Partida Rol por web

Pon. Pon, Pon Venga, bebe, come eres un invitado.

Ríe, baila, salta, eres un invitado, pon, pon, pon.

Música, bailarinas, acróbatas, entretente, eres un invitado.

Pon,pon,pon, nadie aguanta más que un enano.

y ningún elfo sabe comer  como un enano.

 

Pon. Pon, Pon Venga, bebe, come eres un invitado.

Ríe, baila, salta, eres un invitado, pon, pon, pon.

Música, bailarinas, acróbatas, entretente, eres un invitado.

Pon,pon,pon, nadie aguanta más que un enano.

y ningún elfo sabe comer  como un enano.

 

Pon,pon,pon Invitado aprovecha hoy.

Llenate de comida, bebida y alegría.

que mañana será otro día.

Sientes eso.

El mal camina por todas partes.

Pon, pon, pon

Llenate de comida, bebida y alegría.

que mañana será otro día.

_{Canción de Thomy bigotes mojados.}

_{Enano errante.} 

 

 

El nene te sobre pasa con sus zancadas  he intenta agacharse y atrapar su nuevo  juguete.

Tira reflejos o atletismo DF 15  lo sacas el bebe no te atrapará  y perderá el equilibrio. Pudiendo ir con el grupo

Si fallas y te atrapa te espachurra el caballo sin querer.

Los demás llegan a una zona con los carros un tanto peligrosa.

Hay agujeros como un queso algo profundos otros no tanto.

Tapados muchos por la nieve.

Se necesita un buen rastreador DF 18 para sacaros de allí.

Si os guía mal se podía estropear los carros o  tragarse a alguien si está caminando.

Son unos metros peligrosos.

Suerte.

El sol iluminaba las nubes se habían alejado y el viento cesado.

La nieve reflejaba fuertemente el sol molestando a la vista y quemando las zonas de piel desprotegidas.

Ahora tras el susto de los titanes tenían otro problema este eran los agujeros ocultos por la nieve, que podían poner en peligro los carromatos o a algún caminante.

La artimaña de Malleus nos sirvió para poder avanzar y salir de la zona, pero otro obstáculo se interpuso en nuestro camino, era como si algún Valar no quisiera que llegásemos a Ciudad Gris de una pieza, pues la nieve del suelo se reblandecía y varios agujeros se ocultaba bajo la blanda nieve, era importante no equivocarse en la consecución de los pasos.

Milo, podrías adelantarte un poco e indicarnos el camino a tomar, no quisiera acabar dentro de ningún agujero o que las ruedas se estropeasen.

Atendiendo el pedido de Tritón me muevo rápidamente a explorar el terreno esperando servir de guía para lo que restaba del camino. Aunque preocupado por el guerrero Malleus sigo adelante pues de nada serviría su sacrificio si la caravana no llega a salvo a Ciudad Gris.

—En seguida Tritón segundo —digo bajándome de una de las carretas—, yo les indicaré el camino, aunque todo sea un manto blanco que se extiende mucho más allá de lo que alcanza la vista seguro los guío por senderos seguros. Esta vez lo haré bien.

Milo con gran profesionalidad comienza a guiar los carros y lograr que estos pasen a salvo.

El camino continuaba un poco más tranquilo

Hasta que a la hora de la comida y cuando el sol estaba bien alto.

A los lados del camino en zonas elevadas se dejaban ver de tanto en tanto unas cabezas espías y humanas, bien preparadas para el frió.

Comencé la cabalgadura con mi preciada montura por aquel monte helado. La montura daba grandes y firmes pasos, aunque la superficie blanca, blanda y helada no diera lugar a muchas florituras. Conseguí llamar la atención del bebe rocoso que no dudó en incorporarse y lanzarse a por mi, su nuevo juguete.

Lo que parecía una criatura gigantesca y torpe, resultó ser más hábil de lo esperado y se lanzó sin pensarlo a por el juguetito que corría y saltaba por el manto blanco que cubría el lecho de la montaña. Pero gracias a las grandes habilidades de la montura y a un pequeño esfuerzo mío, conseguí que ese pequeñajo trastabillara y perdiera la verticalidad pudiendo volver con los Hermanos de batalla.

Me aproximé hacia donde la caravana lenta y tranquilamente - ¿Seguimos? - comenté en tono totalmente relajado y tranquilo.

Una vez se hicieron las comprobaciones pertinentes del estado de salud de todos se prosiguió con la marcha con Milo a la cabeza.

Los carros pudieron pasar casi sin ninguna dificultad, mientras Malleus distraia al bebe titan y regresaba a la carabana.

"Bien hecho, Malleus. Ha sido una maniobra habil". Comento Guthris, mientras observaba al caballo del guerrero regresar.

La continuidad del viaje ahora dependia de Milo, el joven hobbit, de encontraragujeros que provocaran averias que retrasaran el viaje

Malleus se unió a la Caravan cuando está pasaba  guiada por Milo.

No tardaron mucho en notar que eran espiados.

Algunas cabezas de jóvenes asomaban de tanto en tanto.

Iban bien abrigado con ropas de lana y borrego gruesa.

Hubiese parecido pastores si no fuera por qué portaban armas.

El camino se dividía a la izquierda se apreciaban pocas huellas y a la derecha parecía tener más tránsito.

¿ Que camino tomar?

¿ La caravana estaba siendo observada por ese motivo?

Como no podía ser de otra forma, Malleus logró quitarse al titan de encima sin apenas despeinarse. Mientras tanto Milo nos guiaba con mucho cuidado para que las carretas no se estropeasen por los agujeros del camino. Buen Trabajo amigo sino fuera por ti ahora iríamos a pie. JEJEJEJE.

No pase desapercibidas las miradas de personas que nos vigilaban desde las montañas, podría tratarse de un emboscada o simplemente nos observaban para saber quienes andaban por los caminos.

Tchi Tchi, llame a Malleus. 

Una vez se hubo acercado, ¿Te has dado cuenta que tenemos mirones?, habrá que estar alerta para una posible emboscada, avisa al mago, yo estoy pendiente del hobbit.

Llegamos a otra intersección, ¿Cómo lo ves Milo, cogemos el camino de la izquierda o el de la derecha?

Guthrid observo las aquellos extraños que les observaban. El mago intento recordar la historia y geografia de aquel lugar. Las montañas de la tierra media albergaban pequeñas comunidades de pastores, pero a la vez era el escenario idilico para bandidos. Guthrid queria estar seguro de que aquel paso era seguro antes de adentrarse en tierras desconocidas. 

Voy delante de la caravana confiado en la seguridad que me brindan mis acompañantes cuando una división en el camino me propone una elección. Observo cuidadosamente ambas opciones para elegir la menos riesgosa, no se cuanto más aguantará la resistencia de los viajeros que escoltamos. Levanto una de mis manos indicando un alto a las carretas y agudizo mis sentidos esperando que estén lo suficientemente afinados para decidir con el mayor grado de confianza.

Guthrid el gris Intenta hacer memoría del lugar, umm es raro pues un lugar helado, cerca de un clan de orcos y bastante elevado, no recuerdas tener civilizacion cercana.

Bandidos?, no es un camino principal, pasa poca gente  y a lejado de todo como para usarlo de cuartel.

Además no se les ve sucios, barbaros ni malas pintas de gente barriobajera, más bien parecen gente "campechana.

Por lo menos es la impresion de los pocos momentos que se han dejado ver.

Mi montura seguiría en pie un tiempo más y lo aproveché sin pensarlo durante el tiempo que restaba. La caravana avanzaba como buenamente podía y llegado un momento comenzamos a sentir la presencia de personas que nos vigilaban.

Tritón llamó mi atención en un momento determinado y asentí levemente con la cabeza mientras observaba, sin hacer gestos bruscos, a todo lo que iba aconteciendo a mi alrededor.

Una de las veces, conseguí mirar y ver claramente las figuras que nos estaban acechando. Ladeé la cabeza hacia los demás y susurré para no llamar demasiado la atención - Chicos, como bien dice Guthrid, da la impresión de ser gente como los que vamos acompañando... o pasamos de ellos a ver que hacen, o si en algún momento determinado vemos alguna figura más descarada de la cuenta intentar entablar conversaciones con ellos a ver... lo mismo nos podemos ayudar mutuamente a salir de aquí rápidamente - comenté.

Me adelanté unos pasos a la caravana y quedé esperando a que una figura apareciera para entablar conversaciones - Buenos días, ante todo me presentaré, soy Malleus integrante de La Hermandad y vamos en camino hacia Cuidad Gris  ayudando a una caravana de una localidad no muy lejana ¿ustedes? podríamos ayudarnos mutuamente en caso de que necesitaran algo... - comenté a una de las "apariciones" que nos acechaban.

Al revisar con cuidado decido que el camino hacia la derecha es el que más nos conviene y le indico a los demás que avancemos en esa dirección.

—Este camino parece el correcto para seguir nuestra ruta a Ciudad Gris —digo a los que me siguen—. Pero con cuidado, está claro que ninguna ruta es lo demasiado segura en estos parajes inhóspitos.

Malleus no parecía tener resultados. Aquella gente permanecía  indiferente y semi oculta.

Mientras el mediano observando los caminos parece optar por una de las dos direcciones y  lo comenta al grupo.