Partida Rol por web

No puedo dejar de mirar a mis compañeras y a la nueva hada simultáneamente.

¿Se transformaran y se le parecerán? ¿Y yo como me transformaré?

Comienzo a sacar uno de los frascos cuando me cuerdo de las instrucciones que nos dio.

– Recordar lo que nos dijo el Hada de la Esperanza:

- Hay dos para cada uno, así trabajaréis mejor en equipo. Recordad que los frascos son para los jóvenes de esta aldea, vosotros debéis de beber allí directamente. Y recordad que es muy importante que se lo tomen antes de que aparezca la luna... si no, desaparecerán muchos niños.

No intento obligar a nadie para que haga lo que les he dicho. Espero mi turno y me pongo con la boca abierta a unos centímetros de su pecho recogiendo las gotas que caen de él. Es casi como los recién nacidos pero no me atrevo a tocarla.

 Braun tiene razón. Dijo que usaramos los botes para los chicos de la aldea. con la ingenua manera de un niño, que no sabe lo que hace, situó el frasco abierto entre las piernas del hada. Le pareció más lógico recoger allí todas las gotas que caían de su cuerpo en diferentes riachuelos.

 Al mismo tiempo acercó sus labios al pecho del hada que no ocupaba el guerrero. Tímido al principio, pero apoyando finalmente una mano en su hombro para poder beber más comodamente todo el elixir que resbalaba por su pezón izquierdo.

No solo los niños.

Tambien el Señor Dientes se acerca al hada

"Caw-Caw" dice el señor Dientes. Al ser un animal, está mas cercano a sus instintos y a su "programación básica" como animal.
El Señor Dientes revolotea alrededor del Hada, y se posa en uno de sus hombros. Luego frota su suave pelaje contra el rostro del hada, igual que un gatito frota su cola con quien quiere hacer un vínculo. Y con cariño, empieza a lamer el rostro del hada.

El ritual que se presentaba ante ella no solamente era extraño sino también ridículo -¿Por qué hay que beber del nectar que pasaba por el cuerpo del hada?- murmuró al acercarse.

Se posicionó a la espalda de la criatura y, pasando la abertura de los frascos por su espalda, recolectó las dósis que llevaría a la aldea. Concluída dicha faena se dispuso a obtener de aquel elíxir.

Primero acercó su cara a la espalda pero no pudo evitar notar lo similar que era esa imagen a la idea de lamer a alguien transpirado. Estaba incómoda.

Pasó su dedo índice, finalmente, untándolo en el nectar para llevarlo a su boca. Así repitió el proceso tras guardar sus recipientes.
Se había parado de perfil al hada, intentando alejarse de aquel grupo que parecía estar fagocitándola a ella más que al fluido.

Los aventureros se reunieron alrededor de aquella extraña elfa y comenzaron a beber y a llenar sus frascos. Al pestañear la elfa había desaparecido y todos estaban alrededor del tronco del árbol. Éste dejó de gotear, lo que significaba que ya era suficiente para que ese elixir surtiera efecto. Al cabo de unos minutos Alura, Mishra, Nix y Elsa comenzaron a notar algo extraño en su cuerpo. Ahora su cuerpo no era tan recto como antes, en él se había dibujado una suave curva desde la cintura hasta el trasero, y su pecho ahora era más grande, haciendo que los ropajes que llevaban fueran más estrechos aún para ellas.

Braun y Maggadon comenzaron a notarse más musculosos, y sus hombros se ensancharon. A Maggadon no se le notó demasiado, pero Braun rajó parte de su camiseta debido a su musculatura.

- ¿Que sucede? ¿Estamos creciendo? ¿No es demasiado rápido?...¿no se suponía que debíamos seguir siendo niños? - Alura está entre asustada y confundida por lo cambios ¿les había engañado el Hada de la Esperanza?

"Ahhhhh!" Mishra casi se cae en postura "Decúbito Supino" cuando ve que la elfa guardiana ha desaparecido ante sus ojos. Lo malo es que el repentino cambio en su cuerpo la pilla totalmente desprevenida ¡Y al final si que cae en el charco! Vaya disgusto

"No tengo ni idea ¿Por que Braun y Maggaddon tienen musculos, y a mi en cambio se me ha puesto el culo gordo? ¿Y el pecho fofo? ¡Es una injusticia!"

"Como sea..."

Mishra toma uno de los frascos y lo llena con el elixir restante que siga cayendo del Árbol. Al fin y al cabo, si yo me pongo culotrona ¡Que TODAS se pongan culotronas!

"Y una gotita mas, y otra... y otra... y otra... En serio, ALGUN DIA quiero saber esconderme tan bien como la elfa guardiana, que no es normal que desaparezca en un parpadeo" dice tratando de convencerse a si misma de que esto es algo mas o menos normal.

Desajusté como pude las correas de mi peto, mi pecho había crecido algo pero no era muscularmente, temía que de hacerlo más me asfixiara bajo las resticciones de mi propia ropa.

También noté que mis muslos y gluteos habían crecido, en este caso había una tonificación muscular sumada a una acumulación de grasitud para complementarla. Sonreí al pensar que podría correr más rápido y saltar más alto.

Además noté el hecho de haber estado alimentándome de un árbol o que, quizás, el hada de tamaño normal se había transformado o algo.

-Esto no está tan mal- murmuré pensando en las modificaciones de mi cuerpo inferior -y esto parece protección extra- añadí moviendo mi peto un poco, hablando a las chicas y en especial a la exploradora, que parecía algo resentida con sus cambios.

-Bien, volvamos, tenemos que llevar esto a los demás en la aldea-.

-¿Acaso nuestras voces se alteraron también?- pensó notando un timbre ligeramente distinto en en las demás voces.

Al desaparecer el hada tardo unos segundos en reaccionar quedando como esperando una última gota de aquel elixir.

Cuando noto que a pesar de estar quieto mis músculos se tensan a pesar de estar quieto me incorporo observando asombrado como se incrementa el grosor de mis brazos y se tensa mi ropa hasta el punto de oír como se rompe por alguna costura.

Cuando miro a los demás veo que los cambios en Maggadon son similares a los míos pero cuando miro a mis compañeras ya no puedo apartar mi vista de ellas. En el momento que Nix comenzó a manipular su peto sentí una gran curiosidad por los cambios que había tenido. – ¿También se te ha roto la ropa Nix? Esto debe ser la pubertad y el hada que nos lo ha proporcionado la ha tenido.

– Si mejor volvamos con los demás, ¿nos acompañadas Elsa?

"La frase es 'y tu nos acompañas, Elsa. Que vendrás como un héroe al pueblo' "

Mishra lo tiene claro. Elsa es ahora una Traedora de la Pubertad, una salvadora del pueblo ¡Y una amiga para toda la vida!

Al desaparecer el voluptuoso pecho en que apoyaba su cabeza, el joven mago se golpeó la frente contra el duro arbol.

 El elixir se había terminado.

Cerró el frasco y entonces comenzó a notar los cambios. Estaba más alto, tanto que se mareaba un poco al mirar abajo, delgado y con las manos demasiado largas, igual que las piernas... le picaba todo el cuerpo, pero sobretodo sus bajos... ¡le habían brotado pelos por todos los sitios!

 Nos han... intentó hablar pero su voz sufrió un repentino gallo y quedó mudo unos segundos, después habló con un tono de voz profundo y gutural Nos han engañado. ¡Nos han robado la infancia! Ahora somos adultos... o algo así...

 Vió a Nix quitándose el peto y al igual que Braun no pudo retirar la vista de ella. Un bulto creció bajo su túnica. Debía controlarse... se sentó en una piedra, al lado de la Ranger caída.

 ¿Quien es esa tal Elsa de la que habláis? preguntó mesándose las sienes e intetando pensar El Hada nos ha engañado... ¡maldita sea! No sé si podre hacer mi magia con esta voz... y estas manos. Pero si parecen palas, por favor...

 Magaddon se miraba embobado sus largas y delgadas manos.

Alura sintió que los pantalones le oprimían las caderas y los muslos, el peto le quedaba ahora justo y sentía un roce incómodo en los pezones. Sus compañeros también mostraban molestias con el cambio, algo no era como les habían contado.

- Maggadon, verás....Elsa es la chica que nos ha traído hasta aquí, sin ella no hubiéramos llegado y resulta que formaba parte de nuestra aldea....es la elfa que seguimos - levanta las manos intentando calmar el casi seguro arrebato por parte del chico.

Finalmente todos habían cambiado de aspecto, salvo la mascota de Mishra, que aparentemente no había cambiado en absoluto ¡Qué extraño! De repente entre los árboles salen unos niños y niñas tan bien formados como vosotros, solo que en taparrabos y tapados con escasa ropa. Llevan lanzas y están ahora mismo en posición defensiva.- ¡Atacad! ¡Que no quede ningún niño como nosotros!. Y arrancad ese árbol- Dice alguien de lejos, parecen doblaros en número, y están alrededor vuestra. 

Antes de que haya podido acostumbrarme a mis nuevos músculos parecé que tendré que descubrir sus capacidades de inmediato.

Darás las intenciones que proclaman no parecé que en este momento haya nada que negociar. Veo sus palos con envidia ya que son mucho mas largos y parecen acabar en un extremo punzante.

– Pongámonos juntos que no puedan atacarnos de uno en uno. Este árbol lo considera sagrado el Hada de la Esperanza y puede que lo sigamos necesitando alguna vez mas.

Adopto una posición defensiva intentando proteger a los dos que se pongan a lado y lado.

No entiendo el motivo porque mi vista se detiene mas en las chicas que en los chicos mientras los vigilo. Todos ellos están armados.

Cuando de entre los árboles brotan personas biológicamente similares a nosotros pero más desnudos me preparo para luchar, sin lugar a dudas la tenían contra ellos y contra la fuente de la pubertad por lo que no podía permitirles vencer.

Braun clama permanecer juntos y coincido con él, blandiendo mi palo me posiciono a su lado. Ya somos dos formando aquel muro de contención para protegernos y a la milagrosa planta.

-¡Maggadon, están todos juntos, a que puedes aprovechar compañero!- exclamo al astuto mago sin dejar de mirar a nuestros oponentes.

 Rápidamente me sitúo en el centro del circulo, detrás de Nix y Braun.

 No lo sé, Nix... la última vez que ataque a los que querían agredirnos Braun me pegó. le digo en voz alta a la Vigilante. Si intento algo de nuevo a lo mejor me vuelven a pegar.

 Esta vez voy a esperar el "permiso" del resto del grupo para liquidar a nuestros atacantes en un abrir y cerrar de ojos.

 ¿Ha dicho Alura que Elsa formaba parte de nuestra aldea o se refiere a su aldea? ¿Los elfos fueron primero niños?

Mishra toma su sartén de batalla.

Maldice en arameo, en orco, en goblin y en hobgoblin a quien sea que robó su machete, a quien rompió su arco y a quien usó todas sus flechas para encender una hoguera.
Pero sobre todo, maldice esta fuente que la ha vuelto gorda y fofa ¿Conservará su agilidad?

"Venga chicos. Vamos a por todas"

- He dicho que formaba parte de vuestra aldea, hasta que me salieron estas orejas.- dije de mal humor preparando mi arco.- Ahora concéntrate en lo que estamos, o acabaremos como pinchos de carne.- acto seguido apunté a uno de ellos para disparar, pero me puse nerviosa y se me cayó el arco y la flecha al suelo. Al agacharme parte de mi ropa se movió y dejó al descubierto uno de mis pechos, poniéndome colorada como un tomate y tapándome como podía.

Mishra, con una mano en su Nada Confiable sarten sucia de batalla, decide tirarle dos piedras a los adolescentes con aviesas intenciones

"¡Por el poder que me ha sido dado! // ¡Recibe esta piedra en tu frente y tu costado"