Partida Rol por web

Empiezo a trepar, aunque parece inseguro, consigo llegar a la ventana.

Te encaramas por los pelos a la ventana del centro. Ves que son de las que suben hacia arriba, por lo tanto no tienen postigo y están abiertas. Sigilosamente subes la ventana y te cuelas en ella. Tus botas de cuero no hacen apenas ruido cuando aterrizan en el pulido parquet de la habitación.

Por suerte o por mala suerte, la habitación está vacía, sólo hay un armario, un cofre y una cama hecha, sin arruga alguna en las sabanas. La puerta, que supones que dará a un pasillo, son de las que se abren por dentro sin llave, pero para entrar por fuera sí la necesitas.

Abres el armario, el cofre, los dos vacíos, debajo de la cama, nada. Esta habitación definitivamente no está siendo alquilada por nadie. Al rato decides salir de la habitación sin hacer ruido.

Sales y te encuentras un pasillo débilmente iluminado. Al fondo hay un ventanuco por donde entra la luz de la luna. En el otro extremo una escalera baja a la planta baja. Tienes una puerta a cada lado, las de las otras dos habitaciones.

Avanzo sigilosamente por el pasillo, y me dirijo a las escaleras que dan a la planta baja...

Tus pisadas hacen crujir levemente los escalones de madera.

Llegas a la recepción donde estabas hace una hora, todo está en calma. En la obscuridad aún puedes ver el mostrador, algunos armarios, las mesas y el resto del mobiliario. Tambien ves la puerta por donde se fue el sirviente al cerrar.

Me dirijo al mostrador, e, intentando hacer el menor ruido posible, empiezo a buscar la libreta dónde apunto el sirviente el falso recado. Bueno, y de paso, también busco alguna monedilla suelta que haya por el mostrador

El mostrador está casi sin iluminar, pero tu vista está más que acostumbrada a husmear en la obscuridad, remueves un par de papeles y encuentras el pequeño papel doblado.

Sr. Moustache (Habitación 3)

En el dicho mostrador e inmediaciónes no hay dinero ni objetos de valor, está todo bien organizado.

Bien -digo mientras arrugo el papel y lo guardo en un bolsillo. Acto seguido, me dirijo en silencio otra vez hacia el pasillo

Subes de nuevo al pasillo haciendo el minimo ruido posible. Ante tí hay 3 puertas, la más cercana tiene una chapa con un '1', la segunda fue por la que entraste y la del fondo supones que es la '3'

Agarro el pomo, y lo giro con lentitud, procurando no hacer ruido, para ver si está o no cerrado con llave...

'Click' Afortunadamente el pomo gira perfectamente engrasado, no estaba cerrado con llave. Parece que confían plenamente en la seguridad exterior en esta posada.

La habitación es igual que la anterior, con la sutil diferencia que hay un hombre durmiendo, es el mismo hombre gordo que llevabas siguiendo todo el dia. Ronca felizmente. A su lado descansa una pequeña caja forrada de madera y esparto. De unos 70x30x30cm.

¿Estará abierta?. Me acerco a la caja, y la inspecciono con detenimiento. Acto seguido, intento levantarla un poco, para ver lo que pesa y que puede contener

Esta vez no será tan fácil. Tiene 3 cerraduras doradas. Parece que dentro hay algo muy valioso. Con tus ganzúas quizá puedas hacer algo.

Tras romper varias ganzuas y sudar la gota gorda, consigo por fin abrir los candados...

Tu última ganzúa logra abrir la última de las cerraduras doradas. Te secas el sudor y abres la caja.

Dentro de ella sólo hay una botella de vino. Pero no es una botella cualquiera. Aún estando a obscuras ves los reflejos de los diamantes y piedras preciosas que tiene incrustadas en el cuello de la botella. No tiene etiqueta alguna, directamente en el vidrio han sido talladas unas palabras en un idioma que no conoces. El color del vino es opaco, pero con tonos cristalinos, tiene color miel aguada, nuez y algún tono violeta. Es el vino de los vinos. No entiendes mucho pero seguro tiene un precio incalculable.

RGGGGGGGGGGGGGGGGGGGGGGG FUIIIII

El gordo dormilón se da la vuelta y continua roncando

VAYA. Esto debe de valer una fortuna. La guardaré en un lugar seguro. Tras esto, miro al gordo durmiente. No se me ha olvidado la bolsa repleta de oro, seguro que está por algún lado. Echaré un vistazo rápido a ver si la encuentro...

Rebuscas entre su equipaje pero no encuentras nada más de valor en ellas, sólo ropa sucia. Quizá la bolsa que viste repleta de monedas la tenga puesta ahora mismo, pero intentar rebuscar entre sus enseres acabaría en despertar a la victima.

Por lo menos tienes la botella.

Desilusionado por no encontrar la bolsa, me dirijo hacia la ventana, la abro, y abandono el lugar