Sin perder el tiempo de otro descanso o de observar si algún cambio menor había sucedido en la zona, pase olímpicamente de la zona central del sitio para avanzar por el sendero que me llevaba una vez más a la cascada ... lo bueno de tener una cola por piernas, es que es fácil rastrear las zonas por donde e ido pasando...
A la cascada !!
Viendo que se había encontrado con las plantas esta lo tuvo claro, volviendo sobre sus propios pasos (reguero reptante) la Maid decidió volver en busca de alguna otra zona para poder descansar, encontrarse con alguien más, o quizás simplemente buscar otro camino que no tuviera un enorme muro impidiéndole pasar... o quemar cosas...
Aquella estancia era completamente distinta a lo que se había visto hasta ahora, pues a diferencia de las anteriores zonas de bosque, de playas, de pueblo y de acantilados, esto era un hermoso campo por donde alcanzaba la vista, con alguna que otra columna romana alzándose del suelo en pequeños patios abiertos, comederos de pájaros, fuentes, bancos y mesas de piedra pulida. Todo esto bellamente adornado con flores y árboles bien cuidados y en un perfecto estado de salud.
Así como un gran muro amurallado que superaban los cinco metros de altura que dividían aquella estancia de la mansión que estaba algo más al norte de aquel lugar. Aunque se podía dejar ver los torreones de esta timidamente asomarse detrás de los imponentes muros.
La única puerta, de metal, con aleación de plata, se encontraba cerrada a cal y canto, y no parecía haber forma alguna de abrirla salvo con el uso de la llave, pues el candado que esta tenía, a pesar del estilo de la puerta, parecía ser fascinante e imposible de manipular debido a su complejidad.
Siguiendo el muro hacia el Oeste, aquella Maid que venía de la zona de las cascadas del Sur se encontró con semejante paraíso terrenal, más similar al jardín del Eden que a cualquier otra cosa que hubiera visto o incluso soñado en un primer lugar. La hermosura del jardín no tenía nada que envidiar a... a... a algo muy bonito.
Sigo andando hasta la mansión por el camino más rápido.
Hay una verja metálica impidiendo cruzar al otro lado para acceder a la Mansión y los muros son suficientemente altos, inclinados y resbaladizos como para poder escalarlos. Al parecer según los conocimientos que esta Maid tenía, no era capaz de llegar a la mansión...
Podía ir hacia el Sur... podía volver hacia el Sureste a la zona de la Cascada... o podía continuar el muro hacia el Noreste.
Miré el mensaje que me había mandado VIII y decidí ir hacia el Noroeste. Debía ser por ahí ya que los otros dos caminos ya los había investigado.
Siguiendo aquel muro hacia el Norte, aquella muchacha se encontró conque el entorno amigable e incluso hermoso que aquellos bellos jardines representaban lentamente se iba volviendo más oscuro y tenebroso a medida que la piedra iba sustituyendo los caminos de tierra naturales y las edificaciones empezaban a aparecer.
Seguí caminando, inspeccionando las construcciones y especialmente buscando una cripta.
¡QUE YA VA! ¡QUE YA VA! ¡QUE YA VA! ¡QUE TE ESTABA ACTUALIZANDO EL OTRO LADO!
Ejem... quiero decir...
Siguiendo aquel muro hacia el Norte, aquella muchacha se encontró conque el entorno amigable e incluso hermoso que aquellos bellos jardines representaban lentamente se iba volviendo más oscuro y tenebroso a medida que la piedra iba sustituyendo los caminos de tierra naturales y las edificaciones empezaban a aparecer.
Aquella estancia era completamente distinta a lo que se había visto hasta ahora, pues a diferencia de las anteriores zonas de bosque, de playas, de pueblo y de acantilados, esto era un hermoso campo por donde alcanzaba la vista, con alguna que otra columna romana alzándose del suelo en pequeños patios abiertos, comederos de pájaros, fuentes, bancos y mesas de piedra pulida. Todo esto bellamente adornado con flores y árboles bien cuidados y en un perfecto estado de salud.
Así como un gran muro amurallado que superaban los cinco metros de altura que dividían aquella estancia de la mansión que estaba algo más al norte de aquel lugar. Aunque se podía dejar ver los torreones de esta timidamente asomarse detrás de los imponentes muros.
La única puerta, de metal, con aleación de plata, se encontraba cerrada a cal y canto, y no parecía haber forma alguna de abrirla salvo con el uso de la llave, pues el candado que esta tenía, a pesar del estilo de la puerta, parecía ser fascinante e imposible de manipular debido a su complejidad.
Siguiendo aquel muro hacia el Sur, aquella muchacha se encontró conque el entorno amigable e incluso hermoso que aquellos bellos jardines representaban lentamente iba apareciendo del anterior lugar más oscuro y tenebroso en donde la piedra iba sustituyendo los caminos de tierra naturales y las edificaciones empezaban a aparecer. ¡Había vuelto a los Jardines!.
Viendo que se había encontrado con las plantas esta lo tuvo claro, volviendo sobre sus propios pasos la Maid decidió volver en busca de alguna otra zona para poder descansar, encontrarse con alguien más, o quizás simplemente buscar otro camino que no tuviera un enorme muro impidiéndole pasar... o quemar cosas...