Partida Rol por web

Gracias, agente -se alegra Pendergast, y se dirige a la sala en cuestión para buscar al responsable de los ordenadores.

Por cierto, antes de que se me olvide. Dijo el hombre tras hacer un amago de cruzar la puerta. Deberian hablar con la psicologa acerca del comportamiento de la gente ahí afuera. Quizás ella pueda dar una razón para ese caos.

Warface se sorprendió con la iniciativa de Pendergast, aunque pensó que sería buena idea.

Bueno, parece que podrñe hacer algo de interés por aquí, si no le importa, yo tambíen quisiera tener acceso a un ordenador, con internet, si pudiera ser, quizás pueda encontrar algun dato en la red.

Me despido de los presentes en la sala, y tras enterarme de donde se encuentra la armaria, me paso por alli de camino hacia donde se encuentra Ainhoa.

Puede pasar a la sala azul, junto con Pendergast si así lo desea. Le dijo a Toki justo en el mismo momento en que su ayudante asiatica entro por la puerta y pidió amablemente que le acompañara, diciendole que se trataba de algo urgente. Dan se disculpó y se fue tras ella.

Lucas Kerensky se despidió de Toki y demás y se marchó a buscar a Ainhoa y la doctora Grant. Aunque su interes parecía centrarse en la psicóloga sobretodo.

Toki disponía ahora de la sala azul, donde se encontraban los ordenadores y la conexión a Internet. Y además de ello estaba Pendergast.

Toki entró en la sala azul, era una sala amplia, con una gran variedad de ordenadores, a primera vista le recordaba a un ciber, sólo que sin esas horribles pantallas que intentan hacer en un vano esfuerzo de separador de cabinas. No tardó mucho en buscar el ordenador más potente. Saltarse la clave de acceso dle levó sólo unos minutos, ante el asombro de Pendergast, que luchaba por encontrar el boton de encendido de un portatil.

Bien, veamos que nos dice la reina araña.

La reina araña, era un sistema que usaban los hackers para comunicarse entre ellos. era cómo un sistema de chat en vivo a nivel mundial, en el que sólo podrías entrar si realmente eras capaz de pasar su salvaje cortafuegos.

Estoy dentro.