Partida Rol por web

Por unos instantes Samuel al escuchar esos golpes tan agresivos a la puerta y dada la situación que le estaba planteando el chico, el hombre soltó por unos momentos a Jerry.

- Sujétalo Destiny, voy a ver si puedo mover uno de esos contenedores.

Dijo apurado, yendo a uno de esos contenedores para ver si con suerte podía moverlo delante de la puerta que golpeaban, si tenían ruedas luego las intentaría bloquear para dejar estático el objeto.

- Sea lo que sea el que esté ahí afuera no quiero cruzarme con él en este preciso instante si es que muerde..

Sin problema mueves el contenedor mas grande, donde Jerry se había escondido, y bloqueas las ruedas para ejerzan algo de presión. Sabes que no será un gran bloqueo si alguien intenta abrir la puerta pero le costará y además hará ruido si lo arrastra.

Jerry se miraba la herida como sangraba y con una de las manos ahora libres se intentaba parar la hemorragia. Temblaba de miedo y os miraba con ojos de corderito degollado, implorando ayuda.

— Sus ojos... las pupilas... estaba loco... drogado — seguía musitando.

El tiempo pareció detenerse en cuanto la cabeza de aquél hombre estalló en mil pedazos como si de una sandía se tratase.

Roland abrió los ojos como platos, había visto en Irak impactos de balas en cráneos, pero nada se parecía a aquél espectáculo.

-¡¡¡Oooowww!!! ¡¿Viste eso, Ronnie? Te lo dije, nunca me equivoco. Juuuuuujuu, van a tener que pintar el local de vuelta...-

Roland estaba estupefacto, ver aquella muerte le hizo revivir recuerdos de Irak, traumas que trataba de enterrar.

-Lo mate... mate a esa persona.- Ronald cayó de rodillas al suelo mientras Bobby iba corriendo en su dirección.

-Levántate, Ronnie.-

-¡No, Charlie! ¿No entiendes? Nada ha cambiado, voy a ir al infierno, joder.- Ronald lloraba, era la primera vez en mucho tiempo que lo hacía. Su ritmo cardíaco estaba elevadísimo, parecía que el corazón iba a explotarle en cualquier segundo.

-Que te levantes, Ronnie, ¿Has salvado a tu perro o no? Esa es una gran escusa para hacer el mal.- Charlie estaba metiéndose en la cabeza con cinismo.

-Bobby... mi querido bobby... ¿Una escusa para hacer el mal? Yo...- El pecho de Ronald bajaba y subía velozmente, se estaba hiperventilando. -...yo... no quiero hacer el mal, Charlie, ¿Por qué las cosas siempre terminan así?-

De rodillas en el suelo, la pistola que empuñaba comenzó a acercase a su cabeza, hasta que el cañón tocó su cien, parecía que iba a suicidarse.

-Oh, Ronnie... ¿Estás hecho un verdadero desastre, no es así compañero?- Preguntó Charlie, no era para menos, aquella noche había sido especialmente estresante para Ronald con todo lo que vivió.

Entonces el grito de Allison pidiendo socorro lo devolvió a la realidad. Quería moverse pero sus piernas no le respondían, Ronald estaba totalmente abatido, no podía ayudarse ni a sí mismo.

-Allison... Yo... no puedo.- Dijo y volvió a llevarse el cañón a su cien.

-Oh, Ronnie, mi pobre Ronnie... nadie tendría que sufrir así. ¿Sabes? Yo podría ayudarte si quisieras, si que si... tu solo descansa un rato, y deja que yo me ocupe de todo. ¿Hmm?- Ronald lo sopesó, quería huir de allí, de todo ese caos, quería estar en su rancho bebiendo una cerveza mientas miraba las estrellas, quería paz, pero si no podía tenerla, ¿Podría encontrarla en el fondo de su subconsciente? Era tentador, tanto como para dejar a Charlie a sus anchas a pesar del peligro enorme que eso significaba.

-Tienes que prometerme algo antes, Charlie...-  Y Ronald terminó la frase en su mente.

-¿Eso quieres, Ronnie?- Lo que Ronald le pedía iba contra su naturaleza, pero era eso o volver al fondo del inconsciente. -Grr... Está bien, tú ganas, tienes mi palabra.- Dijo y nada más hacerlo, el ritmo cardíaco elevado, la respiración agitada, el miedo y el estrés que padecía Ronald se esfumaron sin dejar ningún rastro.

Se puso de pie, encendió un cigarrillo e hizo una profunda pitada mientras Bobby se ponía a su lado.

¡LIBRE, LIBRE AL FIN!

Charlie se secó las mejillas mojadas por las lágrimas de Ronald. Estás hecho todo un marica, compañero. Luego, se quitó el sombrero texano que llevaba puesto en la cabeza y lo tiró en aquél callejón, ese no era su estilo.

-Vamos, perro.- Le dijo a Bobby. -Nos movemos hacía donde estaba la zorra esa de la doctora.- Y se dirigió en dirección a por dónde escuchó el ruido de socorro de Allison, motivado no por la intención de ayudar, sino por la de acercarse hacia donde estaba el caos e impartir una satisfactoria dosis de violencia.

-Joder pero que coño esta pasando- chillo Kate cuando oyó aquellos claros disparos, su pánico comenzaba también a aumentar, joder la cosa parece cada vez mas seria, quizás debería recoger mis cosas e irme una temporada a la grande de pa.- Oye parece que el mundo esta loco, vamos a encontrar ese bolso y yo me marchare, no me apetece seguir aquí.  Además, casi mejor que no este cuando llegue la policía, por si acaso. Kate palmeo de manera instintiva su bolso Si aquí sigue el problema.

                Venga vamos a seguir buscando dijo acercándose hacia la ultima puerta de donde provenían aquellos ruidos.

-Ya, sí, está resultando un verano movidito. -El bolso, sí, pero es que no lo veo. Los ganchos estaban en la otra habitación, pero ni rastro de ese bolso.

-Oye, y si Carla se has despistado y no lo dejó aquí. A veces, dejas las cosas en un sitio, te crees que están en otro...O ella con el mareo...Ya sabes. -De todas formas miré aquí y allá, a ver si dábamos con él. Miré un momentito a la chica.

-¿Te marchas antes de que venga el sheriff? -tenía que lanzarme un poco- Tengo coche, si quieres te acompaño. Te acompaño y ya , no pienses otra cosa, eh. Es que no es plan que andes por ahí, en el bus. 

Por otro lado, quien fuese, nos daba esquinazo. Ahora se había escondido en la otra habitación. ¿No sería que había robado el bolso? Qué tontería...¿no? En fin, avancé hacia esa sala...

-Oyeee...que solo queremos el bolso, ¿por qué te ocultas de nosotros? Mira, dime si está ahí, me lo pasas y ya está, ¿vale?

Echasteis un vistazo por aquella puerta entreabierta, la habitación estaba sin ninguna luz, pero el brillo de varios monitores generaba una especie de iluminación intermitente.

Había varios televisores y un gran panel donde se podía ver en tiempo real varias cámaras de seguridad repartidas por todo aquel local.

Justo delante de los paneles había una gran silla de oficina, y sentado podíais ver una figura, al parecer llevaba puesto unos cascos. Parecía respirar de manera agitada e incluso jadeaba de vez en cuando, sus movimientos eran muy extraños.

No parecía escuchar nada de lo que decíais o simplemente no reaccionaba a aquello.

Tenía las pupilas completamente dilatadas y la expresión era terrible. Esa chica estaba muerta, pero su cuerpo seguía moviéndose con hambre de carne humana. El agarre era fuerte, pétreo e inamovible y de un pequeño movimiento ecléctico había avanzando suficiente como para morderte la pierna.

Empujaste, pataleaste, hiciste fuerza, pero no podías combatir con aquella fuerza.

Cerraste los ojos para lo inevitable que estaba a punto de suceder.

— Cameron — escuchaste la voz de House — Tienes que moverte o vas a estar en muchos problemas.

Te diste por vencida, negaste para ti, no tenías fuerzas.

— ¿Qué tengo que hacer para que te muevas, para que vuelvas conmigo?

Dudas, desesperanza.

— Allison, quiero que vuelvas, conmigo.

House cojeó un poco y aún lejos de ti, alargó el brazo que sostenía su bastón y te lo tendió.

— ¡Muevete!

Te liberaste del duro agarro de aquella chica, seguramente con alguna marca o moratón a causa de la fuerza que había ejercido. Pero aquello no había acabado, aquella adolescente tendida en el suelo empezaba a levantarse de una manera muy extraña, pero su cabeza se había mantenido fija mirándote, como que no quería perder su objetivo.

Mi corazón latía con fuerza y más aún con House en mi cabeza. ¿Realmente me decía eso? ¿Quería que volviésemos o me estaba volviendo loca? Al menos me había soltado de aquella cosa y ahora solo podía hacer una cosa. Correr y más aún cuando la vi mirarme y levantarse de aquella manera tan horrenda.

Y me di la vuelta y salí corriendo hacia donde sabía que había ido Ronald. Hacia donde habían sonado los disparos y esperaba que aquella cosa no me diese alcance...

Te subiste a tu camioneta, esa vez Bobby optó por subirse en el asiento de copiloto, apenas pudo salvar el escalón con ciertas dificultades, parecía que le habían propinado unos buenos golpes, pero sobreviviría.

Encendiste el motor y las luces.

Un viejo habito, siempre aparcabas en dirección a la salida, por si tuvieras que salir corriendo de algún lugar, era una práctica típica en los marines y todos los vehículos que usaban.

Había poca luz pero pudiste ver, siguiendo los gritos de Allison, como corría medio tropezándose, al parecer huía de una muchacha, Blue que te encontraste al llegar aquella tarde, aquella niña que te vaciló junto a sus amigas.

Pero ahora parecía otra cosa, su brazo derecho estaba torcido e inclinado hacia atrás en una postura perfecta. Y sus piernas tenían unos ángulos imposibles, con una de sus rodillas para adentró. Se movía de manera ecléctica, medio cojeando y arrastrando las piernas en pos de Allison.

-Mira nomás... Si es esa pendeja de mierda a la que Ronald puso en su lugar hoy.- Musitó Charlie al reconocer a la joven que parecía moverse cojeando siguiendo a Allison.

Escupió un gargajo por la ventanilla de la camioneta y apretó el acelerador mientras sostenía una sonrisa de placer en su rostro.

El ronroneo de aquél viejo motor 3.6 V6 regulando le parecía música para sus oídos. ¡El verdadero poder americano, nena!

Bobby optó por subir al asiento del copiloto a trompicones, parecía que había recibido unos buenos golpes pero lo aguantaba bien.

-Mira, nomás...- Musitó Charlie cuando reconoció a la joven que antes se había burlado del vaquero y su perro al llegar al establecimiento, parecía cojear persiguiendo a Allison. -...si es esa pendeja de mierda a la que Ronald puso en su lugar hoy temprano.- Dijo y escupió un gargajo por la ventanilla de la camioneta.

Una sonrisa de placer se dibujaba de punta a punta en su rostro, ya estaba saboreando lo que estaba a punto de suceder en aquél parquing vacío.

Apretó el acelerador hasta el fondo.

Allison corría por su vida. Aquel cadáver de la chica adolescente empezó a levantarse, tenía una pierna completamente destrozada que apoyaba de una manera terrible con el tobillo completamente torcido y la rodilla metida para adentro, con la otra pierna daba pasos rápidos como si el dolor no importase. 

La visión era terrible.

De repente se encendieron dos focos deslumbrando a la doctora y aquel ser no-muerto.

El sonido de un motor y ruedas chirriando en el asfalto de aquel vacío parking.

Luego un sonido contundente de un impacto, a continuación otro par de sonidos extraños, al pasar la camioneta por encima de aquel cuerpo.

Blue Hobson que había venido al Bowling Paradise para esperar a su novio e irse a la casa de sus padres a pasar una noche loca, estaba ahora mismo destrozada bajo las ruedas de una vieja camioneta.