Partida Rol por web

A place to stay

Apropiación cultural (Escena 1)

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27/08/2018, 23:25
Alex (Juniper Clayton)
Sólo para el director

Pues sí, flechazo de manual, ver para creer...
No sabía muy bien que pensar ¿Realmente el beneficio compensaba el potencial peligro? Cuando la gente se enamora se vuelve incontrolable e inútil, a no ser que seas la fuente del enamoramiento, en cuyo caso tienes poder absoluto. Hasta ahora Alex había dominado a Faith gracias a la obnuvilación que sentía por ella pero si esa devoción se dirigía hacia otra persona... podía perderla. Para la causa y para ella al fin y al cabo, que de eso iba la cosa, de terror patológico a la soledad.
-Y por eso somos Bfs- Joder si que iba rápido la cosa, ni 15 minutos habían pasado y ya la estaba friendzoneando? Mal asunto... -No te metas ¿Eh?- Alex abrió las manos queriendo decir que no pensaba hacer nada. Luego ya se se vería pero de momento mantendría la estrategia de la “amiga a piñón”, era demasiado pronto para aventurar nada y Faith era muy capaz de asustar ella sola a la chavala y hasta de lograr que su familia le pusiera una orden de alejamiento. Siendo los padres profesores de la SOU el espectáculo iba a ser de traca, además también cabía la posibilidad de atraer a la chica a su círculo, era joven y muy moldeable.
La maquiavélica y poco empática mente de Alex bullía calculando todas las posibilidades y los contraataques ajena a las amenazas reales que se cernían sobre ella, el ombliguismo es lo que tiene. Cualquier otro estaría acojonado o flipando con lo que Emi había contado de la destrucción del universo, claro que a duras penas habían pasado 24 horas y el asunto era una pelota gorda de digerir. A lo mejor dentro de una semana le daban sudores y taquicardia pero de momento su cerebro parecía estar a otra cosa, protegiendose seguramente de la impresión y de ahí el afán de hacer lo de siempre, exactamente igual que el resto de habitantes de Ashland (Alex veía la paja en el ojo ajeno pero no la viga en el propio).

Paseando por los alrededores de la Band of Brothers pensaba en como habían progresado desde su fundación, se lo habían sabido montar, el puto Yorick era un cabeza, mal que le pesara reconocerlo (de no serlo no merecería la distinción como Némesis). Se fijó en que a ellos también le habían petado las ventanas, lo utilizaría para soltarles alguna puya en plan “¿Cristales? Que poco accurate”, eso les dolería más que una patada en los cojones.
Comieron poniendose al día de noticias, retomando el contacto con las hermanas y haciendose eco de cuantos rumores se escuchaban en las conversaciones ajenas. Les llamó particularmente la atención uno sobre una chica en una cafetería y otros que también habían visto el perro. Se miraron y guardaron silencio, Alex confesó por lo bajini a Faith su resquemor de que el asunto atrajera a las fuerzas del estado por lo que consideraba que debían mantener un perfil... bajo, lo que quería decir actuar como si nada sin la más mínima referencia al “suceso”. Fijo que estarían rastreando las redes y hasta activando las cámaras y micrófonos de cualquier dispositivo de personas de interés en Ashland, ¡Seig Heil! a la ley patriota y la NSA.

Como en los funerales la tensión dio paso al humor, otro de esos mecanismo psicológicos automáticos, y camino a casa iban hablando de vestirse de brujas para la Ren-Fair y reivindicar figuras como las “alewives”.
Y entonces, por si la suerte no las había vapuleado lo suficiente la Hermandad de Nod se cruzó en su camino. Esa gente tenía el cerebro hecho puré y le daban miedo hasta a Alex (que ya es un decir...), más que anarquistas eran la encarnación del caos, entropía pura. Además eran solo hombres y eso a ella le servía como causa y explicación de todo cuanto se les pudiera criticar.
-Son ellas no?- dijo el “Negan rubio” y Alex apretó el ojete -Oh, oh...- murmuró alertando a Faith, la Hermandad de Nod eran los últimos en cuya lista negra querías estar.
-Me pregunto por que nuestras hermanas feministas- por alguna extraña razón aquellos chalados (o al menos su jefe) creían que eran aliados en la lucha -atacan a niñas inocentes- wait, wait wait WHAT?! -Habeis jodido a los niños equivocados, pedorras- “Pedorra tu madre, gilipollas” -Mi hermana ha tenido que ir al psicólogo- ¡OOOOOOOOOOOOSTIAS! Que era por lo del mural ¡Me cago en la puta!
Estaban jodidas pero bien, solas y (efectivamente) con las autoridades ocupadas en cosas más importantes. Les iban a dar hasta en el cielo de la boca, de eso no había duda pero como Alex estaba convencida de que a final de semana su activismo sería cadáver le importaba lo mismo 8 que 80 y ni se calló ni se amilanó -Vergüenza me dais- hablaba mientras el círculo se cerraba en torno a ellas -No sabía que los anarcas se venden tan barato ¿Tan bien la chupa que os ha vuelto gilipollas? ¡Luchamos contra el fascismo! ¡Contra el adoctrin...- esquivó un golpe de bate pero se comió una patada en el pecho (su ya dolorido pecho) que la dejó sin aire y la sentó en el suelo haciendo que la siguiente ostia se la comiera entera en la frente. De haber tenido allí su stick otro gallo habría cantado pero en ese momento les estaban curtiendo el lomo de tal manera que realmente creyó que la podía cascar, aun con la prodigiosa defensa de Faith. Sin armas que blandir solo tenía su instinto animal y eso le llevó a asir la pierna del rubio y clavarle los dientes. A ella la boca le sabría a culo por la mierda pegada a los pantalones pero a él con suerte le entraría una infección de las que lo hacían pasar muy mal. Entonces una voz, esa voz, la voz o mas bien... LAS PIERNAS. Medio grogui en el suelo tras zamparse otra patada y un pisotón asistió al épico, absurdo y humillante (para ella) rescate. Quería llorar pero hasta ese punto era orgullosa que se contuvo cual Cleopatra ante Augusto en palabras de Shakespeare “¿Me alzarán acaso para exponerme a la reprobación de la plebe romana? ¡Mejor que una zanja en Egipto sea para mí apacible tumba! ¡Mejor yazga yo desnuda en el lodo del Nilo para que los mosquitos depositen sobre mí sus huevos y me vuelvan aborrecible!”. Se hirguió con la cara ensangrentada, los ojos enrogecidos y los dientres apretados luciendo una sonrisa orgullosa y desafiante -¡TE DESTROZARÉ PUTA! ¡A TI Y AL REBAÑO DE NOD!- gritó -Os arrodillareis ante mi, lo juro por la diosa- rechinó destilando odio. Esa no sabía a quien le había tocado el coño.
Recobró el aliento de rodillas reprimiendo el llanto de dolor, puede que tuviera alguna fisura en el esternón o las costillas lo preocupante es que apenas sentía la cara. No era de extrañar, entre el accidente, el cabezazo y la paliza la habían dejado como a Rocky.
Gruñó a la perra que tras no haber servido de nada pensaba acercarse a lamerle las heridas ¡¿De que cojones le servía eso?! ¡Animal idiota!... -No iba a dejar que me privaran de mi mejor enemigo ¿No te parece?- ¿Eh? La amabilidad del gesto y el tono la dejó perpleja ¿No había regodeo? ¿Leña del árbol caído? Cada vez entendía menos el mundo, nada iba cómo debía, era el mundo al revés. Los aliados la atacaban, los enemigos la ayudaban y entre medias un robot del futuro.
Posó su mano en Faith para detener la disputa entre ella y Yorick, ya no podía más, le iba a explotar la cabeza -Cada batalla a su momento- se levantó por su propios medios y en esas brevísimas milésimas de segundo calculó que hacer -En la casa de hermandad tenemos para curaros. Eso sí, si aceptais entrar en ella sin destrozarla. Una tregua, es lo que pido- la oportunidad la pintan calva y de paso que obtenían los primeros auxilios que necesitaban bien podían bichear la casa para futuras incursiones, las "desvalidas" doncellas serían un caballo de Troya -Hay cosas que deben ser habladas. Cosas... importantes- Yorick parecía genuinamente preocupado, no obstante era un buen actor y Alex no podía dejar de desconfiar, no obstante algo le decía que iba en serio. Untó la mano derecha en la sangre que le cubría la cara y la ofreció para sellar la tregua con un apretón, un pacto de sangre que sabía que su honor no podía rechazar -Tregua- dijo sosteniendole la mirada.
La información es poder y a veces hay que hacerse de menos para luego crecerse, a ver que era lo que tenían que contar...

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28/08/2018, 19:22
George E. Weaver

-Como si es el puto Expediente X -le espetó, luego suavizó el tono - perdona ¿qué quieres que te diga? si eso es cierto, estamos jodidos. Vamos a huir a ninguna parte como cuando Orson Welles se puso a narrar La Guerra de los mundos, con los fundamentalistas de uno y otro libro mareando con el fin del mundo y la ANR armando un ejército, como si lo viera...-intentó distraer la mente con otra cosa, pero la imagen de Michelle seguía invadiendo su cabeza.

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28/08/2018, 19:31
Director

La asistenta ya se había marchado. No sabía muy bien si le había pillado aquella honda extraña o es que había terminado sus tareas matutinas y había hecho mutis por el foro. La casa estaba vacía, limpia a excepción de los cristales rotos. Curiosamente, se habían roto los cristales de una fachada, y el resto estaban más o menos intactos.

Como persona rica, o ex-rica (ya no lo era tanto) el hecho de tener que plantearse recoger aquel destrozo le daba una fatiga tremendísima. Cuando Harold vivía en casa tenían todo un plantel de empleados a jornada completa, pero ahora con su asignación y las inversiones que poseía, vivía de forma más "modesta", pagando medias jornadas a los empleados que dejaban lista la casa, la comida y todo lo demás para el resto de la jornada. De hecho, el cabrón de su ex le había "robado" al cocinero, que era un chef francés de reconocido prestigio, y ahora ella tenía que contentarse con lo que pudiera cocinar ella misma o su asistenta. Menos mal que existen los robots de cocina...

La soledad era algo a lo que se había acostumbrado con Harold. La verdad era que ese era uno de los factores que hacían que socializara en su tiempo libre, o que acogiera tan bien esas escapadas "de compromiso" con su ex para hablar con sus adláteres o cerrar negocios varios. Su vida era la de la antigua dama noble, que pasaba el día rodeada puntualmente de criados a los que no hacía mucho caso o echaba la bronca ocasionalmente por un descuido. Su vida había sido, generalmente, falsa y de fachada, carente de amor, carente de niños, carente de cualquier cosa que no fuera un placer mundano que pudiera pagarse a golpe de tarjeta de crédito (el débito es para pobres).

Se refugió en la "sala del té" después de darse una ducha, poniendo agua a calentar con ese aparato eléctrico de fácil uso y mirando el atardecer por la ventanilla mientras acariciaba un cojín con sus largos dedos, pensativa. Había llamado a la asistenta pero ésta le había dicho que hasta mañana no podía volver, que ella tenía el mismo problema con el cristal de su casa. Decididamente, tendría que mirar por internet algún servicio de cristalería y llamarles, por que en esas situaciones el servicio se ponía un poco... egoísta.

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28/08/2018, 19:35
Joshua Crawford

Tras un montón de rato sin saber nada de él, ya con el té encima de la mesa, finalmente un olor celestial que sale por la puerta. El piloto se había quitado la chaqueta y la camisa, y ahora estaba en una camiseta interior con mangas, pantalones y zapatillas de estar por casa (eran unas genéricas que había en la habitación de invitados).

Dejó dos platos sobre la mesa con éste contenido, que a ella le sorprendió. Él sonrió brevemente con aire triunfal mientras se sentaba en otro de los sofás.

-Muy moderna la placa eléctrica para cocinar. Aprendí a hacer franceshinas cuando estuve destinado en Europa. Había un compañero de la guerra que...

Parpadeó, cayendo en la cuenta que volvía a decir cosas que podían no tener sentido para ella. Se sentó y finalmente deslizó un documento por encima de la mesa, dejándolo al lado de su plato. Era una especie de cartilla de papel cartón viejo, con unos membretes del ejército. Una cartilla militar, de los años 40, con su foto y unas firmas. Especificaba su nombre, su procedencia (era de Brooklyn, Nueva York), su rango y destino (teniente de las fuerzas aéreas del ejército en la base de Norfolk, Virginia) y una fecha de nacimiento: 1914. La última entrada de su cartilla era una firma de un almirante en 1942. El documento parecía casi nuevo, totalmente auténtico.

-Bueno, ahora es cuando viene... la verdad. ¿Recuerda ese gran zumbido, no? Lo que ha roto los cristales y demás. Bueno, pues yo también lo escuché... cuando escoltaba al USS Eldridge en el puerto de Norfolk. Un experimento de los militares, en el año 42, para tratar de ganar una ventaja tecnológica frente a los nazis y los japoneses. Teletransporte, o algo así. Pero no salió bien, o eso imagino. Por eso en un plazo que usted tarda en pestañear estaba sobre los cielos de Oregón, según su calendario, en mayo de 2018.

Parpadeó, algo temeroso.

-Ojalá me estuviera inventado ésto para impresionarla. Pero me temo que algo ha sucedido, no se si está relacionado con ese experimento, que me ha traído aquí. Y la verdad es que tengo en la cartera unos cupones de gasolina, cincuenta pavos y un permiso de conducir que imagino que está más que caducado... y posiblemente toda la gente que una vez conocí ha muerto o es tan vieja que está a punto de hacerlo.

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28/08/2018, 21:27
Kerry-Anne Van Ewen

Con el pelo mojado y peinado hacia atrás, vistiendo unos pantalones capri de color crema y un pálido y amplio jersey azul, Kerry-Anne estaba arrebujada en el sofá, mirando al exterior y pensando en lo ocurrido así como en las cosas que debería hacer al día siguiente. Casi por puro reflejo y con cierta pereza envió un mensaje a Orlando diciendo que estaba en casa y que todo se había solucionado para bien. Lo cierto era que en aquel momento, no tenía el coño para ruidos, y lo único que quería era descansar y cenar algo. Algo que no era el té que reposaba en la cercana mesita.

La llegada del piloto con los dos platos, hicieron que se enderezara en el sofá mientras aspiraba la fragancia de lo cocinado.

-Huele de maravilla y tiene aún mejor aspecto. Dios, me comería un ternero ahora mismo -rió divertida de su propio comentario; ella que lo más cercano a una ternera que comía, era la hierba que esta pastaba. Y quizá por aquellas risas, no prestó mucha atención a las palabras de él. 

Pero llegó la cartilla, que ella recogió y estudió detalladamente. De vez en cuando, alzaba la mirada para observarlo, seria pero sin gesto de burla o incredulidad en su cara. Prefería no juzgar de momento. Se limitó a escucharle, sin interrumpirle, dejando la cartilla a un lado. Solo cuando calló, intervino.

-No seria la mejor forma de impresionar a una mujer. Mas bien la de asustarla -y no era una falsedad aquella intervención, pero la cara del hombre reflejaba más confusión o miedo del que ella podía estar experimentando. Algo en aquel tipo le inspiraba confianza y por absurdo que pareciera, le creía. ¿Y acaso no había sido más absurdo creer que Harold la amaba o la vida que había llevado?-. Deme un segundo. 

Kerry-Anne se levantó y desapareció unos segundos antes de regresar con su portátil y sentarse junto a él. Lo abrió y ya en marcha lo puso en medio de la mesa, de tal modo que ambos pudieran ver la pantalla. Con rapidez tecleó una búsqueda. Teniente Joshua Crawford. A sabiendas de que si lo que decía era cierto, no tendría idea de qué estaba haciendo, sonrió.

-La magia del siglo XXI. Mientras sale algún resultado, empecemos a comer. 

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29/08/2018, 00:50
Director

Booble: 1 millón y medio de resultados. Ahí era nada.

Sin duda su nombre se citaba muchas veces. Uno de los resultados más populares, una web de conspiranoia llamada "Archivos Desclasificados".

La web hablaba sobre el Experimento Filadelfia, acaecido en Norfolk en el 42 y ante la preocupación del alto mando y la marina por los éxitos militares de los japoneses en el Pacífico y la campaña de guerra submarina alemana que hacía que los convoyes militares americanos a Inglaterra sufrieran graves bajas.

El alto mando contactó con el famoso Nikola Tesla, que ya era un anciano achacoso, por unas patentes que tenía de hacía décadas. El famoso "rayo de la muerte". La tecnología al parecer se basaba en llamada "disrupción de fase" mediante la creación de una vibración sónica de ciertas características que se conseguía a través de unas "bovinas warp". Le seguían unos planos supuestamente antiguos con unos esquemas y unas fotografías de una nave, un destructor de escolta llamado USS Eldridge, que estaba destinado a aquel puerto.

Según la web, la prueba trataba de demostrar que podían camuflar ópticamente y frente al radar a una nave de guerra modificando la vibración de resonancia de la materia alrededor de la misma, comportándose ésta como un espejo que reflejaba la luz de los alrededores y por lo tanto el paisaje circundante.

La nave partió desde el puerto hasta una plataforma dispuesta frente a Virginia Beach, con los relés y demás maquinaria. Dos cazas mustang P-51 escoltaban al buque, uno pilotado por el teniente de vuelo Jared Michaels, cuyo aparató cayó al mar frente a la costa, y otro por el teniente de vuelo Joshua Crawford que desapareció (se adjunta a una vieja foto de la promoción de pilotos en el año 39 donde aparecé Joshua con otros compañeros).

Como parte del experimento, que se realizó de noche, se reportó una honda sonora de grandes magnitudes que provocó problemas auditivos en algunos de los científicos presentes y gente que habitaba en el litoral de Virginia, junto a desperfectos tales como rotura de cristales o cortes en las líneas de teléfono. El barco fue engullido por una extraña neblina púrpura y tras unos destellos, desapareció finalmente de la vista. Para sorpresa de los militares, no se encontraba fisicamente "allí", ni había desaparecido solo a la vista. Simplemente, se esfumó.

Según otros informes, el buque reapareció dos días más tarde cerca de aquella misma zona, a la deriva. Algunos de los marineros habían desaparecido, mientras que otros mostraban fuertes mareos y problemas intestinales. Lo más "extraordinario" fue que supuestamente encontraron también a otros marineros "que habían causado baja" al "haberse fusionado" con los mamparos, puertas y demás estructura del buque. También supuestamente la armada había desechado éste método de enmascaramiento de radar por éstos efectos adversos, pero otros afirmaban que el programa continuó en secreto. El avión del teniente Crawford se perdió, y a diferencia de su compañero, encontrado en el mar, no se supo de su suerte.

Otras webs afirmaban que todo aquello era una patraña desmentida por el gobierno y fruto de la invención de un tendero de frutas hispano en los años 50. La desaparición del teniente Crawford se achacaba a una patrulla en alta mar en la que su aparato habría sufrido algún fallo catastrófico y él habría muerto en el Atlántico. Su familia, mientras vivió, fue defensora de esa versión oficial y calificó de chisme el relato inventado por el tal Carl Allen (Carlos Allende).

Otras webs todavía más conspiranoicas relacionadas el Experimento Filadelfia con otros sucesos contemporáneos conocidos como "The hum", un ruido supuestamente similar que podía escucharse con menor intensidad en el entorno de estaciones de investigación o el famoso colisionador de hadrones de Suiza. Otras noticias habían relacionado éste "hum", que sonaba extremadamente similar a lo que ella había podido escuchar, con los sucesos de Ashland. Un forero afirmaba que "sin duda alguna se trata de una cagada mayúscula del gobierno en su competición con el CERN por establecer el famoso portal interdimensional teorizado por Tesla". Además, la prensa local y la rumorología se habían hecho eco de "la chica de la cafetera" y "el perro del banco", dos sucesos de "fusión" entre seres vivos y mobiliario que se habían producido aquella misma mañana durante los incidentes, y que ya eran hashtag en redes sociales. Otros, sin embargo, afirmaban que eran Fake News puras y duras.

Aquello empezaba ser consistente. Tras devorar el no menos consistente sandwich y las patatas, siguió buscando fotos e información... de él. Una página web de sus familiares vivos, recordaba la labor del "auténtico teniente Crawford", que había participado en el intercambio de pilotos con los británicos en el año 40 y luchado contra los nazis en el aire en la Batalla de Inglaterra. Supuestamente, luego había sido piloto de entrenamiento para los contingentes que habían que mandarse bajo mando norteamericano a Europa, donde pierde la vida trágicamente durante una patrulla en el Atlántico en defensa de las famosas incursiones de submarinos alemanes a las costa este norteamericana en 1942. La familia exigía reconocimiento para éste militar que en vida fue galardonado con una Cruz de la Fuerza Aérea de la RAF y recibió otras condecoraciones el ejército norteamericano por sus servicios. Se reclamaba una medalla de mayor calado, pues supuestamente un U-boot alemán de aquella época había dejado escrito en su diario de a bordo que fue atacado por aquellas fechas por un caza norteamericano al que consiguieron abatir, pero que les había provocado daños que luego pudieron reparar. La familia aseguraba que era habría sido el final del teniente Joshua Crawford: defendiendo a su nación del malvado opresor nazi.

Y luego estaban las fotos. En esa web había decenas de fotos de archivo... del hombre que tenía sentado al lado. Era exactamente él. Incluso se presentaba una copia de la primera página de su cartilla militar caducada (la anterior a la que le había mostrado), que era del mismo estilo y tenía los mismos datos (exceptuando las últimas entradas que él tenía en la suya).

Todo cuadraba, ciertamente. No parecía que aquello fuera un bulo. O aquel tipo era la viva imagen del piloto desaparecido o es que... ERA el piloto desaparecido.

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29/08/2018, 01:26
Joshua Crawford

El piloto parecía emocionado. A veces le hacía algún comentario, señalando tal o cual foto, poniéndola en contexto con detalles de lo más nimio. Incluso señaló a uno de esos pilotos, llamado Sousa, que era supuestamente el portugués que le había enseñado a hacer esos emparedados. Siguieron buscando cosas durante casi tres horas. Él tenía interés en saber que fue de la guerra y del mundo después de ella. Ella sació esa curiosidad y le mostró algunas ventajas de la tecnología, como la inmediatez al acceso a la información, la globalización o los problemas que enfrentaba el mundo moderno. Todo, por supuesto, de un modo bastante sucinto.

Al terminar, el piloto apartó el portátil con la mirada perdida. Se levantó del sofá y se acercó a la ventana, mirando al paisaje del lago. Ya había caído la noche y el él parecía triste, al borde del llanto. Toda aquella información era demasiado para él, demasiado dura para encajarla.

-Creen que morí como un héroe... -resumió- ¿No es mejor así?

Parpadeó, mirándola con lágrimas en los ojos.

-Es mejor que admitir que jugaron con nuestras vidas. Lo han negado... todo. Y mientras, preparaban una bomba cien veces peor, con la que mataron a todos esos japoneses inocentes.

Puso los brazos en jarras, respirando fuerte. Estaba cabreado, herido, había perdido gran parte de la fe en el gobierno por el que había luchado y casi muerto. Él, que creía que su causa era la más justa, que luchaba en la guerra que era el arquetipo del bien contra el mal... descubría que los jerarcas de Washington eran casi tan malvados como el propio Hitler. Con la excusa de la victoria, les habían usado como conejillos de indias, de modo totalmente consciente.

Se llevó la mano a la frente, respirando hondo.

-Dios, me hace falta una copa, algo fuerte. ¿Se apunta?

Se acercó nerviosamente al mueble bar para ponerse alguna copa. Whisky, aunque no el más caro. Era un Dewar's.

-White Label, lo siguen haciendo... que bien.

Se sentó en el sofá nuevamente y miró la botella y el vaso. Y luego la miró a ella. Su mirada parecía solitaria y triste.

-Que patético debo parecer en éste momento, señora Van Ewen. Le pido disculpas. He irrumpido en su vida de ésta manera...

Parpadeó, cayendo en la cuenta de algo.

-Quizá, no se... Es decir. El experimento. Esos tipos dicen que, quizá han hecho otro. Por eso he aparecido aquí, en éste momento. Y a juzgar por los efectos, ésta vez han querido hacer algo mucho más grande. Ha afectado a varios pueblos, ¿No? Ésto es grave. Espero que no tenga consecuencias...

La miró un momento, fijamente. No quería asustarla adelantando acontecimientos que quizá no sucederían, que posiblemente quedaran dentro del terreno de la "conspiranoia".

-Está usted divorciada -le espetó- Bueno... disculpe, pero. Me he fijado, son detalles. Hay fotos de usted con un hombre más mayor, que no le pega demasiado, y llevaba un anillo. ¿Era un gilipollas, verdad? Mi madre también pasó por un divorcio cuando yo era pequeño. Ese bastardo me zurraba simplemente por existir.

Suspiró, sonriendo.

-Me ha ayudado y estoy agradecido. Quizá podríamos brindar... por dejar atrás el pasado, pensar un poco en el futuro. ¿Le parece?

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29/08/2018, 01:53
Jonas Merritt

Se rió por lo que dijo. En un momento determinado creía que ambos se iban a convertir en los cruzados investigadores de aquel suceso, pero quizá se equivocaba. O quizá no. Pero era un tipo realista con esas cosas.

-Bueno, huir, no se. En la mayoría de ocasiones que ha sucedido ésto, al menos según internet, luego no pasa nada. Recogen los destrozos y cada uno para su casa. No te ralles. Posiblemente haya sido... yo que se. A lo mejor si han sido los militares pero, parece que quieren que volvamos a la normalidad. Y no se tu pero a mi me pagan por trabajar en Ashland, y no me voy a echar a la carretera simplemente por que te hayas pasando con la taurina bebiendo redbulls.

Le tiró un cojín, en plan tocapelotas.

-Venga, no te ralles. A lo mejor has visto mal o... o yo que se. Pero si te quedas más tranquilo, podemos ir investigando éstas mierdas en Internet. Se que encanta. Y así dejas de poner tuips penosos sobre el feminismo o lo que ofende tu sensibilidad. Tío, así no te vas a comer una rosca. Pero ey, fijate. Los metubers y la peña con canales de cosas de misterio, hay un montón que tienen el botón de oro ese y la vida resuelta. Simplemente documentando ésta mierda, te puedes hacer medio famoso... y dejar de trabajar en esa cafetería, tío. Te explotan de mala manera.

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29/08/2018, 02:02
Director

La comisaría de policía.

No tenía nada mejor que hacer mientras se arreglaban los puñeteros cristales de la casa, en los que se iba a dejar un buen dinero, y la ciudad volvía poco a poco la normalidad tras la debacle del día anterior. Osvaldo ya estaba en condiciones de conducir, así que un par de llamadas con la teniente de alcalde y allí estaban. En la comisaría. Todavía tenían que montar todo el tema de la feria medieval, pero lo primero era lo primero: pensar en la seguridad.

Los policías tenían trabajo. En la comisaría no había casi nadie: un sargento de guardia en el mostrador y un tipo trabajando en las mesas. Una larga cola de gente para denunciar cosas, imaginaba que por los disturbios del día anterior. Se sentó en una de las sillas, como si aquello no fuera con él, y esperó. Finalmente, el asunto surtió el efecto deseado. De su despacho, donde había estado atendiendo el teléfono todo el rato, salió el mismísimo jefe de policía.

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29/08/2018, 02:50
Terence Hawkins

El jefe de policía le buscó con la mirada, dando con él con cierta facilidad. No era muy difícil guiarse por sus barbas y su aspecto de santón. Parpadeó, acercándose a ambos hombres. Estrechó la mano de Osvaldo, que era el que parecía "más normal".

-Gracias por venir. La señora Cunningham me ha dicho que ustedes están dispuestos a hacerse cargo de ésta persona. La verdad es que con todo ésto, tenemos más razones todavía para despejar calabozos de gente que no debería estar en ellos. Ayer la ilustre ciudadanía de ésta ciudad se dio al saqueo y hubieron bastantes escenas de dudosa moralidad por las calles, aprovechando el asunto de la explosión sónica.

Se ajustó el cinturón donde llevaba la radio y la pistola. Apagó la primera por que los mensajes eran frecuentes: la policía seguía haciendo evaluación de daños y ayudando a gente del día anterior. Les indicó que se acercaran y les acompañó. Había un tipo en una celda, pelirrojo, vestido como un homeless con una barba poblada.

-Dominic Norton, 47 años. Era de los rangers, fuerzas especiales. Empezó como soldado raso en la Tormenta del Desierto, fue subiendo de categoría. Estuvo en lo de Somalia en el 93, ya saben... el black hawk derribado. Otros sitios más, creo que Libia y la invasión de Afganistán en 2001. Ahí es cuando se va la mierda su vida. Su mujer se divorcia de él y le deja con una mano delante y otra detrás, quedándose con la custodia de su hijo. Parece ser que tuvo unas desavenencias con los mandos y lo expulsan con deshonor, sin paga de licenciado. Intenta ganarse la vida en lo que puede pero el tema de la pensión de su mujer no le deja más alternativa que declararse insolvente. Y así es como un héroe termina pidiendo por las calles...

Parpadeó, apoyándose en los barrotes.

-Éste hombre y yo hemos mascado el mismo polvo. La ley es clara, ya saben... el área de exclusión. No se puede vaganbundear por aquí, es delito. Conocíamos a Dom de hace tiempo, y hacíamos la vista gorda. Pero la ley es la ley y muchos vecinos se estaban quejando. Estuvo un tiempo en Medford pero... él siempre ha sido de aquí. Volvió al hogar, por así decirlo. Así está cerca de su hijo, aunque para él ya no exista. Una historia muy triste, pero no me gustaría dejarlo en manos del juez. Creo que Dom se merece otra cosa.

Les miró, poco convencido.

-Aunque no se si una secta es su mejor opción -comentó de modo algo... cabrón.

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29/08/2018, 03:15
Terence Hawkins

Finalmente, entre tanto extranjero, un rostro familiar. El jefe de policía, que además era vecino de su barrio, que se sentó a su lado estirando las piernas. Parecía que su trabajo le estaba mortificando y no era para menos. Con todo aquello, había pasado de ser un jefe de policía tranquilo a... puedes figurartelo. La radio no paraba de vocear cosas, y él tenía un café con la mano.

-Profe... -le dijo a modo de saludo- Vaya día el de ayer, y el de hoy pinta parecido.

Suspiró, mirándole con complicidad. A veces habían compartido reunión vecinal o barbacoa en el patio de casa. Él era un vecino bastante simpático que procuraba socializar con sus semejantes. Se supone que para eso estaba viviendo en una comunidad como Ashland, pues si hubiera deseado seguir enrocado en su propia existencia, Londres le ofrecía todo lo que necesitaba.

-¿Que opina de todo ésto? A mi me huele bastante mal. No había visto una respuesta federal ante un desastre tan rápida y... generosa.

Dio otro sorbo al café.

-Sin embargo, no puedo dejar de pensar en mi hija. Está al borde de la prisión, mi niña, ¿Sabe? Usted la ha conocido. Se junta con... con esa chica feminazi. Una malísima influencia. ¿Sabe que ayer asaltaron la escuela primaria, pintaron el mural de los perros policía que habían pintado los niños y descabezaron perritos de peluche? Dios... la directora estaba histérica. Un par de niñas requirieron asistencia psicológica. Y todo organizado por esa Alex.

Negó con vehemencia.

-Usted me entenderá. No hay nada peor que que te decepcione un hijo. Eso si... casi inmediatamente nos pilló todo el tema de la explosión y... por ahí se van a salvar.

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29/08/2018, 03:53
Ryan Richardson

La mano derecha de Yorick les acompañó hasta el edificio. El edificio. Le habían metido una buena mano en aquellos años y, de hecho, se especulaba que cuando se licenciaran se convertiría en un reclamo de la facultad como un museo de historia viva de la época Tudor y Elizabethan.

El lugar estaba dividido en "piezas" con muebles desmontables y de finalidad variable. Tenían una gran cocina, un salón elegante, una sala de baile que también usar para practicar esgrima (las armas se guardaban ahí) y unos "dormitorios". En realidad los miembros de la banda dormían en jergones de paja con dosel, sobre camas de cuerdas flanqueadas por jofainas y aguamaniles, que se iluminaban a la luz de macilentas velas mal despabilidas.

El plato fuerte era la biblioteca. Una sala de estudio alargada que contenía armarios muy bonitos donde se almacenaban los libros (la mayoría modernos), con un globo terráqueo de la época y unas pinturas en las paredes con ángeles trompeteros que tocaban la gloria de Dios. Todo ello jalonado por mesas, sillas y scriptoriums donde estudiaban sus mierdas a la luz de las velas o haciendo uso de lámparas camufladas. No quería ni saber como demonios cagaban, o si se duchaban como las personas normales, por que el baño de momento no se lo enseñaron.

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29/08/2018, 04:08
Angelo Sykes

Las detuvo con un gesto petulante y protocolario a la entrada de la sala de estudio. Habían traído allí las mesas grandes y los bancos. Se aclaró la garganta y las anunció como si fuera el maestresala del palacio. Faith tenía ganas de hundirle la nuez dentro del cuello... de una patada.

-Lady Alex y su lacaya.

Faith le retorció un pezón sobre el jubón y él se quedó retorciéndose con él.

-Aparta, petimetre.

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29/08/2018, 04:11
Eliseo Craft

Dos nerds estaban sentados a la mesa, en representación de la hermandad nerd. No recordaba el nombre, pero algo científico sin duda. El nerd supremo se rió con un deje levemente porcino debido al asma, como si estuviera muy complacido.

-Vaya, vaya. Mirad quien decide aparecer. Las comadres.

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29/08/2018, 04:13
Angeline Sparks

La nerd suprema y novia del nerd supremo se enganchó a su brazo con una sonrisa maligna y maquiavélica. No era la primera vez que se veían y las otras... bueno, no habían terminado muy bien. Alex odiaba un poco a los científicos por que no se planteaban el sistema social: simplemente trabajaban en él y se creían los nuevos dioses, que decidían lo que estaba bien y lo que estaba mal. Y no, para eso ya estaba ella, que demonios.

-La mostrenca y su amiga la feminazi. Si, justo lo que necesitamos en ésta situación de crisis...

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29/08/2018, 04:16
Shay LaVache "Yorick"

Reclamó paciencia con las manos, como si no quisiese que se pelearan. No todavía.

-Tomad asiento, por favor. Sykes, unos refrigerios estarían bien. Nada alcohólico para nuestros amigos los alquimistas, no queremos que se exciten demasiado.

Se sentaron con poco convencimiento, mientras comenzaban a servir quesos y embutidos buenos. Tripas de salchichón que sin duda compraban a granjeros locales, y algunos frutos secos. De beber, había una especie de hidromiel que no tenía alcohol.

-Estamos reunidos en éste templo de sabiduría para discutir los graves sucesos del día de ayer, nuestras teorías y posibles vías de actuación. Bien, todos... -carraspeó- Voy a dejar el papel un momento, lo siento.

Uno de sus compañeros protestó pero él le tiró un pistacho al ojo.

-Todos vimos la puñetera honda y sus efectos. Y hemos visto lo que ha pasado y como el gobierno federal se ha puesto las pilas sospechosamente pronto y con la cartera llena. Algo nunca visto, sin duda alguna. Entre todos, espero que podamos juntar más piezas del puzzle. Bien... el portátil, por favor.
-La máquina lógica
-dijo Sykes.
-Corta el rollo o te incrusto un pistacho en el culo.
-Ok, tío...

Los frikis desplegaron un portátil. Había unas fotos y videos, que se había vuelto virales. Otras parecían hallazgos de minería internetera en perfiles personales y cosas así.

-Bien, ayer muchos pudieron ver al... al famoso perro fusionado con el banco. De hecho yo asistí a su... extracción. Debieron cortar las patas del banco y llevárselos con él. También tenemos el famoso caso de la chica de la cafetera. Michelle, una trabajadora de la cantina de la biblioteca Hannon, que los bomberos se llevaron tras cortar la placa de la cafetera. Pero todavía tenía la parte circundante... de la placa, alrededor del brazo. Vamos, una pasada.

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29/08/2018, 04:24
Eliseo Craft

Asintió con vehemencia.

-Y solo es la cúspide de la pirámide. Las cámaras de seguridad muestran vuestro... es decir, el coche de Alex. Mirad.

Puso el video y se veía claramente como una bola "comprimía" la materia delante del coche, acompañada por algunas arcos eléctricos. Inmediatamente, Emi surgió de ésta bola cuando el efecto se disipó, impactando contra el capó.

-Una persona teletransportada, que fue ingresada por vosotras en el hospital según el registro, pero que escapó del quirófano. El informe policial indica que uno de los doctores afirmaba que "la persona parecía tener ojos mecánicos". Es decir, atropellásteis a un robot.

La novia puso otras imágenes, eran un video.

-Un videoaficionado captó un avión Mustang P-51 que surgió inexplicablemente del cielo con un fallo en el motor, y se estrelló cerca de la urbanización del Lago Pleasant. Puede verse como el piloto salta del aparato, con un paracaídas del tipo que se usaba en la Segunda Guerra Mundial o la Guerra de Corea. No sabemos exactamente donde se encuentra éste hombre, pero podía ser crucial para entender todo ésto.

-Hay más casos -dijo Angelo- Fotografías a extraños insectos que no son de la zona, otros casos de fusionados que han pasado más desapercibidos, como el hombre que murió en su casa por que su cabeza se fusionó con la lancha que estaba reparando... lo encontraron por la noche, cuando su mujer volvió de trabajar.

-Y los extraños avistamientos de humanoides en Medford.

-Si, justamente. Estamos teorizando que todo ésto puede ser alguna especie de experimento relacionado con las teorías de tesla para la máquina del rayo de la muerte, que en realidad era un eufemismo para la creación de bovinas warp para manipular la vibración de la materia. El famoso experimento Philadelphia.

-Donde desapareció un piloto en el año 42 y no se le ha vuelto a ver. Un piloto de un P-51 Mustang...

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29/08/2018, 04:33
Shay LaVache "Yorick"

-Hay un par de tipos rondando el pueblo, haciéndose pasar por agentes federales de control de emergencias. Pero google imágenes es muy chivato. No son agentes de emergencias. Hemos encontrado el rostro de uno, que es un general del ejército, división de investigación, Fort Copper, una instalación técnicamente "desactivada" cerca del lago Applegate, en las viejas minas del parque natural del monte Ashland.

Parpadeó, tamborileando los dedos sobre la mesa.

-Bien, aquí está pasando algo gordo y la gente, para variar, no se empana. Y para tener más datos, debemos reunirnos con éstos dos "aparecidos": el piloto y la chica que surge en el cruce. Y para lo segundo, no quiero señalar a nadie, pero hoy se os ha visto con una chica japonesa que tiene el mismo color de pelo, la misma estatura... Mismo todo.

La miró significativamente.

-Ahora es cuando vamos a hablar las verdades. Ésto está al margen de nuestras rivalidades como hermandad. Se trata de Ashland, de la universidad y de cosas que están pasando, que nos pueden afectar a todos. Así que nosotros hemos puesto las cartas sobre la mesa. Os toca a vosotras.

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29/08/2018, 11:29
Mahendra Singh Rajneesh
Sólo para el director

Ante las palabras agresivas del jefe de policia sonrie, tranquilo.

Entiendo sus reservas, pero al final dígame, ¿Qué ofrecemos? Felicidad. Dar sentido a la vida. ¿Acaso no es lo que queremos todos? Existen lugares donde se dedican a anular a la gente. Lugares destructivos para el alma y el cuerpo. Lo único que hacemos nosotros es mostrar una puerta. Una puerta que muchos ni saben que existe. Es decisión de cada uno querer cruzar esa puerta y andar su camino.

Puede ver que ese discurso de santón no va a hacer mella en alguien como el jefe de policia, aunque tampoco parece que sea necesario convencerlo de nada, pero no quiere quedar como un puto líder de secta peligrosa ante él.

La televisión también es como una secta. Nos embrutece, nos genera necesidades que no teníamos. Consumismo que genera consumismo en una espiral sin fin. En el fondo, nuestra idea no es tan alejada de la televisión, pero lo que ofrecemos es algo muy distinto. 

Cuidaremos de Dom. Y le agradezco lo que me ha contado de su hijo. A ver si puede reparar ese vínculo perdido. Los hijos son una bendición. Es triste que no exista para él. Le ayudaremos a recuperar eso. No somos unos monstruos, señor Hawkins. 

Y afloró a su rostro una leve sonrisa astuta, como la de un zorro que va a entrar en un gallinero.

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29/08/2018, 11:59
Kerry-Anne Van Ewen

El tiempo pasó a la velocidad del rayo. Entre bocados de información y del fantástico sándwich preparado por el piloto, la información se fue desgranando poco a poco. Kerry-Anne, con la consciencia de estar viviendo un momento irrepetible, más propio de un episodio de “La zona crepuscular" con sus texturas de ciencia ficción, enigma y conspiración, que de una serie documental, alternaba la visión de la pantalla del portátil con la del rostro de Crawford. Y en su mirada había un algo indescifrable y difícil de determinar, a medio camino entre la ternura por sus reacciones y la seriedad por la gravedad de lo que se iba revelando. 

El experimento Filadelfia no le resultaba desconocido pero siempre había estado enmarcado en el escenario que también agrupaba al área 52, los contactos con alienígenas, los misterios de las pirámides y los Moais, o la Atlántida. Basura para conspiranoicos que preferían eludir la realidad y refugiarse en extrañas conjuras judeomasónicas destinadas al control del mundo. Pero ahora, todo era diferente. O por lo menos aquello lo era.  Tenía ante sí a un joven de 28 años que, atendiendo a su fecha de nacimiento, había cumplido ya los 104. 

¿Qué se podía hacer ante una situación así? Existía la posibilidad de denunciarlo a las autoridades, ponerse en contacto con el ejército o cualquier institución gubernamental para que se lo llevaran y olvidarse del tema, regresando a su anodina vida diaria y refugiarse en su deseo de venganza para destruir a Harold. Por otra parte, y a sabiendas que un comportamiento así tendría consecuencias incluso para ella, ya que dudaba de que el gobierno la dejara libre como un pollo para ir piando por ahí lo ocurrido, tenía la posibilidad de darle unos cientos de dólares, abrirle la puerta e invitarle a que se fuera. O estaba la opción de, simplemente, ayudarle. 

Vio cómo se levantaba, saturado por todo lo leído, por las mentiras, por la sensación de pérdida, habiendo dejado atrás amigos y familia, quizá incluso esposa e hijos. Vio sus lágrimas y su desesperación. Nunca había visto a un hombre demostrando tan abiertamente sus sentimientos, sin sentir vergüenza por ello, sin temor a llorar ante una mujer. Refrenó su deseo de levantarse y abrazarle. Seguía siendo un desconocido pese a todo y no quería que aquella situación de fragilidad se convirtiera en lo que no debía. Sexo en el sofá como alivio de tensiones. 

Salvando las distancias, entendía cómo se sentía. Su país, al que amaba y servía, por el cual había estado dispuesto a dar su vida, le había dado la patada y mentía. Joshua Crawford tenía su particular Harold.

-¿Patético? Por favor. Y llámame Kerry. O Kerry-Anne. Como prefieras. Creo que ya hemos alcanzado el punto en el que podemos tutearnos. ¿No crees? Y sí, sírveme otro para mí. Sé por experiencia que beber solo nunca es una buena idea -dijo al piloto, recordando sus noches de alcohol durante el duelo de su divorcio-. Y no pidas disculpas. Tu “irrupción" -dijo entrecomillando la palabra- no ha sido algo que hayas buscado. Ocurrió y mucho me temo que sus consecuencias no son muy de tu agrado. Así que siéntete bienvenido a esta casa. 

Ante la alusión, miró la marca blanquecina en su dedo anular y acabó encogiéndose de hombros. 

-¿Gilipollas? -se tomó un tiempo, curiosamente largo antes de responder. Aquel tipo era de algún modo catártico y las pocas horas a su lado, sacaban lo bueno que había en ella, ese bueno que se había obstinado en ocultar porque no convenía a su vida en sociedad. Dio un trago al whisky y chasqueó la lengua-. No diré que no, pero yo no era mejor que él. Se largó con su secretaria. Guapa, joven... Una buena pieza que mostrar cuando uno llega a la cuarentena, pasan los años y lo que tiene alrededor no parece bastarle. O ni siquiera gustarle. No, no se portó bien. Creo que me merecía cierta lealtad, un poco más de respeto y que incluso queriendo el divorcio, hacer las cosas de otro modo. Pero es fácil hablar y sé cómo soy. No se lo habría puesto sencillo. Pero mejor hablemos de otra cosa -sonrió con cierta tristeza. Aquella velada era la mejor que había vivido en muchos años. Una noche con un desconocido, cenando un sándwich, bebiendo whisky y hablando, lejos de fiestas y saraos, de celebraciones para demostrar el estatus, siendo ella por primera vez en tiempo. Sí, Crawford era peligroso. 

Miró al piloto y asintió.

-Sí, brindemos. Por ese futuro en el que tenemos que empezar a pensar esta misma noche. No quiero ser pájaro de mal agüero, pero si todo esto es consecuencia de haber llevado a la práctica el mismo experimento... Pronto encontrarán tu avioneta y empezarán a atar cabos. Ya has visto que la privacidad ha desaparecido y que la información corre como la pólvora en internet. Dudo que tarden mucho en empezar a buscarte.