Partida Rol por web

A Partir de Ahora.

Capítulo III

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29/06/2009, 22:34
Elizabeth Cornwell

A Elizabeth le daba igual quién era ese o por quién había sido enviado... La Reina no era más que una figura, y si bien solía respetarla, seguramente ella no sabía qué ocurría allí en ese preciso momento...

Así pues, entrecerró los ojos y sin acabar de escucharle, corrió hacia Susanne...
Sabía que estaba siendo imprudente, sabía que allí había armas pero... Si su hermana moría... Además de su madre... ¿Qué les quedaba a ella y Annabel?

-¿Qué... Qué le habéis hecho...?-Susurra, en sus ojos el odio brillaba, si bien intentaba mantenerse en calma...-Por... Por favor... ¿¿¿Qué le ha pasado a mi hermana???-mira sin mirar a nadie, exigiendo una simple respuesta. Le daba igual lo que pasaba o qué portaban ellos mismos... Tan sólo quería saber...

Saber...

Toca la cara de Susanne, buscando algún signo de vida, de esperanza...

-Por favor... Otra vez no...-Suplica quedamente...

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29/06/2009, 23:41
Alexander Varsatof

El ruso patalea un poco mientras lo llevan a la rastra, pero no esta lo suficientemente enérgico para causarle muchos problemas a los soldados.
Alexander se levanta del suelo ayudado con sus manos, se arregla los desperfectos de su vestimenta y mira penetrantemente a Ned...
-Supongo que tendrá una orden escrita de su majestad para mostrarnos que lo que dice es cierto, no?
Extendiendo la mano para que se lo de

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30/06/2009, 05:53
Claire Windsor-Hancock

Estaba por salir con el joven Avon y mi hermana cuando vi que traían a Susan desmayada, me llevé un mano a la boca horrorizándome; aquello era lo último que le faltaba a esa pobre familia. Más mi sorpresa no terminó allí, al poco rato trajeron al pobre hombre extranjero de una manera tan vil que las lágrimas cayeron por mis mejillas sin que pudiera hacer nada por controlarlas. Las injusticias me gustaban nada y aquello era claramente una, mucho más tenernos allí durante tres largos días. Recargándome de los bancos de la iglesia, me paré junto a Varsatof que ya se había puesto en pie aunque igual yo no iba a ser de mucha ayuda.

-¿Estáis bien?-le pregunté pero sin mirarle, dirigí mi mirada al médico.-El caballero tiene razón, mejor que nos muestre los papeles.

Miré a mi hermana unos segundos, esperaba que ella estuviera bien; me arrepentía de no haber hecho llamar a mi padre, seguramente todo aquello no habría sucedido de haberlo hecho.

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30/06/2009, 12:44
Anabel Cornwell

Anabel había intentado insistir al párroco sin demasiados resultados, y cuando ya estaba a punto de desistir las puertas se abrieron estrepitosamente dando paso a un espectáculo de lo más desagradable.

-¡Dios mío!- exclamó sobrecogida al ver el estado de Sue y cómo trataban a Alexander, sujetándose la falda para correr hasta la posición de sus hermanas dejándose caer en el suelo -Están locos, ¿si nos encierran con los enfermos creen que frenarán algo?- no le resultaba muy lógico el razonamiento, probablemente acabaran todos contagiados, pero al final se reisgnó emitiendo un chasquido de lengua. Poco caso iban a hacerle si estaban dispuestos incluso a encerrar a Lord Heddington.

-Ayúdame a tumbarla en un banco- le pidió a Liz, levantando entre ambas a Sue para que no estuviera apoyada en el frío suelo. Después se sentó junto a ella tapándola todo lo escasamente posible y le apoyó la mano en su propio regazo, esperando que alguno de los señores poderosos consiguiera algo.

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30/06/2009, 12:37
Mary Ann Windsor-Hancock

Mary Ann tuvo que acudir al joven Avon para no perder el equilibrio, la visión de Susanne desmayada y de Alexander tirado cual villano y traidor, la hizo palidecer y marearse.

Su cuerpo casi tropezó con el de Charles Avon, pues ella en realidad buscaba uno de los asientos para apoyarse, pero agradeció que fuera una persona cálida y amable, en vez de una fría y muerta madera la que respondiera a su petición de apoyo.

Miró a su hermana que alegaba algo al extraño y rezó porque no se entrometiera demasiado, no se sentía con fuerzas de ayudarla, ni a ella ni a Alexander.

Miró a Avon, con ojos lánguidos y llenos de angustia, ¿cómo iban a quedarse allí? Encerrados... ella que amaba su libertad y salir a la naturaleza más que nada, se marchitaría como una flor silvestre arrancada.

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01/07/2009, 17:27
Charles Patrick Avon

Avon, reaccionó con rapidez y pudo sostener a Mary Ann evitando que se cayera al suelo. La acomodó contra su pecho mientras le acariciaba la cabeza para que se tranquilizara por lo tensa de la situación, no podía cundir el pánico de esa manera, tenían que ser fuertes y aguantar entre todos, de otra forma acabarían todos locos perdidos....

- Tranquilicese señorita Windsor, no pasa nada, podremos salir de aquí en poco tiempo, mientras tanto trate de relajarse y descansar... ¿Hay algo que pueda hacer por usted?

Charles inclinó la cabeza y la miró a sus ojos. Su mirada era aterradora, tenía miedo, y se notaba. Avon tendría que ser comprensivo, no era un buen momento para ponerse nervioso.

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03/07/2009, 00:09
Patrick Collins

Susanne había entrado de nuevo, ahora en brazos de uno de los franceses, que parecía venido de un campo de batalla. Rapidamente, adivinó la intención de la señorita Anabel y la ayudó a tumbar a su hermana en un banco. Despues, hizo su súbita aparición el doctor Vinthevill que les dió una asombrosa nueva.

Se quedó allí un momento pensando sobre aquello. Debía ser toda una emergencia nacional, una epidemia en potencia, para que la corona hubiera tomado aquella determinación. Sin embargo, no le extrañaba. Los ingleses estaban acostumbrados a pedir que personas buenas y honestas se sacrificaran para que todo siguiera igual en los elegantes salones de la capital.

Sin embargo, algo le hizo parpadear. Se dió cuenta casi de inmediato, por muy obvio que pareciera. Miró al doctor recién llegado.

-Me parece muy interesante lo que usted dice... Pero si es usted médico, debería ayudar a esta pobre muchacha.

Y miró hacia Susanne.

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03/07/2009, 09:13
Mary Ann Windsor-Hancock

- Gra... gracias Señor Avon, es usted muy amable. cerró los ojos y dejó que las fuertes manos de Charles le acariciaran su suave pelo. Ojalá se detuviera el tiempo en aquel instante. Pero era imposible y no en aquellas duras circunstancias.

En cuanto tomó algo de aliento miró a Charles a los ojos y llena de ternura y admiración le sonrió mientras se apartaba de él. Y aunque no pudo apartar la mirada, si apartó sus manos de su terso pecho y perdió el contacto cuerpo a cuerpo.

- Gracias... susurró de nuevo, esta vez recuperando el color en las mejillas.

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05/07/2009, 23:14
Ned Vinthevill

-Oh... entiendo. Una orden, por supuesto que la tengo. Faltaba más, mis señores aquí tenéis el papelito que tanto os preocupa, pero como veráis debieras preocuparos mucho más por vuestra salud. Sin embargo, ésta es la orden de vuestra majestad, la reina.

Todos ven el papel con el sello real. Las letras, escritas en una impecable caligrafía, rezan:

Cita :
 

"Por Orden de su majestad, la reina Victoria:

En respuesta al pedido de la campiña de Windfiel, aquejada por una enfermedad de misteriosas características, su excelentísima Majestad: la Reina Victoria de Inglaterra, le da al doctor Ned Vinthevill, todos los poderes necesarios para intervenir en el asunto, pidiéndole que vele por la salud de ese poblado y confiando en que, un médico con su trayectoria y renombre, será el más apto para interferir en dicha situación.

Avísese a todo ciudadano el deber de respetar la orden del doctor para así lograr erradicar a este terrible mal de nuestra tierra."

-Bueno, ahora si me permiten, debo retirarme para ver el estado del resto del poblado. Mis amigos se quedarán para haceros compañía... yy.. ah sí, doctor Robins, dado que lamentablemente tampoco puedo permitiros a vos el irse de la Iglesa, haga el favor de revisar la salud de esa joven (señalando a Susanne).

-Volveré en unas horas con provisiones y luego, pasaré a veros mañana.

-Señores (a sus soldados) hagan lo necesario para mantener a estas gentes tranquilas sabiendo que ¡velamos por su salud y la de nuestro glorioso pueblo inglés!

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06/07/2009, 22:15
Anabel Cornwell

Anabel observa al desconocido con la frente arrugada, entre furiosa y preocupada, pero sobretodo esto último, dirigiendo miradas de solsayo y continuas a su hermana además de alguna que otra al pobre de Alexander, que se disponía a descansar cómo bien se merecía antes de que esos indeseables se presentaran en la iglesia.
La mayor de las Cornwell resopla sonoramente, impotente y frustrada, sin poder hacer nada más tras la presentación del comunicado oficial. La decisión resulta demencial bajo su punto de vista, pero al parecer no pueden hacer nada más que resignarse... al menos mientras Sue siga de una pieza y estable porque si no la cosa puede empezar a ponerse realmente muy fea.

-Disculpe...- estira un poco el brazo en dirección a Collins para captar su atención, ya que todavía está cercano a su posición tras haberla ayudado a acomodar a Sue -¿Podría preguntarle al párroco si tiene camas o mantas en algún sitio? Me gustaría poder acomodar a Susanne en un lugar más apropiado- estaba claro que no podría hacer nada contra los soldados por muy soldado que hubiera sido, y en caso de que la idea se le hubiera pasado por la cabeza quizá con la petición se lo repensaría, algo que sin duda su hermana agradecería.

Además, seguro que no se negaría a cuidar del bienestar de la mujer a la que debería pedir en matrimonio con prontitud.

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09/07/2009, 19:11
Claire Windsor-Hancock

Me sentí mareada, aquello era verdad. De verdad estabamos o tendríamos que estar tres días encerrados los unos con los otros como unos apestados. Me parecía, además de una terrible noticia, una injusticia por donde fuera que se le mirara. Mi pie dolía un poco más y por suerte mi hermana tenía quién se hiciera cargo de ella. Miré hacia atrás y me senté en la banca más cercana dando pequeños saltitos para poder llegar.

Bajé la mirada totalmente distraída, con el cuello que me pesaba una tonelada y los ojos llorosos. Las pobres Cornwell ni siquiera podían tener a solas su luto y la joven Susan parecía cada vez más enferma. La vida era un porquería, escondí mi rostro tras mis manos tratando de pensar en una solución.

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09/07/2009, 19:27
Alexander Varsatof

El ruso toma el papel y lo lee de un momento a otro, cuando levanta la mirada Ned se a ido esperando que aun este lo suficientemente serca levanta la voz

-Por dios santo señor no podemos ni siquiera dejar descansar a esta mujer de una ves por todas y darle el entierro que se merece?!

Dice mirando a la puerta y moviendo su brazo hacia atrás apuntando con la mano abierta el ataúd, pero nadie contesta... deja caer sus pesados brazos algo rendido, luego se voltea y mira a todas las personas atendiendo a Susanne, se quita su pesado saco negro y lo pone sobre la Cronwell enferma, el tamaño de la ropa, la cubre practicamente entera

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09/07/2009, 19:44
Elizabeth Cornwell

Liz ayudó a Anabel a poner a Sue en un banco...

Cuando se pidió al médico que señalase sus "poderes", escuchó, con el ceño fruncido, su respuesta...
Tenía ganas de decirle un par de cosas... Pero... Tan sólo logró farfullar:

-¿Y cómo sabemos que usted no se ha contagiado al venir aquí también...? Igual debería estar con nosotros...-Se encogió de hombros, desviando la mirada hacia un lado, y, con paso ligero, se sentó en un banco apartada del resto...
Necesitaba calmarse... O, de lo contrario, acabaría por hacer algo del todo inadecuado para una "señorita como ella"...

De repente se sintió realmente sola, como si no hubiese esperanza alguna de un mañana...
Tenía ganas de llorar, lo reconocía, pero no podía hacerlo... No con toda esa gente allí...

Deseó cosas indeseables, suspiró incontables veces, y arrugó su vestido con rabia...
Aún así, no conseguía calmarse...

Debería esperar un poco más para poder estar totalmente despejada y en condiciones de ayudar a sus hermanas...

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10/07/2009, 11:37
Alexander Varsatof

Alexander mira de reojo la reación de la menor de las Cronwell y se acerca a ella con un rostro mas pasivo del que tenia hace 5 minutos.

-Todos nos sentimos frustrados señorita Elizabet, no se sienta sola, pero intentemos pasar este momento no rabiando y gritando contra el muro que son los soldado, el señor Ned o el destino.
Se que sonara algo ridículo y mucho, pero que le parece recorrer la iglesia y fijarse en esos detalles que uno generalmente no tiene tiempo, en mi caso veré cuales son sus santos, que yo soy ortodoxo.
Le gustaría acompañarme?

Le dice con ojos sinceros y torciendo un poco la cabeza de lado para ver el rostro de ella

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10/07/2009, 12:24
Elizabeth Cornwell

Elizabeth alzó la mirada.

Tenía el rostro pálido, pese a su rabia. Observó con atención al joven hombre que se le acercaba. No había hablado con él más que cuando le había informado de la muerte de su madre.
Intentó recordar su nombre...

-"Alexander Varsatof..."-murmuró, más para sí misma que otra cosa... Meditó sobre las palabras que acababa de decir el ruso..

"Tiene razón... No puedo hacer nada... Rabiar es inútil..."

Respiró hondo, bastante más tranquila ahora.

-Yo... Quizás debería ir a ayudar a mi hermana...-miró a Anabel, que se encontraba en la otra punta, junto a Sue. Luego bajó tanto la voz, que sólo quien estaba cerca de ella podía oírla...

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10/07/2009, 12:28
Elizabeth Cornwell

-Yo... No quería... No quería que sucediese... Tenía que haberlo hecho antes... Tenía... Que haberla acompañado antes... Y entonces no la habrían pillado...-Susurraba, mientras se ponía una mano en la cara, sentía las lágrimas aflorar, pero no pensaba permitírselo... No iba a llorar. No podía.

Aún con la mirada baja, continuó hablando:

-¿Por qué... Por qué nos pasa esto...? ¿Hemos sido tan malas...?-Entonces alzó la mirada, llena de desesperación, y aunque muy en el fondo sabía que era una estupidez preguntar algo así a casi un desconocido, lo hizo:-¿Es mi castigo por no haberme querido comportar como una señorita? ¿Es mi culpa, verdad? Es mi... culpa...-Abre mucho los ojos, volviendo a mirar al suelo, mientras retuerce su vestido con las manos...

Su parte racional sabe que o que dice no tiene sentido, pero sus nervios han acabado por ceder...
Al fin y al cabo, por muy madura que quiera ser... Sólo tiene quince años...

O como diría ella, orgullosa, casi dieciséis...

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10/07/2009, 12:56
Alexander Varsatof

Mira a Elizabet y la toma por la muñeca de repente y luego la suelta tan de golpe como lo agarro
-Lo lo lo siento
la acerca al banco mas próximo y la invita a sentarse con el

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10/07/2009, 13:11
Alexander Varsatof

Se sienta a su lado y la mira seriamente como un adulto enseñándole una lección a un niño

-Elizabeth y quien dice que si te hubieras ido con tu hermana 5 minutos antes no los hubiera chocado otro carruaje y muertos todos... el futuro es incierto, y el pasado es una reflexión constante no pierdas tiempo en arrepentirte, límpiate las lagrimas y mira el hermoso cielo azul, que esos hermosos ojos que tienes merecen ser vistos por todos los ángeles.
Mis padres también murieron hace unos años atrás, y créeme, ni ellos ni yo nos lo merecíamos, pero las cosas pasaron así y no puedo hacer nada, solo recordarlos con el mas profundo de los cariños...

El ruso se queda mirando el suelo un momento y una lagrima se estrella en el suelo, se frota los ojos, y la mira con una sonrisa de disculpas.

-Castigarte por no comportarte como una señorita, no seas ridícula, aquí hay fácil 3 hombres que le has fasinado como persona, yo soy uno los otros dos, también se quienes son, pero dejare que usted los descubra

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10/07/2009, 20:34
Patrick Collins

Patrick escuchó lo que Anabel le decía. Asintió al cabo, tras comprobar que el doctor Robins, que había compartido su suerte, se interesaba por Susanne.

-Por supuesto.

Sin más dilación, fue a buscar al sacerdote, y le abordó de la manera menos violenta o impetuosa. A fin de cuentas, aquella era su iglesia, y ellos unos inquilinos forzosos.

-Disculpe, padre. ¿No tendrá en la sacristía algun lecho, manta o jergón que pueda acomodar a la señorita Cornwell? Creo que dado su estado necesita descansar de modo más confortable.

Miró de reojo al doctor mientras trataba a la chica. Estaba nervioso, y lo disimulaba mal. No sabía que haría si ella llegara a... Mejor no pensar en ello, porque sería capaz de sacarla por la ventana, pegando tiros y escotadas para abrirse paso.

Y aquello no era una buena idea.

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11/07/2009, 01:38
Elizabeth Cornwell

Liz escucha todo lo que él le dice, en silencio, aún arrugando su vestido.

-Lo... Lamento por sus padres... Sr. Varsatof...-Entonces alza levemente su mirada, sus ojos aún siguen secos, no ha dejado que ni una lágrima se derrame aún. Pero ignora por cuánto tiempo más podrá aguantar...

Así que... Lo mejor sería intentar calmarse y esperar hasta la noche... Quizás entonces pudiese desahogarse en silencio...

Aún así, él sigue hablando... Y... Menciona a tres hombres que...

"¿Qué?"

Alza repentinamente la vista.
-No creo... No creo que eso sea así... Yo... En realidad.. Bueno... No sé...-Se la nota confundida, realmente nunca se había planteado ese tipo de cosas. ¿De verdad llamaba la atención? Seguro que Anabel se enfadaría con ella por eso...-Oh.. Maldición...-tan pronto como la palabra escapa de entre sus labios, la joven se tapa los mismos...-Lo siento... Mi vocabulario... Eh... No quería llamar la atención...-Cada vez está más confundida. Ahora no sabe casi ni qué decir, puesto que en su mente la idea de la culpabilidad aún rondaba... Y ahora esto...

Comenzó a sentir cómo su cerebro era martilleado demasiadas veces y demasiado fuerte. Se llevó una mano a la sien. Dolía. Bastante.

Pero no podía montar una escenita ahora, teniendo en cuenta la situación actual. Así que se sentó junto a Varsatof para luego pararse casi al instante...

-Yo... No debe preocuparse por mí... Ni lo piense, por favor, aunque le agradezco la intención...-Sonríe, cansada, pero sincera. Es una bonita sonrisa, pese al cansancio y la confusión que dentro de la joven reina. Y aunque ahora esa confusión es demasiado patente, al menos no se sentía tan culpable por lo de su madre y hermana... Sino por otras cosas...-Creo que... Mi hermana mayor necesita más de su preocupación que yo... No quisiera que...-Se interrumpe de repente, parece que el ruso se quedará sin saber el final de la frase, a la par que la joven se pone de pie, casi bruscamente...