Partida Rol por web

Menuda panda de plebeyos que había traído Carol a su fiesta.

La gafapastas parecía estar intentando huir de mí de una forma descarada, y las intenciones de Broker con una de las rubias se olían a la legua. Desde luego, no iba a ser yo quien me arriesgara en salir en defensa de la chica. ¡A saber si aquel negro llevaba una pistola guardada en los pantalones! Casi podía imaginármelo sacando un arma de fuego y apuntándome con ella mientras la sujetaba de lado, como hacían los pandilleros de las películas.

Por suerte, la rubia no parecía tonta y se había alejado con rapidez hacia la barra. La otra chica rubia se le aproximó de inmediato y, a juzgar por las palabras que le dirigió, era evidente que ambas debían de ser archienemigas como mínimo. Preveyendo que estaba a punto de estallar una discusión entre las dos chicas de un momento a otro, me dirigí hasta ellas de inmediato.

-Eh, chicas, ¡alto al fuego! -exclamé, con una cordial sonrisa y posando una mano de forma fratenal en el hombro de cada una de las rubias-. Estamos aquí para pasarlo bien. Los malos rollos es mejor dejarlos fuera, ¿ok?

Cuando veo que la rubia se aleja no me preocupo de mucho la verdad, sabia que era solo timida para tanto Broker, y era comprensible, asi que iba a disfrutar con aquellas que querian disfrutar de las cosas buenas de la vida

- Caitlín, vente que te voy a enseñar un buen FLOWWWW, y trae una cerveza esta cerveza esta vacia, y te enseño a pinchar un disco de calidad y a darle su buena onda.

¡No pasa nada, Carol! -exclamé, animado, echando un trago de la cerveza-. Seguramente el quarterback esté al llegar, querrá hacer una entrada triunfal o algo así.

- ¡No! Espero que se le haya pasado la fiebre esa de sólo agua porque ese es capaz de aguarnos la fiesta si se le cruzan los cables.- Dijo la dueña poniendo los ojos en blanco. Al ver que Chad se movía se puso a vigilar un poco el pasillo para ver que todo estaba bien, que todo el mundo estaba donde tenía que estar. 

La animadora se me pega demasiado para lo que estoy cómoda, pero acepta mi cerveza. Eso es... bueno, ¿verdad?
— Pues sólo te falta una cerveza. —río un poco su comentario susurrado. Sí que le va la fiesta a las rubias. Hablando de rubias, la otra se acerca para increparla. Vaya tensión. No creo que Chad ayude, pero por si acaso, me alejo para coger otra cerveza para ella. — Venga, toma algo; es una fiesta. No hay que estar de mal humor. —le ofrezco. Oh, Broker también necesita otra cerveza; ¡y yo aún estoy con la primera! Le sonrío desde mi posición, saludando con la mano. — Tómatelo con calma, rey del flow. Espera a que los demás nos pongamos a tu nivel de marcha. —yo misma me sueno rara hablando así, por dios.

Por fin Álex hizo acto de presencia. Llegó ante la casa de su amiga Carol, cuando llegó se fue a buscarla para saludarla. Echó un ojo a su alrededor para ver toda la gente que había allí. No era una fiesta demasiado grande, lo cuál agradecía, las reuniones masivas terminaban volviéndose violentas y desagradables. Todo el mundo dándose el lote, vomitando y sobre todo, siendo unos auténticos irresponsables. Por suerte Álex había llegado, tarde pero al menos lo había hecho. 

Observó como la mayoría tenía ya una cerveza en la mano, y negó con la cabeza molesto por la situación. ¿Era necesario empezar a beber tan pronto? Y entonces allí vio a la animadora de sus sueños, Natallie también había sido invitada a la fiesta y eso provocó que el corazón le diera un vuelco y que su entrepierna se calentase como de costumbre. Pero no duró mucho, segundos después se topó con la mirada de Juliette y su cuerpo se enfrió rápidamente. No solo eso, un terrible escalofrío le recorrió todo el cuerpo y se dio cuenta de que debería mantener la cabeza fría si no quería meter la pata en aquella fiesta. Ambas estaban juntas en la barra. No sabía si hablando, discutiendo o tirándose de los pelos por él. Pero fuese como fuese, lo mejor sería mantenerse con la cabeza fría.

Por último vio a la empollona de Caitlín aquellas gafas de pasta negra hacían que se le pusiera también dura. La verdad que tampoco sabía a quién quería engañar. A él, prácticamente cualquier tía con tetas le provocaba algo en el interior de su cuerpo. Iba a ser una noche dura con tanta belleza junta, pues incluso Carol tenía su punto aquella noche.

cuando veo a Alex entrando por la puerta le saludo

- EIIII que pasa tio, coge ya una cerveza y que comience la fiesta jejeje

Miro como somos un grupo reducido, pero con muchas posibildiades, todas chicas wapas, y los tios, bueno no habia demasiada competencia para disfrutar de una fiesta realmente divertida

Vuelvo a mirar a mi protegia Caitlín - Nunca se va rapido bebiendo cervezas nena, jejeje, peor tu trae una que te enseñare una cosa muy divertida sobre pichar discos , jejeje

 Vuelvo a la mesa y comienzo a poner un temazo de tecno mezclado con musica del año, que hace que suene de lujo todo junto y novedoso

- A llegado Broker, y la fiesta al fin se va a animar jejeje

Aaaah, hablando del rey de Roma... Mi mirada se cruza sin querer con la del quarterback cuando éste se encuentra examinando el ambiente, o eso creo; por si acaso la aparto con disimulo bebiendo de mi cerveza. Al menos Broker se lo está pasando como un crío la mañana de Navidad. Tendré que llevarle otra a él, sí. Prefiero estar en su sombra hasta que a mí me dé el puntillo.
— ¿Qué me quieres enseñar, dices? —le digo cuando se la llevo.

Los miraba a todos animoso, de algún modo tenía la esperanza de poder relacionarse con otros sin la necesidad de estar completamente ebrio, sin embargo su sonrisa poco a poco se desvaneció cuando ninguno de los presentes se percató siquiera de su presencia. Mierda aquello era como en casa, les había ofrecido un baile o al menos la posibilidad de bromear un poco y todos y cada uno de ellos simplemente habían pasado de él...

 Bufó por lo bajo y le dio un trago enorme a su bebida - Estaré por aquí... - dijo sin mucho ánimo - Gracias de nuevo Carol, de verdad, es una gran fiesta - prosiguió, ahora más que nunca quería probar otra cerveza y eso es justo lo que iba a hacer.

Álex saludó a Broker chocando los cinco con él. Pero no dijo nada, ni tampoco le hizo caso, pues no parecía muy interesado en coger una cerveza. 

Cuando vio la mirada de Caitlin posada en sus ojos, el quarterback no dudó un instante en guiñarla un ojo y enviarle una sonrisa. Le gustaba ser pícaro con todas las chicas, y no había nada de malo en seducir un poco. Al fin y al cabo, él era la estrella de su equipo y todos le conocían por la cantidad de tantos que había anotado en el último partido.

Se acercó de nuevo a Carol. La fiesta es estupenda, ¿he llegado muy tarde? ¿Podrías decirme donde está el baño? Preguntó a la anfitriona. 

Observe la molestia de la porrista y luego sonrei cinicamente , cuando de pronto aquel bombon llega a hacer acto de presencia , y antes que la rubia reaccione , me apresuro  a acercarme al corebak y tomarlo del brazo 

-Alex, amigo ....que bueno que llegaste pense que nunca vendrias .....yo te indicare donde esta el baño, al finq ue conozco la casa de Carol a la perfeccion - le lanzo una mirada burlona a la porrista , y despues podemos bailar un poco 

Juliette agarró el brazo de Álex a traición, fue tal, que no pudo evitar dar un respingo ligeramente asustado. Cuando miró a ver quién era quien le había cogido del brazo vio que era la plasta de Juliette. Se había encoñado con él, y aquello era algo que no podría permitirse. La miró directamente a los ojos, la sonrió para evitar ser muy borde, la agarró del brazo y la soltó.

Hoy en día las chicas no eran como en la época de sus padres, no se cortaban un pelo e iban a saco. Muy a saco. Así que se sintió muy incómodo y trató de buscar con los ojos a Natalie y a Caitlin por si alguna de las dos había visto el gesto de Juliette. Le dedicó otra sonrisa y asintió una vez separado de ella. ¿Y bien, por dónde está el baño? Preguntó a la rubia.

Carol viendo la delicada situación del quarterback con Juliette le señaló con el dedo una puerta que había justo en medio del pasillo.- Ahí tienes el baño.- Dijo con una amplia sonrisa esperando que no se montara ninguna pelea o discusión, ya que la fiesta era para pasarlo de buen rollo.

Por suerte, la cosa no había ido a mayores y las dos rubias no habían terminado por enzarzarse en una pelea de gatas. Intuía que había sido más por la llegada del quarterback que por otra cosa, aunque lo importante era que al menos se había evitado que una pelea estropeara la fiesta de Carol.

Observé que Juliette y el recién llegado quarterback se disponían a dirigirse al cuarto de baño. Sonreí con picardía al pensar en lo que iba a suceder allí dentro. A juzgar por las miradas que había dirigido el quarterback tanto a Juliette como a Natalie al llegar y a la clara rivalidad que se advertía entre las dos rubias, era evidente que había una historia detrás de aquellos tres. ¿Qué habría pasado? ¿Quizá las dos chicas estaban enamoradas del mismo chico? ¿Cuál habría sido el origen de aquella rivalidad?

-Ey, eres Nat, ¿cierto? -le pregunté en tono cordial a la rubia, que parecía un poco intimidada por las palabras de Juliette-. ¿Qué te parece si nos alejamos un poco del resto? -Recordé la forma en la que la chica había huido del rapero e intuí que quizá era más tímida de lo que parecía-. No parece que esta noche quieras ser precisamente el centro de atención...

Agarré una de las cervezas y se la ofrecí a la chica.

-Por si necesitas alguna más para bailar break -bromeé, recordando sus propias palabras.

La llegada de Álex a la fiesta me apabulla un poco, tan es así que me quedo en silencio vuendo como todo discurre, Caitlín se va con Broker, y mi ex se acaba marchando con la rubia que hace poco me ha vacilado sin obtener respuesta por mi parte ¿Qué me pasa hoy? Me siento un poco vulnerable después de todo lo que ha pasado.

Sea como fuere necesito beber un poco más, el alcohol todo lo puede. En esas estoy, pensando en tragarme una tercera birra, o cuarta, cuando Chad se me acerca.

- Normalmente me gusta ser el centro de atención, pero hoy estoy algo rara ¿Me habré acatarrado? – río divertida, igual es eso, estoy enfermita y eso…

Abro la birra que me tiende y me bebo media de un trago, aunque no me muevo del sitio, que no sea ahora la alegría de la fiesta no quiere decir que quiera marginarme gratuitamente como las pardillas de clase ¡De eso nada! Yo quiero bailar, pero aquí nadie se anima, joder.

- ¡Vamos a bailar un poco! ¡Que alguien suba la música!

Sin duda alguna las birras están empezando a hacer el efecto deseado, me la suda que la rubia se la mame a Álex en el baño porque ese niñato ya no es asunto mío. Me pego a Chad, y empiezo a bailar en plan guarro con él ¡Why not!

- Chad, dime que soy bonita. - Susurro mientras bailo, con un tono de estar ya algo borrachilla.

Me impresionó la facilidad con la que Nat acababa de beberse de un trago media lata de cerveza, sin que se formase en su rostro dulce una ligera expresión de esfuerzo o amargura. Qué pedazo de tía, pensé, fascinado.

Con un poco más de alcohol en sangre, la chica se arrancó a bailar de una forma bastante provocativoa, por lo que decidí seguirle el ritmo, pegado a ella. 

-Eres más que bonita -le susurré a la animadora al oído, posando ligeramente las manos sobre sus caderas y acercándome más a ella para que el resto de los invitados de la fiesta no captaran que estábamos hablando mientras bailábamos-. Eres preciosa.

 Caitlín O'Brian se acerca y le tomo de la mano gentilmente y le pongo entre mi y la mesa de mezcla

- Caitlin, te voy a enseñar como pincha una verdadera profesional, OK? - le digo con una mirada picara al mismo tiempo que juguetona

le pongo unos cascos en uno de sus oidos para que me escuche pero tambien la musica con claridad, me pongo detras de ella, muy pegado, y despues, pongo mis manos sobre las suyas, como si guiara sus manos a donde tiene que dirigirla y usarla.

- Dejate guiar por la musica, yo te ayudare a que la sientas - y le sonrio

comienoz a enseñarle, a que escuche el ritmo y a guiar su mano para hacer efectos sonoros, hacer cambios de cancion y potenciar las cosas buenas de la cancion y ocultar las malas

- Mira, asi se hace- , llevo su mano suavemente hasta una serie de botones, y cierro los ojos - cierra los ojos Caitlin, siente la musica, dime cuando aumentarias esos grabes y le daris un efecto de profundidad - hago que la escuche y cuando lo noto, hago que su mano haga lo justo y necesario para potenciarla ...- lo has sentido Caitlin?

En todos mis movimientos son suaves, fluidos y casi al ritmo de la musica, un ritmo suave y delicado

¡Vamos a bailar un poco! ¡Que alguien suba la música!

- Caitlin vamos a darle caña, dale volumen, que esa nena pide guerra, haz que se arrepienta de retar a los pincha discos, JEJEJE

Los cascos son demasiado grandes para mi cabecita, y Broker le pone tanta pasión a lo que explica que casi consigue distraerme de mis observaciones. Casi. Porque al final de todo sé dónde está cada uno. Bueno, el niño rico y la animadora están armando el espectáculo prácticamente en nuestras narices; Alex y la otra rubia...

Sacudo la cabeza un poco, teniendo que sujetarme los cascos por un lado. Casi ni me había dado cuenta de todo el roce que estaba buscando Broker conmigo, y joder... Me acabo mi cerveza de un trago, dejándola  en un extremo de la mesa. Cierro los ojos como dice, y al potenciar los graves siento un escalofrío de pies a cabeza. Qué peligro. A ver, ¿dónde había dicho que se le subía el volumen a esto? Soy una chica lista, así que debería acordarme.

— ¡Ahá! —¡no estoy tan pendiente de los demás como creía! La música llena el salón, y hasta a mí parece que empieza a animarme. Pero no me atrevo a moverme ni un centímetro con Broker pegado a mi espalda. — Creo que lo tengo; ¿me puedes traer otra cerveza? —le pido con una sonrisa. El picorcillo de la primera es insuficiente.