Partida Rol por web

Vivian se aferra a ti, mirándote también a los ojos, y el hecho de mirarte la excita tanto o más como el hecho de sentirte dentro. Se sujeta a ti, respiración entrecortada, y los ojos brillantes, a punto de alcanzar el éxtasis.

Al ver esa cara de placer Dani se toma la libertad de seguir con sus embestidas, nada cariñosas aunque sí muy placenteras. 
Te ha cojido por los hombros, y estás bien apretada a la pared. Notas su cuerpo, que oprime al tuyo y su miembro, duro y ardiente, en tu entrepierna.

Espero que con esto se te quite toda la pereza, ya no sé que más darte dice mientras deja su miembro dentro de ti durante unos segundos, antes de seguir con su movimiento.

Vivian te envuelve con su cuerpo, abrazándote por el cuello, y colocando sus piernas en torno a tus caderas. Su peso sostenido por tu pecho y la pared. La respiración ya desbocada, y el placer asaltándola a cada sacudida.

Seguís hasta acabar ambos satisfechos y saciados.

La ducha acaba sin problemas, aunque el reloj marca ya las ocho.
El tiempo se os viene encima y te surgen nervios y prisas.

- Dani, que no llegamos a clase.

Vivian se viste con rapidez, vaqueros ceñidos negros, blusa blanca, y bambas. Coge sus libros de Derecho, y te besa. Aunque pretende que sea un beso rápido, lo hace con intensidad.

- Acabo a las 3. Tomaré un café en la pausa entre clases. ¿Nos vemos aquí a las 3 y media?

Dani se viste con una velocidad abrumadora y agradece tu beso.

De acuerdo, espero que no tardes más de lo necesario... te dice con cierta tristeza.

Dicho esto ambos marcháis con recelo y ganas de volver.

A las tres, Vivian vuelve a casa. Camina con decisión, pero con la mirada ida y una media sonrisa en la cara. Abre la puerta del apartamento, y deja caer los libros sobre la mesa, riéndose a medias de lo cerca que ha estado de llamar Dani al su profesor de derecho penal.

Se tumba sobre la cama, vestida, con la mirada perdida en el techo, esperando el regreso de Dani.

Pasan quince minutos hasta que suena la puerta. Llama dos veces, sin causar demasiado altercado.

Vivian se levanta de un salto de la cama, y corre a abrir la puerta. Te toma de la mano tirando de ti hacia el interior de la casa, y te besa dulce y largamente, susurrándote:

- Te he echado de menos amor. Que mañana más interminable sin ti.

Dani pregunta curioso, entre besos:

¿Tan interminable ha sido? Cuéntame dice sonriente.

Vivian rie como una niña, mientras tomándote de la mano te sienta en una silla, y se acomoda en tu regazo abrazándote.

- Hombre, si no me hubiera tocado derecho penal a lo mejor no habría sido tan terrible, pero dos horas seguidas oyendo hablar a ese hombre de voz monótona cuando lo que yo deseaba era oirte a ti... se rie otra vez, besándote el cuello, y abrazándote. - ¿Qué tal tu mañana amor?

Dani parece encantado de tales cariños tras haber vuelto de las cansadas clases.

Pues, cielo, la verdad es que he tenido prácticas de anatomía. Dos horas desmembrando un cadáver es algo indigno de recordar... aun así su voz suena impasible y sonríe levemente mientras te mira de cerca.  

Pero bueno, ¡ya estoy aquí, en tu casita! añade finalmente.

Vivian te besa con dulzura, abrazándote con cariño, aún sentada en tu regazo.

- ¿Qué te apetece comer? Pidas lo que pidas, el postre soy yo. - Remata con un beso más apasionado.

Dani sonríe ante tu pregunta.

Me parece bien, pero prefiero que me sorprendas con la cena. Yo voy a cambiarme, estoy algo cansado... dice mientras te abraza antes de levantarse.

Empieza a quitarse la camiseta suspirando levemente. 

Vivian también suspira al ver cómo te quitas la camiseta, pero no deja que su cabeza se desboque. Se acerca a la nevera, y comienza a sacar todo lo necesario para una ensalada para dos, y un carpaccio de salmón. Sonrie mientras saca una de las botellas que habías llevado el dia anterior.

Dispone la mesa, y sirve la cena, poniendo en el centro un par de velas aromáticas sobre bonitos reposavelas.

Cuando te habla, la ilusión vibra en su voz:

- Dani cariño, cuando quieras.

Dani acaba de cambiarse, no sin antes responder a tu llamada con tono cariñoso.

Llega hasta el salón con una camiseta algo ancha que le hace de pijama. Estira sus brazos desperezándose y te besa levemente los labios. Tras el beso se sienta en la mesa, sonriente.

Así que ensalada,¿no? dice mientras mira la comida La verdad es que comeré más ensalada que carpaccio, no me acaba de agradar.

Dicho esto coje el tenedor pero parece preocupado por sus palabras:

Mmmm, pero ni se te ocurra prepararme nada más añade en tono cómico.

- Vaya, ¿no te gusta el carpaccio? Bueno, supongo que nos queda mucho por aprender al uno del otro, ¿no? ¿Qué tipo de comida te suele gustar más?

Vivian bebe un sorbo de su copa y luego te mira algo preocupada:

- ¿Te han dicho algo tus padres porque no pasaras  la noche en tu casa? Estoy tan acostumbrada a entrar y salir a mi aire que no había pensado en ellos, la verdad.

Dani sonríe ante la naturalidad de tus palabras.

No, la verdad es que entre mis padres y yo no hay ninguna simbiosis más allá de la relación de dependencia que tengo con ellos. dice mientras ríe. La verdad es que no tengo comidas preferidas, me gusta y disfruto de casi todo. Solo que la carne cruda...prefiero comerme a Vivian sin morderla demasiado.