Partida Rol por web

Krall escupio aceite y dirgiendose hacia el primero de ellos por un lateral para no ponerse a tiro de Marcus, le lanzo un golpetazo eléctrico. La mejor defensa era un buen ataque y el se lo iba a jugar. Pero este parecio moverse con rápidez evitando el mortal golpe.

Mierdaaa! Mascuyó Krall, exclamando una palabra nueva enseñado por Marcus.

Estos reptiles de naturaleza magistra,  son autenticos pedazos de carne letal para los incautos como buenos animales reptilianos, ademas de pertenecer a lo mas alto de la cadena trofica de bestias magicas al ser dragones

Es la primera vez que os enfrentais a seres tan miticos,y gracias a dios son de raza joven pero no hay que confiarse porque al hacerlo sufris sendos alientos de dragones negros

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Panacea trató de evitar el fétido aliento de los drangoncetes.  Pero falló.  Lo mismo intentó con su dinosaurio, pero las riendas le fallaron.  Acidificada quedaba la pobre.  -Esperaba que su cabello no le cambiara de color.-  Aun así, con su hechizo listo en mano podría acabar con estos guardianes de tesoros, jefes o sirvientes de los lagartijos opresores, no lo sabía.

Al ver al condenado lagarto abrir su boca intento ponerme a cubierto, pero es demasiado tarde para reaccionar y el chorro de ácido impacta de lleno.

Rápidamente me pongo de pie y trato de salir del rango de acción del dragón para empezar a salmodiar un conjuro.

El pistolero se agazapó para recargar sus armas, pero cuando fue a echar manos de las pistolas para vaciar el cargador y comenzar a colocar las balas, escuchó a Krall maldecir. No tenía tiempo ni para recargar ambas armas, por lo que se giró, alzándose con ambas armas en ristre con la intención de colocar dos plomos en la cabeza del más fiero de los dragones, cuando los vio apuntarle y lanzar aquel aliento propio de una hiena con halitosis.

No esperó a recibir el golpe, y saltó hacia adelante sin pensárselo dos veces. Y mientras aquel salto se alargaba en el tiempo, como si fuera a camara lenta, abrió fuego con ambas armas, una bala detrás de otra, haciendo tronar aquellas armas gemelas como si el mismisimo Zeus estuviera enfurecido en el cielo.

A pesar de sentir el roce del vilipendioso aliento de aquellas criaturas en su piel, siguió apretando ambos gatillos como si le fuera la vida en ello, y al descrgar la última bala, se hizo un ovillo, rodando por el suelo y poniendose en pie del mismo impuslo, sintiendo las fuertes quemaduras que en su piel había provocado el ataque del enemigo.
 

El aliento acido de los dragones cayo sobre Krall el cual pareció moverse con una agilidad propia de los dioses, siendo salpicado apenas. O Krall estaba muy loco y había perdido un tornillo o realmente estaba tocado por la chispa de los dioses, ya que para sorpresa del primero de los arrogantes dragones llego a su testa y le golpeo brutalmente con su enorme puño, soltando una descarga mortal de pura energía al momento, haciendo saltar escamas y causándole un boquete allí donde había impactado. Con un poco de suerte caería y se la jugaría cara a cara con el siguiente.

Mi nombre es Kralllll!!!! Exclamaba triunfante.

Fin de combate

El combate fue digno de un combate rapido de las mejores arenas contra dos bestias magicas y miticas, no en vano eran autenticos dragones, eso si todavia jovenes. LOs dioses hubieran estado contentos con los heroes pues Krall y Markus dieron sendos golpes de gracia definitivos dignos de semidioses, puede que hasta el dios de la guerra les hubiera inspirado un golpe de suerte el mismo

- Por todos los borrachos de Tamarith, nunca había visto bestias como estas. - Se quejó, mientras se agrupaba con sus compañeros. - Se han ganado un pase directo a sus dioses... Y nosotros al interior del templo. Creo que podríamos echarle un vistazo a si estos llevan algo de valor. - comentó, mientras vigilaba en primer momento a su alrededor y después se acercaba al cadaver del primer de los bichos, comprobandolo si llevaba algo.

Se llaman dragones y suelen ser bastante duros, es la primera vez que veo a alguien derribar a uno tan rápido, pero al menos voy a llevarme unas cuantas escamas y quién sabe, con algo de suerte más tarde podamos llevarnos el resto del cuerpo también. - digo mientras empiezo a arrancar algunas escamas de los cadáveres de los dragones.

Por cierto chicos, sería bueno revisar a los lagartones, seguro y traen cosas de utilidad encima. - agrego con calma.

Krall arranco las escamas mas grandes e intactas de los jóvenes dragones que yacían muertas. A Krall gustar escamas negras! Coged amigos! Exclamaba a sus amigos mientras arrancaba estas. Seguramente quede la madre que será un enemigo más formidable. Deberiamos curar nuestras heridas antes de entrar en su cubil! Yo soy Kralllll.

Panacea utilizó sus hechizos y recursos de curación para dejarlos todos a tope. 

A6: SALA PRINCIPAL

La sala principal conecta ambas alas del templo. Un amplio vestíbulo va desde la entrada del pórtico hasta la pared posterior del templo, dividiendo la estructura. El techo se eleva totalmente 20 pies sobre una fila central de columnas, cada uno rodeado de texto garabateado. Los rayos de luz solar se lanzan desde huecos en el techo de piedra, iluminando un bajo relieve de un dragón esquelético esculpido en la pared al final del pasillo. El dragón se muestra en batalla victoriosa contra una horda de demonios, levantándose como un enjambre de langostas de la caldera de un volcán enloquecido. Si la alarma no ha sonado, la sala está silenciosa y vacía. Se escuchan gruñidos y golpes bajos procedentes de la cámara sacrifíca (área A8), mientras que un canto gutural bajo hace eco con suavidad de la cámara del altar principal (área A9) más allá del final del pasillo. Pero como la alarma se ha levantado, uno de los adeptos de la zona negra A7 se traslada al vestíbulo que conduce desde el vestíbulo principal a la zona A8, con la esperanza de atraer a los PJs a una pelea en esa habitación. Desarrollo: Un examen cuidadoso del bajo relieve (Buscar DC 15 pistolero saca 15 ) revela una estructura pequeña en la parte esquina inferior derecha a que se asemeja a un templo medio-terminado de Kha'shazul. El pórtico del templo, que forma el techo de la camara de los dragones, fue el último elemento a añadido. El bajorelieve representa una gran caverna donde se encuentra el agujero que salieron dragones antes, insinuando la existencia de una guarida de los dragones abajo. Las inscripciones en las columnas son draconianas. Ellas describen los triunfos y las victorias de Kha'shazul, un gran dragón azul que luchó contra los enemigos al final de la Era de los Demonios. 

Al ver al lagarto echo mano del arco, sólo para verlo huir sin dar ninguna clase de alarma. 

Esto debe ser una jodida broma. ¿Acaso cree que somos tan idiotas como para seguirlo? Lo mejor es esperar o buscar otra ruta.

¿Qué opinan amigos? ¿Les damos gusto o los obligamos a luchar bajo nuestros términos?

Vamos hacia donde se oye el canto gutural para acabar con eso que debe ser el nuevo jefe del templo.   En todo caso si vemos que nos siguen allá los lagartijos, les hacemos pelea en el pasillo.  Al menos ahí estaríamos en igualdad de condiciones. 

Al ver a sus compañeros llevarse las escamas, deduce que deben ser valiosas. Y si se venden bien, él podría llenarse los bolsillos de oro y el gaznate de cerveza con unas cuantas de esas. Así, que ni corto ni perezoso, echa mano de la daga y comienza a arrancar una a una todas las escamas que puede, llenando sus bolsillos como si no tuvieran final.

- Estos parecían duros, y que hemos tenido más suerte que otra cosa. Azar, fortuna, como os guste. Así que andemonos con cuatro ojos y seis orejas. Y más armas si puede ser. - afirmó, sin guardar las suyas. Y al entrar al templo, comenzó a inspeccionar su entorno cuando se dio cuenta de algo. - Mirad, creo que por allí salieron aquellas dos criaturas. - Señaló al agujero, cuando vio al lagarto hacerles señas. - ¡Diantres! El único gusto que debemos ofrecerle a un enemigo es una muerte rapida y llena de dolor. Deberíamos prepararnos y tomar una posición aventajada. - anunció.

Krall aplastar lagartijas! Krall golpear y llevarse más escamas! decía este con una sonrisa bobalicona pensando en la cantidad de escames que obtendría y que haría con ellas. Entremos en ese agujero. El amo de lagartos estará allí donde lleva. Siguiendo a sus compañeros en dirección a la entrada que supuestamente los llevaría al interior del complejo.

A9: CÁMARA DEL ALTAR

Este altar fue creado hace siglos por  lagartos negros adoradores de los dragones negros encargados de custodiar la antigua ciudad de Haka'torvhak y los poderosos prisioneros que se encuentran debajo de ella. Ahora, el sumo sacerdote de los negros residentes aqui, usa la cámara para comunicarse con sus dioses dragón. El sacerdote detesta a los insolentes hermanos de dragones negros que os habeis cargado antes que se cobijan debajo del templo. Sin embargo, él obedece celosamente y lucha por ellos, ya que los ve como la progenie del gran dragón Rhashaak, actual guardián de la ciudad volcánica.

Un enorme altar domina la pared del fondo, un mural detrás de él que se extiende hasta el techo abovedado de la cámara. Este mural representa un enorme dragón negro encaramado sobre un volcán activo, el resplandor de la lava fundida reflejada en el rojo de los ojos de la bestia. Los cuerpos de los demonios cubren la base del volcán, mientras que otras criaturas diabólicas pueden verse atrapadas dentro de él. Una pared circular baja rodea un pozo en el centro de la habitación. Un arco abierto en la pared opuesta al altar parece conducir a una sacristía.

El sumo sacerdote de las escalas negras se puede encontrar aquí, con dos adeptos asiduos de escama negra. Se apresuran a defender el altar tan pronto como son conscientes de la presencia de los PJs. El pozo circular en el centro de la cámara cae 20 pies hacia abajo y parece terminar en un suelo de piedra sólida. El suelo es realmente una puerta horizontal, operado desde el área A11 a continuación.

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Al ingresar a la estancia me pongo manos a la obra e intento derribar al sumo sacerdote, para lo cual recurro rápidamente a las vías de la magia.

Sin perder tiempo salmodio uno de mis mejores conjuros y libero todo su poder contra el sumo sacerdote intentando achicharrarlo.

Marcus ataca al mejor vestido de los tres, ese debe caer primero o nos meteremos en líos. - digo mientras dirijo mi rayo contra el lagarto.

- ¡Por todas las Rashas! ¡Vestido dice! - Se quejó. A él todos los lagartos le parecían iguales, igual vestidos, igual de feos e igual de enfadados. Aun así, Valinor parecía tener más claro que él, un pobre hombre de muy lejos que no conocía muy bien aquellas lagartijas de grandes tamaños, cual era el orden natural de su muerta.

Aun así, era relativamente (y solo relativamente) suponer a quien se refería. Al bicho que parecía el hermano desterrado y escamoso de Valinor. Bueno, quizás un primo muy, muy, muy lejano. Marcus no tenía muy por la mano las genealogías de aquellos lares, pero algo le decía que aquella lagartija bípeda tenía que ser pariente suyo, por eso de mover las manos y hacer magia. Así que él, por su parte, sacó a sus dos pequeñas, y colocó los brazos en ristre apuntando a aquel ser y disparó aquellas atronadoras armas.