Partida Rol por web

Le miro con curiosidad.

- No creo que a Inna le pueda pasar ya nada. Está vigilada por médicos y enfermeras. Esta era la primera opción que yo le daba para pasar la noche. Yo puedo quedarme por si se despierta o quizás....quizás yo pueda presenciar el interrogatorio del tirador. ¿Qué opina?

Considero la idea un momento, pero termino por negar con la cabeza.

Lo tiene la policía... y a matado a uno de los suyos. No creo que permitan que pongamos nuestras manos sobre el...al menos por el momento. Lo verían como si el FBI intentase llevarse al sospechoso...solo espero que sobreviva a la noche...tal vez tendria que llamar a Sawhn para asegurarme de que no aparezca ahorcado en su celda esta noche...

La idea de perder nuestra única pista me aterroriza.

- Si no te importa le llamo yo, así hablo con él.

Saco el móvil.

- Ian? ¿Qué tal todo? Si, ya lo sé, estoy con Luc... digo con el oficial Keranski. Estábamos intentando hilar un poco el asunto. Supongo que no habrá manera de que me dejes hablar con el tipo que le disparó a la muchacha.... Y nos gustaría que se le vigilara especialmente. Si, tememos que se intente suicidar en la celda.

Hola Ainhoa, ¿Cómo va? Veras el tipo está siendo trasladado a un hospital del centro cercano a nuestra comisaria. Sufrió varios traumatismos al chocar contra los otros coches. Dile a Kerensky que tengo que hablar con él sobre eso. Por lo demás no hay problema en que lo interrogueis... si conseguis que os diga algo. A nosotros solo nos ha mandado a la mierda...

- Gracias Ian, eres mi ángel.

Cierro el móvil, mirando a Luc.

- Lo están trasladando a un hospital próximo a la comisaría. Dice que tiene que hablar contigo porque tiene varios traumatismos. Y que por él no hay problema para interrogarle nosotros. A ellos no les ha querido decir ni una palabra. ¿Qué te parece, me acerco hasta allí, vamos los dos y hablas con Ian? Inna estará bien cuidada.

Antes de salir, hablare con la seguridad del hospital... no estoy convencido de que Inna este a salvo.

Me levanto y camino hasta el mostrador. Enseño la identificación y pido a la enfermera que llame a el jefe de seguridad del turno.

Traumatismos?... y que espera, si se choco con el coche en la huida...

La enfermera ya no pusó ninguna pega y llamó resignada al jefe de seguridad de planta. Un par de minutos después un hombre gordo y calvo, entrado en años se acercó hasta Lucas.

Buenos días, ¿Qué desea?

Hola, soy el agente especial Kerensky. Le muestro mi identificación. Han ingresado a una muchacha hace un rato, Su nombre es Inna Jovanevic. Es una testigo en un caso en curso...me gustaría que ponga tres agentes de seguridad en su cuarto y puerta hasta que podamos coordinarnos con la policía. Se que es un trabajo mas que tiene que hacer, pero si tienen que hacer horas extras, mi oficina podría hacerse cargo..

Hablo con tono pausado y tranquilo, no pretendo parecer mas importante que el ni parecer avasallador. Solo parecer profesional, alguien cercano. Estudio el lenguaje gestual del hombre, para saber si debo seguir así o ponerme algo mas duro.

El hombre parecía amable y bonachón y así lo demostró al hablar. Asentía mientras Lucas hablaba.

¿Y sabe en que habitación se encuentra? Bueno, no se preocupe, ya lo mirare yo en el registro. Delo por hecho señor Kerensky.

Muchas gracias jefe. Estrecho su mano y me giro hacia Ainhoa cuando el hombre se marcha.

Quizas debamos esperar al agente que traía los papeles antes de irnos...de lo contrario, tal vez no los consigamos en días... porque andarán perdidos hasta que nos localicen...las cosas suelen funcionar así, por desgracia..

Lucas y Ainhoa salieron del hospital en dirección al coche cuando una voz les hizo detenerse.

-Agente Kerensky...agente!!

Era la doctora Grant, que corría tras de ellos con un tipo agarrado de la manga. Lucas, lo reconoció en seguida y a Ainhoa le sonaba su cara, era el hombre del tiempo. Pendergast.

Incrédula miro a la doctora, y a su acompañante. ¡¡El hombre del tiempo!! ¿Y ahora qué?

- Luc, ¿qué pasa ahora?- pregunto confundida, acercándome hacia la doctora Grant.