Partida Rol por web

Krhal escuchó al mago vociferar al tiempo que un aliento helado hacía chirriar sus placas de adamantita. Dos guerreros de la garra esmeralda lo amenazaban por delante y los enormes ogros hechiceros presentaban batalla en su retaguardia. No conocía mucho de táctica, pero debía acabar con la amenaza antes de poder acatar las ordenes.

Volvía a sentirse como en el campo de batalla, volvía a sentirse como en casa.

Debo acabar con estos dos, y le doy su merecido a ese malnacido.–Dijo al tiempo que bloqueaba uno de los ataques de los soldados de la garra esmeralda, desviando el filo de sus armas que levantó una lluvia de chispas con un chirrido metálico.

Cargando sus puños y sintiendo el hormigueo eléctrico que recubría su metal de un azul brillante se dispuso a amartillar a sus dos atacantes con un muro de golpes.

El primer puñetazo lo dirigió a la cabeza del primero. Buscando atraer su atención tratando de abrirla como una granada madura. Un segundo golpe con su izquierda fue de abajo a arriba, dirigido a su estomago al tiempo que se zafaba de sus embestidas.

La imagen de Krall era como un torbellino de acero, madera y azul brillante destellando con un hedor a carne quemada cada vez que impactaban contra sus enemigos.

El aliento le pilló por sorpresa y apenas pudo evitar uno de ellos como para evitar los dos, la sacudida fue brutal mientras era asaltado por un ogro gigantón. Como bien decía Valinor no tenían tiempo para andar jugando con sus adversarios directos. Debían atacar a la fuente de poder. Por ello con una activación rápida de sus botas se desvaneció fuera del alcance del ogro y comenzó a correr, rodeando al ogro en busca de aquel que le había helado hasta los huesos. Por el camino sacó su fiel varita para otorgarle la defensa que necesitaría si quería sobrevivir aquel combate.

Los hereos se escudan con sus brazos de los chorros de frio , esquivandoles en gran parte . Pero en este momento se enfrentaban a dos gigantones que no solo sabian usar magia sino que eran grandes luchadores con grandes espadas en sus grandes manos

Eso no era todo , para desequilibrio de la curadora del grupo la habian flanqueado , poniendola en una posicion delicada, pues solo kral estaba en vanguardia y los lanzadores de distancia pues se habian colocado cautelosamente pues eso a distancia pero kralll de un megapuñetazo se cargo uno de los ogros, solo pudiendo 1 atacar a Pana

El aliento le pilló por sorpresa y apenas pudo evitar uno de ellos como para evitar los dos, la sacudida fue brutal mientras era asaltado por un ogro gigantón. Como bien decía Valinor no tenían tiempo para andar jugando con sus adversarios directos. Debían atacar a la fuente de poder. 

Por ello, con una mirada rápida hacia el ogro mago que tenía a su izquierda localizó donde debía golpear y lanzo un rayo de fuego hacia él mientras tras el rayo el propio elfo se movía al ataque. No tardo en impactarle el rayo cuando Shahnaz lanzó su alfajón contra el ogro mago.

“Curandera, cúrate a ti misma.“ Panacea invocó a su dracomarca y se puso a la defensiva, mientras que el dino, que había mordido al ogro, buscó morderlo de nuevo, esta vez con el objetivo de desarmarlo, tal y como su druida le había enseñado a hacer al enfrentar rivales tan poderosos. 

Conforme los agentes de la Garra Esmeralda iban cayendo uno tras otro el combate se iba complicando, pues ahora no podía usar mis hechizos más fuertes dado que mis compañeros y los demás defensores de la mansión estaban entremezclados con los esbirros de la Garra Esmeralda.

Rápidamente repace los conjuros que temía a mi disposición y procedí a salmodiar un conjuro cuya poder y precisión no tenía comparación pues se servía de las propias fuerzas de la Urdimbre para alimentarse.

Tras salmodiar la fórmula arcana cinco proyectiles de energía surgieron de mi mano e impactaron en el pecho del ogro par luego realizar una pequeña deflagración que impacto en el hombro del soldado de la Garra Esmeralda que aún quedava en pie, quien gruño de dolor al recibir el golpe de la magia.

¡Si quieren vivir para ver la luz de un nuevo día, arrojen sus armas al sueloy rínsdanse, de lo contrario morirán y arrojaremos vuestros cuerpos al mar  para que los devoren los peces! - grito con todas mis fuerzas para hacerme oír sobre el ruido de la batalla.

Krall sigue con su lluvia mortal sobre el soldado de la garra esmeralda. Debía acabar con la amenaza inmediata si quería lidiar con el ogro. Por desgracia, no podía cumplir las ordenes directas pero con suerte el maldito bastardo solo le duraría otro asalto. Con furia volvió a electrificar sus puños, preparando el golpe mortal.

Uno en la cabeza, otro en el abdomen. Como si estuviera golpeando monigotes de práctica. Con el azul cerúleo de sus puños liberando arcos de energía.

Los golpes de ambos hereos son dignos de dioses pues pulverizan al punto de atomizar los cuerpos  de sus dos enemigos , en trozos muy separados unos de otros volando por los aires hasta caer en el suelo . Mas expectacular es el de Krall ya que el soldado era mas flojo , pero mas contundente el del filo del ocaso que mata un contrincante mas fuerte

fin del combate

Al finalizar el combate me dirijo a los defensores de la mansión.

Lamentamos mucho haber llegado tan tarde, confiamos en que no hayan sufrido bajas a causa de estos ladrones. - digo mientras me acerco al soldado ataviado con la mejor armadura.

Venimos a ver a lord Vorgaard. Nos encontramos aquí en una misión académica y sabemos de buena fuente que el posee cierto conocimiento que podría resultarnos de mucha ayuda.

Con algo de suerte, incluso podría llegar a compartirlo con nosotros a cambio de una compensación adecuada. - agrego con sinceridad.

El dino todavía trae entre sus fauces el brazo del ogro con su gran arma aun sostenida.   Se la pone a los pies de Panacea a la vez que le mueve la colita en contento, sabiendo que se le dará un cariño por un trabajo bien hecho. 

Si bonito Dino, si, bien hecho.   La caricia en su morro escamoso es tierna, digna de la buena relación entre la druida y su compañero animal. 

Acabando de recoger lo que sea valioso y sean claves del cuerpo de los ogros y soldados de la Garra Esmeralda, Panacea se une a la ayuda con Valinor.   

¿Hay alguien dentro del fuego a quien haya que rescatar?  Dice la halfling mirando como en ciertas partes de la mansión parece que se está acabando de quemar lo quemable, pero en algunas otras todavía no, y no sabe cuales serían las más importantes, o donde hubiera alguien atrapado todavía.   Su paquete de pergaminos aun se bambolea en las alforjas del dinosaurio, esperando a ser usado para agotar el fuego.   El buen dino aparentemente le gruñe aun a todos los que se le acercan.   Efectos de la batalla anterior, o estado de alerta ante un combate que, en su mente, aún no ha acabado necesariamente.

Kral acabó con el último de los soldados de la garra esmeralda. Entonces levantó la cabeza con lentitud, buscando supervivientes o posibles amenazas ocultad.

- Disculpad no haber llegado antes. Esos malnacidos de la garra esmeralda merecen la destrucción. Si requerís ayuda con alguna tarea hacednoslo saber.

Observó sus puños chamuscados, y la madera ennegrecida, como poco a poco iba recuperando el color. El metal iba combándose de nuevo al tiempo que estiró sus músculos de piedra y acero para poder prepararse para el siguiente combate

Se puso en posición marcial y dejó que su líder se encargara de las negociaciones. Nunca se le dio bien la diplomacia.

Limpie su alfajón en las ropas del enemigo caído. Por suerte había sido un combate rápido y limpio. Como a él le gustaban, cuando los combates se alargaban no traían más que complicaciones. - Buen trabajo equipo dijo dándose la vuelta y dirigiendose al grupo de aventureros. 

Tras comenzar Valinor a hablar Shahnaz se colocó a su derecha y se mantuvo en silencio. Dejaría que el hechicero hablaba, el prefería mantenerse esperando a la acción aunque atento a todo lo que se dijera.

Las puertas de entrada se abren para revelar un majestuoso salón interior de unos 40 pies de alto. Seis enormes columnas de mármol llevan las caras de lo que parecen ser reyes hobgoblins, presumiblemente del Imperio Dhakaani. Los tapices que cuelgan de los techos representan idílicas praderas y campos de batalla empapados de sangre. Lo que probablemente sea la adición más reciente a la colección de Vorgaard es una imagen escalofriante de un campo congelado de cadáveres en Mournland. En el piso debajo del paisaje de Mournland se encuentran dos hombres en.Uno esta siendo muy golpeado, y un rayo de ballesta brota del cuello del otro .Los altos ventanales de colores alinean las paredes. Los que mirais hacia el ala oeste de la casa veis que se refleja el resplandor rojo de los fuegos ardientes allí. Las puertas interiores ubicadas en la pared opuesta a la entrada conducen más adentro de la propiedad. Esta cámara contiene poco de interés. Los cuerpos de los sirvientes no han sido saqueados. Cada uno lleva dos dagas de calidad maestra y una bolsa con 3d10 gp.

B3: EL SALÓN DE LA EXHIBICIÓN
La cámara central de la propiedad de Vorgaard está dedicada a la obsesión del último mago por las antigüedades. Vorgaard disfrutó mostrando su considerable colección, y construyó la sala de exposiciones para que todos los invitados que visitaran su mansión señorial pasaran por aquí. Cuando las PJ ingresen a esta sala, Veran algo peligrosos en ella*1
 

Simplemente impresionante, es evidente qie lord Vorgaard es un verdadero amante del arte y será un verdadero placer para nosotros hacer negocios con alguien tan refinado y culto como él. - digo elogiando las exhibiciones mientras recorremos la mansión.

Las palabras de sus compañeros no fueron contestadas y en aquel momento reinaba el silencio. Avanzó el elfo con sus compañeros al interior de la mansión. Aquello fué un espectaculo para sus ojos. Esculturas y pinturas bien realizadas se eregian en las columnas y paredes. Se maravilló a cada paso que daba hasta que sus ojos pudieron divisar a lo que parecían los sirvientes del lugar. - Estad atentos, puede que tengamos compañia en este hall. les dijo a sus camaradas.

Krall escucho el ominoso silencio por respuestas, mientras el eco reberberaba en los altos techos.¿ Habría quedado algún superviviente? ¿Era posible que quedará algún agente de la garra esmeralda oculto entre los tapices a la espera de caer sobre el grupo desprevenido? Sistematicamente empezó a mirar detrás de cada tapiz en lugar de embelesarse con la bellezade sus paisajes, al fin y al cabo era un constructo y apreciar el arte única había sido de utilidad en el campo de batalla.

Lo importante es saber si podremos encontrar algo que nos diga donde se encuentra la reliquia y si ha quedado algún superviviente.

Asiente a las palabras de Shahnaz y añade.

Estaremos atentos

Al tiempo que inspeccionaba detrás de cada columna.

Debajo de un techo de vidrios de colores, las armaduras arcaicas se yerguen como centinelas silenciosos a lo largo del rellano frente a ti. Algunos están adornados con enormes yelmos o tocados de plumas, mientras que otros tienen horribles máscaras de guerra para asustar a los enemigos. A unos 60 pies de la entrada, una escalera desciende a un rellano inferior que conecta este corredor con otros tres por una escalera similar. En el rellano inferior se encuentran numerosos estuches de vidrio y caoba llenos de toda clase de baratijas y reliquias: una máscara de funeral Sarlonan, fragmentos de cerámica Xen'drik, un brazalete de escorpión de antiguo diseño drow, una daga-hacha Dhakaani hobgoblin y una azuela Riedran , para nombrar sólo unos pocos. Colgando de los cables de acero hacia el este hay una impresionante exhibición de taxidermia alquímica, un calamar gigante bien conservado del tamaño de una rueda de navegación. El cefalópodo está enmarcado por el glorioso mural de vidrios de colores de arriba, que representa couatls enzarzados en furiosos combates con rakshasas y otros demonios.

La estancia me genera cierta sensación de peligro, no entendía, quizá fueran lar armaduras,  las mismas que bien podían estar encantadas o esconder en su interior a posibles guardianes.

O tal vez el calamar gigante, el mismo que podía esconder una peligrosa trampa nigromántica que lo devolviera a la vida, fuera lo que fuera, mi instinto me decía que algo no iba bien.

Dadas las circunstancias, Vorgaard ya debería haber salido a nuestro encuentro a menos que esto sea una trampa, después de todo, los de la garra acaban de intentar robarle y nosotros llegamos aquí algunos minutos después preguntando por el objeto que los otros querían robar. - pienso mientras observo detenidamente al sirviente que nos está guiando.

A la primera señal de peligro, advierto discretamente a mis compañeros.