Foro

Buenas a todo el mundo XD, os presento un pequeño prologo o introduccion a un "libro" que estoy intentando hacer, la pregunta es  ¿Debo seguir con esta historia  o ya apesta desde sus inicios? la verdad es que no me importa mucho si me decis que es horrible y que mejor me dedico a hacer calceta asi que os agradeceria sinceridad, jeje. Gracias de antemano, un saludo.

Aqui os dejo el prólogo:

Un día más

(Prólogo)

Por fin este momento… por fin, de nuevo la noche… por fin, solos frente a frente… por fin, la luz de la luna reflejándose en tus ojos… por fin, unidos en este abrazo… por fin, te hago mía…

-         Átrid, Sántacles exige su presencia inmediata, mi señor.  La dulce voz de mi criado me despierta del apacible sueño.

Como tantas otros días de mi eterna juventud, recuerdo aquel momento en el que por una vez en esta eterna muerte fui feliz y capaz de sentirme vivo por un instante, aquella joven de aproximadamente veintitrés años de edad se convirtió en mi compañera, mi confidente, mi amor, mi vida, mi muerte, mi razón de matar.

Al abrir los ojos consigo ver a mi sirviente cerca de mi cama, como de costumbre, a una distancia, según el, prudencial, al parecer sigue con algo de miedo desde aquella vez en la que mi sed me jugó una mala pasada, en fin, cosas que pasan si eres alguien descuidado como lo soy yo. Un millón de olores y sonidos se apoderan de mis sentidos y el intenso dolor del comienzo de la noche se apodera de mi cabeza y va remitiendo con el paso de los segundos, debería estar agradecido, al principio pasaban horas hasta que conseguía controlar mis agudos sentidos, ahora tan solo es cuestión de segundos. La luz de la luna se filtra por los recién abiertos ventanales de mi habitación, a pesar de la gran cantidad de nubes que adornan hoy el cielo de nuestra bella Estópeldam, puedo distinguir la figura de mi señor esperándome en los viñedos situados fuera del límite de la muralla del castillo; tiene una cierta cara de preocupación, algo bastante común en el, Sántacles, a pesar de haber vivido cientos de años, sigue siendo aquel humano pesimista  que, según el, era allá por los comienzos del cristianismo donde era aquel adinerado mercader, debería hacer algo con ese sentimiento de inquietud que siempre le invade, y que ya forma parte de el, no puede ser bueno estar una eternidad con preocupaciones. Tras unos instantes en los que el dolor de mi cabeza comienza a desvanecerse, me incorporo lentamente hasta que al fin, el dolor desaparece por completo.

-         Gracias, Énguel, espero que no sea demasiado importante, he tenido un sueño apacible pero para nada reparador…

Enguelberto, un joven sirviente de procedencia hispana de dieciséis años que mi mentor tuvo la amabilidad de regalarme, escuálido, enfermo, cheposo, de tez morena y pelo oscuro, tan solo es capaz de andar gracias a que cada cierto tiempo le dejo probar algo de mi sangre. Énguel es un buen chico, un tanto tímido, pero cumple con sus obligaciones y al fin y al cabo siempre es bueno tener cierta compañía por estos mundos.

Mientras salgo de mi habitación, situada en lo alto de una de las cuatro torres del castillo de Tendron, a las afueras de la vieja Estópeldam, la historia de mi sire y yo es cuanto menos extraña, a pesar de todos los problemas que le he ocasionado, mi mentor me tiene un gran aprecio que solo es equiparable al amor que siente un padre humano por su hijo y sigue ayudándome a conseguir mi objetivo, aunque bueno, al fin y al cabo, es nuestro objetivo.

Al pasar frente a los cuadros de mi sire situados en las paredes del castillo vienen a mi mente recuerdos de lo que fue un pasado de grandes y nuevas emociones que se han convertido en pura rutina, una corta historia de mi existencia, corta, para el tiempo que espero pasar en este mundo… Aguardo un momento y me quedo contemplando el cuadro de la ciudad de Dion, mi ciudad natal, aun recuerdo ese pasado, cargado de emociones, peligros y por supuesto un amor al que espero volver a abrazar pronto.

No lo he leído, mañara lo leeré, pero la calceta es útil para el invierno.

Es la presentación de un personaje y su mundo, no llega a haber una historia porque sólo llega la hora de despertar y poco más.

Te recomiendo que describas más al personaje. Puedes hablar en primera persona si es el narrador de la historia o si no lo es, centrarte más en él. También que no te pierdas tanto en las circunstancias. No hace falta ir al grano, pero sí no perderse en mil detalles cuando estás comenzando una historia. El lector debe interesarse por el personaje. Narra algo que le sucede o que piensa o desea y no tiene, etc, que haga que encontremos algo que le motive.

Yo revisaría lo escrito y luego continuaría si engancha, pero también puedes empezar otra si esta no te gusta.