Partida Rol por web

ABANDONADO

LA GRAN CIUDAD

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29/01/2018, 18:48
Director

Cultivos celulares, un tema apasionante para algunos y de escaso interés para otros. Por suerte, o desgracia, para ti tus superiores son del primer grupo y han decidido enviarte a realizar un curso de tres días a la mayor ciudad del centro del país.
Parece que llegar a Octubre y no haber gastado todo el presupuesto del departamento les ha hecho tirar la casa por la ventana. Podrían haber renovado los ordenadores del cretáceo o el equipamiento digno de la primera guerra mundial, pero asignar cursos a mansalva les ha parecido más acertado. "Tómalo como unas pequeñas vacaciones" es su argumento a esgrimir, al menos corren con todos los gastos y eso incluye el avión, el hotel y las dietas. Lo dicho, hay que agotar el presupuesto antes de Diciembre y la maquinaría tarda más en llegar que los cursos.

Tras tomar un avión poco antes de que amanezca y tener un vuelo bastante turbulento llegas a tu destino, demasiada burocracia para un inocente perro y excesivo el precio del coche de alquiler que por suerte no pagas tú.
La buena noticia es que en el hotel aceptan mascotas, la mala es que el hotel no es precisamente digno de sus cuatro estrellas. Solo serán dos noches, solo para dormir, solo te queda ese consuelo. Dejas las maletas y abres las cortinas para encontrar el maravilloso paisaje que te ofrece la fachada del edificio de enfrente, una pega de los hoteles urbanos. La calle está llena de hojas caídas de los escasos arboles que han replantado a lo largo de la acera, unas jardineras terminan de recordar el color real del mundo antes de que el gris asfalto dominase las poblaciones.
Pese a ser un sexto piso el ruido del tráfico hace parecer que de un momento a otro un coche va a atravesar la ventana, por si fuera poco el tronar de un martillo neumático al final de la calle termina de demostrar que el aislamiento acústico de la habitación no es tan efectivo como lo venden.
A tu perro parece gustarle la pequeña cama que hay en una esquina de la habitación, pese al nivel general parece bastante limpia y casi te atreverías a decir que es nueva. Al menos estará a gusto mientras tú escuchas durante una hora y media como te hablan de la congelación de líneas celulares.
Te da tiempo a una ducha rápida antes de ir a la primera clase, entras al baño y descubres que no sale agua de ningún grifo. Te dispones a llamar al servicio de habitaciones cuando tu perro empieza a ladrar nervioso, un zumbido aparece en tus oídos y se comienza a intensificar rápidamente.
Lo último que recuerdas es como la cama se acercaba a ti, al menos aterrizaste en algo blando.
La áspera lengua de tu mascota en el rostro es lo primero que sientes, aún cuando ya has recobrado el conocimiento sigue preocupándose por ti. No sabes cuanto has estado inconsciente, tu teléfono está apagado y parece no querer encenderse.
Al mirar a tu alrededor ves la misma habitación en la que llevabas menos de media hora, sin embargo ahora está mucho más sucia que antes. La cama canina está amarillenta y en las mesillas se puede escribir con el dedo debido a la acumulación de polvo. Igual ocurre con las ventanas, las cortinas parecen quemadas por el sol, los cristales están llenos de suciedad y la luz del exterior apenas penetra.

Revisas tu torso y te palpas en busca de cicatrices, el robo de órganos puede ser más que una leyenda urbana. Sin embargo estás ileso, igual que cuando llegaste. Sin duda debe ser otra habitación, similar pero sin limpiar en años. Buscas una forma de comprobarlo, te cuesta abrir la ventana debido al oxido pero finalmente cede. El exterior es el mismo, pero no es igual. Los edificios son los mismos, tienes la certeza de que estás en la misma posición que antes aunque eso ya no te preocupa tanto. Toda la calle ha cambiado, los árboles están llenos de hojas y han crecido hasta el punto de tocar los edifico cercanos, incluso ves uno que se ha ido torciendo hasta caer sobre la acera. Las jardineras, otrora cuidadas, se han resquebrajado debido al crecimiento de las raíces, las enormes macetas se han quedado pequeñas para las plantas rodeadas de malas hierbas.
La acera ya no está cubierta por hojas, en su lugar hay todo tipo de papeles y plásticos, basura que parece haber volado desde otros lugares y se acumula en algunos rincones y en los desagües de las alcantarillas.
Sin embargo lo que mas te llama la atención es el silencio sepulcral que domina la ciudad, lo único que genera ruido es aquello que mece el viento o su propio silbido. No hay ruido de coches porque no hay coches, observas durante unos instantes y no ves pasar a nada ni nadie. Hace unos minutos había decenas de personas y coches atestando la calle, ahora lo único vivo que puedes ver está sentado a tu lado observándote.

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29/01/2018, 21:06
Toni

La sensación de asombro no tenía palabras¿pero qué coño había pasado?a primera vista Bret y yo hemos dormido mientras el mundo seguía girando¿pero cómo demonios era posible?aquello no tenía ningún sentido. Pobre ha encender luces de la habitación y abrir el agua para ver si os servicios básicos seguían funcionando, tal vez había habido una evacuación y no se había enterado, probaría con la T.V pero dudaba mucho que hubiera luz.

Miro su reloj de muñeca para ver si estaba parado o si seguía en marcha, tal vez en ese momento su viejo modelo de aguja que funcionaba solo con el pulso y una pequeña pila fuera un autentico don. Compruebo que tal está Bret por si el hubiera "envejecido" o tuviera alguna pista del paso del tiempo, al fin y al cabo no se cuanto tiempo lleva despierto mientras yo estaba inconsciente, en ese momento me vino a la cabeza el intenso pitido y como caía pero apenas pude recordar nada más. Le puse a Bret su arnés, cogí la correa me abrigue bien y guardando la llave del hotel intenté bajar al vestíbulo.

Ciertamente había visto muchas series de zombis y sobre el apocalipsis pero esto me superaba con creces, cogí cualguier paraguas o la barra de la ducha como arma improvisada sintiéndome así algo más seguro. Fui revisado habitación por habitación para que nada pudiera sorprenderle al intentar volver a subir, mejor no dejar cabos sueltos a mi espalda. Me fijaba en todo, si había habido signos de violencia, si los cristales estaban rotos algún indicativo de actividad en la zona y como no comida. Por eso bajaba al vestíbulo para merodear un poco buscando la cocina, si los alimentos estaban podridos o frescos dependiendo de lo que encontrase tal vez sería una manera de medir el paso del tiempo, si todo eso no funcionaba no me quedaría más remedio que subir a la azote para poder otear desde un lugar elevado pero al ver lo que se aventuraba por las ventanas sabía que lo que allí me encontraría no me iba a gustar.

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30/01/2018, 17:44
Director

Un examen rápido no desvela en Bret ningún tipo de envejecimiento con respecto a la llegada al hotel, incluso sigue igual de limpio que antes pese al estado de la habitación y del entorno en general. Al igual ocurre contigo, tu barba y tu pelo no han crecido, ni siquiera las uñas.

Casi como esperabas la televisión no funciona, las luces tampoco y por el sonido del grifo las cañerías tienen más aire que agua.
Tu reloj está parado, no parece ser debido al paso del tiempo y la pila no era tan vieja para ser una casualidad.
Armado con la barra de la cortina de ducha sales al pasillo, no será el arma más duradera pero es lo mejor que has podido encontrar. Dejas la puerta de tu habitación abierta, si no hay energía las tarjetas no sirven de nada y tendrías que tirar la puerta en caso de querer volver a por tu equipaje.

El pasillo del hotel no parece haber cambiado tanto, antes ya parecía viejo y algo sucio aunque ahora se ve peor.
Te toca bajar seis pisos de escaleras, en cada piso te asomas para ver prácticamente un calco del pasillo anterior. Largos corredores con diez puertas, todas cerradas y nada ni nadie a la vista.
Así llegas al vestíbulo, las plantas de plástico conservan su color y puedes ver una pila de papeles y basura acumulada en una puerta automática que ya no se abrirá ante la presencia de alguien.
Tras el mostrador de recepción no hay nadie, para ti tan solo hace media hora que hablaste con la cincuentona extremadamente relajada que te dio la tarjeta de la 606.

Bolígrafos, panfletos y caramelos es todo lo que encuentras allí. El ordenador de recepción ahora no es más que un mueble inútil.
Al otro lado del vestíbulo se encuentra el comedor y lógicamente el restaurante y la cocina. En el momento de tu llegada no estaba abierto, se encontraba en esa pausa entre el desayuno y la comida. Aún así la barra era utilizable, ves un par de tazas sobre ella en cuyo interior apenas quedan posos polvorientos de lo que fue café.
En la cocina encuentras una enorme olla sobre la vitrocerámica, dentro hay una masa negruzca que desprende un hedor mezcla de putrefacción y comida quemada.
Aunque te cuesta un par de intentos logras abrir la enorme cámara frigorífica, el olor te golpea como si de un puñetazo se tratase. La carne es una plasta negra donde las bacterias ni siquiera quieren vivir, el pescado se ha descompuesto y la mayoría de lácteos ahora son más sólidos que antes. Nada dentro de la cámara ha sobrevivido al presunto paso del tiempo.
Fuera ves un frasco de garbanzos cocidos, o al menos eso dice la etiqueta porque el contenido está lejos de parecer un alimento. El envase está cerrado, la fecha de caducidad indica finales de 2021.

El ascensor está detenido en esa planta, las puertas están abiertas aunque sin luz da la impresión de que se trata de un foso y no hay nada dentro.
Tu ascenso a la azotea se topa con un inconveniente, la puerta metálica que da acceso al tejado tiene cerradura. Por si fuera poco añadieron una cadena con un candado, se han conservado mejor al no estar a la intemperie y no tienes claro que tu delgada barra de aluminio sea más fuerte y resistente que ambos sistemas de seguridad.

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30/01/2018, 20:35
Toni

Empiezo a barajar cosas tan descabelladas como la abducción pero descarto las disparatas teorías hasta no tener más pruebas para poder deducir que coño ha pasado, pro algo en mi interior me dice a ciencia cierta que nada de todo aquello es normal. Antes de irme atasco la puerta con un lápiz y una silla para asegurarme de que no se cierre de ninguna manera posible pues sería una putada.

El aspecto del mostrador no me sorprende, ni la olla en la cocina suponiendo que parte de mis teorías sean correctas. Me acerco levemente para evaluar si aún tiene rastros de calor la olla al haber restos de comida quemada en su interior. Mucho más alarmado miro el bote de garbanzos, 2021, más de tres años por el evidente esta de lo qué hay dentro, madre mía creía que me estaba volviendo loco.

Después de subir los seis pisos y cagarme en todo al ver la reja vuelvo a la planta baja y empiezo a buscar de todo, agua embotellada, comida en lata, frutos secos o chocolatinas de alguna maquina expendedora, incluso teniendo en cuenta que es un hotel para mascotas tal vez podría haber una pequeña tienda de piensos y sinceramente peores cosas he comido. intentando mantenerme ocupado para no  caer presa del pánico que quiere apoderarse de mi, acaricio a Bret y le rasco encima de la cola para que me haga carantoñas, menos mal que al menos él esta bien. Es la inocencia personificada, desconocedor de los que esta pasando, viendo conmigo a todas partes mientras voy buscando, en un momento dado se me ocurre pasar detrás del mostrador, seguro que hay un manojo de llaves por algún lado, además un mapa de la ciudad y un par de bolis no estarán de más. Compruebo la linea de teléfono fijo aunque sin muchas esperanzas mientras voy buscando si hay algún pequeño cuartucho de mantenimiento de donde poder sacar algunas herramientas.

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31/01/2018, 16:56
Director

Vuelves a la cocina para aprovisionarte de comida y agua, tras varios minutos rebuscando entre productos podridos o deshechos por el aparente paso del tiempo consigues encontrar algunas cosas. La primera es una lata de un kilo de atún, parece mantener el hermetismo aunque eso no te asegure nada. También consigues sardinas y algunos encurtidos en vinagre, descartas aquellos cuyo aspecto no invita a su ingesta.
La despensa está especialmente vacía, incluso antes de descartar toda la comida en mal estado, parece que no servían muchas comidas. Realmente la ocupación no parecía elevada, no viste a ningún otro inquilino antes de que todo se volviese raro.
No encuentras una bolsa, de modo que lo metes todo en un par de delantales y haces un nudo para al menos poder transportarlo hasta obtener algo mejor. Antes de irte acercas tu mano a la olla, frío como el resto del lugar.

Detrás del mostrador de recepción encuentras mapas locales, el problema es que al no ser un hotel turístico al uso apenas menciona algunos lugares de interés. De hecho el plano parece más una caricatura que un mapa en condiciones. Parece que el GPS y Google lo han sustituido, lamentablemente ninguna de esas dos cosas te acompaña en este viaje.
El teléfono, con centralita, no da señal. Era de esperar que ningún operador mantuviese el servicio sin electricidad.

Al fondo ves lo que parece ser un pasillo de servicio, en cuanto entras la decoración se pierde fuera de la vista de los clientes. En un extremo hay una salida de emergencia que seguramente de a la calle, en el otro hay una puerta que intentas abrir sin éxito. A su derecha, apagado como todo, hay un lector de tarjetas ligeramente mejor que el de las habitaciones.
A través de una pequeña ventana situada en la misma puerta observas que se trata de un almacén. Hay más puertas, un da a la sala de calderas a tenor del aviso que hay en la puerta, el resto parece que llevan a los vestuarios y los aseos del personal. Si tienen pienso lo deben guardar cerca, la sala de mantenimiento tampoco debe estar muy lejos si no es la misma que alberga las calderas y demás maquinaría del edificio.
Haya lo que haya no lo sabrás hasta que logres abrir la pesada puerta que separa la zona de servicio del resto del hotel.

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31/01/2018, 23:20
Toni

Fuera lo que fuera lo que había pasado no era reciente, al menos eso me indicaba la ausencia de calor en la olla, almacenaba la comida como buenamente podía mientras le daba vueltas a la cabeza. Todo aquello no tenía ningún puto sentido, esperaba despertarse cuanto antes de aquella pesadilla o que alguien apareciera diciéndole que era una broma de cámara oculta.

Al menos tenía las necesidades básicas cubiertas para un par de días, el agua sería casi más vital que la comida en esos momentos. Más tarde vaciaría mi mochila, siempre viaje con ella en lugar de usar troley, para mi es más cómodo y me permiten pasarlo como equipaje de mano por que se deforma con facilidad y nunca suelo llevarla llena. Me llama la atención la ausencia de bolsas, tal vez un mundo donde no exista el plástico sea mejor pero no a este precio, en fin, algo resignado pero más tranquilo me siento para beber un poco y darle algo de agua en un plato a Bret de momento es un lujo que aún puedo permitirme, no voy a dejarlo tirado él jamás me lo haría a mi.

En ese momento miro mi reloj e intento recordar un detalle, ver si aquel zumbido que me desmayó paró también el reloj al mismo tiempo a la misma hora, de ser así tal vez fuer algún tipo de pulso electromagnético, no me daba mucha más información pero sería algo por donde empezar. El mapa es casi de juguete pero bueno al menos me delimita la ciudad y me marca hitos importantes ya conseguiré alguno mejor en algún quiosco u en otro hotel.

Una vez entró en el área de servicio intento pasar mi tarjeta por el lector de la puerta, se que no hay luz pero tal vez funcione y se abra, de todos modos sino hay luz bastará con abrirse una vez y no se volverán a cerrar o empujar el pestillo con algo. Mmmm veamos, apoyé la garra de cortina contra el suelo y chafe una punta con el talón para ir dándole vueltas y repitiendo el proceso varias veces intentando crear una pequeña punta aplanada con la que accionar el pestillo a través de la rendija de a puerta, esperaba que con un poco de paciencia pudiera abrir aquella maldita puerta y encontrar un juego de llaves del maldito edificio. En estos momentos no llamar la atención y estar encerrado en un sitio con comida y agua era una de mis mejores bazas e iba a prepararme lo mejor que pudiera antes de salir a al calle, quien sabe con que me podía encontrar. 

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01/02/2018, 20:10
Director

El reloj de tu muñeca sigue detenido a las 12:34, la misma hora a la que despertaste y jurarías que la misma en la que perdiste el conocimiento.

Tu tarjeta no tiene efecto alguno en el lector, ni siquiera parece funcionar seguramente debido a la falta de corriente eléctrica.
La barra cede fácilmente a tu presión, al fin y al cabo no deja de ser aluminio hueco y su resistencia es baja. Aunque te lleva más tiempo de lo que esperabas finalmente logras desbloquear la puerta. Ves que tiene barras anti pánico en el interior, eso facilita su apertura cuando decidas regresar.

Una vez dentro de la zona de servicio la decoración se pierde del todo y las habitaciones pasan a ser más funcionales que estéticas.
Hay bastantes estanterías donde se acumula material de oficina, paquetes de folios, diversos folletos y archivadores con registros de años pasados.
Tras una puerta se encuentra la lavandería, hay algunas lavadoras y secadoras industriales y una colección de sabanas y manteles doblados y colocados. Como ya va siendo habitual el polvo cubre todo, en esta sala la humedad es especialmente alta y el olor desagradable.
La sala de calderas está precedida por una pequeña habitación donde se guardan todos los utensilios de mantenimiento. Encuentras multitud de recambios para las llaves de la luz, los lectores de tarjeta y algunos componentes de maquinaria en general. Un enorme armario alberga herramientas de todo tipo, por suerte para ti está abierto de par en par y no tienes que forzar su cerradura.
En una caja dentro del armario encuentras varias tarjetas electrónicas, su aspecto es distinto al de tu habitación pero sin energía tampoco sirven de mucho. Sin embargo a su lado hay tres llaveros con media docena de llaves, quien gestiona el mantenimiento es, o era, ordenado a juzgar por las identificaciones de cada llavero aunque parecía usar su propia nomenclatura. En uno pone azotea, en otro general y en el tercero salas.

Echas un vistazo a la sala de personal, se limita a una mesa con sillas y una televisión y dos vestuarios que terminan en sendos aseos. Las taquillas, poco más de diez por vestuario, están cerradas con llave. Haciendo palanca podrás forzarlas, solo te llevará algo de tiempo y esfuerzo, aunque desconoces cuales están en uso y qué pueden tener dentro.

Finalmente miras la sala de calderas, efectivamente alberga el sistema de calefacción del edificio y el sistema anti incendios. Numeroso tubos y válvulas que no sabes para que sirven pero que apuestas vacíos o llenos de algo poco útil para ti.
Apartados también hay varios cuadros de luces y un armario con los router y demás elementos informáticos.
Para finalizar la sala de maquinas encuentras un grupo electrógeno totalmente agotado.

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01/02/2018, 21:40
Toni

El reloj no aportaba nada nuevo y lo de las tarjetas era de esperar, actos sin sentido movidos tal vez por mis miedos subconscientes intentándome agarrar a un clavo ardiendo. Tras largo rato consigo hacer saltar el pestillo, dejando la barra colocada en el suelo para hacer de tope por si se cerrase accidentalmente, pasando Bret y yo al interior de la zona de mantenimiento.

Me levanto la sudadera y me bajo la capucha para evitar inhalar las toneladas de polvo que inunda el lugar, un ataque de alergia es lo ultimo que necesito en estos momentos. Las herramientas serán una buena baza a tener en cuenta aunque moverlas de momento no tiene sentido pues no tengo ni idea de donde voy a ir o que haré, cojo un destornillados plano y un martillo para poder hace saltar los pestillos de las otras puertas con menos esfuerzos si fuera necesario. Doy gracias al orden de las llaves guardando los tres llaveros en mis bolsillos, aunque me extraña no haber encontrado ni rastro del pienso, tal vez no tuvieran.

Hecho un vistazo a las taquilla, nunca se sabe si dentro podría encontrar algo útil, quizás las llaves de un coche aparcado cerca o alguna pista sobre lo sucedido.Al ver el grupo electrógeno albergo algo de esperanza, empiezo a buscar si tiene un sistema de emergencia o si se le puede volcar combustible, tipo diésel o gasóleo para funcionar de forma autónoma a la red, tal vez al ser un hotel que aceptaban mascotas también funcionase con renovables, eso sería un milagro si conseguía encenderlo y localizar la placas solares. Por ultimo tras intentarlo con el generador decidí subir a la azotea a pesar de que sabía que lo allí iba a ver no me gustaría en absoluto.

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04/02/2018, 12:12
Director

El grupo electrógeno está seco, carece de combustible y ni siquiera tiene energía residual. Desconoces si nunca fue repostado o por el contrario funcionó hasta agotarse. Tiene un deposito no muy grande, solo sirve para emergencias y cortes puntuales.
Se necesitaría gasóleo en grandes cantidades para usarlo como fuente de energía continua.

En las taquillas encuentras de todo, carteras con dinero, tarjetas de crédito y teléfonos móviles cuya utilidad es más que dudosa. Ningún teléfono enciende, son pisapapeles de última generación.
También encuentras comida podrida, una taquilla estaba llena de donuts que ahora no son más que moho.
Lógicamente hay mucha ropa, tanto uniformes como ropa de calle. Abrigos y chaquetas, lo normal en Octubre pese a que desconozcas si estás en las misma estación del año.
Por último hay algunas revistas sobre motociclismo, la fecha indica que fueron publicadas en Agosto y Septiembre del 2018, para ti apenas tienen un par de meses.

No tardas en abrir los candados y cerraduras que conducen a la azotea. Al ser un hotel urbano las vistas son limitadas, pero te basta y te sobra para comprobar la situación en los alrededores.

En la parte trasera, con respecto a la entrada, hay una enorme plaza por la que pasaste de camino al hotel. Antes estaba atestada de gente, había estatuas humanas, vendedores ambulantes e incluso una especie de pequeña manifestación.
También viste un par de furgones policiales y la presencia notable de los cuerpos y fuerzas de seguridad del estado.
Ahora lo más parecido a una persona que puedes ver es una estatua en mitad del lugar.
Las banderas del edificio que gobierna la plaza, otrora ondeantes, ahora están raídas por el viento.

Levantas la mirada buscando mas allá de las cercanías y ves un mar de tejados, antenas y grúas. Un clásico de las grandes ciudades además de algunos rascacielos, al menos en comparación, concentrados en lo que debe ser el distrito financiero.
No hay destrucción, al menos no a gran escala, ni signos de lucha o algo que indique qué puede haber ocurrido.
Desde tu posición no observas ninguna carretera importante ni ninguna calle especialmente transitada por vehículos, aunque por el momento no ves ningún vehículo.

En la azotea te llaman la atención especialmente dos cosas. La primera es el silencio total, algo imposible en mitad de una ciudad con millones de habitantes. La segunda es la calidad del aire, pese a que hay nubes y el sol se oculta por momentos puedes notar como el aire es puro como si en lugar de una enorme urbe estuvieras en mitad del campo.
Hace apenas una hora ambas cosas eran totalmente opuestas a su estado actual, ruido y contaminación dominaban la escena.

La azotea está despejada, no hay paneles solares y gran parte de ella es un antiguo tejado reformado. Su única función aparentemente es albergar los equipos de aire acondicionado.

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05/02/2018, 01:53
Toni

Mientras subo las escaleras pienso que tal vez con gasoleo pueda devolverle la vida al generador, pero ahora mismo no es una de mis prioridades. Cojo un buen abrigo y una braga para el cuello si las hubiera, el estar abrigado es muy importante para mi alergia y salud, aunque bueno por el momento no me voy a ir muy lejos mejor tenerlo todo controlado. Intento encontrar las llaves de algún vehículo entre las pertenencias varias de las taquillas.

De camino a la azotea abro dos habitaciones del primer piso dejando puerta y ventana abiertas para que se aireen y se ventilen bien. Con la cara tapada sacudo el polco de la cama, las cortinas y los estantes yéndome todo lo deprisa que pueda antes de inhalar polvo, esperando que gracias a la corriente se vaya la mayor parte.

La vista en la azotea es desalentadora, sin signos de violencia sin evacuaciones y ni un puñetero coche a simple vista, todo aquello no era normal¿a donde demonios había id todo el mundo?¿cómo y por qué se habían ido?Durante un buen rato busco en el tejados intentando encontrar un edificio con paneles solares mientras me voy situando en el mapa, marcándome varios puntos de referencia para no perderme. Por otro lado intento calcular aproximadamente con mis conocimientos en un ciudad de una polución "normal" cuanto tiempo tardaría la atmósfera en quedar limpia si se detuvieran todos los sistemas, al menos un estimación me serviría para hacerme una idea aproximada del tiempo pasado.

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05/02/2018, 16:21
Director

Entre las pertenencias de las taquillas hay varias llaves de coches, en concreto cinco. El único problema es que solo dos de ellos indican la marca del vehículo y dudas que los mandos funcionen para desbloquear los coches.

Te abrigas, aireas un par de habitaciones y buscas desde la azotea algún tejado con paneles solares. El resultado no es precisamente esperanzador, no ves nada que no sean tejas o azoteas de grava. Si bien es cierto que casi todo lo que te rodea es realmente antiguo, de modo que eso solo indica que de haberlos no están en esta zona.
Aún así, sin ser un experto, recuerdas que la legislación vigente no premiaba precisamente la energía solar en las comunidades. Las probabilidades aumentan en polígonos y edificios de oficinas, algo que no está precisamente cerca de tu posición.

Los dibujos del plano te ayudan a ubicarte a grandes rasgos, aunque no ves la mitad de los edificios y monumentos que se muestran te puedes hacer una idea de donde estás y como llegar a determinados lugares.
Lamentablemente el plano carece de información sobre sitios importantes como hospitales, comisarias o instalaciones militares.

Tus cálculos sobre la pureza del aire con respecto a antes de tu inconsciencia son imposibles, hay muchos factores a tener en cuenta y ningún ejemplo como referencia. Aún así por pura lógica sabes que, en una ciudad grande, si el tráfico de vehículos se detiene y las lluvias y/o corrientes de aire ayudan como mínimo en tres semanas se podría alcanzar este nivel.
Si tuviese industria pesada y metales en suspensión el caso sería distinto, pero el CO2 se disipa con celeridad cuando se deja de emitir.
Sin herramientas de medición te es imposible calcular mejor la pureza del aire.

Cargando editor
05/02/2018, 20:24
Toni

Guardo todas las llaves de los vehículos por si acaso, visto que no he visto apenas coches será una tarea titánica conseguir alguno. Tocaba salir a echar un vistazo así que cogí el martillo más pesado que encontré y algún buen cuchillo de la cocina, no sabía que podía encontrarme fuera.

No había visto nada de lo que buscaba, ni aparentes signos de vida, ni humo, ni luces; saldría a la plaza en busca de los restos de un periódico o alguna pista para averiguar el día en que me encontraba. No sabía cuanto me duraría la comida y poco a poco tenía ir ampliando mi área de influencia para adquirir más recursos. Abrigado y con Bret empezamos a movernos cautelosamente por las calles desiertas.

Al menos en frío y después de darle un poco al coco estimé que unas tres semanas tampoco era tanto.

Cargando editor
06/02/2018, 20:29
Director

Tras agotar las opciones en el hotel decides salir a la calle, al menos tendrás un lugar al que volver.

Las tiendas, numerosas en la zona, están todas cerradas. Sus cierres metálicos están bajados y el contenido de los escaparates descolorido por los efectos del sol. No ves carteles que indiquen un cierre extraordinario, aunque no vivas en esta ciudad sabes que prácticamente abren todos los días y solo cierran en festividades muy concretas. Ningún escaparate está decorado con motivos navideños, de hecho prácticamente tienen el mismo aspecto que cuando pasaste la última vez.

Algo de basura se arremolina por el suelo, el viento hace montones en las esquinas aunque sin aparentemente nadie que genere nuevos desperdicios la cantidad está destinada a decrecer. Coges un periódico gratuito que ha sobrevivido atrapado bajo la puerta de un portal cercano, parece ha sufrido lluvia, frío y calor a juzgar por su aspecto. La fecha de la portada es la misma que la de tu llegada a la ciudad, para ti sigue siendo el periódico del día aunque parezca que haya pasado mucho más tiempo para el ejemplar.

Al llegar a la plaza descubres la extraña sensación de estar en una ciudad grande y escuchar solo tus pasos, cada pisada suena como un trueno en comparación con el silencio sepulcral del lugar. Incluso oyes como se posan las patas de Bret a medida que avanzáis.
En el extremo opuesto de la plaza ves una boca de metro, si realmente no hay energía como parece la red se ha convertido en un laberinto de túneles oscuros.

Avanzas un poco más y encuentras un vehículo situado en una esquina, era imposible verlo desde el hotel. Se trata de una vieja furgoneta de la policía nacional, está sucia como todo y a simple vista parece abandonada.
Intentas abrir la puerta pero está cerrada con llave, en ese momento te fijas en que las cuatro ruedas están deshinchadas. No parece un acto de vandalismo o un accidente, simplemente parece que han ido perdiendo presión por el paso del tiempo.
No eres un experto, pero sabes que un neumático no se queda así en solo unas semanas. Al menos no en condiciones normales.

Sigues sin ver signos de violencia, de pánico o algo que explique qué ha podido ocurrir en tu "ausencia".

Cargando editor
06/02/2018, 20:57
Toni

Aquello seguía descolocándome más y más, tenían que haber sido más de tres semanas por el polvo acumulado además parecía que la gente se hubiera ido por voluntad propia. no había caso, ni destrucción, las tiendas cerradas indicaban que no había sido una estampida sino que la gente se fue ordenadamente cerrando tras de si. El periódico tampoco reflejaba nada nuevo, no es que me sorprendiera tan solo incrementaba mi sorpresa.

El metro era una opción a evitar, túneles sin luz, no gracias; a saber que podría ocultarse ahí abajo pero mi corazón dio un vuelco al ver la furgoneta de la policía. Me dirigí hacia ella a todo correr en el pero de las cosas siempre podría intentar quitarle el combustible para tratar de encender el generador, incluso la batería por no descartar la posibilidad de encontrar un arma con la que sentirme más seguro. Los neumáticos dan más fuerza a mi teoría de que ha pasado "demasiado" tiempo, me agacho y miro detrás de las ruedas, entre ellas y la llanta y bajo la carrocería por si alguien hubiera dejado allí las llaves escondidas o sobre la misma furgoneta sin muchas más opciones rompo la ventanilla del acompañante para entrar en el vehículo y poder buscar en su interior, esperando encontrar algo de utilidad: un arma, un callejero, un mapa, una linterna, un cinturón, unas esposas, las propias llaves o incluso comprobar si la propia radio del vehículo aún emitía señal.

Cargando editor
07/02/2018, 22:01
Director

Las llaves del vehículo no parecen estar escondidas en el mismo, posiblemente se hayan marchado junto con los policías al cargo. Otra cosa es donde están esas personas.
Comienzas a golpear con el martillo la ventanilla y poco a poco se va fracturando, es más resistente que un cristal convencional aunque por suerte para ti no es blindado. Terminas por romperlo y entras, el ruido ha sido considerable aunque sin nadie para oírlo te viene a la cabeza la paradoja del árbol cayendo en el bosque.

Dentro de la furgoneta de la policía encuentras algunas cosas útiles, aunque nada de lo que realmente te podría solucionar la vida. No hay armas, no te hace falta abrir la caja de seguridad porque se ve claramente que está vacía.
En la parte trasera hay conos y triángulos de señalización, seguramente a eso se limitaba su actividad en vista del lugar asignado.
Logras encontrar un par de linternas, no funcionan, las pilas se han sulfatado y se han llevado consigo parte de los contactos. Otra señal de que el tiempo ha pasado considerablemente.

No hay esposas pero encuentras bridas de retención, no son reutilizables pero pueden tener el mismo uso.
La radio del vehículo no funciona, igual ocurre con todos los elementos electrónicos como el lector de matriculas o las cámaras. Apuestas por la batería, aunque sin las llaves no puedes arrancar el motor ni activar el contacto para usar el equipamiento.
Ni rastro de callejero, el GPS ahora parece más que suficiente para compensar las dudas de los agentes sobre su área de trabajo.

Cargando editor
07/02/2018, 22:53
Toni

Rebusco en la guantera para ver si encuentro algo mapa o plano más detallado tras guardar las bridas, me serían útiles para mil y una cosa. Las pilas sulfatadas eran otra pista del tiempo pasado, eso ya me daba una mejor idea del tiempo transcurrido y más en una ciudad interior sin una gran humedad de per se.

Accioné la palanca para abrir el capo, sacar la batería era un momento probaría de hacer un experimento en el hotel, intenté acceder a la parte trasera donde seguro que habría un maletín con un qucik-starter o sino unos cables de batería. Volví con Bret al hotel para dejar la batería, los cables y las dos linternas con tiempo intentaría limpiarlas por si encontraba pilas por alguna parte. Antes de volver a salir a la calle le añadí agua de la que no podía beber a la batería para que empezara a reaccionar con el ácido sulfúrico de dentro generando así carga, la dejaría toda la noche y por la mañana probaría de conectarla al grupo electrógeno con las pinzas de batería a ver si podía resucitar el sistema de emergencia del grupo.

Salí de nuevo para aprovechar las horas de luz, en la misma dirección, llevé conmigo un bolígrafo y papel para ir improvisando un pequeño mapa, tomando anotaciones de las calles y de las cuestiones interesantes con las que pudiera tropezarme.

Cargando editor
08/02/2018, 21:30
Director

En la guantera encuentras documentación, no solo del vehículo, manuales de los distintos equipos y unas llaves que no sabes a que pertenecen pero no son de la furgoneta.
Logras extraer la batería y la dejas en el hotel, igual haces con las linternas con la esperanza de recuperarlas.

Tu exploración por el centro de la ciudad te asemeja a cualquier descubridor en su primera visita a las ruinas de una civilización desaparecida. Si bien los edificios se conservan mejor que las ruinas, aunque en esta zona no son precisamente modernos, está claro que a falta de encontrar otro superviviente es el decorado el encargado de contar lo que ha ocurrido.

Encuentras una vieja moto encadenada a una farola, carece de ruedas y el asiento está resquebrajado por las inclemencias del tiempo. Apuestas a que ya estaba así antes del suceso.

Las tiendas se reparten por las calles principales, cualquier callejón carece de establecimientos y de hecho sus bajos también son viviendas. Te detienes frente al escaparate de una de esas tiendas, venden objetos de colección pero lo que llama tu atención son las espadas y armaduras medievales, muy de la historia del país, mezclada con espadas orientales y todo tipo de souvenirs a cual menos relacionado con la cultura nacional.
Al igual que el resto de tiendas se encargaron de cerrar con llave la puerta y usar todos los sistemas de seguridad pertinentes, la alarma poco hará sin energía pero la reja metálica bloquea el acceso por la puerta y el escaparate.

Puestos de comida varios, muchas tiendas de ropa, bares y restaurantes para todo tipo de turistas; no falta de nada aunque todo esté igual. Ves una especie de tienda de comestibles cuyo cartel reza que abren veinticuatro horas al día y siete días a la semana, está cerrado e irónicamente la misma sentencia está pintada en el cierre metálico.

Descubres muchas callejuelas y una vía principal que se extiende en ambas direcciones hasta donde lleva tu vista.
Ni rastro de personas, ni siquiera ves animales como palomas o ratas. Lo que si observas es como en algunos puntos la naturaleza se ha abierto camino, algunos árboles han comenzado a levantar el suelo e incluso el asfalto. Igual ocurre con sus ramas, sin una poda regular se extienden y chocan con los edificios cercanos doblándose para continuar su crecimiento.

En tu caminata ves varios accesos al metro, la mayoría están cerrados y aquellos que permanecen abiertos solo albergan oscuridad. Igual ocurre con algunas galerías de tiendas pese a ser de día, sin electricidad ni luz natural solo son agujeros negros en la ciudad.

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08/02/2018, 21:59
Toni

Supuse que las llaves deberían ser de la central pero había pocas opciones para encajarlas en el cerrojo adecuado, de todos modos no perdía nada por tenerlas controladas en el hotel, donde buscaría un bidón vaco y trozo de manguera para intentar recuperar el combustible del vehículo y la vieja moto. Allí podría hacer un par de pruebas por si alguna de ellas era una llave maestra, junto con los manuales de instrucciones a lo mejor con el tiempo y un vistazo a fondo lograba poder sacar las pilas o aprovechar alguno de ellos para piezas o repuestos.

Poco a poco y con calma mientras la luz lo permitía iba haciendo un precario mapa, anotando nombres de calle junto con edificios y locales representativos.La tienda medieval me llama la atención pero se de buena tinta que la mayoría de ellas no aguantará dos golpes seguidos sin partirse, agradecí mis años de aikido y el haber entrenado con una katana de verdad. Sin mucha esperanza entre buscando un gambeson, que además de protegerme me abrigaría, y para ver si de entre todo aquel souvenir había ni que fuera una hoja decente. Visto el cierre intentaría entrar por detrás por el callejón o forzar el pestillo a base de martillo y destornillador.

La ausencia de animales y el asfalto reventado por las raíces ya indica el paso de años sin ningún atisbo de duda, empece a mirar si alguno de los grande comercios o grandes almacenes tenían sistema de placas solares. Una de mis prioridades sería antes de volver conseguir algo de ropa termina en alguna de las tiendas de deportes o de ropa y tal vez ubicar una farmacia para conseguir pastillas para la alergia por si acaso. Con todo aquello en mente dudaba que hoy pudiera dormir mucho, al menos por la noche podría ver si alguien había hecho algún fuego para calentarse, luz en algún lugar, ruidos o algo que me indicase que no era el único supervisor en la maldita faz de la tierra.

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09/02/2018, 21:56
Director

Te lleva un buen rato pero finalmente la cerradura del cierre cede a tus golpes, lógicamente no fue diseñado pensando en que un ladrón se pondría a destruirlo en mitad de la calle. Si hay alguien cerca debería haber oído los golpes, si hay alguien.
Dentro de la tienda solo hay objetos de colección de dudosa utilidad práctica, incluso la llamativa armadura completa del escaparate es de aleación de aluminio y no es viable llevarla puesta.
Espadas míticas, espadas de películas, imitaciones de baja calidad. Exceptuando la del escaparate no hay más armaduras ni parecidos, no parece interesar a los turistas.
Al menos obtienes una replica del cuchillo de Rambo, con un buen afilado servirá hasta encontrar algo mejor.

Durante el camino de vuelta encuentras una tienda de deporte, viendo los precios te alegra no tener que pagar nada.
Sudaderas de cien euros, está claro que tenían que amortizar el precio del suelo. Te haces con algo de ropa de abrigo, los colores son muy llamativos pero la moda es lo último que importa.

Tu tercer saqueo se produce en una farmacia, vas directo a por las pastillas ya que ahora no necesitas mucho más. Aún así apuntas la ubicación de la farmacia en caso de necesitar algo más.

El tubo flexible de la ducha te sirve a falta de encontrar una manguera en condiciones, igual ocurre con las garrafas que suplen al bidón que no logras encontrar en el hotel.
Al abrir el deposito del coche te llega un hedor, parte de la gasolina se ha evaporado formando gas en el depósito. Habrá perdido propiedades pero seguirá sirviendo, llenas las garrafas y las dejas en el hotel.
Con la moto no hay la misma suerte, el depósito está vacío y probablemente esta vez no ha sido por evaporación.

Sigues sin ver placas solares, en caso de estar en las azoteas necesitarías un punto mucho mas alto para divisarlas pero casi ningún edificio de la zona supera la azotea del hotel, realmente todos son relativamente bajos.

La noche cae y oteas la ciudad buscando una luz en mitad de la oscuridad, algo que indique la presencia de más gente. En lugar de eso observas un fenómeno en el cielo, ves algo parecido al efecto de las auroras boreales pero a mucha más velocidad. Son como destellos de colores moviéndose de este a oeste, lineas kilométricas si tu perspectiva no te falla, se repiten irregularmente durante unos minutos y a veces pasan muy seguido.
Tras media hora no se repiten, lo único que ilumina la ciudad es la débil luz de la luna camino del cuarto creciente.

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09/02/2018, 22:51
Toni

Sin mucho animo ceno y doy algo de pienso a Bret, por primera vez la soledad de la noche hace mella en mi siendo plenamente consciente de que ha pasado largo tiempo, no se que le ha pasado a mi pareja ni a mi familia pero esas extrañas auroras me hacen pensar que sea lo que sea lo que ha pasado ha afectado al planeta entero. La aurora boreal era un efecto relacionado con la ionización de las altas capas de la atmósfera, diferencias de presión por el alto grado de diferencial de corrientes frías y calidas, doy por sentada mi teoría del pulso electromagnético pero debe haber sido algo muy bestia para afectar al planeta entero. Tal vez no estábamos solos en este universo, sea lo que sea a mi y a Bret os afectó de otro modo, algo impidió que cerrásemos todo y nos marchásemos con los demás a donde quisiera que hubieran ido.

Viendo eso en la atmósfera no me extraña que este todo frito y que nada funcione muy posiblemente ahora mismo estamos expuesto a altas dosis de radiación de ser así Bret será el único superviviente en el planeta dentro de poco, empezaré a vigilar mi orina en busca de cambios u oscurecimiento por un incremento de los iones en orina, claro síntoma de la radiación. Tomaré nota de ello para investigar en la farmacia por si encontrase algunas pastillas o algún kit rápido para medir estas cosas, seguro que leyendo las instrucciones puedo aplicar el principio activo de alguno a lo que necesito, aunque claro tampoco tengo manera de saber si el medicamento está caducado o no, aunque será fácil de saber si los antihistamíniscos me hacen efecto o no.

Aunque había conseguido un poco de todo cuanto necesitaba me fui a descansar, mañana sería un día duro quería alejarme lo máximo posible para ampliar el radio de búsqueda de paneles solares, no tenía sentido establecerme sin tener un cuartel en condiciones. Un sitio con un mínimo de energía donde poder guardar comida, tener una nevera, tal vez agua caliente y un sitio donde encender fuego, establecerme ahora aquí en el hotel sería realizar un trabajo innecesario. Al menos tenía un buen cuchillo, herramientas, ropa de abrigo, mis medicinas y algo de comida, suficiente por el momento pero no a largo plazo y visto que no había animales tampoco podría cazar.

Me ocupé de apilar cuantos muebles pude tras las puertas de cristal de la entrada del hotel, al fin y al cabo podía entrar y salir por atrás usando las llaves, prefería condenar ese acceso en pos de la seguridad. Consulté el mapa turístico buscando un edificio alto queme permitiera ver gran parte de la ciudad, si me era posible intentaría conseguir unos prismáticos o un catalejo en alguna de las tiendas antes de ponerme en marcha mañana.