Partida Rol por web

Juego un poco con las mujeres a los dados y recojo las impresiones de ellas sobre la situación. No parecen saber que sucede en el poblado del Barón, entonces las dejo y busco a los demás. 

Guthrid se dirigio a una de las casetas de los jovenes que se hayaban en aquel momento festajando en la cabaña grande. Parecia que era una de los escasos sitios que se quedaban disponibles.

"Bueno, es mejor que dormir al raso" 

Aquella noche Guthrid no se desligo de su espada durante ningun momento de la noche. Aunque se encontraba cansado del viaje y del frio de la montaña, su instinto le animaba a permanecer alerta.

Llegamos a lo que parecía la cabaña principal y no obtuve contestación alguna a la pregunta del porqué sólo jóvenes en aquella zona.

Al entrar se olía un ambiente algo “cargado” – que extraño sitio… todos los jóvenes están retozando en vez de estar entrenándose para ser mejores… - pensé al ver como la lujuria, el vicio y el alcohol corrían por la estancia como si fuera algo normal.

Vi como los demás compañeros se quedaban un poco al margen de la “fiesta” pero los jóvenes de la caravana no dudaron en unirse a la juventud. La verdad es que era complicado mantener los ojos en otro sitio que no fuera los pechos a medio enseñar de las mozas que allí retozaban con cualquiera o cualquier cosa que se les pusiera por delante o por detrás.

Es más, alguna de estas bellezas que hacían las mieles de los jóvenes intentó seducirme con sus más que generosos y preciosos encantos, pero tranquila y relajadamente le comenté que mi pareja me esperaba pacientemente en la ciudad a la que nos dirigíamos.

Tras eso, todos y cada uno de nosotros nos fuimos a descansar, pues era cierto que necesitábamos descansar muy bien, pues el camino que nos quedaba era un tanto complicado a la vista de cómo había sido el comienzo.

Tritón encontró una cabaña ayudado por uno de los jóvenes y yo hice lo propio, me situé en la cabaña contigua al enano y me propuse descansar. Deseé a Tritón felices sueños y que descansara y cuando hube estado listo para despertar di unos toques a la pared para despertar al enano y pudiéramos partir justo al amanecer, el tiempo apremiaba y no podíamos demorarnos más.

De madrugada unos visitantes vinieron al pabellón grande de la parte de atrás, donde los gritos.

Ruidos de pisadas, cadenas y armas se fundieron junto a los gritos.

A los minutos  los pasos se alejaron y se dejo de oír nada, 

Al rato una de las cabañas escucha que alguien toca la puerta.

Es la cabaña donde estaba Tritón.

TOC, TOC.

Mientras en el gran salón ya no se escuchaba nada , los nativos e nvitados habían caído por exceso  totalmente rendidos.

Al entrar en la cabaña busque un lugar para descansar, al igual que si hubiera estado en la intemperie no me quite la ropa y dormí junto a mi arma.

Escuche llegar a Malleus a la cabaña de al lado, no fue lo único que escuche esa noche, pues hubo movimientos fuera, provenían del edificio que estaba custodiado, me pareció como si  trasladasen a alguien, no quise darle más importancia ya que no quería meterme en ningún problema, cuando sonó unos golpes en al puerta de mi cabaña.

¿Quién llama a estas horas?

Una joven embarazada de unos cinco meses es lo que ve al abrir el enano la puerta. 

Esta mira por encima de su hombro alrededor y hace una señal de silencio a Tritón 

Pide permiso para entrar y hablar con él.

Parece uno de los guerreros de la caravana y por eso se ha decantado por el enano 

Tiene un tema importante que tratar.

- perdone que le moleste a estas horas  me llamo Brarusca y si me deja pasar hay un tema que comentarle.

- dice la joven con cara preocupada y de  rostro  anémico.

Una vez asentado en la cabaña y en el silencio de la noche se escuchaba como el follón de la caseta principal iba a menos poco a poco y en la caseta de entrada desde la que se sentían gritos también cesaron en no demasiado tiempo. Estaba claro que era algo que a nosotros no nos incumbía. Nos habían dado "hospitalidad" y estábamos tranquilos, o por lo menos todavía no nos habían intentado matar, que quieras que no ya era algo más de lo que en otros sitios habían hecho con nosotros.

Como era costumbre entre guerreros, el irse a la cama en un lugar desconocido era completamente ataviado con armadura y armas por lo que pudiera pasar. No había transcurrido mucho rato cuando escuché que en la cabaña de Tritón, que estaba junto a la mía, había alguien de voz femenina hablando con él - ¿Tritón ligando? - pensé.

Quedé a la espera de que pasara algo y no dejé de estar alerta por si las moscas..................

Abrí la puerta y una jovencita en cinta se encontraba junto a la puerta. Al verla me di cuenta que sus motivos no eran lujuriosos, en su mirada se denotaba miedo. La deje pasar y aunque tenía ganas de descansar, también me llamaba la atención que me tenía que contar y así saber que estaba ocurriendo en aquel lugar.

La historia que me contó hizo que se me pusieran lo bellos de punta, aquella comunidad regida por el Barón me repudió, pero claro no podía tomar la decisión sólo, tenía que comentarlo con el grupo y ver como afrontarla.

Muy bien señorita, no se preocupe. Descanse lo que pueda sólo puedo decirla que hablaremos y tomaremos una decisión.

La acompañe hasta la puerta y a la par que salí me acerque a la cabaña de Malleus, toque a la puerta y le dije, reúne al grupo tenemos que hablar.

Escucho Malleus la puerta sonar tras los susurros  era Tritón...

Triton entra dentro de la choza, afuera hace mucho frio el sol no ha salido aún, Pero dentro el fuego esta encendido así como en todos los hogares, un fuego intenso que sobre caliente en un momento las chozas, En comidas, bebidas, leñas y lujurias no escatimaban,  El estar apartados y aislados del exterior y los tributos enbebes y niños deformes dados a los orcos para que les dejarán tranquilos, les hacía ocuparse solo de su comodidad y bien estar. 

Tras Triton comentarle la Situación a Malleus, fuerón llamados a la choza el reesto de los miembros de grupo principalmente, 

se encontraba Guthrid, Malleus, Milo, Triton en la pequeña estancía. 

Por el momento  ningún componente de la caravana había sido llamado, ni sabían ellos que era lo que estaba sucediendo. 

Guthrid se desperto tras oir que alguien llamaba a la puerta. Quien seria a esas horas? El mago cogio su espada y se dirigio a la puerta. Tras hechar un vistazo por una pequeña rendija, pudo ver las caras de Malleus y Triton.

"Que ocurre, amigos? todo bien?"

Una vez reclutados a los miembros de la hermandad, les conté todo lo que me dijo aquella mujer*.

Ahora tenemos que decidir que hacer, dejarlas a su suerte aquí con el barón o enfrentarnos a él, ya que no veo la forma de salir de aquí sin que se note, y al ritmo que pudiéramos escapar, nos darían caza enseguida.

No quise dar mi opinión primero sabiendo el peso que tenía, prefería saber que pensaban los demás y luego dar mi opinión.

Tras reunir al grupo Tritón expuso la política del Barón, y el problema que tenía un grupo numeroso de jóvenes mujeres embarazadas.

Estas querían huir con ellos pues al tener un grado tan alto de incesto si los bebés salían mal los pondrían en el otro pabellón para que los orcos se los llevase y ” jugará con ellos".

Y muchas futuras madres no querían correr ese riesgo.

Guthrid medito la situacion mas de una vez antes de expresar su opinion:

"Es bastante arriesgado, muchachos. El Baron hat tenido la amabilidad de acogernos esta noche y no deberiamos abusar de su confianza. Por otra parte, estas mujeres merecen una vida mejor a la que hay aqui. Mmm... no se, no me gustaria poner en peligro al resto de los integrantes de la carabana, y solo nosotros cuatro somos capaces de enfrentarnos a cualquier amenaza".

El mago sabia que era una decision arriesgada y que necesitaban unanimidad antes de tomar cualquier accion.

Es una situación demasiado complicada —digo luego de escuchar la tragedia que se escondía detrás de aquel paraíso de juventud y placer dirigido por un sádico pervertido— y estamos en desventaja pues no viajamos con un ejercito sino con un grupo de refugiados en su mayoría ancianos y niños. Dejarlas a su suerte no es algo que desee pero no sabemos que tan lejos llegaríamos si las ayudamos. Pero sea lo que se decida estaré de acuerdo.

El grupo intentaba buscar una salida a la nueva situación, fuera la que fuera su decisión sería lo más correctos para todos, pues tenían la responsabilidad de llevar la caravana  a salvo a Ciudad Gris.

Se buscaba un punto que todos estuviesen de acuerdo.

Se que es una situación delicada, nosotros como hermandad no podemos dejar a la gente que nos necesita en peligro. He estado dando una vuelta para informarme de como están equipados los guerreros de esta aldea y apenas tienen buenas armas, a no ser que escondan un as en la manga no son rivales para nosotros. 

Hago un pausa.

En mi opinión habría que "hablar" seriamente con el barón y hacerle ver que lo que esta pasando aquí no esta bien, si temen al clan orco, le ofreceremos que se unan a nosotros en la caravana a Ciudad Gris, y si por el contrario no quiere dejar este lugar, deberá permitir sin oponerse, que las mujeres que quieran irse se vengan con nosotros.

"Estoy de acuerdo con Triton. Podemos resolver esto por el camino de la diplomacia." Dijo Guthrid, que meditaba cada una de las opciones que se les presentaba. "Imagino que el Baron es una persona razonable. De todas formas, no debemos descartar la opcion de las armas, en el caso de que tengamos que salir de aqui de forma apresurada".

El amanecer hizo su aparición cuando se llegó a una conclusión.

Los primeros rayos de luz hicieron su aparición, la cabaña principal había medio centenar de jóvenes incluso personal de la caravana medio desnudos y adormilados, con jarras de bebidas derramadas en el suelo.

El Barón estaba en un camastro al lado de su asiento de trono, con dos jóvenes en cada lado.