Partida Rol por web

Tras coger la antorcha, el calor que ésta producía estando tan cerca de mí deshidrataba mi cuerpo pues aquél lugar cerrado y poco ventilado nada de frescor ofrecía, sin más, acudí a mi odre y bebí un poco de agua, mientras Marlob que estaba más al frente y, tenía acceso para remover rocas se ponía a ello, luego y, sin previo aviso... puuuuumm!... tremendo porrazo sobre la cabeza me hizo expulsar el agua que recién probaba a través de la boca y nariz... la obscuridad parecía invadirme, al igual que un ligero mareo... p.pero q.quuee? cuchicheaba para mi? confundido por lo ocurrido, luego, mi odre calló al suelo mientras mi mano subía a mi cabeza para sobarme y la otra movía la antorcha para todos lados tratando de decifrar quien había lanzado ese proyectil...

-ooouch, exclamé en voz baja tras ser golpeado, luego mirando para todos lados digo molesto pero cuidando no elevar la voz más allá de los que nos encontramos allí, -Joder, quién ha sido!?... les miraba tratando de asegurarme no hubiera sido una bromita del grupo, pero todos parecían estar en lo suyo, luego, miro hacia arriba y continúo mientras sigo sobandome la cabeza... o es que esto ha comenzado a derrumbarse?... deberías parar Marlob, parece que lo único que hemos conseguido es que esta maldita caverna se venga a bajo o los cantos de Garrik la han hecho temblar y soy yo quién ha pagado vuestra impertinencia...como sea, sugiero salgamos de aquí, de haber algo ya lo hubiéramos encontrado no lo creen?... terminaba diciendo esperando que salieramos de allí, pues temía por otro golpe o un derrumbe...

28. El jade y el aguamarina.

Tras cinco minutos escarbando en el derrumbe, Marlob y Threkor logran abrirse paso a traves del tunel y acceden a una nueva cueva con un altar.

En el extremo opuesto por el que han ingresado, el tunel continua hacia el sur, pero esta cerrado por una reja de hierro.

Y sobre el altar hay una aguamarina y un jade, ambos de considerable tamaño.

Entro en la habitación con cuidado. Nada más entrar, detrás de Thekor, me coloco a sus espaldas mientras él hace sus cosas de pícaro.

-Esta sala es parecida a la anterior. No me gusta. Nada.-Digo, acercando mi mano a las joyas pero deteniéndome justo antes de tocarlas- Otro altar. Otras joyas. al menos esta vez hay un camino para seguir. Cuando hayas buscado trampas o mecanismos ocultos, si no das con la forma de abrir la reja, intentaré levantarla.

Más altares, más joyas. Suponía que s1uellad tampoco podría cogerla, pero en evidencia del otro sitio, aquí parecía haber una salida, aunque cerrada.

Me acerqué a la reja para ver si tenía alguna forma de cerradura que pudiera intentar abrir.

Una vez que, consiguieron encontrar paso a través de aquel derrumbe, me dispuse a ayudar como fuera posible en tan estrecho paso para agilizar el desescombro, cuidando mi cabeza de cualquier otra roca floja... apenas terminamos, mantuve mi posición muy cerca al pícaro y al guerrero, elevando la antorcha sobre mi cabeza para que se iluminara aquel lugar. Nuevamente pudimos darnos cuenta de la existencia de otro altar, cosa que comenzó por darme mala espina, pues estaba seguro que algún hechicero tenía que ser su autor.

Desconfiado por lo que veía, llevé la antorcha hacía la mano izquierda para desenvainar con la derecha mi espada larga, pues no sabía que podríamos encontrar además de lo que ya se ha descubierto, mientras avanzo, lo hago con cautela procurando no activar algún mecanismo en caso de haberlo, luego, al percatarme de las intenciones del pícaro no me queda más que seguirlo para iluminar lo que está al frente y, mientras pone manos a la obra... 

Al tiempo que, Threkor comienza a trabajar en aquella cerradura procuro cubrirle las espaldas mirando hacia todos lados con mucha atención, incluso atento a la parte superior de la caverna...

Observas con detenimiento el lugar. Repasando tus conocimientos sobre cerraduras y trampaa de todo tipo. Y logras llegar a varias conclusiones que te permiten descifrar algunoa misterios y pensar que el altar anterior funcionaba de manera similar. Primero, la reja no tiene cerradura alguna, se habre manualmente con un mecanismo manual oculto del otro lado de la reja, lejos de tu alcance, pero se habre tambien con un mecanismo magico ligado a las gemas jade y aguamarina, solo tienes que invertir la ubicacion de las gemas para lograr la apertura de la reja, colocar la aguamarina en el lugar del jade, y el jade en el lugar del aguamarina. Y segundo, si te alejas del altar mas de cinco pies con las gemas, una reja caeria sobre el tunel por el que han venido y quedarian encerrados. Tal ves hay un segundo mecanismo manual para abrir la segunda reja a falta de las gemas, pero deberias seguir buscando para encontrarlo.

Ingresan los cinco e inspeccionan la nueva cueva con detenimiento mientras Threkor investiga la reja.
Gârrik pasea con un leve tamborilleo suave observando las paredes, mietras Värhamis colabora iluminando y Marlob y el resto empiezan a ponerse nerviosos por la posible precencia de un hechicero o clerigo en el lugar.
Y de repente, Threkor, cuando estan todos distraidos, hace un movimiento aqui y halla, observa alla y aqui, va, viene, viene y va, aplaude y dice: -Ya esta! Resuelto!- y como por arte de magia, la reja comienza a abrirse subiendo y permitiendoles el paso a traves de la cueva...

Al final conseguí abrir la puerta manipulando las gemas. Una pena que no pudiera quedármelas. Conocía un tipo que me daría una pequeña fortuna por ellas, pero de momento lo mejor es que teníamos paso franco.

Vamos, el camino está libre.

Me avancé al grupo como estaba siendo habitual para tantear el terreno. Aún no habíamos logrado internarnos lo suficiente en aquellas cuevas y ya habíamos tenido problemas para avanzar. Fui dando pasos cortos y seguros para no resbalar y no hacer ruido de manera que pudiéramos alertar a posibles habitantes de la gruta.

-Venga, excelente Threkor! exclama el elfo ante el hallazgo realizado por el pícaro, luego avanza muy cerca, manteniendo la antorcha en lo alto, avanzando con cautela, procurando no entorpecer el paso a los demás e intentando iluminar lo mejor posible con la luz, aferrado a su espada, buscando con su élfica mirada algo que pueda llamar su atención...

Threkor manipula las gemas, y ¡bingo! la reja se abre. Al final no tuve que utilizar mis músculos.

-Bien, compañero.- Digo en voz baja. Al ver que el elfo se sitúa detrás de Threkor, me pongo detrás de ellos entregando la antorcha al gnomo cantarín. Así puedo blandir la espada mejor, estando preparado para lo que venga.

-No te quemes. Levántala lo que puedas Gârrik.-Al ver que hace gesto de ir a decir algio, y dado que me temo que será cantado, le lanzo una mirada de advertencia.-Y en silencio.

Cuando se abre la reja, Gârrik contento empieza a tararear sacando en tambor para empezar a tocar, cuando el fornido guerrero le lanza una mirada tan intimidatoria que vuelve a colocar las baquetas en su sitio y cierra la boca. 

33. La Puerta de Madera
El grupo avanza confiado detras de Threkor que no busca trampas en el tunel, y acciona accidentalmete unas ballestas ocultas en la pared. Casi todos esquivan los disparos excepto Värhamis.
Pero en un momento es curado por Druco.
Las ballestas se vuelven a ocultar y el grupo corre por el tunel escuchando como los mecanismos se rearman. Ya lejos del peligro, al final del tunel se encuentran con una puerta de madera. Y se detienen agitados, habiendo salvado sus vidas por muy poco...

Los dioses parecían estar lejos del elfo en esta misión, pues cuanto peligro ocurría en aquellas cavernas tenían como protagónico al explorador.

-Aaaarggh!! un lastimoso quejido emana de Värhamis tras recibir un virote de ballesta que se enterraba en sus carnes causándo un fuerte dolor y grave daño en él. Situación inesperada que provocó que la antorcha que llevaba en las manos saliera impulsada por los aires obscureciendo por unos instantes ese pequeño espacio que ilumina al pícaro, el guerrero y a el mismo. Luego, se tumbó en el suelo por involuntaria reacción intentando sacar el arpón que lleva enterrado en su cuerpo...

Después dirigiéndose al picaro, exclama: - Joder Threkor no te distraigas con lo festejado por el cerrojo que, casi muero por culpa de esta trampa... Y los demás, cuidad tambien vuestros pies, abrid bien los ojos que sino moriremos en éste lugar... terminaba diciendo antes de ser sanado... 

Una vez que, Druco lo sana, el explorador se reincorpora , coje la antorcha y continua la marcha más cauteloso que antes...

Había estado a punto de perder a uno del grupo por un despiste de novato. Eso era algo que no podía permitirme en aquellas circunstancias. Era un error que no volvería a cometer.

Al encontrarme de nuevo con una puerta, está vez mejor pasarse de precavido que de valiente. Me arrodillé delante de la puerta buscando algún tipo de resorte o mecanismo que estuviera protegiendo la puerta. Si tenía algún tipo de cerradura mágica, aquello ya escapaba de mis conocimientos, pero si era algo mecánico, podría encontrarla y en su caso, desactivarla.

Palpé la puerta por todos sus rincones y si no encontrara nada empezaría con las maniobras de apertura.

Luego de un momento, inspeciona la puerta esta segura, sin trampas y abierta, y tras de ella se escuchan mumurllos, en algun lengüaje no humano, ni enano, ni elfo...
Podrian ser los clerigos de los altares, refugiados bajo la montaña, y ser ustedes, unos intrusos saqueadores...

Miré desde fuera hacia el interior a ver de donde provenían aquellos murmullos ininteligibles. Con prudencia, mirando el suelo par evitar pisar algún otro resorte que pusiera en peligro al grupo. Seguramente hubiera alguien dentro, pero no tenía ni idea de quienes podrían ser. La diplomacia no era lo mío, pero debía comprobar que no hubiera nadie armado dentro.

Me escondí en un tramo de sombras de la entrada y eché un vistazo dentro de la sala.

Detrás de Threkor con la espada el alto, dispuesto y preparado para lo que pudiese venir, espero a ver que ocurre.

-Parece orco, pero no entiendo ese idioma, más que un idioma parecen cerdos en la cochiquera. Malditos orcos.

Threkor, desde fuera observa hacia el interior y ve cuatro orcos fuertemente armados. Vuelve a cerrar la puerta sin ser detectado e informa a los demas de lo que ha visto para poder elaborar un plan de ataque.
Threkor tambien ve en un rincon medianos atados, probablemente son los que les habian informado que habian desaparecido.

Cuando Värhamis se entero por boca de Threkor lo que había detrás de aquella puerta, no hizo más que, envainar la espada y coger el arco que llevaba al hombro, cargar una flecha diponiéndose para el ataque, pues la ataque a distancia que ofrece ésta arma permite ciertas ventajas antes de enrolarse a un combate cuerpo a cuerpo, sin embargo, aguarda sigiloso posicionándose con quienes irán al frente...

-Venga, que si vamos a atacar estoy listo, intentaré hacer dos ataques a distancia mientras nos aproximamos a ellos, luego, seré vuestro refuerzo, apoyaré flanqueando a alguno o cubriendo, así que, sugiero, si es que, vamos a partirles el culo que, enfoquemos nuestro ataque a dos y, luego, a los otros dos mientras nos cubrimos mutuamente, o que opinan?... decía dirigiéndose al grupo, mientras disponía sus armas para la batalla, sin pensar, más en otra cosa...

Indesiso el grupo se queda discutiendo en la puerta cual sera la mejor forma de entrar, mientras, adentro notan que los murmullos se alejan de la puerta... O se callan...