porque soy Super Mario Bros.

Cargando editor
30/04/2015, 18:32
Pantera Negra

Llevaba varios días siguiendo la pista a esos furtivos, podría haberlos cazado desde el primer día que osaron poner un pie en Wakanda, pero T'Challa era paciente, y sabía que podría sacar más información si simplemente les hacía pensar que estaban sólos.

 Casi sentía pena por ellos, habían dado vueltas en círculos en  varias ocasiones, siendo más el azar que la habilidad lo que les  llevaba hacia el interior de su territorio.

 Sin duda, perderse por la selva y realizar estas pequeñas tareas  vigilancia eran un gran descanso de sus quehaceres reales y  T'Challa disfrutaba mucho de ello. Y, después de arduas  negociaciones internacionales y viajar sin parar por todo el globo  representando a su país, se había ganado un descanso, de ahí su  pequeña aventura, era casi una escapada vacacional.

 Había despertado a La Pantera, era algo que le encantaba, se  encontraba en comunión con los árboles, la tierra...con el espíritu  de Wakanda en general, y con el del Dios Pantera en particular.

 T'Calla decidió darles un día de ventaja, se relajó nadando en un  lago cercano, simplemente por el placer de poder rastrear a su  presa, que poco o nulo cuidado ponía en esconder su rastro.

 Al amanecer, Pantera Negra decidió que ya se había divertido bastante, era hora de dar caza a su presa, y sacar a esa escoria de su país, que si bien no eran una gran amenaza, habían burlado los controles fronterizos y era una afrenta que no podía ser tolerada, y mucho menos por el propio rey. Además, tenía asuntos de gobierno que no podría posponer por mucho más tiempo, así que, por divertido que fuera esta cacería, para T'Challa el deber era lo primero.

Tras alcanzar al grupo, Pantera Negra acechó desde lo alto de los árboles, preparado para caer sobre sus enemigos, lo tenía todo calculado, caería en medio de la hoguera, esparciendo las cenizas y confundiendo a sus enemigos, con lo cual sería más facil aún enfrentarse a ellos cuerpo a cuerpo. No,  no había necesidad de acabar con ellos, con un tiempo a la sombra captarían el mensaje...

T'Challa tensó los músculos, y se preparó para caer entre sus enemigos, tomó un pequeño impulso y saltó de la rama.

Y cayó.......cayo...........siguió cayendo...........Hubiera jurado que esa rama no estaba a tanta distancia del suelo, Pantera Negra miró hacia el suelo y en lugar de sus enemigos, la hogera o el humo de ésta sólo pudo ver un gran suelo embaldosado que le recordaba a un tablero de ajedrez.

Con un gran estruendo T'Challa aterrizó sobre sus manos y pies, cual majestuoso felino, ya que su traje hecho de vibranium absorbió toda la energía del golpe. Mirando alrededor trató de lidiar con una sensación que si bien no le era desconocida, la odiaba profundamente: confusión.

Por el Dios Pantera, ¿que está pasando aquí? - pensó

Pero Lobezno le hizo salir de su estupor al llamarlo - ¿Logan? Tu también aquí, ¿sabes que acaba de pasar?

Si bien no había terminado de hablar, otro fogonazo llamó su atención, del cual salió Pícara, y sus preocupaciones se tornaron en unas bien distintas - Por favor, no me digas que también está Ororo - no quería que se volvieran las cosas más extrañas y confusas de lo que ya eran.

Tuvo suerte ya que rápidamente Lobezno se preocupó por ella, permitiendo a T'Challa pasar a un segundo plano, plano que le encantaba ocupar y desde el que podía analizar fríamente la situación.

Unos cuantos rayos más y pareció terminar todo tan súbitamente como había comenzado, no conocía del todo bien al demonio azulado, pero su comportamiento no le hizo sospechar y Pantera Negra estaba acostumbrado a seguir sus instintos.

Cuando vió a Spiderman y éste le llamó por su nombre, T'Challa esbozó una ligera sonrisa tras la máscara, tenía una mente prodigiosa y seguro que le sería útil su conocimiento científico para descifrar en qué tipo de problema se habían metido y quizá, como lograr salir de allí. 

Por último al llegar el Dios del Trueno, al rey de Wakanda se le iluminaron los ojos - Está aquí, un Dios...con nosotros- pensó mientras se acercaba hasta él y le tendía la mano y hacía una pequeña reverencia con la cabeza 

- Thor, viejo amigo, ¿nos has traído tú aquí? ¿Conoces el motivo de todo esto? - Preguntó mientras abarcaba la estancia haciendo un abanico con su mano libre.

 

 

Cargando editor
01/05/2015, 01:30
- Pícara, la encapuchada

Era uno de esos días para Pícara. Uno de esos días en los que le daba por estar melancólica y triste; uno de esos días en los que añoraba hasta el grano que le salió en la frente antes de que sus poderes mutantes se desarrollaron, antes de que "chupara" la energía de Cody. Uno de esos días.

Se levantó en la academia y no le apetecía desayunar. Eso no le impidió ponerse el uniforme ceñido que le habían dado. Quizá el profesor Xavier era un viejo verde en el fondo, y le gustaba ver cómo sus alumnas más aventajadas estaban bien apretaditas dentro de sus uniformes. O quizá había sido ella, que le gustaba marcar todo lo posible. Pero era uno de esos días, no importaba.

En la cocina, decidió sentarse en la encimera de un salto mientras el café terminaba de prepararse. Miró para la puerta ¿Y Gámbito? Aunque pensaba que quería escuchar alguna de sus tonterías, lo que en el fondo deseaba era hacerse la ofendida para poder salir por la puerta y que nadie fuera tras ella, que el hombre se sintiera culpable y, a su vuelta, le hubiese preparado un ramo de rosas enormes. Definitivamente, es lo que quería para el final del día. Pero Gámbito no llegaba, y Pícara se puso nerviosa. Nerviosa y mosqueada. Se tomó el café, con ceño fruncido mirando a la puerta. Seguro que está con otra pensar eso hizo que la taza se rompiera en su mano ¡Maldita sea! dejó que parte de la energía se escapara en esas palabras. Se acercó hasta la nevera, donde, imantados, esperaban un boli y una libreta. Garabateó un "Gámbito, eres increíble" sin nada más, para que quedase claro el tono irónico de la frase, y salió volando por la ventana.

Era un día para irse a lo alto de un edificio. O al ala de un avión, y dejar que el aire acariciara sus cabellos mientras que las lágrimas llegaban hasta la comisura de sus labios. Una voz ya conocida en su cabeza vio la oportunidad y la susurró Eres una escoria, me quitaste la vida, ¡ahora te quitaré la tuya! Pero eso no hizo que Pícara perdiera (de nuevo) la cabeza. Aumentó su velocidad de vuelto hasta encontrarse lejos de la mansión.

Ya podía llorar por lo desgraciada que era, por no poder tocar a nadie. Por no poder querer tampoco.

Pero no lloró. No porque no quisiera, si no porqué no pudo. Algo la dio un guantazo de tal calibre que casi perdió la respiración mientras caía en picado. Por suerte para ella, no perdió el conocimiento, y consiguió ver qué era aquello que la había dado de esa manera: Sobre ella, dos centinelas la miraban con ojos rojos

Mutante detectado. Destruir

Pícara remontó el vuelo, y esquivó los rayos rojos que salían de los ojos de los robots.

¡Cariño, no pierdas la cabeza por mí, no puedo darte lo que quieres! gritó, girando una y otra vez hasta que atravesó el cuello de uno de los robots. El cuerpo empezó a caer, pero la cabeza contaba con un motor propio, y siguió volando. Sus rayos seguían persiguiendo a la joven pelirroja, que tenía la destreza de Miss Marvel en el vuelo, y conseguía esquivarlos sin problema.

¡Vas a poner celoso a tu amorcito, cielo! le dijo a la cabeza cuando se aproximó a toda velocidad. Se colocó tras ella, y decidió darle una patada, lanzarla contra el otro robot que esperaba ansioso poder cazar a la mutante. ¡Daros un besito de mi parte! gritó, mientras esperaba que cabeza y robot impactaran...

Pero no pudo verlo. Un rayo de luz, salido del cielo, la golpeó de lleno. Gritó con energía, pues sentía cosas extrañas, algo que no podía explicar. ¿La estaba matando? ¿Qué narices pasaba? Notaba cómo su cuerpo sufría, pero al mismo tiempo absorbía ese extraño poder, y su mente no parecía soportarlo.

Tan pronto como había empezado, acabó. Estaba de pie, en el suelo. No había abierto los ojos, pues intentaba asimilar la luz que acababa de absorber. Pero no pudo. Alzó las manos y miró al cielo. Por todos los poros de su piel, la luz brotó como si fuera propia, hasta que esa energía abandonó su cuerpo. Cayó de rodillas, mientras recuperaba la respiración.

Pícara, nena, ¿qué haces aquí?

La voz de Lobezno la hizo recuperar la cordura. Se levantó con dificultad, pero pudo hacerlo sóla.

¿Qué hago dónde? preguntó justo antes de alzar la mirada. Había supuesto que esa luz la había derribado, que estaría derribada en el suelo y, gracias a lo que fuese, estaba viva y sin ningún hueso roto. Pero no, en absoluto. Estaba allí, con Lobezno, y con mucha más gente. Unos más queridos que otros; caras conocidas, desagradables o extraños totales.

¿Esto es una convención de tipos raros? ¿Y por qué rayos estoy yo aquí? dijo en voz alta, centrándose en los rostros de los desconocidos, sobre todo. Poco a poco las palabras de los allí presentes fue llegando a su cerebro, como si de una nube se tratara y soltara pequeños rayos para que pudiese identificarlos. ¿Kara y Gandalf? Y yo soy Légolas, no te fastidia ironizó. Lo que era cierto es que Kara podía dar todo el prototipo de superwoman. Pero la voz de Spiderman llegó martilleando los tímpanos de todo el mundo.

Spidy, te diría que me hace ilusión que estés aquí, pero me has recordado que no te callas ni con un guantazo en la boca. Me duele la cabeza, ¿dejas que mami se recupere antes de que digas más tonterías? se apartó de los presentes, llevándose las manos a los ojos y caminando lentamente. Esa energía que había absorbido la había atontado, estaba convencida.

El olor a azufre no le ayudó con su dolor, pero sí que le alivió el dolor de su corazón. Se giró para poder cotemplar a Rondador Nocturno, que había hecho acto de presencia ¡Rondador! salió corriendo y se abrazó a él. Por suerte para él, llevaba sus guantes y su cuerpo no entró en contacto con el del diablo azul. Al resto de los presentes les saludó, desde la distancia, con la mano.

Mentira, a todos no. A Pantera Negra hizo como si no estuviera allí.

¿Nos ponemos en antecedentes? Yo me estaba divirtiendo con mis amigos centinelas hasta que una luz cayó sobre mí y he aparecido aquí.

Cargando editor
04/05/2015, 01:47
- Narrador -

Finalmente los haces de luz terminaron. Y tras un corto espacio de tiempo en el que todos aquellos individuos no les había dado tiempo a contarse qué tal el finde, qué tal los últimos años, o de dónde narices habían salido, el suelo comenzó a vibrar. A juzgar por la velocidad en la que se movían los planetas que les rodeaban y las estrellas que estaban a los lejos, se podría decir que el tablero de ajedrez sobre el que se encontraban empezó a moverse con gran velocidad. Como si se dirigieran a algún sitio.

Tras aquel incómodo movimiento, y tras un frenazo en seco que casi tiró a todos al suelo, salvo a los que tenían el poder de quedarse pegados, o que eran superestables, o tenían superequilibrio o algún otro poder absurdo que sirviera única y exclusivamente para no caerse, la plataforma se quedó quieta y en la cúpula que les cubría se proyectó una imagen.

Los que hubieran estado en un planetario, aquel lugar les recordaría a él. Una voz en off contando historias, una cúpula llena de estrellas, e imágenes proyectándose por todas partes. Lo raro es que esas imágenes pertenecían a un ser de apariencia cuasidemoníaca, y extraña, sobre todo muy extraña, como si estuviera sacada de una película de terror, o una imagen de Lovecraft, o una imagen de cualquier aficionado a los dibujos. Fuera lo que fuera, aquella imagen se puso a hablar... ¡Al menos alguien les podría explicar qué hacían allí!
 

Cargando editor
04/05/2015, 01:53
Zodiaco

- Bienvenidos, mis queridos invitados. Dijo. Mi nombre es Zodiaco y os he traído hasta aquí para jugar a mi nuevo juego. La primera regla que debéis conocer es que el que gana, avanza, el que pierde, muere...

- La segunda es que para empezar tendréis que cruzar el puente, y entonces la plataforma en la que se encontraban se alargó por un lado, para convertirse efectivamente en un puente, allí encontraréis un nuevo lugar que deberéis cruzar, y después otro, y así sucesivamente hasta que lleguéis a mi.

- La tercera es que en cada lugar hay escondida una gema. Si queréis salir de aquí tendréis que haceros con un total de doce gemas, y sin ellas jamás regresaréis a vuestros mundos.

- Y la última regla es que podéis estar tranquilos, no tendréis que pelearos entre vosotros por las gemas, ni tampoco tendréis por qué esperaros, uno puede buscar la gema en un lugar, y el resto continuar hacia delante para seguir buscando el resto.

- Pero no os penséis que el juego es tan fácil. Dijo soltando una terrible carcajada. No tardaréis en comprobarlo.

Y entonces la imagen se difuminó, dejando un silencio puro y absoluto. Solo se podía escuchar las respiraciones de cada uno de los presentes, y el piar de unos pájaros al otro lado del puente.

Cargando editor
04/05/2015, 03:39
Kara

                Kara no pudo evitar una sonrisa sorpresiva cuando ese que le decían Masacre, lo saludó con una especie de galantería. Iba a decirle que no se iba a preocupar, pero se contentó con cruzarse de brazos y arquear una ceja, divertida. “Uno que tiene más boca que otra cosa… hombres…” Después el mismo tipo fue hacia ese que se llamaba Spiderman, que sí tenía boca, y bien grande porque no se callaba. Uno que era de pocas palabras era el de las garras, que olía todo con cara de mosqueado. “Ese es lobezno, del cual aprendí en la fortaleza”. Parecía tan perdido como la propia Kara; Thor, por su lado, tenía un aspecto de querer otra batalla como si fuese una golosina para un niño pequeño. Kara seguía observando, a todos y a todo. Algo en su interior se agitaba, esto se sentía una trampa.

                El mago le llamó la atención: guardaba en sus palabras la sabiduría que dan los años. El tiempo ahora apremiaría, quizás, la chica de Kriptón sentía que Gandalf pegaría más con sus palabras de lo que él mismo creía posible. El Hombre Araña conocía a varios de allí: a Lobezno y a la otra fémina, alguien llamada Pícara. “Por todos los cielos, este muchacho tiene que aprender a callarse, me va a marear. Aunque… es simpático.”  Ella miraba al grupo de conocidos y, en ese momento, extrañó a Clark, mas se controló. No había venido a hacer sociales.

                “No vine, me trajeron. Pero quién y por qué, eso quisiera saberlo.” Entonces vino ese ser tipo gatuno, no se presentó pero conocía al Dios del Trueno. “Parece que la única que no conoce a nadie soy yo…” Y al momento de pensar eso, la joven llamada Pícara, habló de ponernos en antecedentes, pero fue en ese momento que todo retumbó. Kara aprovechó a saltar alto, de golpe, sin pensarlo, para evitar caer. Pero sus poderes no funcionaban tan bien como en la Tierra y se tambaleó igual.

                Y apareció el loco responsable de haberlos llevado a este domo o lo que fuera. Dijo sus reglas, expuso su juego y un puente apareció ante ellos. Kara frunció el ceño.

                -Esto huele a trampa, pero qué se puede esperar de un super villano más que… juegos idiotas que solo él comprende –aguzó la mirada intentando usar su visión de rayos X para ver si notaba algo raro en la estructura. Su poder era inestable, así que bien podría no servir para nada el intento, pero debía hacer algo.

                -Estoy intentando ver a través del puente usando mi visión de Rayos –explicó a los otros. Su interior ahora le alertaba algo de este juego…

 

                Que era mortal. Estaba segura de ello, y quería hacer como en su hogar, la Tierra, salvar el día… aunque aquí no sería tan fácil. No señor.

- Tiradas (1)

Motivo: Visión de Rayos X

Tirada: 1d100

Resultado: 13(-2)=11

Cargando editor
04/05/2015, 18:20
Thor

Un extraño y demoníaco ser se apareció en la pantalla encima de nosotros tras hacernos girar, requirió toda mi enorme fuerza no desprenderme del suelo mientras giraba. Tras sus palabras, abrió un nuevo camino frente a nosotros, un camino desconocido donde mis habilidades, como me acababa de percatar no eran las mismas que en la tierra - Por las barbas de Odín, este demoníaco ser tiene intenciones claras de exterminarnos, uno a uno incluso - apreté con fuerza a Mjolnir para asegurarme que aún estaba conmigo.

En el instante que se detuvo todo, la rubia con el logo de Superman (pues aún desconocía su nombre) concentró su mirada hacia el fondo, haciendo alusión a una vista de rayos X o algo por el estilo, no me terminaba de quedar claro, no pude evitar sonreír - Está bien hermosa dama, asegúrate que no haya ningún riesgo para nuestros buenos amigos, yo por mi parte pienso tomar el riesgo de adelantarme, una pelea no es buena si no hay riesgo - acto seguido giré mi poderoso Mjolnir para elevarme sobre el puente a no más de 1 metro de altura, pues desconocía que había adelante, tenía que comprobarlo primero.

- Tiradas (1)

Tirada oculta

Motivo: Vuelo con Mjolnir

Tirada: 1d100

Dificultad: 3-

Resultado: 92 (Fracaso)

Cargando editor
04/05/2015, 20:56
- Spiderman

Tonterías o no, era difícil que el “Cabeza de red” se callase, menos aun cuando la incómoda situación lo hacía a él (posiblemente al igual que al resto) vulnerable. –Y apareció aquí.- Repitió entre dientes. -¡Para alegría de la huerta! ¡¡Y de todos nosotros!!- Replicó con ironía a Pícara poniendo morritos y cruzándose de brazos aún dolido por aquél recibimiento menos afectuoso del que cabría esperar de uno o una de sus colegas mutantes.

Por suerte, el enfado no era algo que le durase. A veces era incluso más efímero que sus silencios, así que pronto estuvo presto él también a poner al resto “en antecedentes”:

-¡Buff!… pues no creeréis la semanita que llevo antes de llegar aquí. Así que, a no ser que se nos aparezca una entidad celestial con un juego macabro para distraerse de su letargia, esto (y volver a casa) habrá sido lo más ligerito de lo que vamos estos días. ¿A ver, por dónde empiezo? El lunes, como recordará Lobi aquí presente, fuimos con los Vengadores a luchar contra un ser llamado “el Colectivo”.- El mencionado Lobezno, de prestar algo de atención a la verborrea del trepamuros, bien podía llegar a ser que ni siquiera supiera de qué estaba hablando. ¿El Colectivo? Quizás no venían de la misma dimensión, quizás no del mismo momento tiempo por lo que: o aún no lo había vivido o quizás incluso hacía tiempo que lo había vivido en un pasado ya remoto. A todo ello solo faltaba saber si no habrían trasteado con su mente y sus recuerdos por infinitésima vez. A pesar de ese detalle que Parker ni se planteó siguió hablando como si tal posibilidad no cupiera en sus cálculos. –Nos enteramos del problema cuando la nueva directora de SHIELD, la comandante María “abusona-gritona-y-poco-agradable” Hill nos notificó que estaba llegando a Estados Unidos después de venir arrasándolo todo a su paso desde Alaska. Por lo que pudimos saber, en Canadá…-

Spiderman estaba dispuesto a soltar, esta vez con algunos oyentes, el mismo soliloquio que momentos antes en NY había hecho a su consciencia pero entonces, como una campana de emergencia su sentido arácnido se disparó. -¡Oh, oh! Y ahora, ¿qué?- Preguntó al vacío, aun así la respuesta no se hizo esperar. El gigante tablero se movió a velocidad superior a la luz por el espacio alejándolos aún más del camino a casa. -¿Quién ha pulsado el botón del híper-espacio?- Bromeó más con nervios que con gracia. –Visto que no vamos a cenar en nuestra casa, ni nuestra ciudad, ni país, ni planeta ¿podemos parar a pedir algunas hamburguesas en McNeto’s? Voy a pedirme un Hap…- Nuevamente aquella alarma en su cabeza sonó, y, con más urgencia que la vez anterior, lo advirtió de un mayor peligro. -¡Agarraos a algo!- Avisó casi al mismo momento que la fuerza brusca de la inercia los empujaba a morder el suelo. Apenas le dio tiempo de lanzar una red al más próximo de sus compañeros, agazaparse y agarrarse con las piernas y la palma de su mano pegándose como la araña que en el fondo era. –Me mosqueé. El conductor se ha quedado sin propina.

-¿Estáis todos bien?- Inquirió mientras se percataba de ello.

Entonces, empezó la película con su único y horrendo protagonista, aquella especie de alíen que no se podía decir que tuviese un rostro afortunado a no ser que fueras pez martillo. -¿Zodiaco? “Todopoderoso” no. A ver, solo para tenerlo claro. Zodíaco, no Todopoderoso. ¿Seguro?-  Espetó suspicazmente a la pantalla sin que aquél ser tan poderoso llegue a dar signos de escucharlo tras su presentación. -Porque de Zodiaco ya hay como unos tres grupos en algunas de nuestras vidas y no quisiera añadir más. Aunque mientras no te autodenomines algo-Duende me conformo peeeeeero… aun así (y sin ánimos de ofender) prefiero a un grupito relativamente fácil de patear que a un ser omnipresente quién por una pataleta de que sus papis no le compran sus “Action Man” decida tomarla con nosotros.

El mensaje era críptico y la situación atípica aunque no inusual, aunque todo dependería de si llegaría a salir de allí para contarlo. –Bueno, “Yog-Sothot” ha hablado.- Concluyó dando una palmada y dispuesto a repasarlo en voz alta. -Cuatro normas. Creo que podré recordarlas. A veeeeer, avanzar o morir (típico de villanos, siempre tienen que añadir una amenaza como “morir” y luego van llorando que nadie les quiere), cruzar el puente y luego más cosas, recoger gemas y, (eso al menos es nuevo) nos ahorramos darnos de tortas entre nosotros.- Mira a sus compañeros y suspira aliviado mientras se rasca la cabeza. –Otra cosa es que sepamos estarnos por una vez sin “darnos de tortas entre nosotros”.- Lamentó acordándose de las afiladas garras de adamántium, el martillo del Dios del Trueno, la habilidad de caza de la Pantera, el par de Katanas y la falta de escrúpulos de Masacre, la velocidad por así decirlo de Rondador y los poco deseables besitos de Pícara.

Con ello, se preguntó molesto las habilidades desconocidas de ese otro par.

Luego, su tono de voz cambió tras la máscara, como si fuera posible que analizase el problema de una forma más queda y seria. –Intentemos pensar antes de actuar. 0k. No me fio de eso de “no os penséis que el juego es tan fácil” (como si por fácil fuera lo de “estar a sesenta galaxias de casa”). – Contempló el puente con desconfianza. –Seguro que hay trampas en esos tablones y a riesgo de pisarlos quizás sea buena idea que Thor y Pícara agarren a un compañero, y lo hagan cruzar hasta el otro lado, a fin de que hayamos pasado todos.-  La razón por la que propuso a éstos y no otros era porque eran de ellos los que tenía conocimiento de que pudiesen volar. -Y Rondador, sencillamente puede teleportarse al otro extremo.

El plan podía ser válido o no, pero Thor movido por sus habituales impulsos y arrebatos de guerrero estaba yendo por delante obviando cualquier precaución. –Oooo… también podemos hacerlo por las bravas y dejar que el Rubiales vaya primero y si hay trampas se las lleve por delante.- Se encogió de hombros pues tampoco su voz era la de un líder. –Total. ¿Qué es lo peor que le puede pasar a un Dios?

Cuando Kara confesó su visión aumentó las sospechas del chico-bicho. –Espera, espera, espera. ¿Visión? ¿Qué clase de Visión hablamos? ¿Rayos-X? ¿Eso significa que ves a través de las cosas? ¿A través de la ropa? ¿Lo que hay debajo? ¿Desnuditos?- Como acto reflejo Peter se dio prisa a tapar el rostro con sus manos. Finalmente tras pensarlo mejor, desplazó una de ellas hasta cubrir sus partes pudientes. –Vale, tu mira hacia ADELANTE a ver que nos espera, Kara-El del planeta Kriptón.

Cargando editor
05/05/2015, 11:47
- Lobezno

Aquel lugar despertaba los sentidos más profundos y primitivos de Lobezno. Olfateaba el ambiente de vez en cuando, y observaba en silencio lo que había a su alrededor. Nada. Y eso era lo que más le mosqueaba.

Con el entrecejo permanentemente fruncido, escuchaba la diatriba de Spiderman, y las presentaciones de los que iban llegando. Hubiera rugido para pedir silencio, pero tampoco quería alarmar en demasía a los demás.

Miró de manera tranquilizadora a Pícara, sonriendo, aunque con algo de esfuerzo, y negó de manera imperceptible la cabeza. Negar, ¿qué? Ni él mismo lo sabía, pero quería tranquilizar a la muchacha.

Quiso decir algo, que de su garganta saliera alguna palabra, pero se quedó escondida, y no salió nada. Lobezno no era una persona de hablar, ni de interponer palabras antes que la acción. No se le daba bien aquello, y no iba a empezar ahora a ser un orador.

Y, sin embargo, cuando iba a abrir la boca, fue cuando el suelo comenzó a moverse, dando la terrible sensación de que viajaban a una velocidad horrible. Se sintió mareado al principio, pero, cuando paró, se sacudió como un perro, y gruñó de manera audible, y molesta, deseando que aquel que les estuviera haciendo aquello saliera a la luz para enfrentarse a él.

De todas formas, tampoco había que decir nada, pues el vacío que el silencio llenaba por completo en aquel extraño lugar, era sustituido por la verborrea de Spiderman, quien no se cansaba nunca de mover la boca. Lobezno pensó que la lengua del cabeza de red era el músculo más poderoso que tenía.

¡Cálla…!— pero se cortó de inmediato.

Su corazón le dio un vuelco en cuanto aquella imagen apareció ante ellos. Las garras, dispuestas, relucientes, y reclamando sangre, vibraban solas, histéricas. Querían jugar. Y Lobezno también.

Apretaba los dientes con fuerza a medida que escuchaba aquella voz. Y no podía asegurar que no la estuviera escuchando directamente en su cabeza, en su mente, tantas veces manipulada, y cambiada al antojo de seres egoístas.

Con la respiración agitada, Lobezno miró el puente que se abría ante ellos. Arrugó la nariz, y miró a todos sus compañeros, inquieto, esperando alguna clase de trampa.

Las instrucciones eran claras, concisas, breves, y sencillas. O, al menos, eso creía Lobezno. Sonrió de manera lobuna, e, incluso, ni siquiera le importó que Spiderman no dejara de hablar durante y después del discurso de aquel tal Zodiaco.

Miró a Thor, que se disponía ya a avanzar por el puente, y escuchó a la muchacha rubia, Kara, que estaba usando sus poderes para analizar el puente.

Logan cogió su puro entre dos dedos, y contempló el destrozo. Aquel era un buen puro. De los mejores que había tomado. Entre otras cosas, el tal Zodiaco iba a pagar por el habano que se estaba fumando antes de llegar a aquel lugar.

—¡Rubio, no te lleves tú solo la diversión!— exclamó Lobezno, haciendo caso omiso a Spiderman, y su estrategia, y, de paso, a su repentino pudor acerca de la visión-X de Kara, y yendo con las garras brillantes hacia el puente.

Gruñó un poco más, arqueó la espalda, y comenzó a correr tras el dios nórdico, pensando en lo que debería dolerle a Zodiaco una patada en los huevos. 

Cargando editor
05/05/2015, 20:19
- Gandalf

El mago era un hombre de pocas palabras, es más, le incomodaban aquellos que hablaban por hablar sin ninguna necesidad. ¿Acaso no ven lo que yo veo?, ¿tan seguros están de sus posibilidades?.

Cabían dos posibles repuestas. O eran imprudentes o no amaban sus vidas. 

Eso a él, ahora mismo, no le importaba. La vida es un regalo, nos pone a prueba y no hemos de entorpecer a los demás. De este modo lograremos reconocer nuestro destino - se decía.

En el momento actual, un ser apareció. Se llamaba Zodiaco. Nos habló, escuchamos atentos. A Gandalf le hubiese gustado hacerle alguna pregunta, pero mantuvo sus labios sellados. El más sabio de su orden así lo decía: "No hablar no significa no entender, malgastar energía significa no querer aprender".

Ante nuestro grupo, un juego, una serie de pruebas, un puente por el que cruzar. Todos sabíamos que iríamos cayendo, ahora bien, ¿cuál será el orden?. ¿Finalmente habrá supervivientes como nos han dicho?, ¿eso creen?. Empezaba a hablar con palabras que nadie conocía. Estaba algo enojado.

Antes de adentrarse en el puente, tuvo que quitar un par de redes que el hombre araña había dejado cual perro deja rastro de orina.

¡Por lo visto tengo ante mí a otro Tuk!, ¡mal rayo me parta! - se dijo. 

Los pies de Gandalf avanzaban sin más demora hacia lo desconocido. Otra aventura para el viejo viajante empezaba. 

Cargando editor
05/05/2015, 22:23
- Masacre

Por qué los villanos comenzaban siempre diciendo su nombre era algo que Deadpool nunca entendió- yo sí, está muy claro, lo hacen para- cállate, que me jodes el climax. Se tapaban con máscaras y luego se identificaban con su nombre en la primera línea de diálogo- eso hace más fáciles los juicios- Además, los nombres no solían ser muy originales- y lo dices tú, que te haces llamar narrador- y sus planes tampoco- eso es porque no conoces a Mr. Mxyzptlk- y no dejaban de dar exigencias.

Masacre movía los labios recitando las palabras al mismo tiempo que su interlocutor. El guión le había llegado unos días antes y le había dado tiempo a leerse y aprenderse de memoria el principio-también hizo trampas y ojeó el final, en el que todos mueren - y luego hizo un resumen de lo que opinaba sobre el asunto.

-El tipo malo ha dicho que debemos matarnos entre nosotros y que el último superviviente es liberado, ¿no?- blandió una de sus katanas. Pero la volvió a guardar cuando le pareció oír un snikt- Es broma, chicos, hasta yo lo he entendido. Thanos quiere que robemos para él las gemas del infinito- obviando el tema de que son siete y no doce podría llegar a  colar- y quiere además jugar con nosotros. Pero no vamos a ceder ante terroristas, no vamos a jugar.

Alzó la voz para que todos le oyeran, se sacó un explosivo c4- mejor no pregunto de donde lo ha sacado- y se fue dirigiendo poco a poco  hacia al extremo cercano del puente.

-Estallaré el puente y no participaremos en sus planes. Eso le obligará a venir aquí y acabaremos con él- pero detuvo el paso cuando le volvió a parecer oír un snikt. Abundaban mucho cada vez que él hablaba- Jajajajajajajajajajaja- esa risa duró cerca de un minuto- ¿de verdad creéis que estoy loco? - ¿de verdad quieres que te contesten?- Os estaba tomando el pelo.

Vio como Lobezno, Thor y el viejo se acercaban al puente.

-¿Como, quieres una carrera, garras? Te pesan demasiado los huesos como para pillarme.

Corrió todo lo rápido que pudo, moviendo las manos en todas direcciones como si estuviera loco- ¿como si lo estuviera?- y se puso a cruzar el puente, sin pensar en que en el puente podría haber una trampa. De hecho, casi que prefería que hubiera una. Es raro a estas alturas que Masacre no haya perdido ningún miembro y los lectores quieren sangre.

 

Cargando editor
09/05/2015, 17:39
- Pícara, la encapuchada

Estando en los brazos de Rondador, a Pícara sólo se le ocurría que podía lanzar algo contra Spiderman. Si iba de alguien que se suponía que era su aliada, ¿le avisaría su alarma anti-pulgas? La imagen de lanzar a Rondador contra el hombre araña se repetía varias veces. Sabía que su plan no tendría éxito. Rondador se esfumaría para aparecer varios metros alejado de ella, la araña soltaría otro aluvión de tonterías y ella terminaría por volar y darle un beso para que se callara. ¡Al menos esperaba que no se le pegara su incapacidad de mantener la boca cerrada!

Pero no había tiempo para eso, claro que no. Todo empezó a girar a su alrededor, y como una chica bien entrenada, dejó que sus pies se levantaran del suelo, evitando a los que no dejaban de ser lanzados de un lado a otro por la rotación. Cuando se detuvo y apareció el villano de turno, resopló indignada.

¿Por qué será que los malos son siempre tan feos? Aún así, no te negaría dos besos para darte los buenos días, cariño era bastane probable que ese tal Zodiaco no la estuviera escuchando, pero no por eso iba a callarse. Te pareces a una señora mayor con mantilla la burla siempre tenía que estar presente. ¿Qué mejor manera de quitar importancia al asunto que enfadando al villano para que bajara directamente a intentar matarlos?

Y Spiderman no se callaba. Y Masacre decía tonterías sin poder cerrar la boca. Otra imagen apareció en su cerebro: Ella lanzando a ambos para que pudiesen atravesar el puente. Pero claro, no habría conseguido concentrar su fuerza, y al final caían sin remedio. Y se perdían. Y reinaría el silencio.

Sería tan fácil... susurró, mientras giraba volando por encima e sus compañeros. Vamos, todos por el puente. Los que podáis volar quedaros cerca, por si hay que agarrar a alguien que se caiga. comenzó a ordenar mientras se dirigía al puente para vigilarlos a todos.

Seguro que el imbécil ese quiere que le consigamos las piedras para hacerse un collar. Votaría por romper cada una que lográsemos.

- Tiradas (1)

Tirada oculta

Motivo: Volar

Tirada: 1d100

Dificultad: 4-

Resultado: 79 (Fracaso)

Cargando editor
09/05/2015, 22:35
Pantera Negra

En el momento en que apareció Zodiaco, a Pantera Negra le recorrió la espalda un intenso escalofrío, cual felino al erizársele la espalda frente a su enemigo. Arrugó el rostro tras su máscara en un gesto de amenaza inconsciente.

"Ahora empiezan a encajar las piezas" poco a poco la mente de T'Challa volvía a su ser, a analizar cada movimiento, cada palabra, intentando obtener más información de la que esta extraña criatura quisiera otorgarles, pero no logró nada, ni él en su silencio ni sus compañeros de escena en sus provocaciones. 

Cuando se les presentaron las reglas del juego, Pantera Negra se sintió ligeramente aliviado, tenía muchísima confianza en sus habilidades, pero no le hubiera gustado tener que enfrentar a ninguno de los allí presentes, y muchísimo menos porque esa especie de esqueleto-secuestrador-espacial fuese a obligarle a hacer tal cosa.

Al descubrir el puente, lo primero que pasó por la mente de Pantera Negra es que se trataría de una trampa, ya que Zodiaco era motivo de sospecha desde su primera aparición, pero lo segundo que pasó fueron varios de sus compañeros, los más aguerridos y/o descerebrados, que lo cruzaron sin ningún miramiento.

Con su prudencia característica, T'Challa esperó al más viejo, y probablemente por ello más sabio de todos. El anciano que se hacía llamar Gandalf debía ser poderoso sin duda, pero no lo parecía en absoluto, así que decidió ir detrás de él para estar pendiente de que no le ocurriera nada y, si la suerte se ponía de su parte, podría encontrar hasta una conversación interesante dentro de la jaula de grillos en la que se había convertido ese grupo.