Partida Rol por web

Cambio el cargador al rifle y miro a mi alrededor. Las llamas aun consumen el cadáver de aquel extraño ser, y la basura de un poco más allá también seguía alumbrando la zona. Parecía que al final, pese a los costes, había sido una buena idea bajar ahí, pues todavía quedaban cosas que revisar. Terminemos de asegurar esto... Comento mientras introduzco un par de granadas en los agujeros que podrían contener un humano y los hago detonar. Más vale asegurarse... Con eso creo que esta zona ha quedado revisada, y podemos volver. ¿No? Ya había ganas de salir de aquel lugar.

¡Siii! más fuego purificador. Gracias Emperador, tu eres la Luz en Oscuridad, que las almas de los puros sean bendecidas y brillen por siempre en el sagrado faro del Astronomicón.

Comenta el arbites visiblemente contento con las llamaradas.

¿Nos vamos ya? Pues salgamos, no hay nada mejor que la satisfacción de haber cumplido con el deber de servir al Emrador de la Humanidad.

Oye Camarada Tarkov...-Se acerca a este rifle en mano mientras el nombrado procede en su tarea de jugar a buscar al topo mutante.-...Crees que eso se curará?..-dice haciendo un gesto con la cabeza en dirección a Octus.-me preocupa aún más el otro.-Dice haciendo referencia al silencioso soldado,aquel que podría matarlos a todos en un acceso de locura...aparte del psíquico claro está.-Nuestro inquisidor y señor no ha pensado en la lobotomización selectiva de victus?..-sugiere de forma divertida el asesino,aunque para quien viera su mirada mas allá de la máscara comprendería que no iba completamente en broma.-o tal vez algo de condicionamiento a no provocar la locura entre la población inquisitorial?.-Charlaba de forma animada mientras se apoyaba en la pared¨después de tanta metralla,tiros,heridas,caidas y mutantes....me gastaré el sueldo en putas y alcohol para olvidar esto..¨

Mientras conversaba Yuri mantenía la mirada rondando el área y el oído atento ante la más mínima muestra de alerta.

En silencio, vuelvo a ponerme como colista para conseguir salir de aquel horrible lugar.

Con el ánimo un poco bajo, consigo balbucear un poco:

-Recordad nuestra rata encerrada...

No por el Trono... Digo ante lo de la lobotomización. A veces puede que se le vaya la mano con algunas cosas, pero la verdad es que lo necesitamos, nuestros cuerpos lo agradecen cuando los cura, aunque nuestras mentes se resientan un poco. Jajajaja. Le di una palmada al Asesino mientras caminábamos. Con cuidado voy cubriendo todas las vías de acceso con el arma. Echando una mirada hacia atrás veo a Octus un tanto nervioso. Vah, se le pasará, solo está nervioso por toda la tensión, del día. Una buena ducha, una cama, un buen Amasec antes de entrar en ella, y despertarse con dos mujeres a la mañana siguiente. Ya verás como se le pasan todos los males. Dentro de poco estaríamos fuera.

Cuando Arcturus mencionó a aquel sujeto extraño me vino el recuerdo a la cabeza. Si si, vale, lo pasamos a buscar, pero recordar, hay que sacarlo de ahí encadenado, bien atado y todo eso para que le hagan un chequeo a fondo. No pienso sacar nada de ahí sin estar seguro de que no está contaminado. Palpo en la oscuridad con mi mano la pistola automática que va en la funda pensando en que yo mismo me encargaría de ese sujeto si los análisis y los chequeos confirman que está contaminado por algún tipo de mal.

Sin dejar de agarrar su carabina láser y temeroso de tener que volver a subir la rampa, Zachariah sigue a sus compañeros en el regreso...

Con mucho cuidado desandáis el sendero que os trajo a esta zona y de nuevo en la Escombrera recogéis al pobre Rata que sigue encadenado. Tras convencerle de que no lo vais a ejecutar y que queréis sacarlo de allí regresáis a la entrada de la mina donde el sello bloquea vuestro paso. 

Os identificáis y esperáis nerviosos algo más de una hora a que se abra y os permita salir de toda la locura que se acumula allí abajo. En la explanada está esperando el comisario Nihilius.

- ¿Ha ocurrido algo?, dice extrañado, apenas un día y ya están de regreso. Echa un vistazo a Rata, no me dirán que ese pobre desgraciado tiene algo que ver con la desaparición de mis hombres ¿verdad?

!Alto Alto! Le digo al comisario interponiéndome entre él y Rata. Quiero un equipo completo medico y unas dependencias totalmente seguras de retención. Apoyo mi mano en la guarda de la pistola como descansando el brazo. Este es, por ahora, un superviviente que estaba escondido. El único sin mutar que hemos encontrado. Quiero que se le encierre y se le hagan todas las pruebas para estos casos. Test biométricos, de corrupción, contaminación, biológicos y pruebas medicas habituales. ¿De acuerdo? Hago una pausa mirando al comisario. Este, camarada comisario -señalo a "Rata"-es un prisionero de la Sagrada Inquisición, no de la Guardia Imperial o el Comisariado. Responde usted de su vida con la suya propia. ¿De acuerdo?

Lo conveniente es explicar algunas cosas, pero creo que sería mejor esperar un tiempo y hacerlo de manera formal, aparte de que algunos de mis compañeros están todavía magullados tanto física como psicológicamente, y el reposo será algo obligatorio, por lo menos un día. Mantenga el sello cerrado Comisario. Mañana a esta misma ahora, tendremos una reunión formal con usted para explicar todo lo sucedido, con un informe detallado al respecto. Y procederemos a evaluar nuevamente la situación.

Había que hacer las cosas bien. ¿De acuerdo? Hemos descubierto cosas... que no ha de ser evaluadas a la ligera. Le digo en tono confidencial.

Sin decir nada, asiento con la cabeza...

Es lo mejor en estos casos señor... Le digo al comisario en voz baja para que sus hombres no lo oigan. Hemos descubierto cosas realmente importantes, se las comunicaremos a usted en privado. Ya me entiende, para que sepa que decirle a la tropa y todo eso, pero también necesitamos sacar información a ese contacto, con métodos que solo la Inquisición tiene. Le digo en tono cómplice y confidencial mientras le giro suavemente para que mire a Victus, el psíquico del grupo. Solo asegúrense de que no puede escapar, y que está limpio.

Aunque el rostro de Nihilius se enrojoce un poco con las exigencias de Tarkov, parece que el tono confidencial le calman y el hecho de que vayáis a darle parte de la información es la puntilla para que asienta.

- Sargento, dice llamando al tipo del brazo augmético que os recibió cuando llegasteis al planeta, lleve a este prisionero a una tienda aislada y coloque un par de guardias día y noche.

Luego se gira hacia vosotros y como un arrebato de autoridad dice: espero ese informe mañana a primera hora, y se monta en un jeep que lo conduzca al campamento.

Sin terminar de entender bien las razones por las que funcionan (o no) las interacciones entre seres vivos, Zachariah observa fascinado la reacción positiva del comisario y se toca dolorido, el sitio donde se partió el brazo.

Espero que podamos comer algo y descansar...

Octus recibe la luz del Sol como la bendición del propio Emperador, Por fortuna está lo suficientemente entretenido rezando para perderse la conversación de Tarkov con el comisario y no intervenir. No obstante, cuando el grupo comienza a alejarse les sigue con el rifle al hombro.

¿Comer y descansar? Beber es la palabra...