Partida Rol por web

¿Comerme una polilla? Nunca he probado una polilla pero no parecen muy sabrosas.

Con la boca llena de comida de Torlet y las manos llenas de confetti, cojín y comida intento expresarme pero es difícil. Nuo grprafias, ya tieggo commigda respondo al malhumorado goblin comepolillas.

De pronto empieza a sonar música y eso siempre gusta. Música, bonitas luces, hadas, confetti, cojínllejas, amigos y comida. Esto empieza a parecer una auténtica fiesta lo cual produce ya una franca risa a Kippel. Empiezo a bailar mientras río, algo poco habitual y por tanto absolutamente ridículo. ¿Podré reír, cantar, dar cojínllejas, comer, bailar, lanzar confetti todo a un tiempo?

Voy presentándome a todos los goblins con que me cruzo mientras "bailo". Huolgpfa, me lladmo Kieepgfeel, ¿qudienn edges tuuuo?

katapin, pam, pum!

Se escucha un gran estruendo dentro del armario, y segundos después Hat sale de él, obviamente desorientada y magullada. nada más salir se encuentra con un goblin con la boca llena de comida y un cojín en sus manos..

Cita:

-Yo me llamo hatplarbf... pero me puedes llamar Hat -Hat entorna sus ojos por unos momentos ante el espactáculo de luces, pero pronto se acostumbra, y se anima. Se detiene unos momentos para observar la habitación y ver que hacer. Ya hay música, luces y comida, o algo que se le parece al menos.  Solo falta una cosa..

¡¡¡Barro!!! ¿Qué es una fiesta sin ensuciarse?

Hat se encarama a la ventana, y tras rebuscar en su mochila saca una bolsa impermeable, que vuelca sobre la repisa de la ventana. Hat se dedica a hacer bolas de barro y a tirarlas por la habitación, aunque algo alejadas de la cama, esparce el barro lo más posible.

Una Bola de barro derrepente me cae,

Ouchh Pero de donde #@!!@#...???

Derrepente al voltear Torlet vio algo totalmente diferente, una goblin como ninguna, tragandose cada una de las palabra que habia dicho se quedo sin habla.

En su pueblo le toco trabajar y estudiar desde pequeño y nunca tuvo tiempo de coquetear a ninguna goblin, ni siquiera de pensar en ello, y ahora por un golpe de barro ve algo sin igual...

los ojos de Torlet crecian, y un poco tartamudiando busco a su amigo Kippel,

he, he, Has visto? bueno traga primero, jeje.

Que te parece esa goblin, yo digo que era algo que le faltaba a esta fiesta, no crees?

Jailoviurg observa todo sentado encima del armario. No parece que le interese mucho la "fiesta", ni los confetis ni la comida, aunque las hadas les llama la atención... parecen un buen blanco para entrenar.

Saca el arco y pone una flecha y dispara... a la ventana. No tiene ganas de acercarse y abrirla, así que la lanza contra el cristal, rompiéndolo en mil trocitos brillantes - Tomad confeti.

Trago y con la comida que desciende por mi garganta algo más siento que cae hacia mi estómago, algo peligroso. No sé como lo sé pero sí sé que lo sé. El Señor Oscuro, el Rais dormido necesita descansar. Cuando es necesario Kippel se mueve rápido, arranco la cortina, me envuelvo en ella y me tiendo bajo la cama empujándola de lado a lado suavemente, meciéndola y acunando al Rais.

No despertar al Rais dormido, recuerda Hat, debe descansar. No despertar. Recuerda tu también lanzaflechas, no despertar.

Uhij se encontraba sumida en la oscuridad. No sabía cómo había llegado hasta allí, y tampoco encontraba la salida. Notaba un montón de algo blando encima suya y era incapaz de quitárselo. Oía voces y ruidos amortiguados, pero le costó un rato desperenderse de la ropa del Señor Oscuro que se le había caído encima tras la precipitada salida de los primeros goblins del armario.

Tras parpadear un poco, intentando acostumbrarse a la luz y al ruido, se quedó pensando un momento sin dar el paso definitivo para salir del mueble. Por fin, gritó con una voz lo suficientemente fuerte para que le oyeran los demás y lo suficientemente baja para no despertar a Rais:

-¡Oye gente!¡Me llamo Uhij!¡Sólo quiero dejar claro que si salgo del armario es para unirme a la fiesta, que nadie le de un doble sentido!¿Vale?

Y salío con una sonrisa de oreja a oreja. Le gustaba el ambiente y cogió comida del primer sitio que encontró, aunque estaba llena de barro no le importó. Ventajas de haberse criado con hipopótamos.

En fin, una vez que tuvo el estómago llleno miró alrededor. Saludó a Bloch con la mano y se le acercó.

- ¡Ey bloch! ¿cómo andas?¡Qué chula la fiesta ¿no?!

Luego cogió un puñado de confetti que ofrecía otro goblin.

-¡Hola! ¿Lo has hecho tú? te ha quedado muy bien!

De todas formas se quedó pensando. Faltaba algo. Rápidamente subió encima del armario y miró alrededor tras haber saludado al goblin que había allí arriba y recibido un par de bolazos de barro. Sí, la decoración aún dejaba algo que desear. dio un salto hasta las cortinas y las descolgó, con barras incluidas. Luego cogió trozos de edredón que se habían descartado para el confetti y rompió un par de cojines de colores, los de telas más finas que encontró.

Unos desgarros por aquí con un trozo de cristal, unos nudos por allá, ahora junto cortina con cojín, ahora cortina, otra vez cojín... sí, aquí algo de edredón... perfecto...

LEvantó la cabeza, feliz, con una masa de telas en las manos, cogió un puñado de cristales del suelo y se subió otra vez al armario, desde el que pegó un saltó para engancharse a la lámpara. Descolgó las planchas que Bloch no había necesitado para los altavoces, las colocó de forma que qeudaran por encima de la bombilla  y después se dedicó a colocar el gurruño de telas alrededor de la bobmilla, en forma de bola. Y los cristales dentro. Luego añadió un poco de purpurina del bote que llevaba en la mochila.

Ahora la habitación estaba ilumianda de forma irregular, con luces de distintos colores y encima en algunas partes brillaba por los cristales que había dentro.

- Perfecto, esto mejora mucho el ambiente.

Después de esto saltó al suelo, ahora la habitación era la perfecta sala de baile. Se puso manos a la obra meneándose de manera bastante alocada y poco coordinada, mientras sujetaba una almohada para deovler cojínllejas y de paso evitar bolazos de barro.

La fiesta iba in crescendo, pero tener que hacer de gramófono human... digo, goblin, impedía al pobre Bloch aprovecharla al máximo. El problema era que sin música tampoco hay fiesta. Fue entonces cuando se le ocurrió una nueva idea. Cuando terminó la última canción le dio al PAUSE, se dirigió a la cama, tapó la nariz del Rais Dormido cuidadosamente para obligarle a abrir la boca, y cuando lo hizo le puso la pantalla de la lámpara que hacía de altavoz. A continuación se desenredó los cables de las orejas, se quitó el mp3 dejándolo cuidadosamente junto a la cabeza del Rais Dormido y enredó de nuevo los cables esta vez en las orejas de éste. Pulsó PLAY y hala!, más música.

  Dunkel-punkel habre los ojos. No sabe donde esta, como ha llegado alli ni lo que ha pasado.  Solamente ve una cama enooooooorme sin una pata tambaleandose, muchas luces moviendose de un lado a otro y un grupo de goblins, entre horrorizados y de fiesta.  

  La mente de Dunkel-punkel trabaja a toda velocidad, pero su especie de goblins no es muy inteligente que digamos y no logra llegar a razonar que ha podido pasar. En ningun momento se le ocurre que la fiesta en la que se encuentra tiene el incomveniente de que no haya que despertar al señor oscuro durmiente. Tampoco se le ocurre la extraña formaen la que su casco ha quedado abollado y la pata de la cama, ahora tambalenado peligrosamente, a quedado hecha astillas.

  Dunkel-punkel se lebanta de un salto y sonrie a un goblin que tiene delante y que parece mirarlo fijamente.

Buenas comapañero. Me llamo Dunkel-punkel.

 Un crujido a la espalda de Dunkel-punkel hace que la musica parezca estas bajita. Otra pata de la cama se resquebraja y todo el inmenso mueble amenaza con venirse abajo con señor oscuro y todo.

Todavía pensando en las palabras del goblin malhumorado Kippel sale de debajo de la cama, envuelto en una sábana. Al verse a si mismo recuerda a mamá. Soy como la mamá del Rais dormido.

Pero el Rais dormido tiene un gesto . . . ceñudo, hosco, como de señor oscuro. Y si Kippel fuera mamá querría un hijo más alegre. ¿Cómo podemos arreglar esto? Hummm, alguien ha hecho barro, bien. Cojo un puñado de barro y empiezo a aplicarlo sobre la faz del Rais dormido con cuidado, componiendo un gesto sonriente, cejas elevadas y benévolas y ojos muy abiertos.

--- ¿Pero en qué fiesta que tenga lugar en una invitación no se salta en la cama? ---pensaba Bloch.

Sin embargo había un problema, y es que no podían saltar sobre la cama con el Rais Dormido durmiendo en ella... Había que desalojarlo de allí, pero cómo...

--- Esto..., señorita hada, disculpe, ¿no tendrá por casualidad un poco de ese polvo de hadas que hace volar? Me refiero a volar de verdad, ya sabe, como los gaviotos, no a tener alucinaciones psicodélicas mientras hablas con el dedo gordo de tu pie derecho...

De repente, el pequeño cuerpo de Dunkel-Punkel, es elevado en el aire, mientras sus piececillos, se balancean en el vacio. Los ojos del goblin, se posan sobre una mirada aterradora, llena de furia y encendida en fuego, , que sobresalen de una forma oscura, no sabria decirse si humana o demoniaca.

-Tu debes de ser el inutil de tu grupo, por no decir el mas tonto...aunque claro la inteligencia de una miserable raza como la tuya, es conocida por su inexistencia.

La figura del gobling, comienza a elevarse, cada vez mas y tomando velocidad, hasta que es rodeado por completo por una bruma oscura, que lo envuelve, sumiendo en un aterrador manto helado, que lo paraliza.

-No solo osas interrumpir mi sueño placentero, si no que eres capaz de destrozar mi cama, y dejar ese casco abollado en mi suelo. Como no vuelvas por donde has venido, tu y tus amiguitos, la unica musica que escuchareis sera la de vuestras miserables almas, retorciendose de dolor mientras me divierto observandolas suplicando ser liberadas de tal agonia, siendo consumidas por el abrasador fuego del infierno.

La voz tenebrosa, recorre la estancia, a la vez que unas extrañas presencias, casi imperceptibles, surgen de la nada, aullando de dolor, penetrando el cuerpo del gobling, que solo puede gritar de dolor y agonia, mientras esas extrañas presencias parecen penetrar en su carne, para salir seguidamente por otro lado, dejandole estañas marcas y cicatrices en su cuerpo.

- ¡¡ Y AHORA, LARGO...QUIERO DORMIR..FUERA DE MI VISTA!!!!

El cuerpo magullado del gobling sale despedido a gran velocidad, golpeandolo contra el armario, y en su caida, al tocar el suelo, es arrastrado por una fuerza invisible al interior del armario, donde las puertas vuelven a cerrarse, dejandolo herido y atemorizado...

¿Por qué iba a querer comerme una polilla? ¿Realmente estarán buenas? ¿Son fáciles de coger? Le pregunto al goblin malhmorado ¿a qué saben las polillas?

Esto es igual que cuando alguien metía un lagarto en los calzones del sargento. Entonces todos corrían a esconderse porque al que pillaba el sargento tenía que limpiar las letrinas. Pero era divertido ver al sargento saltar y retorcerse intentando sacar el largarto de los calzones. Me pregunto si habrá algún lagarto por aquí, asomo un ojo a ver si el Rais dormido que despertó vuelve a dormir y podemos ponerle un lagarto en los calzones. Y si no hay lagarto podemos meter al goblin más pequeño de la fiesta, es lo habitual.

¿Quién es el más pequeño? Le toca hacer de lagarto.

De repente todos salen corriendo a meterse otra vez en el armario.

-¿Qué es? ¿Otro juego? ¡¡Qué divertida es esta fiesta!!

Rápidamente, Uhij se pone a ello:  intenta adelantar al resto de los goblins en su carrera por entrar en el mueble, dejando a sus espaldas los gritos de alguien que nadie le había presentado, aunque le sonaba que estaba en la cama tumbado.

Una vez dentro, empezó a reirse. Se tapó la boca con ambas manos, pero no podía parar. Por suerte eran risitas ahogadas. SE puso además otra vez la montaña de abrigos encma. Cuando se le pasó el ataque, decidió quitárselos, como bien pudo (Dejándoselos encima al que tuviera más cerca) y se acercó a la puerta. Con ods los abrgos encia oyó a Kippel, pero no se entretvoen averiguar de que hablaban. La abrió un poco, lo suficiente como para ver en el interior de la habitación. Parecía que la tormenta había pasado y que Rais dormía otra vez. No parecía haber notado las luces de colores en medio de su enfado, y eso era bueno porque si no la pequeña goblin se habría enfadado de que su trabajos e hubiera echado a perder tan aprisa. SE giró a la oscuridad llena de ojos.

- ¿¿Así que el jeugo consiste en no despertarle?? ¡¡De acuerdo!! ¡¡Juguemos!!

Con una sonrisa malvada, salío del armario lentamente, intentando no hacer mucho ruido. Examinó la habitación, con la excitación de pensar en cómo superar el reto que se le presentaba. Luego vovió dentro, dejando la redia abierta tras de si.

- Tengo una idea - susurró al resto - ¿Por qué no usamos los cojines para hacer un fuerte a su alrededor y que no le llegue el sonido? si aparte le tapamos otra vez los oídos, será más fácil poder hacer lo que sea sin que se entere. Podemos sujetar las barras de la cortina al cabecero y poner una tela larga para que podemoas ponerle cojines por encima sin que los note. Y encima puede ser una parte más de la fiesta, podemos hacer una competición. Dos equipos: cada uno hará la mitad del trabajo, el que acabe primero gana y el que pierda tiene que... ¡¡Tiene que bailar un vals haciendo el pino con una mano y enredándose los pies on su pareja!!

Eso siempre era algo divertido.

-¿Qué os parece?

Cita:

Casualmente, los abrigos fueron a parar encima de Hat, que al salir del armario pisó las mangas de ellos y se volvió a caer. A esas alturas de la fiesta interrumpida, la mayor parte de la habitación estaba llena de barro, y Hat sonrió. Le recordaba a su casa. Cuando Rais se levantó, Hat tuvo que saltar desde la ventana hasta el armario. Por suerte cayó en algo blando, aunque no sabía muy bien qué había sido. Al ver a Rais con los auriculares de Bloch colgando y la pantalla que servía de amplificador Hat se había reído mucho.

-Yo pegaré los almohadones con barro -le dijo a Uhij