Partida Rol por web

Johnson abrió la puerta de cristal del despacho y encendió las luces blancas y asépticas que parpadearon un par de veces antes de decidirse a quedarse encendidas.

La sala era bastante diáfana, una mesa circular de cristal ocupaba el centro de la estancia, rodeada por 8 sillas colocadas ordenadamente. En una esquina había una máquina fotocopiadora bastante nueva justo al lado de un archivador y en la esquina contraria un pequeño escritorio con un ordenador. Junto a la puerta un perchero con varios brazos permanecía, por el momento, desnudo.

-Bueno, este será nuestro cuartel general, por decirlo de algún modo. poneos cómodos. En vuestras taquillas tendréis todos una llave de esta sala para poder hacer uso a discreción.

Encendió la fotocopiadora y el ordenador.

-Pongamos nuestras ideas en común. Hoy lo dedicaremos a esto y mañana ya empezaremos con el trabajo de campo. Son las... miró su reloj de pulsera- Las once y cinco.  Pediré que nos traigan algo de comida, así no será necesario que nos movamos de aquí. Tened una cosa muy clara, muchachos. Se han acabado los horarios. Con suerte podréis cenar y dormir en casa, pero poneos en lo peor...

Jeaninne se paseó por el despacho mirando a su alrededor, haciendo reconocimiento del "cuartel general".

- La ventaja de ser varios... - dijo - es que podemos separarnos en grupos e investigar varios puntos al mismo tiempo. Propongo pedir los informes de los interrogatorios realizados, los informes de las escenas del crimen. Volver a cada uno de los entrevistados e interrogarlos de nuevo por si les quedó algo en el tintero, y visitar las tres escenas del crimen. Habrá que visitar el domicilio del dealer para ver si encontramos algo. E ir a hablar con los forenses que analizaron a las víctimas? Guau, es mucho para comenzar.

Lyara miró con cierto interés aquella sala, a la que se introdujo sin dudar demasiado. Evitó mostrarse demasiado infantil a la hora de saciar su curiosidad y rápidamente se colocó tras una de las sillas, apoyando ambas manos en el respaldo de la susodicha mientras escuchaba primero a Johnson y después a Courier.

-Sí, está claro que el primer paso será ponernos al tanto del trabajo que ya se haya hecho, por tal de no invertir tiempo innecesario en esas labores -afirmó asintiendo con suavidad al escuchar a su compañera- No sé si a alguien se le da particularmente bien algo en concreto, pero preferiría que tratara con los forenses alguien con más idea sobre la medicina que yo. A fin de cuentas tal vez se les esté pasando alguna cosa por alto.

-En cuanto al dealer, tal vez pudiera acercarme con alguno de vosotros a indagar un poco. Quizás alguien inusual haya preguntado por él momentos o días antes del crimen -comentó encogiéndose de hombros, sin tener muy claro como afrontar la situación inicialmente- A fin de cuentas no era un camello cualquiera, vendía material del bueno -carraspeó ligeramente- No hablo por experiencia personal -añadió con un ligero estremecimiento.

No hizo ningún comentario sobre lo relacionado con los horarios: prefería no ser demasiado cargante repitiendo que daría lo que fuera por detener los asesinatos. Además, quizás era un poco triste que aquella le pareciera más excitante o entretenido que estar vagueando en casa.

Un pequeño despacho como aquel era mucho más de lo que la agente Celarian Vaamar esperaba que el Departamento les cediera. Al fin y al cabo, aquella unidad había sido creada con un claro objetivo, que no era otro que el de guardar las apariencias. ¿Para qué destinar recursos y habilitar una zona para una unidad de la que no se esperaba nada? Por suerte Nueva York no escatimaba en gastos en cuanto a gastos para camuflar la negligente gestión del Ayuntamiento se refería.

Vaamar ocupó una de las sillas y no pudo evitar esbozar una sonrisa. Su primer despacho desde que había accedido a la metropolitana. Era un despacho compartido y su elección como miembro de aquella unidad no había sido por méritos propios, sino más bien lanzando una moneda al aire. Para el Departamento, la mayoría de agentes no eran más que un número y el caso de aquella en ocasiones malhumorada elfa, no era una excepción.

- Ya había propuesto dividir las tareas pendientes. – Dijo Celarian cuando Courier repitió la idea. Estaba algo molesta, pues cuando ella propuso aquella forma de organizar el trabajo nadie le hizo caso. Quizás no fue el momento oportuno. – No puedo estar en desacuerdo con Janinne. Sin duda hay mucho trabajo por hacer… - Entonces Vaamar miró a Johnson. – Es tu misión como superior jerárquico distribuir todo lo que tenemos que hacer.  Entrevistarnos con los posibles testigos, seguir la pista de la posible arma homcida, hablar con los forenses… - La agente se detuvo a pensar. - …como ha dicho Woods, alguien debería ir a echar un vistazo a las escenas del crimen y podríamos investigar los bajos fondos por los que se movía la tercera víctima. Quizás alguien sepa algo…

-En cuanto a los dos primeros escenarios preguntadme a mi puesto que los estuve estudiando al centímetro para mi prácticum. Y el problema del tercer escenario es que al no ser un lugar cerrado es dificil que pruebas y vestigios hayan permanecido inalterados, pero si, definitívamente deberemos ir...- Aseveró Johnson.

-Y como dice Woods, será interesante hablar con los forenses. ¿Que tenéis en mente el resto?

Ryan había estado curiosamente callado, quizás hablando consigo mismo, haciendo muecas, al tiempo que apretaba la pelota que había hecho rebotar en la pared anteriormente, entre sus manos, y le había permitido manejar mejor el stress de la ronda de prensa. Hacia mucho que no se sentía bajo tanta presión, la ultima había sido bajo un tiroteo en fallujah. Se froto la cabeza con fruición, pasando los dedos por el corto cabello.

- Tal vez, deberíamos tener un jefe coordinador. – lo miro a Johnson.- que nos haga las veces de centralita o coordinador y no usar simplemente los celulares, si no que administre las pistas. Si me lo permiten, vamos a hacer esto en serio.- Fue hasta la impresora y saco copias de los archivos, que fue colgando de la pared con ayuda de pinchitos, de tal forma que quedaran ordenadas por caso, y a una distancia prudencial de una u otra. Luego, saco de una libretita las cosas que habia anotado de una lista de tareas para hacer, y las fue indicando al grupo:

- Interrogar al Orco.

- Interrogar a la Novia.

- Ir a la zona del tercer asesinato, e indagar por testigos ocasionales, prostitutas, vagabundos.

- Ir a las zonas anteriores y buscar cámaras que puedan haber filmado algo. Camaras de Transito, Cajeros, camaras de locales.

- Interrogación de testigos casuales - Revisitar las escenas del crimen en busca de nuevas pistas.

Forense:

- Puede hacer un modelo del arma Asesina?

- Quedaron residuos del arma en las victimas por ejemplo, en el brazo?

- Que puede decirnos de la forma y composición del arma asesina?

- Se encontró algo anormal en el cuerpo de la Primer Victima? No se encontró nada, y sin embargo si en otros cuerpos.

Johnson no pudo evitar alzar la ceja ante el comentario de Raynor acerca de buscar un jefe coordinador.

-Bueno, puedes quedarte tranquilo respecto a tu primera petición, puesto que creo que ese marrón ya está asigando a un servidor...

Carraspeó aclarándose la garganta. NO tenía muy claro como debía tomarse la insinuación del antiguo militar en cuanto a la falta de un encargado en aquel caso, pero prefirió no darle más importancia a aquello.

Sacó su smartphone y, tras entrar en una aplicación con acceso directo desde el escritorio empezó a deslizar el dedo sobre la pantalla táctil, deteniendose en algunos puntos para leer en voz alta.

-Harrik Bobsky será facil de encontrar, tengo su dirección y su puesto de trabajo. La pareja de la segunda víctima abandonó Nueva York para regresar con su familia tras la muerte de la señorita Wingward, por lo que ahora se encuentra residiendo en Amsterdam. El tema testigos casuales en los dos primeros casos está más que agotado. Nada donde rascar. En la primera víctima no se encontró ningún cuerpo extraño ni heridas más allá de las escritas en el archivo del caso. Dijo con tal de zanjar alguna de las dudas de los demás presentes.

-Sí que sería interesante volver a hablar con el equipo forense, y exprimir a fondo el escenario del tercer caso.

Si os surgen preguntas interesantes que hacer con respecto a los dos primero comentádmelas y si soy incapaz de resolverlas ya buscaremos las respuestas. Tenemos poco tiempo y mejor evitar repetir el mismo trabajo dos veces...

Parando un segundo para pensar, se mesó la barbilla mirando al resto de policías que había en la sala.

-En cuanto a los equipos operativos... aún falta un integrante por venir que os presentaré mañana. respecto al resto debo reconocer que desconozco por completo vuestras habilidades, puntos fuertes y flacos por lo que vais a tener que echarme una mano a la hora de dividirnos...

A partir de mañana nos dividiremos en dos grupos que estarán conformados cada uno por dos patrullas de dos. El equipo Alfa se centrará en el trabajo de campo en el escenario del tercer crimen y el equipo Bravo se deciará al resto de pormenores que vayan surgiendo, tales como hablar con Bobsky, tratar con los forenses y demás averiguaciones...

Sacó un folio y lo dividió por la mitad con una línea de bolígrafo. en una de las mitades escribió "Equipo Alfa" y en el otro "Equipo Bravo"

-Acepto sugerencias- dijo antes de empezar a inscribir a los policías en alguno de los dos grupos.

Detective. A mí me querrá en la calle, mis dos puntos fuertes son mi destreza y mi puntería. Puedo ser de gran ayuda si alguien trata de huir o cubriendo las espaldas a mis compañeros. - dijo Jeaninne tras meditarlo un poco.

Luego se puso a revisar los papeles que fue poniendo Ryan en la pizarra. Hay que revisar también el domicilio del traficante. Creo que te ha quedado por fuera de la pizarra.

Dame un rato con los amiguetes del traficante y me cantarán una opera jefe.

Ryan se había expresado mal, porque el rostro del oficial superior no pareció comprender que no era un ataque hacia él, sino más bien un esfuerzo de coordinación mejorado. Coordinarse por mensajes por celular, como había indicado anteriormente, era una forma un poco pobre de manejarse. Mucho mejor un hombre en la oficina recibiendo las pistas e indicando a los demás que hacer. Como el jefe en el mando coordinando la acción básica del equipo/s tácticos en una misión en curso.. Pero había vendido mal el asunto, parecía. En fin, luego se aclararía.
- En mi opinión, quizás sería mejor separarnos en tres equipos, Señor.- le dio ese extra señor a modo de respeto como señal de paz, y que no había malas intenciones de su parte. – Tenemos mucho terreno que cubrir y poco tiempo de hacerlo antes que vengan a mordernos el culo. Mis fuertes en la Academia, fueron la conducción, persecución, tengo un promedio de 98% en arma cortas, 91% en arma largar, y Salí mejor de la graduación en lucha cuerpo a cuerpo. Quizás lo más adecuado sería que Jeaninne, digo la oficial Courier este en el, o los otros grupos. Así mejoramos y compensamos las destrezas de cada uno. Dicho esto, no tengo preferencias sobre compañeros.
Nueve le hizo una referencia válida, a la que asintió con la cabeza.
- Quizás sería útil hablar con la testigo en Amsterdam, por medio de un FaceTime, o tal vez, pedir la colaboración de la policía de los países bajos. Cualquier información extra que pueda darnos vale la pena, aunque no podamos ejercer la presión debida en el laboratorio.-

Jefferson esbozó una ligera sonrisa, no por las palabras de sus compañeros, sino por el email que acababa de recibir en su Smartphone. Con más espíritu de troll que de orco, el agente envió una rápida respuesta a aquel contacto, mientras pensaba que aquel mensaje no era muy distinto del que había recibido meses atrás de una supuesta "novia elfa rusa" que necesitaba dinero para viajar a Estados Unidos.

"Al menos esta vez se lo han currado más. ¿Es que me verán siempre cara de orco?" se dijo Jefferson, guardando de nuevo el móvil en su bolsillo derecho.

-Johnson, creo que podría encargarme de Harrik Bobsky -reveló el orco, hablando por primera vez desde que entrase en el despacho-. El sistema no ha sido del todo justo con ese chico, y lo más conveniente es que el agente que le interrogue sea también un orco. Eso lo hará todo más sencillo. Podría encargarme directamente solo y yendo de paisano, podría ponerse un poco alterado si viera a una pareja de agentes uniformados presentándose en su domicilio o en su puesto de trabajo. También podríamos hablar con los familiares de Tramdiel o con su entorno más cercano. Tal vez conocía a su asesino.

-Hablar con la novia de Wingward via Skype o similar también sería una buena opción, no sería costoso y nos ayudaría a obtener más información sobre la posible relación entre las víctimas. También obtendríamos información sobre quién podría odiar a esa chica, sin descartar aún a los clanes orcos. Obtener acceso a los mensajes y amenazas que recibía tambié podría ser otra opción.

-Si nos dividimos en dos grupos, elegiría el que requiriera un mayor trabajo de campo. Ensuciarme las manos, por así decirlo. No es que sea muy fuerte para los estándares de mi raza, pero sé que soy intimidante a ojos de las demás. Podría encargarme de buscar testigos en la zona donde fue asesinada la tercera víctima: chulos, putas, drogatas, me puedo ocupar de eso. -El orco se encogió de hombros-. Aunque tampoco me sentiría mal haciendo el trabajo de interrogación a Bobsky, Samantha Baker o hablando con los forenses. Estoy abierto a cualquier posibilidad.

-Me es indiferente formar parte del equipo Alfa o por lo contrario, del Bravo. Se me da mejor indagar de paisana, el uniforme podría ser un inconveniente en según qué ambientes, por lo que quizás me decantaría más por la primera opción -comentó mientras se alisaba por enésima vez el uniforme, pensando en las opciones que se les presentaban y el extenso trabajo que tendrían por delante.

-Si bien tengo buena puntería, no es que haya practicado el tiro más allá de lo requerido, así que imagino que no puedo equipararme ni de lejos a las habilidades de la agente Courier y del agente Raynor -expresó con cierta sinceridad. Lo cierto es que nunca había sido de gatillo fácil, por lo que aquella faceta la tenía relativamente desentrenada pese a su puntería natural.

-Por lo demás me considero meticulosa en los registros, así que si hace falta también podría revisar el domicilio del tipo del Polvo Lunar, como deciáis. Soy bastante discreta, por si alguna situación requiere que no armemos demasiado revuelo -afirmó finalmente tras mencionar aquello que creía que podía aportar.

Se tomó una mano con la otra, entrelazando los dedos, mientras echaba otro vistazo a sus compañeros según exponían sus palabras. En un momento dado parecía ir a dirigirse a la agente Vaamar, pero decidió callar. Quizás encontraría un momento mejor para exponer aquello que tenía que decirle.

-Por otro lado, me parece bien que el agente Jefferson se encargue de hablar con Bobsky. Empatizará más con él y tendrá las cosas fáciles -añadió de imprevisto en el último momento.

- No sabía que éramos un grupo de pistoleros... - Gruñó sarcástica la agente Vaamar. - Hablaré con McGee para que nos reasigne un caso en Afganistán o Irak dónde podamos poner a prueba nuestra puntería. Nada más decir aquello ya se había arrepentido. Sin embargo,ya estaba hecho y sinceramente era lo que pensaba sobre las habilidades en las que se habían centrado algunos de sus compañeros. Si ya de por sí le costaba hacer amigos, ese tipo de intervenciones se convertía en un lastre con respecto a ese asunto. - Johnson ha dicho dos grupos. - Continuó hablando. - Si pedimos un coordinador, que por otra parte ya ha sido asignado por McGee, vamos a hacerle caso. Ha dicho dos grupos de cuatro organizados en dos parejas cada grupo. Si escuchamos bien... - Iba a ser borde de nuevo, pero se mordió la lengua. - Johnson, puedo encargarme de asuntos más académicos. Si quieres voy a hablar con los forenses o reviso los expedientes, estoy para lo que haga falta... Vaamar tenía mucho más veneno que expulsar por su lengua viperina. Lo cierto era que en ese aspecto era demasiado impulsiva y trataba de controlarlo, pero según que actitudes y comentarios despertaban a la bestia que llevaba dentro. Luego se arrepentía, no le gustaba ser así, pero ya era siempre demasiado tarde.

Levantó la mirada de la hoja de papel para dedicarle una mirada a Raynor. Perece que este muchacho no estará conforme con nada, pensó para si.

-Dos equipos con dos patrullas cada equipo-repitió.

-Equipo Alfa estará compuesto por  los oficiales Courier, Woods, O'Malley y yo mismo y el equipo Bravo por Jefferson, Raynor, Vaamar y la incorporación de mañana

-Alfa uno: Yo y O'Malley, Alfa dos Woods y Courier.

-Bravo uno Vaamar y Raynor, Bravo dos Jefferson y la nueva incorporación que os presentaré mañana... creo que os llevaréis bien... y para el tema de Bobsky no se me ocurren mejores dos candidatos.

Anotó los nombres en la cuartilla y la clavó en el panel de corcho de la pared. A continuación escribió algo en su smartphone.

-Bravo uno encargaos de contactar con Samantha Baker si lo veis oportuno, encargaos también de hablar con el forense. Bravo dos os encargaréis de Bobsky. En el archivo os facilitaré los métodos de contacto con ellos.

-Alfa uno y alfa dos iremos al escenario del tercer crimen y allí ya nos dividiremos las tareas.-Sentenció en un tono que no parecía admitir discusión.

Mientras ojeaban las notas e intercambiaban impresiónes alguien golpeó dos veces la puerta de cristal desde fuera. Tras recibir permiso entró un agente que rondaría los 55 años. Bastante pasado de peso, de pelo canoso y con un bigotillo igualmente blanco justo debajo de su nariz. En la mano izquierda le colgaban dos bolsas de plástico blanco.

-Han traido esto a nombre del agente...-comprobó una etiqueta que iba grapada a una de las bolsas- Johnson.

-Lo he comprobado y coincide el contenido con la lista...

-Verduras chop suey, pollo con almendras, cerdo agridulce... Siete rollos de primavera, cuatro de arroz tres delicias, tres de pollo crujiente del general Tso, una Galaxia de gambas y... los dumplings.-enumeró mientras leía la lista.

Johnson levantó la cabeza de los documentos en los que estaba concentrado.-¿Y el pan de gambas?.

Aquel horondo policía se sacudió algunasmigajas blancas del bigote, para luego encogerse de hombros simulando no saber de lo que le hablaba. Tras despedirse abandonó el despacho por  el mismo lugar por el que había entrado hacía menos de un minuto.

-He pedido un poco de todo, servíos.

Sacando una de las cajitas de cartón de las bolsas, sin mirar siquiera su contenido la abrió, revenlando una humeante ración de pollo con almendras. Tras rebuscar por la bolsa sacó un manojo de palillos, dejándolos luego en la mesa no sin antes quedarse dos para él.

-A partir de mañana os he conseguido permiso para poder ir de paisano. McGee lo tendrá mañana firmado y enviado a delegación de gobierno, así que podéis venir como consideréis oportuno, pero  eso si, os quiero a todos con el arma reglamentaria encima y con el chaleco puesto. Me da igual si traéis el de servicio o uno particular, pero eso no es negociable.

Se llevó un par de bocados de forma bastante habilidosa al buche. Estaba claro que estaba habituado a comer con aquellos utensilios.

-Procurad mantener siempre el teléfono con vosotros y con audio.

Lyara ladeó un poco la cabeza, enarcando una ceja al escuchar a la agente Vaamar. Lejos de parecerle aquello ofensivo, medio sonrió al escuchar aquellas puyas que no hacían más que dar un mensaje claro. Ocultó la sonrisa con la diestra, tampoco quería que creyeran que se burlaba de sus compañeros, aunque no parecían de la clase sensible era mejor no arriesgarse a crear malestar.

Un ligero carraspeo la ayudó a recuperar la compostura, y asintió a las palabras del detective Johnson.

-Alfa dos, con la agente Courier -repitió a media voz mirando hacia quien había formado los grupos- Entendido, señor.

A ella ya le venía bien investigar el lugar del tercer crimen. Miró de soslayo a Jeaninne para ver su reacción, realmente tenía cierta curiosidad acerca de como sería trabajar con ella. Aún así no le dió demasiadas vueltas, sería algo que descubrirían pronto.

Desvió luego la vista hacia el pedido de comida que llegaba. Lo cierto es que estaba hambrienta, entre una cosa y otra no habían parado. Asintió nuevamente ante la mención de Johnson acerca de llevar chaleco. Ella no tenía ninguno particular así que portaría el reglamentario llegado el momento.

-Así se hará, señor -afirmó nuevamente con firmeza, aunque sus ojos se perdían en la comida china. Tomó en un gesto sutil un par de palillos y parecía aguardar por educación -o gilipollez- a que el resto tomaran aquello que prefirieran.

A la agente Vaamar casi le da un paro, tras escuchar la asignación de patrullas que el bueno del agente Johnson había previsto. No levantó la mirada de sus propias rodillas ni movió un solo músculo durante unos instantes que le parecieron eternos. Celarian tragó saliva y suspiró dos veces, antes de poder reaccionar.

- ¿Es que Peter lo ha hecho a posta? – Pensó durante aquellos instantes. – De todos los aquí presentes me ha tocado bailar con el que menos soporto de todos. ¡Ya te vale Celarian! ¡A ver si tu suerte cambia pronto! ¿No me podría haber tocado como compañera Woods? Parece maja, o incluso Couirer… - Chasqueó la lengua. – Dentro de sus cosas me parece mejor opción que Ryan Raynor. Al menos son atractivas…

Vaamar se puso en pie tratando de esbozar su mejor sonrisa. Lo cierto fue que tan solo mostró una extraña mueca que para nada se parecía a lo que intentaba recrear. Finalmente miró a Raynor y le saludo sutilmente alzando la cabeza. Iba a tratar de llevarse bien con él. Era lo mejor que podía hacer, aunque para nada le gustaba la idea de ir al lado de un marine, un hombre de gatillo fácil. Un disparo, un solo disparo requería de demasiadas explicaciones.

- Si te parece podemos empezar con la mujer. Samantha… - Alzó las cejas. – Puede que hablando con ella podamos descubrir algo que nos explique porqué Elaria Wingward fue la elegida de nuestro asesino. 

Raynor escucho las palabras de Vaamar, cada una de las cosas que decía, parecía una burla hacia lo que el comentaba, o decía. ¿Tenía acaso la culpa de disparar bien? ¿De Conducir bien? Se encogió de hombros. Si pedían por tus competencias y luego se burlaban de ti por decirlas… mientras ella no las decía… en fin.
Tampoco dio mucho resultado el dividir los grupos en tres equipos, a pesar de que habían tres escenas del crimen. Si, desperdiciemos el tiempo, que nos sobra enviando cuatro oficiales a hacer el trabajo de dos. Sintió la mirada de Johnson sobre si, y lo observo de reojo, aguantándose una sonrisa. De forma evidente, o chocarían mucho, o serian amigos. Probablemente lo primero, pues había desechado todas y cada una de las sugerencias que el mismo había solicitado.
¿Había ego de por medio? ¿Se sentía desafiado? Cuando se nombro a si mismo alfa uno, y el burro por delante, supo que si.
Otra cosa era Vaamar, sus palabras seguían criticando sus acciones, o sus sugerencias, cuando el mismo coordinador las había pedido. Su obvia necesidad de hacer las cosas según el libro en un caso no convencional, lo aburría, lo mismo que ese ataque innecesario a su forma de ser. Ahí lo entendió. La chica se sentía atraída por el, y actuaba así para llamar su atención. Le había pasado en un par de ocasiones. La elfa era bonita, aunque considerablemente sosa, el prefería a cualquiera de las féminas del escuadrón. O de las del mismo cuarto. Aunque estaba ese rumor de que habia pedido y molestado a McGee por un arma innecesariamente grande para su tamaño…
Llegaron las asignaciones y con ella, la comida. Comida China, y mientras el estomago de Ryan rugía, escucho que tendría a Vaamar como compañera. Y de pronto, había perdido el apetito. Sintió la mirada de la elfa sobre el, y le asentía. El la miro de costado y ensayo una sonrisa timida. Su sugerencia no pudo ser la menos indicada para el.
- Tal vez el forense…- dijo al mismo tiempo que ella le decía lo de Samantha…

- Está bien… - Dijo Celarian para asombro de todos. – Es lógico pasar antes por el forense que tratar de buscar a Samantha. Seguro que damos con el forense. En cambio puede que sea más difícil dar con la testigo. Sin que sirva de precedente te daré la razón Raynor.

Celarian agarró un rollito de primavera y lo mordió mientras miraba a Ryan fijamente a los ojos. Parecía pensativa aunque con la mente perversa de un hombre, aquel gesto resultaría incluso una insinuación casi explícita.

- Así luego mientras buscamos a Samantha el forense ya puede ir realizando el informe o las averiguaciones que hagan falta… - Dijo tras masticar y tragar el trozo de rollito de primavera que se había metido en la boca.