Partida Rol por web

El viaje de vuelta fue tranquilo, aunque tuvieron que disparar a un grupo de infectados que cortaban una de las calles. Afortunadamente nada más disparar se fueron corriendo y aquella calle era lo suficientemente ancha como para poder pisarle a fondo.

Kerensky conducía atento a todo lo que sucedía a su alrededor, con él iban las dos doctoras y los dos inconscientes, y ninguno de los dos tenía sintomas de empezar a despejarse.

Comenzaba a anochecer cuando llegaron al bunker, y otra sorpresa les esperaba. Los militares habían tomado la zona, un par de soldados les indicaban por señas que aminoraran la marcha y fueran despacio hasta ellos.

Había muchos más armados, pudieron ver que habían tomado toda la zona y se habían desplegado por todas partes, desde lo alto de los edificios les controlaban sus movimientos apuntando con rifles de largo alcance.

Reduzco la velocidad y abro la ventanilla para asomar la mano con la insignia del FBI bien visible en ella. Con la otra me descubro la cara para que me puedan ver bien, y comprueben que no estoy infectado ni nada por el estilo.

Los últimos metros los hago casi al ralenti, y me detengo cuando el soldado lo ordena.

Agente especial Kerensky...asignado a esta unidad federal durante la crisis. Me acompañan las doctoras Fairway y Grant.

El soldado recogió la placa de indentificación y la estivo mirando detenidamente.

Por favor señor, aparquen allí y bajense del coche. Su tono era serio e inpersonal, sin darle ninguna emoción a las palabras.

Recupero mi placa antes de apartarme y antes de bajar del coche miro a las doctoras.

Ahora debemos tener cuidado. Nada de movimientos bruscos, trataremos de no disgustar a nadie. Estos tipos estarán nerviosos y suelen ser mas de disparar primero y preguntar después. Recuerden que estamos aquí para bajar abajo con los especímenes y realizar las pruebas.

Les sonrío tranquilizadoramente y me detengo un segundo de mas ante los ojos de Ainhoa

De acuerdo - digo con voz algo temblorosa aunque firme- creo que bajaré la primera... no es que tenga mucha pinta de zombi, ¿verdad?

Suelto todo el aire de mis pulmones de una vez, intentando tranquilizarme. Después, sin levantar del todo las manos pero manteniéndolas a la vista tras abrir la puerta del vehículo, expongo mi mejor y más tranquilizadora sonrisa mientras bajo. Después me quedo mirando hacia los soldados esperando que me digan qué debo hacer antes de seguir moviéndome.

Soy la doctora Tracy Grant - Digo en voz alta tanto para darme ánimos a permanecer firme como para confirmarles el nombre que les ha dado con anterioridad Luc

Me descubro la cara, igual que a hecho Luc, mirándole a los ojos. Extiendo mi mano hacia la suya y se la aprieto...

- Luc... cuando no nos apunten con armas.... te debo el beso más grande que te hayan dado en tu vida.

De momento sólo me atrevo a seguir apretando su mano mientras Tracy se identifica.

Con un suspiro, bajo tras ella, las manos a media altura, expresión decidida:

- Doctora Ainhoa Fairway.

El soldado hizo caso omiso a las indentificaciones de las doctoras, como si no le importaran lo más mínimo.

Siganme por favor. Comenzó a andar con paso resuelto hacía una hilera de coches donde había una furgoneta enorme. 

Tras la furgoneta, apoyado contra la chapa de esta había un militar de alto rango que fumaba un cigarro tranquilamente y para la sorpresa de los tres, junto a él estaba Toki.

Capitán. Aquí le traigo a estos tres, uno es del FBI y las otras son doctoras, han venido en un vehiculo junto a dos más que parecen estar incoscientes. Los hombres las vigilan.

El capitán era un tipo alto y con el pelo rapado, se notaban aún así unas pronunciadas entradas.

Vaya vaya. Dijo con una sonrisa girandose hacía Toki y volviendo nuevamente a mirar a los recien llegados.

Soy el capitán Samuel Walcott. Les informo de que su bunker va a ser desalojado. Ya que no disponen ya de autoridad para continuar aquí. Y dado que hicieron caso omiso a las ordenes que se les había facilitado van a ser llevados fuera de Manhattan. Blablabla... Ya conocen esta mierda. Su voz repetía monotona aquellas palabras, y con un gesto de cansancio dió a entender de que estaba obligado a decirselas.

Bien, ahora mis hombres les van a acompañar a un helicoptero junto con sus demás amigos del bunker y os vamos a llevar fuera de la isla.

Hizo un gesto y varios hombres se acercaron a ellos.

- Un momento por favor... hay un laboratorio dentro del bunker, y el equipo estaba trabajando en distintas pruebas... ¿Qué va a suceder con las investigaciones?

¿Vuelta a empezar? ¿Y ahora qué?

Toki sale del mismo coche que el hombre con el gran ego, mientras se rasca levemente el abdomen, mientras pone algo de mala cara.

Hola!! parece que nos reunimos de nuevo, cómo os ha ido? mucho jaleo y loco suelto por ahi? Cómo veis el tipo éste ha tomado el control de todo y nos va a llevar queramos o no a Manhattan, asi que poco más queda..

Todo el mundo dentro del bunker ha sido desalojado, y ahora se procedera a su demolición. Mis hombres han colocado cargas explosivas en los puntos fuertes del edificio. Solo esperan a que de la orden.

Lo que quiere decir es que están destruyendo las pruebas de que el gobierno lo sabia todo y que no hizo nada por evitarlo. Es muy importante que nada de esto se sepa para ellos, así que mi única pregunta es...que pasa con los..."desalojados" del bunker?.

Salgo del coche detrás de la doctora para escuchar el sinsentido que dice aquel tipo. Aquello huele a encubrimiento desde un kilómetro de distancia.

Me importan tres cojones las pruebas y los desalojados del bunker. Mis ordenes son esas y son las que voy a cumplir. Las personas desalojadas del bunker serán llevadas fuera de la isla de Manhattan, como a ustedes.

Dijo enturbiando el rostro y poniendose más firme y severo de lo que en un primer momento había parecido.

Varios militares se hicieron cargo de los heridos del coche y otros tantos aparecieron para acompañar a las doctoras, Kerensky y Toki.

Por favor, hagan el favor de seguirnos. Dijo uno de ellos.

Dejo que me lleven junto a las doctoras sin hacer ningún tipo de gesto por resistirme. En este momento lo mas sensato es seguir las ordenes y esperar a ver que pasa.

De todas formas, me parece muy raro que destruyan las instalaciones sin mas. Estamos en medio de la infección y relativamente a salvo. Podríamos hacer mas bien que mal si nos dieran la oportunidad a ello.

Aunque indignada por los hechos y la manera de tratarnos, la actitud pasiva de Luc me da una idea de cómo tengo que actuar. Así que intentando calmarme y no montar un escándalo en este momento tan inoportuno, me limito a refunfuñar para mis adentros y cantar una salmodia:

- 1 2 3 yo me calmaré, 4 5 6 todos lo veréis... - Murmullo sin que nadie me pueda escuchar.

Iba a protestar... ¡vaya si iba a hacerlo!... Pero entonces veo la actitud de Luc, y me doy cuenta de que era un error por mi parte.

Camino junto a él y junto a Tracy, que va murmurando entre dientes, mientras achico los ojos pensando en el muchacho del laboratorio que tan habilmente había apuntado a algo fuera de la Tierra....

Bueno y ahora que se supone que tenemos que hacer? Vayamos donde vayamos parece que la infección se ha extendido a los lugares más remotos, asi que pocos sitios seguros deben haber.

Toki mira a Kerensky y a las doctoras.

A ver si han descubierto algo más que yo, porque aunque cuente lo que sepa, dudo mucho que crean algo tan inverosimil...

Los militares les acompañaron al helicoptero que les transportaría al otro lado de la isla. Escoltados en todo momento por dos hombres armados, subieron a la aparato y este comenzó a girar las helices a toda velocidad para después elevarse sobre la zona industrial y cruzar al otro lado del East River, con intención de dejarlos en Brooklyn.

Mientras volaban pudieron escuchar disparos de la zona que acaban de dejar, pero la posición del helicoptero les impidió ver nada.

Toki...han sacado de el bunker a alguien mas antes de que comenzaran los disparos?... no quiero decir lo que pienso, pero esos disparos indican dos posibilidades, que mataran a los dos posibles casos que portábamos en el coche, o que hayan comenzado a limpiar el rastro, empezando por la gente del bunker.

Mientras estamos en el aire, aprovecho para ver como están las cosas por abajo.