Miraba el apunte de la piramide de Maslow.
¿Acaso pensaban en crear pequeños promotores que conocieran los gustos del consumidor?.
Dejo que se acomode como quiera, por el momento no me incomodaba el contacto fisico con él.
- Pues deberias haberlo visto, es raro que le pasen este tipo de información a los niños -
Lo sé y te lo agradesco, de hecho tengo un poco de conocimiento de Psicologia por la carrera actual que estudio y esto me ayuda a repasarla xD.
- ¿De que va? ¿Necesidades de las personas? - intuyes que debe estar leyendo - Bueno, lo que me sorprende no es que les enseñen eso sino... ¿tu estas mirando a tu alrededor?
Asenti con la cabeza cuando hizo su primer comentario.
Doble los papeles para guardarlos en el bolsillo de mi abrigo, le mire quedando a unos centimetros de su rostro y negue.
- No, me quede fija en los pupitres -
Admiti un tanto avergonzada, apuntando la luz del celular a la sala y ver alrededor.
No se apartó lo más minimo, no parecia incomodo por las distancias
- ¿Seguimos? ¿o quieres echar un vistazo a algo más?
- No, me gustaría revisar los pupitres -
Le cojo nuevamente la mano, para comenzarme a acercarme a cada uno de los pupitres, revisando si hay escrito algo en ellos o algún papel en ellos.
Me das la descripción de la sala y que hay en los pupitres?
Sigue acompañandote durante tu "expedición", los pupitres parecen vacios, algunos pintados con lapiz con encima o con algun arañazo propio de manualidades. La habitación es sencilla. Pupitres a un lado, la mesa del profesor frente a ellos y unas estanterias al fondo. Lo unico que echas en falta es la pizarra.
Veo con curiosidad los dibujos de los pupitres.
Me acerco a los estantes, mientras intento adivinar desde esa vista porque demonios faltaba la pizarra.
En los estantes hay cuentos infantiles y algunos libros generales sobre matematicas o ciencias, así como diccionarios. La ausencia de la pizarra sigue siendo un misterio para ti.
Apunte a donde debería estar el pizarrón con la mano que aun sujetaba la de Alberto, mientras con la otra cerraba el estante.
- ¿Porque crees que falta el pizarrón en esta habitación -
- No esta aquí, pero está... ¿seguimos? - te sugirió
Empezó a caminar hacia la salida, si no le seguias de inmediato su mano resbalaria y se separaria de ti.
- Claro -
Le respondo mientras me giro y le sigo hacia la siguiente habitación.
Se encaminó a la siguiente sala, segunda puerta a la derecha y abrió.
Esta vez se trataba de una habitación con la ventana tapiada, totalmente vacia y pintada de negro, con un colchón de lana vieja tirado en el suelo.
- Espeluznante ¿verdad? supongo que debian castigarlos aquí...
- Si, claramente es el salón de castigo ... ahora con toda esta falta de seguridad es obvio que los dejaban bien jodidos antes de mandarlos a esta habitación -
Me aferre más a él. No me gustaba imaginarme a mi madre de niña en una habitación así.
Te rodeó con los brazos desde la espalda notando tu miedo
- Supongo que aquí prefieres no entrar, ¿no? - te susurró comprensivo
Negue con la cabeza, colocando mi mano en la frente y deslizandola, sacando parte del flequillo de mi frente.
- No, prefiero entrar ... en una de esas vemos algo de importancia para esto -
Le mire a pesar de la cara de pesadumbre, se podía notar el deseo de entrar.
- Como quieras...
Te acompañó dentro sin apartarse demasiado, con lo primero que tropezasteis fue con una pequeña muñeca de trapo
Aun sujetando su mano entramos al lugar, pateando una muñeca de trapo.
La mire incredula, me agache rapidamente para mirarla fijamente, acerque mi mano al tabique tirando parte de la piel y frunciendo el ceño. La tome en mi mano mientras me volvia a incorporar a su lado.
- Claramente mi madre estuvo aquí -
Dije con cierto pesar, mientras le tiraba para que ns adentraramos más a la habitacion.
- ¿Lo dices por la muñeca? Podia no ser suya...
Siguió contigo, lo unico que quedaba era el colchon y la ventana tapiada. Era una habitación realmente triste.
- Podría ser que sí, a menos que me digas quien del resto jugaba con muñecas -
Le miro a modo de broma y saliendo de hay ya que no habia nada más para investigar con la muñeca en su mano aún. Mamá tendría que explicar cual era la relacion con ese juguete.
Abrió la tercera puerta a la derecha, una gran mesa rodeada de sillas y a un lado un armario con vajillas, quizá el comedor
- Esta es algo más normal... - comparandola con la anterior