Partida Rol por web

Una vez le he indicado, de la forma más discreta que se me ha ocurrido, lo que realmente pienso hacer a Sen continuo en silencio hasta el puesto de comida que hemos elegido.

Miro a Nate confiando en que no quiera en realidad comprobar si realmente son saludables para nosotros los alimentos que nos proporcionan. Además, realmente no lo hacen, dejando que seamos nosotros mismos quienes elijamos cuales cogeremos, y cuáles no.

Allí selecciono la bebida que se adecue mejor, por el envase, para el reciclaje que pienso intentar junto a una hamburguesa.

Intento parecer mucho más tranquilo de lo que estoy mientras me dirijo junto a los demás a una de las mesas.

Decido coger un poco de allí y un poco de allá, y por supuesto gelatinas, esperaba que no estuviese todo envenenado o lo iba a pagar caro...

- En fin, ¿creéis que aquí podemos hablar tranquilos? Sino también sabemos escribir ¿no? - dije guiñándoles un ojo, mientras miraba la comida que había seleccionado, esperaría a que alguien diese el primer bocado y después... lo haría yo, a ver, si querían que jugásemos a su juego, no ganarían nada envenenando la comida, ¿no?

- Y para animar este ratito, ¿qué mejor que un chiste de Mike no?:

En un restaurante, el guarda de seguridad le dice al hombre que ve entrando con un lanzallamas:
-Señor, ¡No puede entrar a este restaurante con ese lanzallamas!
-Es para usarlo con las personas que piden piña en la pizza.
-¡Ah! ¡Ok! ¡Siga! ¡Siéntese en la mesa preferencial por favor!

- Y a vosotros, ¿os gusta la pizza con piña? A mí desde luego que no, estoy a favor del señor con el lanzallamas jajaja

La comida que cogisteis de aquella especie de buffet parecía total y completamente normal. Las hamburguesas os recordaban a las de Wendy's o Five Guys, cargadas de ingredientes y con pinta de ser totalmente insalubres. Pero aparte del efecto que podrían provocar en vuestros niveles de triglicéridos, no parecían peligrosas.

En cuanto a las gelatinas, venían envasadas en tarritos de plástico como los de los yogures, empaquetadas junto a una cucharilla desechable de aspecto completamente normal.

Joshua, que llevaba callado como un ajo desde que había leído su informe personal, no cogió nada de comer ni beber, absorto como estaba en sus pensamientos.

Que hubiese algo venenoso o no en la comida era una posibilidad latente. Ryu creía genuinamente que no harían nada para envenenarlos. Después de todo, deseaban que jugasen aquel juego. Aunque bien era cierto que no podían confiarse. Sus compañeros hicieron que la seguridad de Ryu por comer se esfumase, aunque no lo mostró realmente. Muy como Nate, tomó una bandeja y se sirvió un poco de aquella comida... bastante poco sana.

El chiste de Mike no le gustó tanto, y mientras se sentaba en la mesa, le respondió.

—A mí sí me gusta la pizza con piña —y mientras miraba la hamburguesa que había tomado, así como la bebida, se mostró un poco más... reservado al respecto. Estaba claro que aquella seguridad con la que le había dicho a Sen de que debían comer algo no era del todo cierta. O al menos ya no. Le habían sembrado la duda—. Stuart... ¿tienes alguna idea? —si intentaba obviar el comer algo o no, no era demasiado importante. Ryu sabía de primera mano que de lejos Stuart era el más inteligente de todos allí. Mucho más en ese ámbito. Y además... ¿para qué engañarse? En verdad Ryu no se veía con muchas ganas de probar esa comida en verdad.

A Nate no le parecía que la pizza pudiera llevar piña. Pero no dijo nada. Se limitó a olisquear su hamburguesa hasta decidir que no estaba envenenada.TTenía más miedo de que les encerraran hasta morir de hambre y sed, que de que les envenenasen. Dió un buen mordisco e hizo un gesto con el pulgar hacia arriba.

Dejo la hamburguesa delante mío mientras aguardo que los demás se sienten también. No puedo dejar de apoyar a Ryu respecto al chiste de Myke. – No es mi favorita, pero no está mal la combinación de sabores.

Tomando la gelatina en una mano me la llevo despacio hasta casi rozar mi boca para retirarla, pero en lugar de dejarla en la mesa coloco la mano debajo de está volcándola para que se vacíe. Mientras respondo a Ryu en voz baja. – Intentaremos suplir la falta de agua por otro fluido. – Busco la mirada de Sen. – Disculpa Sen te aseguro que no lo planteo como una broma de universitarios para molestarte.

Aguardo por si hubiera alguna amonestación por ensuciar el suelo, de los altavoces o alguno de los empleados.

Si los empleados de Technoland os estaban prestando atención, no lo demostraban en absoluto. En cuanto a los altavoces de la I.A., estaban demasiado lejos como para que pudieran oir lo que decíais, siempre y cuando no os pusieráis a gritar como bellacos.

En cuanto a la comida, por el sabor, el olor y la textura, os daba la impresión de que era comida completamente normal, sin peculiaridades de ninguna clase ni sabores extraños debidos a sustancias nocivas. Tampoco sentisteis picores en la garganta o ardor en la boca ni ningún otro síntoma característico de la ingestión de alimentos en mal estado o con tóxicos.

Apenas se sentaron, a pesar de lo normal que lucía la comida, la chica no se fiaba en nada de eso. Tomó una cantidad un tanto exagerada de gelatinas, casi vaciando el lugar, para luego ubicarse. Escuchó la broma de Mike sobre la pizza con piña y casi al mismo tiempo en que Ryu habló, solo que con una cara menos amable, Sen dijo - A mí no me gusta la pizza con piña - podían ser gemelos, pero eran polos opuestos.

Las palabras de Stuart no habían hecho que la chica pensara en nada distinto... Hasta que hizo la aclaración. En ese momento, las mejillas de Sen se colorearon ligeramente. ¿En verdad la aclaración era necesaria - Stuart... No era del todo necesaria la aclaración - dijo mientras botaba el contenido de algunas de las gelatinas.

Aunque vio que Nate comía con tranquilidad, ella no lo hizo. No se fiaba nada de ese lugar - Este lugar apesta a magia negra. Lo siento, pero no tocaré la comida - y siguió con su laboriosa tarea.

Miró a Joseph un poco sorprendida - ¿Qué sucede? - por primera vez parecía dirigirse al chico con tranquilidad.

Nate se sintió apoyado en su opinión sobre echar piñas a la pizza, y sonrió a Sen.

—Ya, yo tampoco me fío demasiado... pero tenemos que comer. No sabemos cuánto tiempo vamos a estar aquí.

Se quedó pensativo unos instantes.

—Si no me ocurre nada, habremos comprobado que no le pasaba nada a la comida. Si me pasa algo...  Bueno, los demás podréis salir de aquí.

La idea de hacer de cobaya no le entusiasmaba, pero era la única manera de averiguar si la comida era segura. Por otra parte, si tenía razón, y sus temores eran fundados...  Sacudió la cabeza: no quería pensar en sus amigos muriendo de hambre. Aún así, si les encerrraban en algún sitio tanto tiempo como para llegar a ese punto, antes habrían muerto todos de sed. Pensando en eso, cogió gelatina para hidratarse.

Sonreí al oír a Sen.

- Gracias por el apoyo, ¡la pizza con piña debería ser erradicada del planeta, que digo, del universo! - me reí, me encogí de hombros y le di un bocado a la comida, Nate tenía razón, no quería estar con el estómago vacío vete tu a saber cuantas horas, además si comía gelatina sería más sencillo ir al baño - bueno, bueno, parece que estamos metidos en algo que nos supera un poco, pero... ¡no desesperemos equipo! ¡saldremos de esta! Y para amenizar un poco más e intentar sacaros una sonrisa, ¡otro chiste de Mike! Seguimos con la tecnología, que para eso estamos en Tecnoland ¿no? Bueno... recuerdo que un día un vecino me preguntó... ¿tienes wifi Mike? Y obviamente le dije que sí, entonces el muy listo continuó ¿y cuál es la clave? ¿Y sabéis que respondí? ¡Tener dinero y pagarlo! JAJAJAJA, ¡esa es la clave por supuesto! Anda a robar wifi a otro...

Enrojezco también al ser consciente de que mi intento de tranquilizar a Sen ha tenido el sentido contrario. Estoy más habituado a desenvolverme en bibliotecas que con chicas.

Bajo la cabeza consciente de mi error. Las palabras de Nate hacen que la levante extrañado sin saber si considerarlo valiente o insensato. Las palabras de Mike hacen que sonria, necesitaba relajarme un momento.

Con el envase de la gelatina vacío miro de forma interrogativa a Ryu para que él, como es habitual. Indique como actuamos cada uno.

Ryu no estaba solo en el mundo. Aunque no fuese la pizza favorita de Stuart, al menos no había cerrado su mente como todos los demás. Pero en cualquier caso, hablar de pizza con piña en un momento así probablemente era más bien irrelevante. Además, eso solo le daba más hambre, y ver a Nate arriesgarse a probar la comida lo dejaba a un paso de intentarlo él también.

Entre otras cosas, mientras meditaba sobre su hamburguesa, Ryu sonrió con cierta picardía, y hasta orgullo, al ver a Stuart lanzarse de esa manera con Sen. De hecho, le dio un par de palmadas al chico, sobre todo al ver la reacción que había causado en Sen. Si se atrevía a ser un poco más extrovertido y salvaje, tendría una oportunidad con su hermana.

—Nate tiene razón —secundando las palabras del chico sobre la comida, y mirando a Joseph con leve curiosidad también, le dio un mordisco, algo dudoso, a su hamburguesa. No sabía tan mal como esperaba.

Después del chiste de Mike, aunque Ryu sonrió un poco... no podía negar que sus chistes eran tan malos como siempre. Y mientras devolvía su mirada hacia la hamburguesa, notó la mirada de Stuart. Entendió qué quería decir.

—Creo que todos estamos de acuerdo en que lo más sabio por ahora es no dejar que esa I.A nos descubra. Su plan —y miró a Stuart y Sen— es un buen método de defensa, pero debe ser nuestra última carta. Usarlo de forma descuidada, o en el momento incorrecto, podría jugarnos una mala pasada... y no sabemos cómo responderán los robots. Por ahora, propongo explorar el terreno por el cual nos moveremos. Vamos sobre railes y no tenemos otra opción. Solo podemos confiar en esa cosa... por ahora.

Mientras parlamentabais el plan a seguir, Sen se fijó en la actitud de Joseph. Ciertamente el muchacho había estado completamente callado desde que encontrasteis vuestros archivos personales. Sin embargo, cuando la muchacha le preguntó, Joseph pareció reaccionar.

 -¿Eh? Ah, no, no, sólo estaba pensando. Pero no se me ocurre nada que no hayáis dicho ya vosotros.

No sabíais si era por eso o por otro motivo, pero lo cierto era que el chico parecía bastante alicaído.

 -Básicamente creo que deberíamos ir a la torre a por esa llave, pero llevando líquido con nosotros. Podemos intentar usar la alternativa que ha propuesto Mike o podemos intentar licuar las gelatinas. Quizás masticándolas o poniéndolas al calor podamos volverlas menos sólidas.

El muchacho se encogió de hombros.

 -Pero como he dicho, no es nada que no hayáis propuesto ya.

Sen se concentró en escuchar la respuesta de Joseph, también como forma de evadir la mirada de Stuart al notar que este también parecía avergonzado.

La conversación siguió su curso mientras el callado chico contestaba y por la forma en que lo hizo, Sen se le quedó mirando con intensidad. Poco después miró a los demás - Podemos optar por lo que dice, pero sí es importante ir ya preparados a las atracciones - y después de hablar con todos, volvió sus ojos a Joseph.

Sen se debatió en silencio algo por un buen rato. De hecho, ni siquiera trataba de aparentar que no tenía sus ojos puestos en el chico. De verdad no dejaba de mirarlo. Entrecerró los ojos y detuvo su tarea. Luego le dijo con un tono bastante autoritario y firme - Joseph, muéstrame tu ficha - y extendió la mano para que se la entregara.

De todos, Ryu sabría más que cualquiera lo obstinada que la chica podía ser. De hecho, lo había demostrado con su renuencia total a comer a pesar de que sus compañeros comprobaron que la comida parecía estar bien. Ella dejó su mano extendida y lo miró con intensidad. No estaba entre sus planes aceptar un "No" del chico.

Nate se revolvió inquieto al escuchar la mención a la ficha, y, dirigiéndose a Sen, preguntó:

—¿Para qué necesitas verla?  Podemos coger líquido para ir preparados, pero... ¿eso qué tiene que ver con las fichas?

Me muestro de acuerdo con Ryu ante la propuesta de dejarlo como última opción asintiendo con la cabeza, además sería demasiado visible intentar entrar en la torre con el recipiente lleno de líquido.

Mientras continúan hablando me coloco la mochila sobre las piernas mirándola mientras tengo el recipiente de la gelatina bien visible en la otra mano. Una vez he visto que han captado el mensaje la vuelvo a dejar en el suelo abriendo uno de los compartimentos para poderlo guardar justo antes de que nos levantemos.

A Joseph no le gustó un pelo la petición de Sen. Aferró su ficha, apretándola contra su cuerpo como un niño abrazaba su juguete favorito para que no se lo quitaran.

 -No, lo siento pero no.

Aunque no sonaba tan autoritario como la muchacha, sí que sonaba firme. Iban a tener que arrancarle la ficha de sus fríos y muertos dedos.

 -Entonces, ¿lo tenemos todo? ¿Vamos a la torre?

Intentó evitar el conflicto cambiando de tema. Si tenía suerte, Sen captaría el mensaje y le dejaría en paz. Si tenía suerte.

Joseph estaba demasiado... callado, no parecía él, y eso había que remediarlo, ahora mismo.

- ¡Pues vámonos! ¡Venga Joseph alegra esa cara! Si no quieres enseñar tu ficha, pues no la enseñes, es cosa tuya, pero te pido que me des una sonrisa, y para eso no hay mejor que... ¡un chiste de Mike! ¡Este os va a encantar! - me estaban haciendo sacar la artillería pesada, los chistes buenos de verdad - veamos, ¿a dónde vamos? a una torre, lo que me lleva a preguntaros... ¿por qué la torre de pisa esta inclinada? Pues... ¡Porque tuvo mejores reflejos que las Torres Gemelas! - no puedo evitar reirme ante mi propio chiste, miro a Joseph esperando su reacción y me pongo en camino junto a mis compañeros, a los que esperaba también haber sacado al menos una sonrisilla.

Viendo que Sen intentaba quitarle la carpeta con su archivo, Joseph se la guardó debajo de la camisa, protegiéndola de los intentos de la muchacha por agarrarla.

 -¡Déjame, Sen! Si no quiero que lo leas, es por algo. ¡Déjame en paz!

Dicho aquello, el muchacho se levantó, dispuesto a no perder más tiempo y a irse a la torre. Mike fue el primero en seguirle, con todos los demás yendo detrás. Os sorprendió que el siempre positivo y tranquilo Joseph reaccionara así. Definitivamente algo no iba bien, pero también era cierto que parecía un asunto privado, por lo que lo mejor era dejarlo estar.

Mike, en un intento de relajar la tensión, soltó uno de sus chistes, logrando que Joseph sonriera sin poder evitarlo. Eso pareció relajarle un poco, aunque continuó con su archivo dentro de la camisa, bien protegido.

Al cabo de un ratito, llegasteis a la Torre del Futuro, la atracción principal de Technoland. Era un edificio increiblemente alto, de aspecto futurista, como el que se veía en las películas de ciencia ficción de los años 80. Las paredes estaban chapadas en metal plateado, no sabíais si era acero o platino, pero parecía caro y fuerte. La base de la torre era amplia y tenia una gran puerta en la que ponía "entrada".

Nada más entrar en la torre, localizasteis un mapa interactivo proyectado en una pantalla táctil. Podía ser util para ayudarlos a encontrar alguno de los sitios en los que H.E.L.L. os había dicho que podíais encontrar la llave. También habia altavoces de esos que os podían servir para comunicaros con la IA en caso de necesitarlo. La cuestión era, ¿a dónde dirigiros ahora?

Sen hizo caso omiso al pedido de su compañero y se empeñó en tomarla, mas cuando vio que este la metió por dentro de la camisa, alzó una ceja y se rió un tanto divertida - Cariño, si crees que hacer eso me intimida, es porque eres más inocente de lo que creía - y su gesto se endureció de repente -. Pero si eso que viste nos pone en peligro antes de entrar por no saberlo, será tu responsabilidad - y tras eso, lo dejó tranquilo. Tendrían que ir a ciegas, pero con los preparativos que Stuart había hecho. Confiaba en él, así que se mantuvo cerca, solo por si acaso, y pasó de la broma de Mike como había hecho muchas veces ya. No tenía mucho sentido que le dijera algo, ya que el chico no pararía con ello.

Llegaron a la torre y la chica pudo sentir el nerviosismo de lo que venía. Estaba allí, estaban a punto de entrar en el primer lugar. ¿Cómo era que sacrificaban a sus víctimas? ¿Cómo morían? ¿Morían o estaban condenados a quedarse ahí? Sus preguntas serían resueltas pronto, para mal o para bien.

Al ver el mapa, empezó a fijarse en la disposición, pero se le dificultaba un poco memorizarlo - Stuart, estamos en tus manos -.