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(+18) La Cruzada de las Trincheras: Tierra Santa

Liber Nobilis

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25/08/2025, 09:46

 

Personas de Importancia

 

 

 

La Reina Ariadna

Hija del duque de Hamburgo, Ariadna es la segunda consorte del rey Konrad. Mucho más joven que su esposo, de una belleza unica, se distingue por su perspicacia y una inteligencia aguda que resplandece en la corte. A diferencia de sus predecesoras, Ariadna no se limita a un papel ornamental: se sumerge con audacia en las intrigas políticas de la ciudad, navegando las corrientes de poder con una destreza que le ha granjeado el respeto de los consejeros reales y el respaldo de la Iglesia.

Dotada de una mente incisiva y una fe inquebrantable, Ariadna se ha convertido en una figura indispensable en el reino. En los últimos años, su presencia ha sido aún más prominente, representando al rey en su ausencia con una autoridad que pocos cuestionan.

Se susurra en los pasillos de la corte que Ariadna es una de las pocas personas que aún tiene acceso directo al lecho de Konrad. Allí, se dice, no solo le administra medicinas con sus propias manos, sino que comparte largas horas de consejo con el monarca, sus palabras tejiendo estrategias en la penumbra de la alcoba real.

 

 

Obispo Malekith

El Obispo Malekith es una figura prominente en Jerusalén, conocido por su autoridad eclesiástica y su severa presencia. Es un hombre de avanzada edad, con una figura encorvada pero imponente, que irradia una mezcla de respeto y temor. Su rostro, surcado por profundas arrugas, está marcado por una cicatriz en el labio que deforma su boca, dejando algunos dientes visibles en una mueca perpetua, lo que refuerza su imagen intimidante. Esta cicatriz, según rumores, proviene de su juventud, cuando luchó como partisano en la defensa de la ciudad, mostrando una valentía feroz.

Malekith es reconocido por su estricta fe puritana y su personalidad inflexible, lo que lo convierte en un líder religioso cuya voluntad parece inquebrantable. Aunque su pasado como guerrero contrasta con su actual papel eclesiástico, su devoción y disciplina lo han elevado a una posición de gran influencia. A menudo acompañado por monjes encapuchados, su presencia domina cualquier espacio, proyectando una autoridad que pocos se atreven a desafiar.

 

 

Konstantine

Konstantine, conocido como el Rey Abdicante y hermano mayor de Konrad, es una figura imponente cuya sola presencia parece doblegar el aire a su alrededor. Envuelto en rumores oscuros, se le describe como un hombre brutal, guiado por instintos primarios y una actitud desafiante hacia las convenciones ortodoxas, un carácter que lo convirtió en una leyenda tanto temida como fascinante. Alto, de porte robusto, su figura irradia una autoridad innata que persiste incluso tras su abdicación, un acto que aún susurra ecos de misterio en los callejones de Jerusalén. Su pasado está teñido de violencia, un torbellino de cruzadas y juicios sumarísimos que dejaron cicatrices en los enemigos del Abismo y en la moral cristiana de la ciudad, marcándolo como un hombre que despreciaba las cadenas de la fe tradicional.

Se murmura que Konstantine atesora una inmensa riqueza, oculta en viñedos secretos más allá de los muros de la ciudad, donde las vides producen un vino que, según los rumores, sabe a gloria y ceniza. Sin embargo, su nombre se pronuncia con recelo, como si su renuncia al trono no fuera solo un capricho, sino un escape calculado de las llamas de la herejía o de un destino aún más sombrío que solo él conoce. Aunque reside en Jerusalén, se le ha vetado el acceso a la Ciudadela Interior, un destierro simbólico que no ha mermado su influencia. Se mueve con la seguridad de un lobo entre los círculos de poder alternativos, un titiritero que teje hilos invisibles en las sombras, manipulando alianzas y favores con la precisión de quien conoce los secretos más profundos de la ciudad.