Partida Rol por web

Algo me dice Emily que mas temprano que tarde los profesores se pondrán a meternos las pilas. Si algo se de mis padres es que no me mandan a colegios cuyos planes escolares no son excelentes. Les encanta torturarme. Concluyo con una sonrisa mientras les guiño un ojo y ataco de nuevo la pasta.

Cuando termino no puedo evitar servirme una cucharada mas con una estudiada expresión de indiferencia. Al final creo que voy a repetir...si no igual os como a alguna de las dos dentro de una hora.

Cuando terminamos con la pasta miro como Emily se mueve por la cocina de forma rápida y eficiente, acostumbrada a moverse con una gracilidad pasmosa. Yo no soy torpe y siempre tropiezo o rozo con alguna superficie, pero a ella parece sobrarle el espacio.

Creo que yo comenzare comiendo un par sin chocolate para recordar su sabor y luego me peleare con vosotras por la nocilla.

Cuando he dado el primer bocado a una me recuesto en la mesa y suspiro satisfecho.A sido una casualidad que los profiteroles sean el postre favorito de Noukky. También son los míos pero decirlo ahora quedaría un poco forzado así que lo dejare para otra ocasión.

Noukky también parece moverse por la cocina de forma que me hace tragar saliva un par de veces. Sobre todo por la forma en la que me mira y parece moverse de vez en cuando hacia mi, aunque se retire de golpe. Igual es que estoy especialmente sensible y me lo imagino, pero esta comida esta siendo algo memorable.

Pelea?...yo estaba en la ducha y aun no reconozco bien sus voces. Se que uno era Ian pero no se quien el otro. Para cuando salí casi todos se habían marchado y llamaba la atención que una taquilla estaba hundida hacia adentro, como si alguien la hubiera golpeado. Por cierto...sabéis que un par de chicas de clase entraron tranquilamente en nuestro vestuario mientras nos cambiábamos?.

Hummmm....chocolate caliente y mis personas favoritas junto a mí pensé mirando por turnos a Tyr y Emily con una sonrisa satisfecha en los labios. De forma golosa me eché extra de chocolate sobre los profiteroles y tras cogerlo con la cuchara lo saboreé lentamente poniendo casi los ojos en blanco.

- Mira que sois los tíos...digo yo no habrá formas mejores de arreglar las cosas que rompiendo cosas...- comenté enarcando una ceja. Volviendo a coger más chocolate con la cuchara la lamí sucumbiendo a su sabor- ¿dos tías? vaya....bueno supongo que por lo que he oído después una sería Michelle que iría a hablar con Ian y Danny que desde que Nei se ha ido se pega a ella como una lapa...- añadí sacando la cuchara de mi boca el tiempo suficiente como para contestar.- de todas formas...no es algo tan escandaloso ¿no? me refiero los tíos no tenéis nada misterioso que ocultar ¿no?- agregué sonriendo desde detrás de mi cuchara mirando de forma intencionada a Tyr. Con picardía le saqué la lengua antes de coger más chocolate y saborearlo con un suspiro. La mezcla me estaba gustando tanto que mis mejillas habían enrojecido ligeramente y mis ojos se habían oscurecido con tintes grisáceos. Apoyando la mejilla en una mano miré a uno y otro sonriendo para mí. Tanto chocolate me está alterando...medité deteniendo mis ojos en los brazos de Tyr y en sus manos y en los bien formados labios de Emily. Eran tan perfectos que quitaban el aliento.

Si durante la comida Emily había intentado no sobrepasarse, evitando repetir como Anouk y Tyr, ahora, en el postre, la joven pareció dejarse llevar.

Tímidamente cogió tan sólo dos profiteroles y los cubrió con chocolate. Pero cuando se llevó el primero a los labios, estuvo apunto de gemir de puro placer. Cerró los ojos y saboreó aquella explosión de chocolate y nata. Al volver a abrirlos sonrió a sus dos amigos, comprobando emocionada que ambos estaban disfrutando al igual que ella de aquel postre delicioso.

Tras comerse el segundo profiterol, volvió a ponerse un par más en el plato, y nuevamente los cubrió de aquel espeso chocolate.

- Ummmmmhh! - Siguió comiendo, escuchándoles, pero dejándose llevar por aquella sensación dulce que la sumergía en un torbellino de placer...

Pero... Al terminar el cuarto profiterol, volvió nuevamente a la realidad, dándose cuenta de que había estado a punto de hacer algún numerito. El chocolate podía con ella...

Sus mejillas se hallaban ruborizadas, y sus ojos avellana brillaban. Miró a ambos y una sonrisa asomó a sus labios...

- Bueno, si Ian fue el que se peleó, supongo que es normal que Michelle haya salido corriendo a ayudarle - . Empezó a decir apartando con gran pesar el platito de delante suyo. No quería seguir comiendo, aunque sus ojos iban continuamente al pote de nocilla. - Por cierto... Ahora que pienso... ¿Qué te pasa a ti con Danny? Parece maja, pero me da la impresión de que no la tragas mucho - . Dijo dirigiéndose a Anouk.

Me tengo que callar pese a la conversación mientras observo a ambas comer el postre con extra de chocolate. Por sus caras y gemiditos de satisfacción parecen estar disfrutándolo enormemente y no puedo evitar mirarlas fascinado, con un profiterol detenido a medio camino de la boca.

Madre mía...voy a tener que darme una ducha fría pronto...cuanto antes. Sobre todo al ver los ojos de Noukky, el tono que adoptan y recordar lo que sucedió la ultima vez que los vi así.

Por otro lado, Emily tampoco se queda corta y parece que el chocolate causa en ella efectos de lo mas...reveladores. No se si por ellas o por mi, pero comienza a costarme permanecer tranquilamente sentado en la mesa.

Hasta que no es demasiado tarde, no me doy cuenta de que el profiterol a medio comer a caído directamente sobre mi regazo, con un mas que audible sonido al chocar la nata contra los vaqueros.

Oh,oh...

Quizás porque estaba mirándole directamente pude ver el efecto que los gestos de Emily y míos tenían en Tyr el cual se había quedado con la boca abierta y embobado que un profiterol terminó por resbalar de su cuchara y caer en el pantalón. Durante unos segundos mis ojos se clavaron en los suyos, densos y reveladores y una sonrisa de comprensión apareció en mis labios. No me burlé, yo le entendía porque el ver cómo Emily gemía y suspiraba de placer me habia alterado el pulso y en general todo mi cuerpo. El silencio calló sobre los tres, espeso, cargado de significado y de tanta tensión que casi parecía hacerme cosquillas en la piel. Inconscientemente me lamí los labios y suspiré. O hago algo por moverme o terminaré besándoles...bueno ¿y por qué no? me pregunté, a ella no puedes pero a él no creo que le importe. Tomada una decisión, dejé la cuchara sobre el plato, me puse en pie y rodeé la mesa hasta situarme junto a Tyr. Tras titubear un segundo le cogí la cara con ambas manos e inclinándome lentamente le besé permitiéndome durante unos segundos liberar todo el deseo y las ganas que había tenido de hacer eso durante todo el día. Fue un beso más bien corto, cargado de pasión, con ciertos tintes incluso posesivos y en el que mi lengua apenas rozó la suya. Y para ser sinceros, sólo la presencia de Emily, de la cual era muy consciente, evitó que la cosa fuese a más. Cuando mis labios se separaron de los suyos, húmedos y entreabiertos, sonreí contenta y suspiré.

-Por fin...- de mala gana le solté y me separé riendo mientras miraba a Emily- Perdona Mily...ya sabes cómo soy...y lo que me cuesta contenerme y el chocolate no me ha ayudado mucho...ni tus expresiones la verdad...- añadí riendo nerviosa sin asomo de vergüenza. El temblor de mis manos fue visible cuando cogí el vaso de agua y me lo llevé a los labios.- Y no te enfades, por favor, no sobras para nada ¿verdad Tyr? solo que...a veces soy demasiado impulsiva- agregué mirándola con la súplica en los ojos y todo el amor que sentía por ella plasmado en mi mirada. Una mirada que decía "te besaría a ti tambien pero no me está permitido". Dejando el vaso en la mesa me pasé la mano por el pelo y suspiré sonoramente- Uff....bien, creo que habíais traído un licor ¿no? vamos a servirlo- comenté yendo hasta la nevera y abriéndola para sacar las botellas- Por cierto Tyr...hay...un baño cruzando el pasillo por si quieres lavar los pantalones...si tuvieras aqui el del chandal de esta mañana incluso se los podríamos dar a Nana para que los limpie.-luego, recordando lo que había dicho añadí intentando volver a la normalidad-¿que me pasa con Danny? pues no sé...la verdad es que es un poco ilógico pero supongo que me parece super superficial y demasiado niña tonta...- me encogi de hombros.

El beso de Noukky me sorprende justo cuando estaba mirando el desastre en el que se habían convertido mis pantalones. Un manchon blanco justo en la cremallera es algo así como la pesadilla de cualquier adolescente.

Entonces siento las manos de Noukky sobre mi rostro y lo elevo hacia ella justo para recibir el beso. Un beso que me toma por sorpresa y casi no tengo tiempo de devolverlo antes de que se aparte, dejándome parpadeando y con una sensación de frustración que me impide articular palabra.

Muevo el cuello de un lado a otro haciéndolo crujir en un gesto inconsciente que sirve para calmarme normalmente, pero que hoy tiene pocas posibilidades de triunfar.

Yo, yo...Emily, eso es verdad. No sobras para nada. Es mas...titubeo un segundo antes de terminar al reunir el valor para hablar. Noukky yo estaríamos mas felices si decidieras estar...mas tiempo con nosotros... Me callo sin saber si he dicho demasiado, o demasiado poco o si termine de volverme loco. Lo que se seguro es que lo sucedido hace unos segundos en esa cocina me ha impulsado a hablar.

Tengo...tengo la ropa de gimnasia en la mochila, aunque son pantalones cortos de deporte y no quisiera molestar a Nana.

Al ver como el profiterol se caía, manchando los pantalones de Tyr, Emily empezó a reirse con una risa cantarina. En aquel momento fue consciente de la turbación que sentía el muchacho ante la presencia de las dos adolescentes. Se mordió el labio intentando controlar esa risa que se le escapaba entre dientes.

Pero su rostro cambió al ver a Anouk acercarse al joven y besarle en los labios. En aquel momento sintió como su estómago daba un vuelco. Todo a su alrededor empezó a dar vueltas...

Se cogió a la mesa con las dos manos y únicamente pudo asentir con la cabeza ante las palabras de los dos jóvenes. Dicen que no sobro, pero ¿qué hago aquí? Se preguntó mirando alternativamente a uno y a otro. Tragó saliva, sentía como su corazón latía con fuerza...

- Yo... No... Tranquilos... - Empezó a titubear sin saber exactamente el qué decir. Asintió con un vigoroso movimiento de cabeza ante la propuesta de Anouk, y cuando sirvió los vasos de licor, se llevó el suyo a los labios y lo apuró de un solo trago.

¿Quieren que pase más tiempo con ellos? Su pulso temblaba ligeramente. Les deseaba, pero aquel triángulo era demasiado vertiginoso. No podía terminar bien... Cogió la botella y se sirvió un nuevo vaso, que bebió igual que el anterior. El ardor del licor la quemaba por dentro, reconfortando aquel estómago que ahora mismo era un nido de avispas...

Un inmenso alivio me recorrió cuando vi que Emily en vez de salir corriendo asentía. Eso sí, se la veía pálida, alterada y confusa y su expresión era casi un reflejo de la de Tyr. Había tenido miedo de que....bueno...se enfadase. Porque era complicado, por un lado no tenía derecho a tomárselo mal y tenía que comprender y aceptar que pudiera expresar mis sentimientos hacia Tyr de forma libre pero por otro hasta yo misma entendía que aquello no era normal, que no era lo comunmente aceptado en nuestro mundo. Sólo yo, que por azares del destino había tenido una educación tan libre, parecía no tener ningún problema con ello, salvo quizás el no poder completar el triángulo tal y como me gustaría. Preocupada observé cómo Mily se tomaba los chupitos uno detrás de otro pero no dije nada. Cada uno tenía que afrontar las cosas a su manera.

- No te preocupes Tyr, no la vas a molestar...- contesté en tono dulce a Tyr ante su comentario sobre la ropa. Era lo suficientemente empática como para imaginarme lo que debía estar pasando por su mente así que añadí.- Pero,..si quieres podemos hacer una cosa...tú te cambias en el baño, me das los pantalones y los echo a lavar. Con la secadora como mucho en dos horas están listos. Ni se lo diré a Nana, lo haré yo misma, si eso te hace sentir mejor- agregué sonriéndole. De pie ante la mesa, cogí la botella y me serví un chupito que apuré de un trago.- Uff....esto está mejor...- luego les miré detenidamente, estudiando su estado de ánimo. El color había vuelto a las mejillas de Emily pero seguía temblando. Tyr parecía confuso y preocupado, aunque aúin me costaba leer en el como lo hacía en Mily. En un intento de ayudarla comenté poniendo mi mano sobre la suya en gesto cariñoso- siento, bueno, siento que todo esto te afecte tanto pero...no veo nada malo en ello. Somos jóvenes, nos sentimos atraídos los unos por los otros, hasta un ciego lo vería, y eso está bien, y es bonito...- suspiré- lo que dice Tyr es verdad, sería maravilloso que aceptases pasar más tiempo con nosotros, de la manera que sea- me apresuré a añadir al recordar lo claro que me había dejado que nuestra relación no era posible. Mis ojos se clavaron en los suyos, tan bellos y dulces- sino quieres estar conmigo de la manera en la que estuvimos el año pasado lo entiendo pero eso no quita que no nos veamos, que no quedemos los tres y que simplemente nos dejemos llevar. Me conformo con compartir mi tiempo contigo y con Tyr y que aceptes que de repente pueda hacer cosas como la que acabo de hacer, no soporto el tener que controlarme constantemente, el no poder expresar lo que siento...y- desvié la mirada y tragué saliva, joder dolía- bueno, bastante tengo con tener que hacerlo contigo- sonreí tristemente- que no es un reproche ojo, me lo pediste ayer y porque te quiero lo haré, pero por favor no me pidas que elija entre vosotros dos...- me callé, no sabía había hablado de más, si mis palabras habían resultado muy confusas o si tenían sentido...pero el caso es que ya estaban dichas. Para bien o para mal.

Cuando la mano de Anouk acarició la de Emily, ésta no hizo nada para apartarla. Miró a la chica con los ojos húmedos. Se podía ver como empezaban a formarse unas pequeñas lágrimas y amenazaban con empezar a deslizarse por sus suaves mejillas. Soy nociva... Les estoy haciendo daño, tengo que apartarme...

Las palabras de Anouk, el amor que podía ver en sus ojos transformado en sufrimiento... Eso desarmó a la joven y egoísta Emily. Ya le había hecho daño a su madre, no entendía por qué, pero en vez de sentirse triunfante, se sentía como si fuera escoria. Todo lo que tocaba lo pudría, era como una manzana que iba contagiando su podredumbre al resto. Y no quería hacerle más daño a su amiga.

Alargó una mano temblorosa y acarició con suavidad la mejilla de Anouk. Las lágrimas finalmente habían ganado la batalla y empezaron a deslizarse, saliendo triunfantes de sus ojos y terminando por morir en suicidio colectivo al lanzarse por su barbilla en caída libre. Su corazón ahora mismo gritaba, lo sentía martilleando con fuerza en la fortaleza de su pecho, y aullando con desesperación. Sabía que si consentía a lo que Anouk le pedía, terminaría dañándoles, haciendo que su amiga sufriera más de lo que ya lo estaba haciendo.

Una sonrisa temblorosa asomó a sus suaves labios. - Disfrutad de lo que sentis el uno por el otro, yo lo único que haría sería estropearlo todo... - Dijo finalmente. Bajó su mano y se quedó mirando a su amiga a los ojos. Perdiéndose en aquel océano profundo... ¿No lo entiendes? Le preguntaba en silencio su mirada. Palabras que no llegó a pronunciar pero que se podían leer en aquellos ojos de color avellana.

No recuerdo unos momentos tan tensos en mi vida desde que me dijeron que mi abuelo estaba muriendo. Tengo que recordarme de respirar y me duele verlas así juntas, aunque separadas por algo difícil de entender como pueda ser la obligación que siente Emily por su familia o por su vocación de gimnasta. Solo puede ser algo así, porque esta claro por la forma en la que mira a Noukky y gira todo su ser hacia su persona cuando esta se acerca, de que la quiere.

He olvidado ya el pantalón y no puede preocuparme menos que este limpio o manchado. Ahora lo que veo es un drama que me hace sentir dolorido en lo mas profundo de mi ser y que me gustaría poder arreglar, para que no existan los obstáculos que se interponen entre ellas.

Que yo tenga sentimientos tan fuertes por las dos tampoco ayuda a que me centre ni hace que las ideas que pasan por mi mente sean todo lo inteligentes que pudieran ser. Al menos Emily parece aunque sea un poco mas relajada que hace un instante, cuando comenzamos a hablar.

Las miro en silencio, pensando en lo que pudiera decir que no fuera mal interpretado o pareciera interesado, pero es que todo lo que pienso ahora mismo parecería un poco egoísta, aunque creo que las ayudaría.

Por un momento viéndolas me siento un intruso e interrumpo el que es mi impulso mas natural de acercarme a ellas y tomar sus manos.

Los ojos de avellana, brillantes de lágrimas no derramadas de Emily me atraparon en el sufrimiento y dolor que transmitían. Había tanta tristeza, tanta desesperanza en ellos que por un momento vacilé incapaz de comprenderlo. Algo había cambiado en mi amiga en aquel año y medio que no nos habíamos visto. No sabría decirlo con certeza, pero el espíritu joven, idealista y lleno de energía que había contemplado y me había enamorado aquel verano parecía haber sido sustituido por el de otra persona más mayor, más adulta cuya mirada había adquirido los tintes que sólo el haber atravesado por duras pruebas podía otorgar. ¿Qué es lo que te ha pasado Mily? ¿Qué es lo que te ha hecho cambiar tanto?  Tus ojos son los de mi amiga pero a la vez los de otra persona, es como si estuviese viéndote dentro de veinte años, tras haber recorrido una vida de desilusiones y decepciones…

Incapaz de asumir aquella súbita revelación, aquella verdad que veía en los ojos de mi amiga, cerré los ojos y noté cómo su mano me acariciaba la mejilla con ternura, estremeciéndome. El amor que transmitía aquel gesto hizo que me fallase la voz y un sollozo de angustia se formase dentro de mí. La estaba perdiendo, si es que alguna vez la había tenido, y no entendía por qué. ¿por qué maldita sea? ¿qué te ha pasado?

El vacío que su mano dejó en mi rostro al abandonarlo me hizo finalmente abrir los ojos. Angustiada enfoqué mi mirada en la suya y contemplé el rastro que las lágrimas habían dejado en su rostro y la sonrisa trémula que asomaba a sus labios. Sus palabras me impactaron y durante unos segundos permanecí en silencio sin poder afrontar el abismo de lo que significaban. Me sentí temblar y una pena inmensa me invadió. Desoladas, solitarias lágrimas empezaron a resbalar de mis ojos lentamente.

-No lo entiendes Emily…- susurré con voz temblorosa, mis ojos fijos en los suyos, suplicantes- para bien o para mal estamos juntos en esto, los tres. No puedes estropear nada porque tu amistad, tu presencia entre los dos, nos hace felices y el privarnos de ella sólo nos haría desdichados. Yo sólo te pido que por una vez, te permitas ser feliz y me dejes ser tu amiga, que nos dejes serlo, Que nos dejes formar parte de tu vida..de la forma que sea...- un sollozo me hizo atragantarme ante la sola posibilidad de volver a perderla y tuve que interrumpirme para tomar aire- que no nos alejes y no te castigues de esa forma…- agregué en tono desesperado. Estaba quemando mis últimos barquitos de papel y el dolor que veía en ella y mi incapacidad para ayudarla me desesperaban.

Pero... ¿Qué nos está pasando? ¿Hasta dónde he llegado? Emily no podía ver a Anouk así. La dulce y siempre alegre Noukky ahora era una sombra de tristeza y desesperación. Todo por mi culpa... La quiero, dios mio, la quiero tanto... En aquel momento, viendo a su amiga de esa manera, fue consciente del verdadero sentimiento de su corazón. Tanto tiempo intentando amortiguar esos latidos, luchando por enterrarlo, cubrir su constante martillear con parches, que poco a poco habían ido cediendo. Y allí estaba de nuevo, gritándole, diciéndole lo estúpida que era.

No pudo contenerse, y sintiendo como si se lanzara desde un octavo, siendo consciente de la velocidad que su cuerpo acabaría cogiendo hasta estrellarse en el frío y duro suelo. Sabiendo que volvería a arrepentirse, que era imposible todo aquello, pero ignorando lo que su mente le estaba gritando, se dejó llevar... Cogió el rostro de Noukky y acercando sus labios cubrió los de la joven de dulces y apasionados besos, bebió las lágrimas saladas que cubrían sus pálidas mejillas y finalmente la abrazó, con una necesidad nacida de la desesperación.

Cuando su corazón pareció controlarse, abrió los ojos y miró a Tyr. Alargó la mano para coger la del muchacho y poder así abrazar a los dos, sintiéndose arropada y necesitando el cariño de ambos. La educación que había recibido toda su vida le decía que aquello no era bueno, pero su corazón latía por ambos... Cerró los ojos dejando que aquel sentimiento la inundara...

Cuando cogiéndome el rostro Emily se inclinó sobre mí y sin decir nada me besó, me sentí como si me acabase de caer un rayo encima rompiéndome en mil pedazos. Había deseado tanto aquello, lo había buscado con tanto ahínco y desesperación y había asumido ya en lo más profundo de mi corazón que aquello nunca más sería posible, que al principio no podía creer lo que estaba pasando. Durante un segundo permanecí quieta, los ojos muy abiertos incrédulos, las lágrimas cayendo aún por mis mejillas mientras los labios de Emily bebían de ellas y me rozaban el rostro apasionadamente. Luego, por fin, mi corazón comenzó a latir de nuevo, adquiriendo un ritmo acelerado, cantarín, lleno de una felicidad inmedible  que amenazaba con hacerlo estallar. Movida por una necesidad urgente e igual desesperación le devolví los besos. Ansiosa saboreé sus lágrimas mezcladas con las mías, la suavidad de sus labios, el terciopelo de sus mejillas, el olor de su piel que para mí siempre había sido como una droga...y como si aún creyese que todo aquello era un sueño la abracé muy fuerte contra mí, sollozando aún, con el firme propósito de nunca más dejarla ir ahora que por fin la tenía. Mi rostro se hundió en la cálida y dulce curva de su cuello y cerré los ojos limitándome solo a sentirla...

Finalmente el movimiento de Emily alargando la mano hacia Tyr me hizo recobrar un poco el sentido. Sonriendo entre el velo de mis lágrimas miré a aquel chico que aunque apenas le conocía de un día era como si le conociera de toda una vida y mi corazón latió de amor por ambos. Imitando a Emily le cogí la otra mano y tiré de él atrayéndole a nuestro abrazo. Su aroma, tan masculino, mezclado con el de Emily me impactó y suspirando de contento le besé con suavidad en la mejilla, dulcemente, antes de abrazarle tambien muy fuerte contra mí. No sabría decir en qué hombro apoyé mi cabeza, los ojos cerrados, ni que espalda acarició mi mano ni que cuello besaron mis labios. Totalmente feliz me limité a disfrutar del saber que estábamos los tres juntos y de la sensación de maravilla que ello conllevaba..

Trato de que no se me note lo emocionado que estoy al oírlas y aun mas al verlas. Sus miradas, sus gestos...todo en ellas dicen "Te Amo" y me duele profundamente que estén separadas.

Casi doy un grito, mezcla de alivio y felicidad cuando Emily parece romper el dique que había colocado en sus sentimientos y toma el rostro marfileño de Noukky para darle un beso, largamente esperado y que lo hace tan especial para las dos. Para los tres mas bien, ya que mi corazón salta de puro gozo al verlas por fin reunidas sin nada que las aparte y por unos momentos hasta olvido lo que siento por ambas.

Cuando primero una y luego la otra extienden sus manos para tomar las mías e incluirme en su abrazo, me acerco a ellas y las envuelvo en mis brazos, deseando que este momento dure para siempre, y se que lo hará en mi mente y mi corazón.

Inclino en rostro sobre ellas para rozar sus cabellos con los míos y los aromas de las dos unidas me hacen sentir tantas cosas que todo lo vivido hasta ahora parece palidecer en comparación.

Dios mio...por fin estáis juntas de nuevo. Como debía de ser. Y me queréis con vosotras...Verdad?. De forma implacable, la nunca aceptada inseguridad masculina en temas del corazón hace su presencia, arrancándome una pregunta que tal vez no sea la mas adecuada, pero que necesito conocer para encontrar una cierta paz en mi interior.

Aún con los ojos cerrados sonreí para mí ante la pregunta de Tyr. Quizás sino fuera por él no estaría así, estrechando fuertemente contra mí a Emily. En cualquier caso en un solo día había llegado a ser para mí más importante que muchas otras personas y lo que ello implicaba me aterrorizaba a la par que me maravillaba. Riendo cantarinamente rompí el abrazo lo suficiente como para alzar la cabeza y mirarle.

- Desde luego por mi parte te quiero bien cerca de mí...- le comuniqué sonriendo y clavando mis ojos en los suyos con intesidad, transmitiéndole con mi mirada mucho más de lo que decían mis palabras. Parece que te conozco desde siempre....nunca antes había sentido eso por un tío...sólo por Emily...pero sois tan distintos como la noche y el día...y aún así perfectos...y creo que ayer me enamoré de ti en algún momento entre el parque y tu casa y sé que algún día te irás, como te vas siempre de todos lados...y que me quedaré destrozada pero por nada del mundo me perdería algo tan maravilloso como el conocerte más y compartir contigo aunque sean dos semanas...Pensamientos deslabazados surcaron mi mente dejando un matiz agridulce que me hizo suspirar hondamente. Mi mano buscó la de Tyr y mis dedos se entrelazaron con los suyos estrechándolos con fuerza. Imitándola mi otra mano buscó la de Emily, tan cálida y delicada...- Os quiero chicos...a los dos...- susurré mirándoles por turnos. Mis ojos estaban brillantes por el rastro dejado por las lágrimas pero sonrientes y de un azul osuro intenso. Y una sonrisa permanente curvaba mis labios.

Una mezcla de felicidad y terror corroían a Emily por dentro. Sentía a los dos jóvenes muy cerca de ella. Su corazón latía con una fuerza pasmosa, transmitiendo por todo su cuerpo pequeñas corrientes eléctricas. Había dejado de llorar, pero se mantuvo con los ojos cerrados, dejándose llevar por aquella felicidad, que aunque pudiera ser pasajera, en aquel momento les mantenía unidos. Pero... Aquella chispa de terror continuaba en su interior, corroyéndola, haciendo que se preguntara una y mil veces si era correcto todo aquello.

Aunque las palabras de Tyr ahuyentaron al menos momentáneamente aquella sensación horrible. Dejando tan sólo el amor que sentía por ambos. Finalmente abrió los ojos y miró a los dos jóvenes. Su rostro todavía se podía ver bañado por todas aquellas lágrimas que habían dejado su rastro. Una dulce sonrisa asomó a sus labios... - Yo también os quiero a los dos... - Dijo de forma sincera. - Aunque, esto es una locura... - Terminó diciendo llevándose la mano a los labios y echándose a reir. Era una risa nerviosa, nacida de su propia felicidad y de sus miedos internos...

Al oír sus palabras un suspiro silencioso sale de mis labios antes de que mi expresión medio esperanzada medio enferma de miedo de paso a una enorme sonrisa. En estos momentos soy el tipo mas feliz del mundo y no puedo pensar en nada mas.

Esto...esto es perfecto...simplemente perfecto. Podemos hacer tantas cosas juntos. Viajar, entrenar, dejar que Noukky nos pinte.Asustar a Nana. Jugar a las carreras en mi casa. Estoy deseando... a punto de decir "contárselo a mis padres" estoy, pero luego recuerdo que si se enterasen pondrían el grito en el cielo. Estoy deseando que llegue el fin de semana.

Una risa cantarina salió de mis labios ante el último comentario de Emily que se transformó en carcajada al oir a Tyr. El momento tierno, intenso había pasado y a la par que los latidos de mi corazón se normalizaban las implicaciones y posibilidades que se habían abierto ante nosotros fueron tomando forma. Menenado la cabeza les solté separándome de ellos y cogí la botella de licor que seguía sobre la mesa.

- Lo de asustar a Nana me lo tienes que explicar Tyr...- comenté aún riendo mientras le sacaba la lengua.- y lo de las carreras también....- agregué enarcando una ceja y planteándome si la ilusión había llevado a nuestro amigo a liarse con el idioma.- En cualquier caso Emily...esto no es una locura...es diferente...moderno y maravilloso...y porque está basado en lo que sentimos es bueno...- le dije mirándola con cariño. Con mano ligeramente temblorosa serví tres chupitos y se los tendi- Vamos a brindar por nosotros, por nuestro futuro juntos y porque solo conlleve felicidad- propuse sonriendo a los dos.

- Jajajajaja... - Emily no podía parar de reir. Aunque la risa nerviosa se había transformado en una carcajada sincera. Miró a Tyr con los ojos brillantes, y una vez se tranquilizó, asintió con la cabeza. Sí, sería maravilloso poder hacer cosas los tres juntos. 

Las palabras de Noukky también la animaron, despejando un poquito más los miedos que tenía la muchacha. - Sí, sé que es maravilloso, y de verdad, soy feliz de que podamos estar los tres juntos... - Dijo finalmente sonriendo y mirando alternativamente a los dos jóvenes.

Cogió el vaso que Noukky le tendió y se lo bebió de un trago. No era un licor muy fuerte, tan sólo le calentó un poquito el estómago. Dejó el vaso nuevamente sobre la mesa y se tiró hacia atrás en la silla. Aquella sonrisa no se había borrado de sus sensuales labios. En aquel momento recibió un mensaje en su móvil. Emily pareció despertar de un hermoso sueño, su rostro se ensombreció al coger el aparato y ver de quién se trataba. Después de tanto tiempo sin saber nada de él, ¿por qué se ponía en contacto justo en ese momento?

- Chicos, lo siento... Tengo que irme. Mi abuela está mosqueada por no haberle avisado que no venía a comer - . Dijo dibujando una mueca y poniendo los ojos en blanco. Les miró con cariño a ambos. No... No puedo estropear este momento. Pensó optando por esconder la verdad...

Mensaje : Remitente: Pierre

Hola cielo, hace mucho que no hablamos... ¿Puedes llamarme?