Partida Rol por web

La pelea se está alargando más de lo que me gustaría. El pirata es más duro de pelar de lo que parece indicar su recompensa, y yo no estoy rindiendo a lo que sé que puedo hacer. Demonios, he cazado dinosaurios. Este sujeto debería ser pan comido, y sin embargo no solo hemos fallado al incapacitarle, incluso con un ataque combinado, sino que para colmo ha logrado herirnos a todos.

No cometas el mismo error que nosotros y te vengas arriba, grumete de tres al cuarto. No somos cuatreros glorificados que cogen piratas por migajas. Has tenido suerte de que te hayamos subestimado, pero creo que es hora de que esa suerte se vaya terminando.

Entrechoco las botas y las dejo en posición de espera. Mejor hacer esto confiando en mi propia agilidad y mi instinto, como siempre. Debería haberlo hecho desde el principio.

—¡Qué te lo has creído tú, papanatas!

¡Encima el muy imbécil se ponía gallito! Era hora de darle su merecido...

Yendo al máximo que mi poder me permitía, salí pitando hacia aquel granuja; provocando una corriente de viento a mi alrededor debido al impulso que había tomado. No había ojo humano que pudiera seguirme el ritmo... no  lo había, ni lo habría jamás... ¡Pjé! ¡Nadie podía superarme en eso de moverme rápida! Además, el lugar del combate era el idóneo: un espacio abierto. Podía aprovecharlo en mi favor haciendo zig-zag para evitar que aquel idiota supiera la dirección por la que le iba a venir el sopapo... y, cuando menos se lo esparara...

...¡PUUUUUM!...

¡Sopapo en todo el careto!

¡Ahora verás, cara-espátula! MUAJAJAJAJA.

Le había pateado el culo en un plis-plás incluso a canallas que me doblaban en tamaño, tanto en alto como en ancho. Aquel viejales no podría superarme jamás. Sólo debía ser inteligente y elegir el momento adecuado...

Estaba harta ya de aquellos villanos, estábamos tardando demasiado en acabar con ellos, y pese a todos mis intentos y los de mis compañeros ahí seguían haciéndonos frente y encima burlándose de nosotros, no podía permitirlo, tenía que pensar bien mi siguiente jugada. Para empezar, no pensaba dejarme pillar por sorpresa, si venían a por mí, estaría a la defensiva.

Estaba harto de aquel tipejo, una cosa es dedicarse a la pirateria, lo cual podia ser bueno o malo segun la lente tras la cual se mirase. Pero atacar a tus propios compañeros era imperdonable. Alguien como él se merecia algo mas que ser detenido pero aquella era nuestra misión y mi pasado militar provocaba que a veces las ordenes fueran de gran peso.

-TEN'BINGER！ALGUIEN QUE ES CAPAZ DE AGREDIR A SUS COMPAÑEROS DE ESA FORMA NO MERECE SER LLAMADO LIDER NI SUBCAPITÁN！ES HORA DE IMPARTIR JUSTICIA！

Ensangrentado pero aún con la lanza en llamas preparada en me encaré con furia en dirección al enemigo.

Ten'Binger sonrió burlonamente.

—¿Justicia? ¡TOMA JUSTICIA!—exclamó abriendo de nuevo fuego con esas enormes pistolas— ¡FUEGO EXPLOSIVO!

El pirata volvió a usar esos disparos explosivos al tiempo que empezaba a correr por el barco. Instintivamente, todos los miembros del Escuadrón Phi que avanzaban para acabar de una vez por todas con él, tuvieron que detenerse para poder evitar las explosiones. Sin embargo... el contramaestre de los piratas del Minotauro no les estaba disparando directamente a ellos, ¿qué estaba tramando? Por desgracia los cazarrecompensas no tardaron en averiguarlo. Las maderas de la cubierta comenzaron a ceder bajo sus pies arrojándolos al suelo en el mejor de los casos o a la bodega en el peor de ellos.

Con un ágil movimiento y sin dejar de disparar en ningún momento, Ten'Binger saltó del barco a una de las rocas y luego hizo lo mismo hacia la base de la isla. ¡Estaba huyendo!

Ten'Binger huye y usa el efecto épico gratuito de su crítico para meter un elemento narrativo conveniente (en este caso que el suelo de la cubierta ceda después de dos ataques explosivos) que le permita tener éxito en esta acción. Por norma general, usaría los efectos épicos de los críticos para potenciar los parámetros de combate, pero creo que en este caso puede aportar muchos más a la partida que el pirata escape.

Si Ten'Binger hubiera querido huir sin haber sacado crítico, la huida se habría resuelto por una tirada enfrentada entre el pirata y cada uno de vosotros para ver quién es capaz de seguirle.

Dicho todo esto, ¿el combate termina aquí? No tiene por qué. Por mucho que yo crea que sea interesante que Ten'Binger huya, vosotros todavía tenéis algo que decir pues tenéis armas para ello. Aquellos de vosotros que decidáis gastar un punto épico (bien justificado), podréis seguir a Ten'Binger durante este asalto y haríamos el siguiente asalto del combate en la isla. Si ninguno de vosotros gasta un punto épico, nuestro maloso enemigo huirá. Vosotros decidís :).

Por favor, si alguien decide no gastar el punto épico que se caiga a la bodega xD.

Estaba furioso con aquel individuo, se puso a disparar como un poseso en todas direcciones pero eso poco me importó; puesto que mi ira y rabia por sus actos me cegaban. Tenía un único objetivo: acabar con Ten'Binger y aplicar mi propio sentido de la justicia con él.

Ignorando sus disparos corrí hacia el pirata, por algún motivo sus balas no me alcanzaron, era como si no fueran dirigidas hacia mi. Aquello era demasiado extraño para ignorarlo y giré la cabeza justo para ver el suelo de cubierta desmoronarse bajo los pies de mis compañeros.

"mierda!" Pensé para mis adentros mientras apretaba los dientes, tenía al pirata a mi alcance pero si me paraba a ayudar a mis compañeros este podía escapar... Debía reaccionar en cuestión de milésimas de segundo.

"Bronan es suficiente corpulento para no recibir daño con la caída, sus músculos podrían detener al barco entero sin problemas, Yo-yo ha demostrado ser ágil y rápida, así que no le será difícil maniobrar rápidamente y salir airosa, el doctor... es un bebé pero su armadura estará preparada para resguardar su frágil cuerpecito así que solo queda..."

-Agárrate novata!- Grité haciendo girar mi lanza para apuntar con el mango de la misma a Alumi, la chica se aferró con ambas manos al metal y mientras el suelo cedía bajo mis pies combiné la fuerza de mis músculos con las fibras electrónicas del traje para lanzarla hacía tierra firme detrás del pirata al grito de -Lanzamieeeeenntoooo Barakooooo!

Empecé a caer a una bodega mientras veía a la chica surcar los cielos aún aferrándose a mi lanza con toda la fuerza que disponía como si de un paracaídas se tratase "Ahora quedaría bien pensar 'Te lo dejo a ti novata' pero definitivamente no soy de los que se quedan atrás" Apoyé mi peso en unas cajas y centré mis fuerzas en mis extremidades inferiores, por mucho que lo odiase, el imperio le había adiestrado bien. La fuerza de mis piernas hizo añicos la caja mientras salía propulsado a tierra firme detrás de la chica de pelo rosa.

- Nos vemos en tierra firme!- grité a mis compañeros que aún seguían en el barco antes de perderme en el aire.

¿De verdad aquel pirata estaba huyendo? ¿Pero qué clase de persona era ese señor?

- ¡COBARDE QUE ERES UN COBARDE!

Miro a mi alrededor intentando encontrar una forma de salir tras él, no podíamos dejarlo escapar, y si yo misma conseguía atraparlo... ¡demostraría que no era una novata y que me había ganado mi puesto en el equipo yo solita!

Y entonces... todo sucedió muy rápido, para cuando me quise dar cuenta Eddie me gritaba, la lanza pasaba cerca de mí y sin pensarlo me lanzaba hacia ella cogiéndola con mis manos, ¡estaba volando por los aires! Ese chico era genial, me había enviado hacia el pirata cobarde dándome así la oportunidad de atraparlo y no pensaba defraudarlo.

Cuando caí al suelo lo hice intentando amortiguar el golpe con mi super traje, y cuando pude ponerme en pie, sin soltar la lanza de mi compañero, eché a correr tras Ten'Binger todo lo que mis piernas me permitían.

- ¡CUANDO TE PILLE VAS A MORDER EL POLVO MALDITO!

Rápidamente bajo el cuerpo y esquivo los dos primeros disparos. Sin las botas tengo que ser más cuidadoso, pero tengo mejor control. Quizás por eso parece que estoy esquivando más.
No, espera. Eso no es así.

Me da esa impresión, porque cada vez que le veo mover las pistolas me muevo para compensar y me preparo para moverme, pero nunca lo hago. Me estoy quedando quieto y las explosiones retumban a mi alrededor sin más consecuencia. Esta... ¿fallando?

Es raro. Su puntería hace unos segundos era más que suficiente. Me pregunto qué esta tramando, y cuando oigo el crujido de la madera gimiendo como un nalsnarf en celo y le veo saltar hacia la isla, lo entiendo todo.

Una trampa de suelo quebradizo. La cubierta se hundirá, sepultándonos y desorientándonos. En el tiempo en que nos quitemos el maderamen de encima, el pondrá pies en polvorosa.

Casi me hace gracia. ¿Este pirata de pacotilla realmente cree que va a ganarme en trampería a mi? Cree que voy a dejar escapar tan fácil una presa que ya ha probado sangre- ¿la mía?.

Pues le espera una sorpresa que no le va a gustar. A mí no se me tiende una trampa tan fácil. Y sobre todo, yo no dejo escapar una presa.

¿A dónde crees que vas, imbécil? ¡La cacería se termina cuando YO digo que se termina, y contigo todavía me queda cuerda para rato!

Bajo el cuerpo y casi desde la posición de parada, me lanzo a la carrera. En apenas tres o cuatro pasos, estoy a plena velocidad. Es torno a los diez, mi cuerpo se ha adaptado a la carrera y está listo. Con un salto sin detenerme, echo los dos pies sobre la barandilla de proa, y y salto con todas mis fuerzas. No sé como lo hacen, pero cuando me tenso para saltar al máximo, las botas lo detectan y se encienden a máxima potencia. Un chorro de llamas arde con fuerza un par de segundos, golpeando la cubierta y propulsándome hacia arriba en el momento en que mis pies se despegan del bordillo, y disparándome en arco como una bala de cañón, alzándome en el aire hasta que puedo ver al pirata a una buena distancia debajo mío. Eddie y Alumi aparecen en mi campo de vista, lanzados como una flecha- de hecho, lanzados con una flecha. Bien. Me alegra saber que alguien me cubre las espaldas. Nuestros compañeros estarán bien. Va a hacer falta más que un pequeño derrumbe para abollar la mollera de cemento de Yo-yo o hacer mella siquiera en el robot del doctor. Pero me olvido de ellos tan pronto como tengo ese penamiento.

Lo importante es en qué estoy yo. Y yo estoy persiguiendo a una presa que, allí abajo, se cree segura y está a punto de descubrir por qué nadie está seguro de un hyperborio que tiene una pieza que perseguir.

Nunca he soltado una presa, pirata. Y no tengo intención de empezar ahora.

El doctor comprendió rápidamente la intención del pirata cuando en vez de dispararles comenzó a disparar al suelo, lo que no se esperaba era que huyera como un cobarde. ¡Nunca me arrodillaré ante un cobarde como tú! Gritó mientras caía a la bodega sin poder hacer nada para evitarlo.

A Wickelkind le hubiera gustado perseguir a ese canalla, pero si bien su robot le hacía fuerte y resistente como un toro, no era igual con la velocidad, que era uno de los puntos a mejorar de su mecha. Durante su vuelo pensó en los ajustes que le había pedido a Alumi y sin duda algo como las botas de Bronan lo estaba echando ahora mucho de menos.

Y cuando estaba dispuesta a pegarle toda una señora piña de verdad, ¡coge el muy cobarde y pone pie en polvorosa...!

¡Ah, nonono! ¡Ni hablar! ¡Qué se lo había creído que iba a escapar de rositas! ¡Pensaba perseguirle hasta el fin del mundo si hiciera falta y hacerle pagar por dispararme tantas veces! ¡Nadie escapa de los sopapos de Yo-Yo!

—¡Si piensas ganarme en velocidad, andas muy equivocado, tontolaba!

Mi velocidad no tenía rival. El problema es que era de ida y vuelta... ¡pero me daba tiempo a meterle un collejón que le hiciera caer al suelo y que mis compis le apalearan como dios manda!

Exceptuando al pobre doctor que cayó como un cuerpo muerto dentro de la bodega del navío de los Piratas del Minotauro, el resto de los cazarrecompensas consiguieron no sin esfuerzo, zafarse del ardid que había orquestado Ten'Binger. Saltando del barco a las rosas y desde allí a la isla (o bien medio volando en el caso de Bronan) los cuatro miembros del Escuadrón Phi llegaron hasta donde estaba el pirata.

El combate todavía no había terminado.

¡Hora de hacer nuevas TCOM!

Estado del combate:
- Ten'Binger 15 puntos de daño. - HERIDO
- Eddie 10 puntos de daño.
- Yo-yo 7 puntos de daño.
- Alumi 6 puntos de daño. 10 puntos de daño si no usa Ojo Veloz.
- Bronan 5 puntos de daño.
- Dr. Wickelkind 4 puntos de daño. - FUERA DEL COMBATE
- Pirata1-6 - FUERA DE COMBATE.

¡Pjé! ¡Qué se había creído que podía escapar de mí tan fácilmente!

—¡No puedes huir, flipao! —le dije—. Ríndete y prometo que no te daré muchos sopapos, ejem...

Juju, era una promesa falsa en realidad... ¡Pensaba darle piñas hasta en el carnet de identidad!

Aterricé como pude en tierra firme, dando una voltereta forzada para amortiguar el impacto, las heridas sufridas no eran moco de pavo y no quería que fueran a más por intentar hacer un aterrizaje molón o espectacular. Caí varios metros por detrás de Alumi puesto que usé mas fuerza con ella que conmigo mismo, pero aún asi el pirata estaba a mi alcancé.

-Pagaras por todo lo que has hecho bastardo! No solo por herir a mis compañeros, sino por traicionar la confianza de tus subordinado! Puedes elegir venir con nosotros esposado o enterrado!

¡Lo había conseguido podía seguir al estúpido pirata!

- ¡Gracias Eddie! - le grité girándome hacia atrás - ¡si necesitas tu lanza dímelo!

Y nada más decir eso me dirigi a Ten'Binger.

- ¿Creías de verdad que ibas a poder huir? ¡Nos has subestimado!

El doctor movió los mandos rápidamente para levantar a su robot como si no hubiera pasado nada, ya que a decir verdad, para él no había pasado nada pues no había sufrido daño alguno.

Miró a su alrededor para ver que tenían esos piratas en la bodega, quizás eso le diera una pista de que es lo que hacían en esta recóndita isla. Durante el vistazo, también buscó la forma de volver arriba, debía darse prisa, recoger su puño e ir detrás de sus compañeros para ver si había podido dar caza a ese miserable de Ten'Binger.

Una especie de relámpago verde se me cruza por debajo. Parece que la artista marcial se ha unido a la fiesta.

Está bien saber que todos tenemos la determinación de no dejar que escape. Aunque quizás no todos tengamos los reflejos. Oí al Doctor mientras caía. Supongo que no debe ser fácil moverse rápido con tanto metal encima... pero precisamente por todo ese metal, estará bien.

Quien no lo va a estar cuando le coja es ese Ten´Binger. Ya diviso la línea de tierra, y los bosquecillos que asoman en las orillas de la playa. Sonrío aún más lobunamente.

Te has metido en mi terreno, amigo.

Recojo los pies bajo mí. Los cohetes se encienden y van propulsándome hacia arriba, preparándose para amortiguar el impacto. Cuando toco tierra, apenas necesito flexionar los músculos.

Puedes correr si quieres, pero te lo advierto. En terreno salvaje soy mucho mejor que tú. Y me gusta que mis presas se me resistan, así que tú mismo.

Al doctor no le hizo falta mucho para darse cuenta de que no había nada interesante. Barriles y cajas de suministros llenaban la zona, y ahora también algunos piratas inconscientes que habían caído con él. Subir a la cubierta no fue difícil, un potente salto fue suficiente para poder ir a recuperar su brazo perdido.

Mientras tanto, en la isla, cuatro de los cazarrecompensas habían rodeado a Ten'Binger. La verdad es que la situación pintama muy mal para él. Y sin embargo, el pirata sonrió.

Iniciativa:[16] Eddie [14] Alumi [13] Yo-Yo Bronan [12] Ten'Binger

¡Es el turno de todos vosotros! Sólo Yo-Yo y Bronan pueden repetir el ataque combinado, pero dadas vuestras TCOM, no lo recomendaría.

Estado del combate:
- Ten'Binger 12 puntos de daño.
- Eddie 10 puntos de daño.
- Yo-yo 7 puntos de daño.
- Alumi 6 puntos de daño. 
- Bronan 5 puntos de daño.
- Dr. Wickelkind 4 puntos de daño. - FUERA DEL COMBATE
- Pirata1-6 - FUERA DE COMBATE.

Aquel mamarracho estaba herido, solo y rodeado. Pero aún así sonreía, en situaciones normales lo habría tomado como una invitación a un combate épico contra un rival digno; pero despues de todo lo ocurrido únicamente podía ver a aquel individuo como el ser despreciable que era.

-Tu falta de honor ha sido tu perdición.

Moví mi pierna izquierda rascando la tierra bajo mis pies para afianzar mi peso y mi postura. Con un rápido movimiento los músculos de mis piernas se tensaron y las fibras de mi traje potenciaron mi rápida maniobra. Como un rayo salí disparado en línea recta en dirección a Ten'Binger, colocándome a un escaso metro de él. Estaba desprovisto de mi lanza pero eso no impedía que fuera letal en un combate cuerpo a cuerpo.

Me propulsé dando un salto de casi dos metro alineando la parte inferior de mi cuerpo con el rostro del pirata, agarrando su cabeza con mis manos y hundiendo mi rodilla en su rostro.

-Khao Loi* Barako!!

Ten´Binger parece haberse quedado sin palabras, por primera vez desde que lo conocemos. Tal vez las esté pensando, o tal vez esté empezando a darse cuenta de que a nosotros no se nos quita de encima con tanta facilidad como a sus subordinados.

Veo que Eddie se lanza contra él y actúo sin pensar, acoplándome unos pasos por detrás, bajo el cuerpo y echo a correr, usándole para cubrirme. No tanto para evitar disparos- sé esquivar solo, sino para que el pirata no puedaver bien cómo me muevo o a donde me dirijo. Eventualmente, intentará esquivar a Eddie, y entonces, ahí estaré yo esperándole.

Eddie está casi llegando a él, basándome en mi instinto, me muevo hacia su izquierda mientras me echo la espadá hacia atrás sobre el hombro. Si esquiva hacia ese lado, va a venir justo hacia mi y el golpe descendente que tiraré. Si va hacia el otro... bueno, confío en mis reflejos. Tendré que usar las botas para cubrir una distancis importante de un salto, pero debería poder hacerlo.

¿Por qué sonreía? Algo no me encajaba, ¿estaba tramando algo? ¿tenía refuerzos escondidos? No lo sabía, pero me daba mala espina, así que cuanto antes acabásmos con él, mucho mejor. Tenía que pensar en algo y rápido, como Eddie que había tomado la iniciativa rápidamente.

- ¡VAMOS A BORRARTE ESA ESTÚPIDA SONRISA DE LA BOCA!

No solía ser así, pero ese pirata estaba sacándome de mis casillas. Así que me abalancé sobre él para tocarle y dar rienda suelta a mi poder.