Partida Rol por web

- Sé que es un poco violento para ti, pero la doctora Grant tiene una mente más abierta de lo que crees. ¿Te importaría explicárselo también a ella? Verás, a partir de esa idea, estoy segura de que ella tendrá otras preguntas sobre cómo se ha podido extender tan rápido...

Visiones de películas sobre epidemias revolotean sobre mi mente: el hombre que llega a casa y saluda a su familia, su esposa que va al supermercado, el hijo mayor en el autobús al entrenamiento, la hija pequeña, en coche con el padre de otra amiga a la clase de danza..... y ya lo tenemos todos.

Bueno vera doctora Grant.... Dijo susurrando temeroso y cabizbajo. Le comentaba a la doctora, que podría traterse de algo que haya venido del espacio exterior, no digo que sea un ataque de extraterrestres ni nada premeditado. Solo opino que es un virus del espacio o algo por el estilo para el cual nuestras defensas, ni las de los animales están preparadas. Miró a la doctora Fairway para coger confianza. Tal vez haya venido pegado en algún cohete de la NASA o algo por el estilo...  Volvió a decir.

Vaya... ¿y por qué no?

En un gesto extraño por mi parte, le sonrío al joven con total sinceridad. Debe de haber sido muy difícil para él contarme sus impresiones, y por algún motivo extraño el joven me cae bastante simpático.

Bien, es una idea muy interesante. ¿Podrías explicarme qué te ha llevado a pensar esto? - interrogo con verdadera curiosidad. En un instante pasan por mi mente unas cuantas imágenes de bacteriófagos conocidos... desde luego el que tenemos entre manos es diferente al resto, y yo presumo de conocer como nadie las bacterias terrícolas, así que ¿por qué no?

El muchacho se encogió de hombros. Se me ha ocurrido cuando uno de los doctores dijo que no había nada parecido en los archivos. He pensado que si no hay nada parecido en la Tierra, tal vez podría ser algo de fuera. Y no se... Quizá veo demasiadas peliculas. Confesó enrojeciendo.

Para nada- Contesto con sinceridad- cuando las explicaciones posibles se agotan, solamente quedan las que parecen imposibles. Y lo cierto es que las posibles se van agotando poco a poco.

Bien, quiero un patrón de pruebas sobre reproducciones del bacteriófago...así que cultívenlo, pódenlo, lo que sea... pero lo quiero multiclonado para hacer las pruebas pertinentes sobre el sujeto causa. En cuanto los tengan, les ruego hagan lo que sea por localizarme. Muchas gracias - Digo en voz alta a los demás.

En privado vuelvo a centrarme en el muchacho.- Bien, ¿cómo se llama, doctor? Mientras los demás hacen ese tipo de pruebas, quiero que usted coja una de las multiréplicas en cuanto las tengamos y haga con ella lo que crea conveniente. Confío plenamente en su criterio, al menos - Digo bajando la voz - no es tan repipi como el resto. Le muestro mi sonrisa más sincera como colofón a mi charla.

Me llamo Matt. Gracias doctora. Las tendrá en cuanto esten. Dijo con una sonrisa.

- Muy bien, doctora Grant-Sonrio a Tracy, viendo lo bien que se ha manejado con Matt- Me pareció que su idea tenía algo de lógica después de ver que lo normal se había vuelto absurdo. Creo que cada vez se ha vuelto más urgente asaltar el ordenador de Stevenson. ¿Hay algo que podamos hacer aquí?

Le devuelvo la sonrisa a Ainhoa.

-  Lo cierto es que me he defendido lo mejor que he podido, y quizás la idea no sea tan descabellada como parecería si no estuviésemos metidos en esto. Ojalá tuviéramos un intercomunicador con esta sala... me gustaría estar siempre al tanto de lo que descubran tanto unos como otros.

Resoplo, molesta por la aparente falta de comunicación y le contesto:
 

- No, creo que por el momento lo mejor es dejarles trabajar. Podemos ocuparnos de nuestros asuntillos con la violación de despachos etcétera. ¿Secuestramos a Toki un rato ahora? Luego podemos volver para ver qué han descubierto los repipis y Matt.

- Hecho. Vamos a por Toki. No parece que tú y yo podamos a hacer mucho más por aquí. Y ya empiezo a morirme de ganas de destripar ese ordenador. No creo que tardemos en poder volver a aparecer por aquí.

Me levanto y espero a Tracy asombrada de lo fácil que resulta comunicarse con ella, e interactuar. Luc y ella se han convertido en mi eje dentro de esta locura.

Las dos doctoras se encaminaron hacía la sala azul donde estaba Toki y el resto. Justo cuando llegaban vieron salir al agente Stevenson que iba frotandose el puente de la nariz con mala cara. Las saludo con un simple gesto de cabeza y siguió andando hacía su despacho.

Desesperada, pienso con rapidez antes de que Stevenson se me escape.

Dios... no puede llegar al despacho... no puede llegar al despacho...

Sr. Stevenson, ¿se encuentra usted bien? - Pregunto tratando de que Ainhoa piense algo al mismo tiempo que yo.

Tiene mala cara... sé que el estrés puede llegar a ser insoportable,,, pero tengo miedo de que se vaya a poner usted enfermo.

No... Dijo un poco sorprendido y confuso por la repentina aparición de la doctora. Solo es que... Miró con los ojos algo humedos. Acaban de informarme de que los infectados que se han vuelto locos están atacando la guardería donde va mi hija...

La policia va de camino, pero no estoy tranquilo.

- Espere, no es bueno que ande por ahí con esa preocupación. Venga a hablar con nosotras. Me gustaría saber algo sobre su hija, ¿qué edad tiene?

Hablo en tono dulce, posando mi mano sobre su brazo para retenerle, con una doble finalidad: evitar que llegre al despacho, pero tambien sabe qué está pasando fuera, y qué piensa Stevenson sobre la situación.

Stevenson no trato de apartarse ni seguir andando, acepto quedarse allí y hablar de aquello. Aunque en su mirada lagrimosa y distante parecía haber alguna idea a la que mirara fijamente.

Tiene 4 años... Dijo con la voz quebrada.

- ¿Y la madre de la niña? ¿También está afuera?

No... La madre de la niña falleció cuando ella nació. Dijo bajando la mirada con dolor.

Miro en dirección a Tracy, a ver si sabe cómo va el tema en el despacho de Stevenson, mientras sigue acariciando el brazo del hombre. Se estremece a su pesar cuando piensa en una niña de 4 años indefensa en una guardería.... ¡¡qué demonios!! ¡No era una niña, era una guardería entera a merced de la locura!

- Señor Stevenson, ¿podemos contactar con el exterior? Puede que haya alguien de su confianza que se pueda acercar a ver qué sucede en la guardería.... Algunos de nosotros también tenemos familia arriba y no sabemos en qué situación se hallan.

La mirada de Dan se volvió fría y distante de nuevo.

No hay nadie de confianza alla arriba. Dijo con seriedad. No me fío de los militares ni de los policias ni de ningún organismo de las fuerzas de defensa. Miró directamente a los ojos de Ainhoa, dudando un momento si decirle aquello o seguir ocultandolo. Han recibido ordenes de matar a todo aquel que crean que esta infectado. No puedo dejar a mi hija en manos de la decisión de un hombre desconocido. Yo confió en ustedes para encontrar la cura. Esa es la solución, no matarlos.

Lucas Kerensky surgió de la puerta de la sala azul y fue agazapado de espaldas a Dan Stevenson con intención de noquearlo, hizo un gesto a Tracy y Ainhoa para que guardaran silencio.