Galería Umbriana

Subida por Venifer

Antes de salir a hacer la prueba 35, el Gringox propuso que intentáramos hacer también esta prueba, para lo que nos armamos hasta los dientes de dos cucharas de sopa y dos cucharas de café. TGG creía haber identificado un par de árboles que podíamos intentar atacar cerca del lugar donde pensábamos sentar a nuestra indigente, así que para allí fuimos. Resuelta la prueba 35 con todos sus periplos, de pronto creímos descubrir que habíamos estado haciendo todo eso a unos cincuenta metros de la comisaría de la zona, por lo cual nos fuimos TGG y yo a cerciorarnos de que todo estuviera en orden... todo para descubrir que habíamos sigo engañados por el edificio blindado hasta los zócalos de un colegio privado de alta gama.

Pero en el camino de vuelta desde allí hasta la esquina, identificamos un árbol al que sería fácil subirse. Así que tras mirar raudamente hacia cada costado (y hacia arriba y abajo, por si las dudas), el Gringox se trepó al susodicho miembro de la naturaleza con todo el propósito de cercenarle un brazo para satisfacer nuestro instinto competitivo. Y tras unos largos minutos que nos trajeron un cierto y violento déjà vu, el Gringox consiguió su cometido. Y fue feliz.

Luego lo intentó TGG en otro árbol, pero fue mucho menos espectacular pues a las dos veces que le dio, logró romper la rama.

Bonus track:

Caminábamos, con nuestra indigente a cuestas, buscando una heladería en la que pudiéramos comprar nuestro helado de las cinco bochas, sin ningún éxito pues era feriado nacional y aproximadamente todo lo comercial estaba cerrado por la zona. Estábamos volviendo al piso de TGG cuando nuestros dos podadores entraron en algo parecido a un frenesí, de sangre y fuerza, y decidieron que tenían que tenían que hacer una verdadera poda para la prueba de la Umbrionada. Lamentablemente, una vez que empezaron no pudieron parar y exageraron... un poco.