Partida Rol por web

Glory levantó ambas manos.

“No admitimos ni negamos trabajar para O-12, pero si así fuera supongo, y no es que lo sepa de primera mano pues como dije no confirmo estar trabajando para O-12, que unos agentes de campo no tendrían la autorización para hacer un trato con las autoridades locales. Sin embargo, si dichas autoridades tuvieran un gesto de buena voluntad y dejaran a los supuestos agentes de O-12 hablar con Angus, quizás esos supuestos agentes llevarían el asunto ante sus superiores.”

Le acomodó el cuello del traje a Li Jun.

“Aquí entre nos, Angus no es capaz de matar una mosca, no digamos a cinco agentes imperiales y menos en las condiciones en las que lo vimos la última vez, así que estaríamos muy interesados en hablar con él.”

Brunn y Oni propusieron ir a beber algo.

“Bebida mi firme culo electrónico” se quejó Glory. “No hemos comido y me estoy muriendo de hambre. Vamos a cenar.”

Señaló a Li Jun.

“Tu invitas.”

No es que tengas muchos conocimientos en materia de psicología, pero has presenciado más de un chanchullo y has cerrado bastantes tratos sin pillarte los dedos en la época de cuando eras corsario, y te crees capaz de averiguar las intenciones del tipo.

Observando las pintas y el comportamiento del tal Li Jun, todo lo que parece saber, las credenciales que os enseñó antes y que lo acompañan dos miembros de la Guardia Celestial, y que además parecen estar a sus órdenes, te parece que probablemente sí sea un operativo de la Inteligencia Militar de Yu Jing y que tenga intención de ayudar. No encuentras demasiados indicios en su comportamiento de estar mintiendo. Te parece que es un burócrata poco acostumbrado al trabajo de campo.

Li Jun escucha a Oni con gesto serio, pero parece que el intento de empatizar con él tiene efecto y no tarda en relajar el gesto.

— El interrogatorio de Angus no compete a mi departamento, pero tengan por seguro que nuestro Gobierno hace todo lo posible para que todos los sospechosos sean tratados con el máximo respeto durante las labores de extracción de información. — dice con una leve sonrisa.

— Entiendo su prudencia y la comparto. Por ese motivo he preferido mantener esta reunión en el exterior — dice lanzando una mirada al interior del hotel — Nunca se sabe quién puede estar escuchando.

Se gira hacia Brunn Hakin. Claramente al funcionario le disgusta estar bajo la lluvia. No parece estar disfrutando demasiado del trabajo de campo:

— Sí, lo cierto es que preferiría estar a cubierto. — confiesa, y tras meditar unos instantes, accede — Está bien, de acuerdo, pero mis compañeros me acompañarán de cerca. No dudo de las capacidades de ustedes como combatientes, pero esos hombres y mujeres tienen órdenes de acompañarme y protegerme.

Luego escucha la intervención de Glory y se pone tenso cuando le ajusta el cuello del traje.

— Eh... ¿Quieren hablar con Angus? Bueno... como ya dije, no es de mi departamento, pero supongo que podría mover hilos para que dejen entrar a unos agentes de O-12... Pero ya les adelanto que ese Angus es un inútil. — hace una pausa — Personalmente, tampoco creo que Angus fuera capaz él solo de asesinar a nuestros cinco agentes, pero las pruebas disponibles apoyan firmemente la hipótesis de que él es el autor.

Li Jun se queda mirando el dedo con el que Glory Prince le está apuntando::

— Está bien, está bien... — dice finalmente levantando las manos y suspira — Conozco un izakaya no muy lejos de aquí. Tiene unos reservados donde podemos hablar en privado más cómodamente mientras ellos vigilan desde el furgón — dice señalando a los Guardias Celestiales. —  Además preparan un ramen bastante aceptable. Podemos ir a pie, no está lejos. Acompáñenme, si son tan amables... — vuelve a mirar  a Glory — Sí, sí, porsupuesto esto corre a cargo de la Yânjïng...

El funcionario se acerca a los agentes que lo acompañan y les dice algo en voz baja. Los agentes entonces montan en el furgón, que arranca y se va calle abajo muy lentamente, sin llegar a perderse de vista todavía. Li Jun echa a andar por el callejón en la misma dirección que el furgón, alejándose de la avenida principal y penetrando aún más en el callejón oscuro y sórdido que tenéis por delante. La avenida a vuestras espaldas, a lo lejos, rebosa de luz y de vida incluso durante una noche de lluvia. El funcionario se gira en vuestra dirección esperando a que lo sigáis, arrebujado en su chaqueta.

Al fin todo parece que todo transcurre sobre ruedas, y eso me huele mal. "Cuando la limosna es grande, hasta el santo desconfía", recuerdo para mí las palabras de un viejo conocido y el hecho que los imperiales estuvieran tan dispuestos a colaborar se me hace, como mínimo, sospechoso.

Pero prefiero guardarme mis sospechas para mí. Ya habrá tiempo de analizar hasta dónde llega la soga que nos están tirando, y si es para ayudarnos a salir del pozo o para enroscarla en nuestro cuello.

Por ahora, la idea de ir a comer, a cargo de los agentes imperiales, parece ser el mejor curso de acción ... aunque no me agrada demasiado que el funcionario elija el lugar.

Como dando por seguro nuestra respuesta, se dirige a un callejón, esperando que le sigamos. Es meterse en la boca del lobo, tranquilos y sin resistirse ... es la actitud del cordero y no me gusta nada, aunque no parece que haya muchas alternativas.

- Un riesgo calculado - le murmuro a mis compañeros; no hace falta decirles que estén atentos - En fin ... lo que hay que hacer, hagámoslo rápido. - les digo mientras me dirijo hacia donde está el imperial.

Oni sonrie al ver que todo se esta tranquilizando, Glory logro convencerlo de ir a comer a cuenta de la Yânjïng y ahora caminan todos al restaurante para refugiarse de la lluvia, calentarse y comer algo, sin embargo Richard se veia levemente preocupado y Oni lo entendia, tambien guardaba sus sospechas, asi que decide hacercarse a el, ¡Que suerte! nos van a llevar a un buen Izakaya por una buena comida ¿no opinas igual Richard? dijo de manera abierta y despreocupada simulando dar un momento para que su compañero le respondiera, mientras le susurraba, tampoco me fio por completo, luego alzo nuevamente la voz, creo que le debemos una a Glory y al agradable caballero Li Jun, regresando despues a los susurros, pero creo que en este momento es mejor dejarnos llevar por la situacion, si tienes una oportunidad pidele a tu Geist que corrobore los hechos que menciona Li Jun, pero se muy discreto.

Oni se me acerca. Parece que él también tiene sus reparos. Más allá de sus palabras en voz alta, su mensaje es claro.

- Por supuesto ... opino igual que vos - me limito a decir, lo suficientemente fuerte como para que Li Jun me escuche. Una respuesta que puede cubrir tanto las expresiones de Oni que todos oyeron, como su propuesta apenas susurrada.

Doy una par de pasos algo erráticos.

- Mierda ... perdón, lo siento, pero tengo algo en el zapato. - me recuesto un poco contra una pared - Vayan yendo, que los sigo. - mientras me quito la bota, sacudiéndola, para luego volver a calzarme.

No es mucho, pero me retraso unos diez o doce metros, lo suficiente para poder susurrarle a mi geist:

- Mika ... pasame todo lo que puedas averiguar sobre el paradero de Angus. Y, por el momento, no aparezcas en público, solo avisame a mí.

Mika se pone a buscar rápidamente. A los pocos segundos te manda un aviso:

— Richard, no he conseguido acceder al paradero de Angus. Parece que la policía de Yinquan opera en otra esfera de datos, y mis intentos de conectarme a los registros han fracasado. ¡Lo siento, Richard! ¿Puedo ayudarte con algo más?

Brunn comenzó a caminar hacia el lugar en el que se encontraba Li Jun, mientras en su mente bullían multitud de preguntas. Había algo que no encajaba, aunque todavía no conseguía saber qué era.

El agente de la Yânjïng había dicho que tanto el Alto Mando Imperial como el PanOceánico habían sido los encargados de avisar a O-12, lo que colocaba a ambas facciones en el bando de los buenos. Pero el Fusilero Angus, quien supuestamente estaba también en dicho bando, había matado a cinco agentes de Yu Jing, y Bipandra había decidido huir. ¿Por qué? ¿Acaso dichos agentes eran corruptos?. ¿O era la pareja PanOceánica la que se había pasado al bando contrario y, al verse descubierta, había tenido que actuar a la desesperada?.

El Bakunin palpó con la mano el cuchillo que mantenía oculto bajo su chaqueta, fingiendo rascarse dicha parte del cuerpo. Si su nuevo "amigo" intentaba algo mientras iban de camino al restaurante, no duraría en usarlo.

En la calle no hacía frío, aunque empezaba a llover algo más fuerte. En Paradiso el clima era bastante cálido casi todo el año. Era un planeta selvático con unas playas realmente espectaculares; no en vano había sido el destino favorito de los turistas de la Esfera Humana. Pero todo eso ya quedaba atrás. La invasión del Ejército Combinado había convertido las playas y las selvas del frente en, literalmente, un enorme cementerio.

No obstante, aún con la presencia de alienígenas infiltrados, el frente estaba bastante lejos de Yinquan. Seguísteis a Li Jun, que ahora parecía bastante contento de dirigirse a cenar algo resguardado de la lluvia. El trayecto a pie fue bastante corto, atajando por unos callejones mal iluminados. Yinquan podía ser exhuberante por una cara y sórdida por la otra.

Pronto el funcionario os detuvo frente a un viejo local con unos anticuados letreros holográficos. El funcionario se giró con una media sonrisa.

— Saben, al EstadoImperio le gusta tener a los ciudadanos de origen japonés bien controlados, y por mi trabajo me veo obligado a frecuentar este tipo de antros... Pero se come y se bebe muy bien, ya verán.

Entonces Li Jun entró en el local, apartando una mugrienta cortina roja. Echasteis un último vistazo a la calle para ver el furgón negro aparcado más allá y lo seguisteis.

El interior del establecimiento era igual de miserable que el exterior. Era un local estrecho, con una barra y taburetes, y algunos reservados al fondo cerrados con cortinas. En la barra habían dos tipos rapados, con camisetas de tirantes y tatuajes que cubrían toda la piel visible. Parecían yakuzas, u otro tipo de mafiosos locales. Tras la barra, un anciano con un sucio pañuelo blanco en la cabeza les servía bebidas.

Cuando entrásteis, los tipos se giraron con cara de querer bronca, pero al ver a Li Jun seguido por vosotros sus expresiones cambiaron. Dejaron las bebidas y salieron del local con la cabeza agachada. El funcionario no les hizo demasiado caso al pasar junto a él, y saludó al anciano con un gesto distraído. El hombre, que suponíais que era el dueño del establecimiento, dejó cuanto estaba haciendo para saludar con unas silenciosas reverencias.

Li Jun siguió caminando hasta un reservado estrecho al fondo del local. Esperó junto a él, dejando que os acomodáseis a la mesa. Cuando os sentásteis, se acomodó él y corrió las cortinas.

— Bien. El señor Nariyoshi es de confianza. Colabora activamente con la Yanjing, aún con el riesgo que supone para él. Podemos hablar sin miedo. — hizo una pausa mientras os estudiaba y continuó — Pues cuéntenme. ¿Por qué quieren ver a Angus? Puedo arreglar una citación, pero ya les dije que Angus no sabe nada. ¿Por qué no están interesados en Bipandra? ¿Acaso saben algo que nosotros no sabemos, como el por qué asesinó a nuestros cinco agentes? — preguntó Li Jun levantando una ceja.

Mika no había podido corroborar la versión Li Jun, pero tampoco nada que la refute. De manera que voy detrás suyo, tratando de continuar alerta, aunque no creo que nos sigan: vamos a donde él quiere que vayamos y solo queda estar preparado para lo que sea. Miro a mis compañeros y puedo estar seguro que Brunn y Oni se mantienen prevenidos ... de Glory no estoy seguro, pero no estaría en esta misión si fuera tan imprudente como a veces parece.

El lugar es un sucucho de aspecto japonés, yakuzas incluidos. Varios tatuados se van ni bien entramos ... nunca es buena señal que los parroquianos se vayan, aunque, para ser sinceros, tampoco es buena señal que se queden.

Casi suelto una carcajada cuando Li Jun pregunta sobre los motivos por los cuales buscamos a Angus. Estoy a punto de decirle que me debe cinco peniques de una apuesta, pero probablemente ni sepa qué era un penique. Prefiero mantenerme en silencio, mientras busco con la mirada al viejo mesero, a ver si consigo un buen sake.

Al llegar al local no parece la gran cosa y al entrar se confirma que no lo es, pero el señor Li Jun ya lo habia advertido, un par de hombres con cara de yakuzas se intimidan al ver al burocrata, quien ignorando el incidente fue directo a saludar al locatario, era obvio que este respetaba a nuestro guia o quisa le temia, en cualquier caso seguian en sus dominios.

Sin mucha mas demora los lleva a un privado donde menciona que es seguro hablar, Oni obserba ocasionalmente a Richard tratando de ver una señal que le indique si el hombre es de fiar o no, entonces Li Jun procede a preguntar sobre el interes en Angus, sin tener una respuesta de su compañero Oni decide seguir con la actuacion, ¿Angus? bueno, el era nuestro contacto inicial, pero la verdad Bipandra es mucho mas confiable, esto lo dice mientras mira la carta, ¡vaya cuanta variedad! no se que pedir, eh, disculpe la interrupcion el camino hacia aqui realmente me habrio el apetito, y... ¿que es lo que han logrado averiguar hasta ahora?

Li Jun ahora parece algo más relajado, sentado en el reservado. Pero intenta no mirar mucho a Glory.

—  Entiendo... — le responde a Oni Gyan.

En ese momento el anciano corre la cortina y deja en la mesa unos aperitivos fritos junto a unas jarras de cerveza con el logo de las cervezas Sapporo-Tsingtao. Cuando se marcha, el funcionario continúa :

— Entiendo, y lo comparto. Por lo que sabemos, es Bipandra quien está detrás de algo. Francamente, no entiendo por qué O-12 asignó a ese patán como vuestro contacto... Pero no me corresponde a mí juzgar las decisiones de la Bureau Noir.

» Como les decía, la fusilera Bipandra anda detrás de algo. O andaba. — Hace una pausa — No, no tenemos datos de su defunción... aún. Miren, vayamos al grano de una vez, ¿de acuerdo? Esta mañana, tras salir del hotel, Bipandra consiguió infitrarse en nuestras instalaciones de la CAIYJ durante un simulacro de emergencia programado. — Li Jun parece incómodo al respecto.

» Afortunadamente, los guardias de seguridad de la oficina consiguieron detenerla mientras intentaba acceder a nuestra base de datos a través de la terminal de un despacho — suspira mientras toma uno de los apertivos de la mesa — No obstante, unos veinte minutos después de su detención, un equipo de operativos sin identificar asaltaron su localización. Dejaron varios muertos y se la llevaron. — hace una pausa — Y no es sólo eso. Durante el asalto, nuestros sistemas de seguridad cayeron, y parece que "alguien" ha conseguido tener acceso a nuestra esfera de datos. Incluso es muy probable que hayan robado algo... importante.

El anciano vuelve con algunos cuencos de sopa de fideos udon con algunas verduras violáceas flotando y se marcha en silencio. No habéis llegado a pedir, así que suponéis que es lo que suele pedir Li Jun. El funcionario se coloca una servilleta en el cuello de la camisa y se remanga. Toma unos palillos de la mesa y se dispone a comer ruidosamente. Parece estar en su salsa. Os mira mientras come, esperando tal vez alguna pregunta.

Li Jun tartamudea cuando Glory le habla:

— Eh... es Jun... pero g-gracias — tose nervioso y vuelve a centrarse— Bueno, al parecer estaba intentando acceder a los ficheros de las compañías que operan bajo el paraguas de la CAIYJ, aquí en Yinquan. Ya saben, al Partido le gusta que todo esté centralizado a través de la CAIYJ, pero que no lo parezca demasiado. — Se echa atrás en su asiento — Pero es extraño que tratará de buscar esa información, ¿no les parece? porque no parece tener demasiada relación con lo que... "alguien" nos robó esta mañana.

Li Jun me está exasperando. Desconfío de su información, dado que no tengo manera de corroborarla, aunque tampoco tengo indicios para descartarla. Pero eso no es precisamente una buena señal ... como dijo un antiguo espía (¿o era un escritor de ficción?), la mejor manera de desinformar es mezclar dos partes de verdad por cada parte de mentiras.

Dejo los palillos al costado ... pese a que no es la primera vez que los uso, nunca me he acostumbrado a ellos.

- ¿Y que tal si nos aclaras quién es ese ''alguien'' y qué información robó? - tomo un trago de la cerveza. Su sabor podría ser mejor ... también podría ser peor.

El funcionario mira a McPherson. Suelta los palillos y se inclina hacia delante:

— Bueno, por motivos de seguridad no puedo dar detalles sobre qué fue lo que nos robaron. Pero créanme que si les digo que es valioso, es que realmente lo es. Y no sólo para nosotros, ¿entiende? Si ese algo cae en malas manos, puede ser algo grave para la Esfera Humana. — suspira y vuelve a echarse hacia atrás en su asiento — Algunos de mi departamento sugieren que ese "alguien" es Panoceanía, pero personalmente lo dudo. Tal vez conozcan a la megacorporación MagnaObra. Verán, tenemos sospechas que pueden ser ellos los responsables, ya que han intentado hackear nuestros sistemas antes. Tal vez esta vez hayan conseguido apoyo de algún tipo. ¿Algún grupo nómada, quizás? Si alguien tiene la tecnología que ha permitido el robo, son ellos. — lanzó una mirada breve a Brunn.

» Sin embargo, se nos escapa qué tiene que ver Bipandra en todo esto, aunque estamos seguros de que debe saber algo. — mira a todos limpi — Desde luego que el EstadoImperio podría hacerse cargo de esto perfectamente. Pero con la presencia de ustedes aquí como respetables representantes del O-12, el EstadoImperio prefiere hacerse a un lado. No obstante, como ya les dije estamos dispuestos a ofrecer todo el apoyo material que necesiten para su investigación.

El funcionario de Yu Jin se limpió con su servilleta y quedó expectante, esperando una respuesta por vuestra parte.

- ¿Cree que MagnaObra, en caso de ser la responsable del robo, podría estar interesada en vender la mercancía al Ejército Combinado? - preguntó Brunn, fingiendo no haber oído la mención de la posible implicación de la facción Nómada, y omitiendo a propósito su desagradable encuentro con los extraterrestres en el hotel, así como el que dicha corporación tuviese sistemas de grabación tanto en la habitación de Angus como en la de Bipandra - Respecto a la chica, ¿cree que su interés en consultar su base de datos podría deberse a que alguna de las pequeñas corporaciones que, como usted dice, operan bajo en paraguas de la CAIYJ también esté pringada?

El hacker miró por unos instantes el cuenco y la jarra que el anciano les había servido, preguntándose si sería prudente tomar el contenido de ambos. No era la primera vez que habían intentado drogarle mediante la comida y la bebida. ¿Sería esa una de esas veces?

— Bueno... — empezó Li Jun — Si es capaz de robar al EstadoImperio algo tan delicado, no sería descabellado pensar que pudiera estar haciendo negocios con el Ejército Combinado... Es absurdo, dada la situación actual, pero los negocios son los negocios, supongo. — dijo suspirando.

Enarcó una ceja cuando Brunn le preguntó por las pequeñas corporaciones:

— Es posible que sospechara de la CAIYJ. ¿No es una Índigo Panoceánica? Entre ustedes y yo, los oficiales de inteligencia Panoceánicos siempre están buscando algún cabo suelto para atacarnos desde ahí. Pero es absurdo. Yu Jing no tiene negocios sucios que esconder. — dijo levantando las manos. 

El agente dió un trago a su cerveza y miró expectante.

— ¿Y bien? ¿Están dispuestos a colaborar?

Oni permanecio escuchando en silencio, mientras aparentaba estar distraido en su plato de comida, luego tomo un buen trago de su bebida para finalmente responder, ¡ah! bueno me has convencido, ¿donde nos recomiendas empezar? observo con atencion a Li Jun, tratando de ver en su rostro cuanta sinceridad hay en sus palabras, aun que quiza no fuese el mejor analizando a las personas, tambien puede que el funcionario no sea el mejor para disimular o quiza este muy distraido por Glory