Partida Rol por web

Bueno, por lo menos está casi todo solucionado. Pensé mientras entraba a la clase acomodándome la mochila a la espalda. Ya no me tengo que preocupar por eso por lo menos hasta llegar a casa.

Caminé entre los bancos y cuando pasé junto a Carlos, le di la espalda para no mirarle a la cara y me senté en mi banco junto a Manu y a Mariano que al parecer, no habían salido del aula durante toda la hora libre.

¡Ah! Estaban entretenidos con este juego, bueno, por lo menos se han divertido.

Entre en clase pensativa y cabizbaja Joder que mala pata tengo... Pensaba sentandome en mi pupitre.. Al darme cuenta de que Carlos estaba en su sitio di un pequeño respingo ¿Donde narices se habia metido? Suspire y me mordi el labio negando para mi misma, sacando mi agenta y comenzando a pinterrajearla para entretenerme.

Parece que David aun no ha vuelto tampoco...

Continué bromeando con Diego hasta llegar a clase y le despedí para acomodarme de nuevo en mi sitio. No pude reprimir mi sonrisa de satisfacción de charlar con el chico que más había echado de menos durante las vacaciones, ya que al resto de mi grupo los vi algún día.

Por un momento iba a decirle de tomar algo esa tarde, pero me parecía demasiado descarado y traería más problemas que satisfacciones, así que pensé en ir a mi tienda favorita de ocultismo un rato. Aunque a ver qué se les ocurría a Allie y Gina. Esperé a que llegaran para ver si comentaban algo.

Camino lentamente hasta mi sitio, dejándome caer en la silla. El dia se está haciendo eterno, y francamente se me está atragantando....

Me froto las sienes con una mano, tratando de despejar mi cabeza. Lo que daría por irme a escalar, pero sóla no me van a dejar ir.... Suspiro dejando caer la mano sobre el pupitre.

Diana llegó junto a los dos David's, no hablaba con ellos, parecía más entretenida con otra cosa... sus ojos se clavaron en Dulce, después en Diego, y una tenue sonrisa afloró en su rostro, que la disimuló carraspeando. 

Hola Carlos. 

Es obvio que lo dijo porque sí, ya que después dirigió la mirada a Gabriela y también la saludó:

Hola Gabriela.

Probablemente simplemente porque quería generalizar el desconcierto, se sentó en su silla y esperó. 

David entró a clase siguiendo a Diana con paso tranquilo y bastante más despejado que antes. Se sentó en el sitió que había elegido dejandose caer sobre la silla y se quedó ahí, apoltronado mirando al frente...

Nerea entra como siempre junto a Sam.

- Bueno, a ver qué nos depara la próxima hora... - Comenta en voz baja a su amiga y se dirige hacia el pupitre donde se sentó antes. Echa una fugaz mirada hacia donde se encuentra Mariano. Aunque rápidamente la aparta y volviendo a mirar a su amiga le sonríe.

Se sienta en la silla y coloca su bolsa en el respaldo, esperando la llegada del profesor que toque ahora. Observa el maletín que hay sobre su mesa. ¿Dónde se habrá metido? Se pregunta echando una nueva ojeada a la clase, para comprobar que no, no le ha pasado desapercibido.

Volvi a clase con Diana y con Deivid despues de que me cortaran la conversacion con la nena de la faldita. No olvide dedicarle al bedel una sonrisa falsisima al pasar a su lado.

En clase me encontre de nuevo con Gabriela. Una vez sentado, le pregunto. Pregunto como de cachondeo, no quiero parecer preocupado ni nada.

-¿Que pasa? ¿Por donde te has estado moviendo toda la hora?

Deje de mirar mi agenda un segundo y gire un poco la cabeza para mirarlo - Ya me viste en el patio... despues fui al baño y alli charle un poco con Gimena... tu parecias ocupado... - Aunque no me referia solo al otro David y a Diana si no al problema con el bedel tambien.

- Tambien intente encontrar a este - Dige señalando con la mirada a Carlos - Para poder hablar sin toda la clase presente pero parece que tiene un escondite secreto - Con lo ultimo no pude evitar reirme.

Guardé el tablero, dejando las piezas clavadas dónde dejamos la partida y me senté en mi asiento a esperar al profesor. Las matemáticas no es algo que se me da bien, pero por lo menos, tenemos un profesor majo y que se preocupa más por nuestra salud mental que por si sabemos sumar dos más dos.

Ahora a ver que ha ido a hacer. Dejó aquí sus cosas y dijo que ahora venía, pero supongo que se habrá retrasado.

Ahora nos toca matemáticas. Le dije a Gimena, ya que ella no vió entrar aquí al profe. Supongo que tampoco tendremos clases, estaba como atareado, como el director.

Sam sigue con su amiga. El año pasado, como estaba con Mariano, no sentía la necesidad de estar cerca de ella las 24 horas, pero tenía la sensación de que si ahora la dejaba sola unos minutos se derrumbaría o haría alguna locura (nada suicida, claro, Nerea no era de esas).

Se sienta a su lado como antes, y observa una vez más como busca a Mariano con la mirada... Suspira. No le va a ser nada fácil olvidarle, y seguramente necesiten hablar.

Se encoge de hombros sonriendo, ante el comentario de su amiga.

Con un poco de suerte, otra hora libre. Dice cruzando los dedos y cerrando los ojos, para luego reír.

Con media sonrisa, me doy media vuelta, dejando volar la falda y me apuro a clase. Me dejo caer sobre la silla que se quedó libre y bostezo abiertamente, usando la carpeta para taparme.

Miro a mi alrededor, buscando conversación.

Miro de frente, observando el maletín.

Aburrida, apoyo el codo en la mesa y miro por la ventana...

El profesor entró por fin al aula, con un café en la mano y con un bollo entre los dientes. En la otra mano, la que tenía libre, tenía unas carpetas con muchos papeles de colores dentro, que sobresalían por los bordes de manera desordenada... o como si se le estuvieran a punto de caer...

Y eso es exactamente lo que sucedió.

Una de las carpetas del medio resbaló y cayó al suelo, y con ella, como un efecto dominó, cayeron las otras dos desperdigando papeles de colores por el suelo. Por lo menos, todos esos papeles cayeron bajo el escritorio y junto a la pizarra, por lo que sería fácil juntarlos.

El profesor dejó el café sobre su escritorio y se sacó el bollo de la boca, dándole un mordisco al mismo tiempo.

- Menudo gilipollas estoy echo. - Dije con la boca llena mientras me metía un sorbo de café para bajar el bollo seco que me habían vendido en la cafetería del colegio. - Buenos días, chicos, ¿qué tal habéis pasado las vacaciones? Yo muy bien, pero creo que el comienzo de curso no. - Señalé con la mano los papeles en el suelo.

Me puse a juntar algunas de las hojas dejándolas en la mesa mientras negaba con la cabeza. Había demasiadas y no estaba por la labor. Primer día de clase y empezar así... bueno, espero que sea sólo temporal.

No me gustaría pensar que es una racha de mala suerte.

- Bueno, esas hojas de colorines... - Dije mostrando una a la clase. - Son vuestros horarios y demás. El que quiera puede coger uno de la mesa, del suelo o de debajo del escritorio, yo no voy a deciros nada. Lo que si tengo que deciros es que empezamos con las matemáticas en breve, cuando todos hayáis mirado los horarios y esas cosas. ¿Alguna pregunta antes de empezar? -

 Irgala se levanta para recoger algunos de los horarios del suelo, dejandolos sobre la mesa y cogiendo uno para ella, y luego se sienta. Mirando el Horario.

Pero en su cabeza no cabia pregunta alguna. No tenia nada que saber, ya muchas veces le hjabian dado el discurso de principio de curso, y parecian todos los profesores reproductores con el boton pulsar de repeticion. Asique quedó pensativa, mirnado su horario, y mientras guardaba su dibujo en la carpeta.

Matematicas...no se le daban nada mal, en realidad, aun con su aspecto, siempre sacaba buenas notas, aunque todos pensasen los contrario al conocerla. Pero poco le importaba, queria hacer una carrera, de musica, o pintura, y necesitaba la selectividad y una base fija. Y eso solo se conseguia con estudio, paciencia y mucha constancia.

Sonrio ante la llegada del profesor. Vaya, parece que este año han hecho casting de profesores guapos,  a ver si también son buenos dando clases.

Me levanto y recojo un horario del suelo, llevándomelo a mi sitio.

Entonces recuerdo que Toni va a venir a buscarme con Ana María. Claro, mi madre, no puede evitar tratar de compensarle por el fin de semana con mi padre.... Pero la peque tiene ballet.... Quizás pueda liarle para irnos a hacer puenting, sin que se entere nadie. Sé que se muere por probarlo. En fin, veremos si viene en plan adulto o no.

Una sonrisa se dibuja en los labios de Nerea al ver al profesor entrar con el bollo en la boca y el café en la mano. La otra mano está ocupada por varias carpetas llenas de papeles. Una de las carpetas se le resbala y termina en el suelo, esparramando todos los papeles que habían en su interior.

Nerea se muerde el labio para no empezar a reirse. La situación le parece bastante cómica, pero no tiene ganas de llamar demasiado la atención. Así que consigue calmar esas ganas de echarse a reir que siente y se levanta para coger un par de hojas de las que hay por el suelo.

Vuelve a su sitio y le deja a Sam una sobre su pupitre.

- Aquí tienes... - Le dice guiñándole un ojo y sentándose nuevamente en su silla. - Oye, esta tarde... ¿Te apetece que quedemos? No sé... Podríamos ir al centro comercial. - Le pregunta en voz baja mientras el resto van levantándose a por sus respectivos horarios.

Enarcó una ceja al ver la forma en la que entraba - mola, el profe "guay" que luego sera un cabrón - pensó divertido para si. Se levantó y cogió tres de aquellos horarios... uno se lo dejo a Diana y el otro a su tocayo - ale, un regalito - les dijo con una sonrisa mientras se echaba el pelo hacía atrás, dejándolo tras la oreja derecha, se sentó y se puso a ojear aquel horario - prfff...

Coji uno de los horario sojeandolo y mirando de reojo un segundo al profesor.

Esta tarde tendria que ir a por mi moto... Aunque si consiguiera hablar con Carlos antes quizas fuera todo mas sencillo... O quizas era mejor dejar las cosas como estaban... e intentar quitarme mis propios problemas de encima sin ayuda.

Volvi a mirar al chico de reojo suspirando, para despues parar mi mirada en el Otro David que entregaba a sus compañeros unos horarios Parece que hicieron buenas migas.... Mi ultima mirada se poso en el chico que tenia justo detras.

No tenia ninguna intencion de levantarme, de modo que me molo el gesto de David al traerme el horario.

-Gracias, hombre.

En un momento dado Gabriela se dio la vuelta. Levante las cejas como gesto apelativo y me incline hacia delante para hablarle. Tampoco demasiado alto, por eso de ser discretos.

-Oye, si luego no estas muy ocupada con trapicheos y eso, ¿sigue en pie tu oferta? Podemos ir a algun sitio cuando el director me devuelva mis cosas.