Partida Rol por web

Mierda. Los zombies se me acercaban, y empezaba a mojarme los pantalones. pero luego recordé que era un machote, había estado en la guerra, qué demonios, si había nacido en el Bronx, éstos zombies no podían ser peor que los pandilleros. 

Miré con cara de mala uva al muerto, sacándole los dientes y remangándome.

-Muere, perro caníbal.

Le asesté un puñetazo en su cara, y parece que su putrefacción estaba avanzada, ya que se desintegró. Me Vuelvo hacia el chico con una sonrisa.

-Vamos, chico, que podemos fostiarlos a todos.

Envalentonado por el arrojo demostrado por el policía, Mike se abalanzó sobre los zombies que quedaban. El hacha trazó su mortal giro y más cadáveres destrozados caían a sus pies.

-¡Vamos agente, ya son nuestros!

Samuel y Mike, como titanes mitológicos —sobre todo el Agente Parsons, a puño descubierto—, se abren paso a través de los zombies que bloquean la ruta de escape. Hasta tres zombies caen hechos trizas frente al imparable avance de los dos supervivientes.

El garaje parece despejado, hasta que otros dos no-muertos aparecen para cortar el paso. Sin duda pronto serán abatidos, pero desde la casa sale una línea interminable de zombies. Más vale que se den prisa.

¡Cónga! ¡Cha-cha-cha! —se escucha por ahí, sin saber muy bien de donde proviene.

Cerca del coche el ambiente se ha tornado mucho menos festivo, pasando de unos minutos de calma chicha a un temporal de carne putrefacta en tan sólo unos instantes. Dos zombies más surgen de cerca del capó, echándose de nuevo a la espalda de CM Punk. Esta vez sus ropas no le salvan y siente como los dientes se le clavan en el cuello arrancando un gran pedazo de carne...

Como siempre, pensaba que había sido el más listo de la clase. Estaba atrayendo al estúpido zombi que tenía delante hacia mi para tener hueco para sobrepasarlo en unos segundos. Me dirigía a él tratandolo de retrasado:

Venga, podriditoooo...ven con papaaa....

Escucho un sonido a mi espalda y pienso: mierda!

Me empiezo a girar dispuesto a estamparle mi pastel en la cara, pero el zombi estaba demasiado cerca, habia sido demasiado tarde. siento una peste asqueroso cerca de mi cuello y un calor terrible se extiende por toda la zpona de mi hombro. El mordisco arranca tendones, músculo y varios litros de sangre. Caigo al suelo tambaleandome, mareado y medio muerto. Otro zombi se materializa junto al primero. Tambien se precipita sobre mi. Todo se vuelve negro para mi. La última palabra que pronuncio no deja de resonar en mi mente:

Cerebrooooos...

Mientras corria por el jardin hacia el garage, Paco oyo una serie de gruñidos, seguidos de un grito agonico. Al volverse, vio como varios de los zombies se abalanzaban sobre el hippie y conseguian morderle.

Sus perspectivas no eran tampoco muy halagüeñas. Delante suyo, no hacian mas que aparecer zombies por la puerta de la casa.

Yo y el chabal hacíamos un buen equipo, tanto que me pegué a él, gritando como una nena. Básicamente los devoracráneos aún eran una amenaza, y yo empezaba a tenerles "respeto"

El poli se puso detrás de Mike. Era obvio, él tenía el arma. Un nuevo ataque con el hacha y otro podrido que caía.

-Esto es muy divertido, pero empiezan a cansárseme los brazos. Será mejor salir de aqui cuanto antes.

En ese momento oímos terribles gritos detrás del coche. Algo horrible había pasado ahí.

El garaje está casi despejado con un solitario zombie que no sabe muy bien qué hacer —Mmmm... juraría que venía con más gente... ¡Oh! Cerebro!— y cuyas perspectivas de no-supervivencia son más bien escasas.

Desde detrás del capó se alza un cadaver vestido con una sudadera hecha trizas y manchada de sangre. La cara no es muy diferente, pero los supervivientes reconocen al joven que llegó con ellos. Se mueve hacia Paco recordatorio viviente de lo caro que se pagan los errores en esta noche.

Las cosas se estaban poniendo muy feas para Paco, se vio rodeado de repente. Mirase hacia donde mirase, no veia mas que una barrera de cadaveres babeantes.

Al mirar hacia atras, le parecio que habia un numero menor de zombies, asi que, opto por seguir ese camino mas seguro. Eso si, aferro en la mano su destornillador, dispuesto a defenderse.

El garaje se estaba despejando de cadáveres, pero sabía que de lejos había más.... los sentía, ululando, gritando, arrastrando sus podridos pies por el césped cercano a la cochera. 

El chaval estaba cerca mío, enfrente del muerto solitario que llegó a poner rostro de preocupado, y eso que estos bastardos hambrientos de cerebro no tienen sentimiento alguno... supongo que hacerse cacotas cuando saben que van a morir, y más después de haber visto a sus "compañeros" caer como churros, es la excepción a la regla. Pero yo quería salir también de una vez, y el chico era la persona más preparada para despejar finalmente el sitio, por lo que seguí detrás de él, mordiéndome los muñones, nervioso para que todo acabara.

El último monstruo se alzaba frente a Mike que alzó el hacha para matarle. El primer golpe erró por completo, incrustándose en el pecho del zombie. Las manos se le empezaban a cansar. Tirando del arma volvió a arremeter esta vez con más éxito. La criatura cayó destruida. Ya era hora de salir de ahí.

-Vayamos por la otra puerta, el jardín empieza a llenarse de podridos.

Un último golpe de hacha y el garaje queda libre nuevamente de la amenaza no-muerta. El agente Parsons y el joven Mike deben decidir que hacer ahora: ¿correr hacia la seguridad de la casa o ayudar al pobre cocinero?

El pobre Paco se ve acorralado —sus idas y venidas para acabar en la misma posición no le han ayudado— y si no hace algo pronto será carne para los zombies.

Había llegado el momento decisivo. Paco vio con horror que estaba totalmente rodeado por una barrera de zombies, así que ya no le quedaba otra opcion que intentar atravesar la barrera.

Observó por un momento el destornillador de su mano. Era francamente un arma pobre, pero siempre seria mejor que nada, asi que o agarró con firmeza y se lanzo contra uno de los cadaveres con un grito de - ¡Morid cabrones!!

El destornillador se clavó hasta el mango en el pecho medio podrido del zombie, pero, para horror de Paco, éste ni siquiera se inmutó.