Partida Rol por web

Joder grito Kate cuando sus pies resbalaron sobre aquel aceite, parecía que el destinó la había negado la suerte. Se maldecio por dentro por haber recogido salir por aquélla puerta, aúnque los disparos que provenían del otro lado del aparcamiento tampoco presagiaban nada bueno. Estuvo tentada de volver al interior del edificio, su cabeza giro hacia atrás dubitativamente.

Vamos venga aún Podemos hacerlo ánimo a Paul y se preparó para seguir corriendo 

No se podía ser más torpe. Me sentía carne de cañón para los infectados. Un idiota que engrosaría sus filas. ¿Cómo no había visto la mancha de sangre? Y Kate tampoco...Oh, dios mío…

El corazón me latía a mil. Tan fuerte que casi no oigo los disparos del otro grupo. Revólveres y escopeta pude identificar. ¿Lo lograrían? 

¿Y nosotros dos? 

Miré a Kate. De forma intensa, con miedo, con esperanza. Con desesperación. Notaba las llaves del coche en mi bolsillo. Respiré hondo, sujeté con fuerza el cuchillo y la barra de hierro, tanta, que los nudillos se pusieron blancos.
-Podemos...lo lograremos. 

Y, junto con ella, eché a correr hacia el vehículo, a ver si mi entrenamiento me servía. Correr, esquivar. Golpear con la barra si no quedaba otra.

- ¡Sam! - Reconoció agradecida a quien le ayudaba, mientras oía disparos fuera. - Vale, vale. - Asintió nerviosa tras su caída y la presión de cómo todo se les venía encima, que el sonido de las balas no aliviaban teniendo presentes mil ejemplos de películas de zombies en los que la munición se acababa antes que los no muertos. Ni siquiera tenían más armas... Pero ella había estado preparando algunas, así que siguiendo la indicación de Sam de esperar, Destiny fue a coger un par de los cócteles molotov que había estado preparando antes, quedando atenta de que la avisaran para salir y unirse a los demás en el parking. 

Se escucharon varios disparos mas.

Ronald -o mas bien su alter ego, Charlie- cumplió finalmente parte de su promesa, mantuvo a salvo a Allison y a su hijo, mató al malnacido de Michael, pero no pudo proteger al pobre Bobby. La falta de medicación, el estrés y su convicción por el deber auto impuesto, lo llevaron a hasta el punto de volarse los sesos.

Allison que venía al rebufo de Ronald no pudo hacer mas que presenciar aquella grotesca escena. Pero no pudo demorarse demasiado pues los zombies se cernían sobre ella, atraídos por la acción que acababa de ocurrir, así que rápidamente consiguió las llaves del coche y se encerró dentro.

Samuel que venía corriendo, tras ayudar a Destiny, se quedó a medio camino y también pudo presenciar todo lo ocurrido. Ahora se encontraba en un termino medio: seguramente le daba tiempo de subirse al coche con Allison antes de que los zombies rodeasen por completo el coche, pero tenía que valorar todas las opciones.

Destiny, que se quedó algo rezagada, fue a buscar aquellos cocktails Molotov que habían improvisado y se quedó en la puerta de la salida de emergencias, preparada para actuar.

Kate y Paul decidieron salir corriendo hacia el coche y casi lo consiguen, empezaron a esquivar varios de aquellos seres que se lanzaban como si fuera una partida de rugby. Por desgracia cuando se dieron cuenta estaban rodeados de varios de ellos y separados entre sí. Paul había corrido algo mas y tenía vía libre hacia su coche, pero Kate estaba rodeada de varios.

Sam vio como Ronald se volaba los sesos bastante estupefacto, pero no teniendo demasiado tiempo para pensar decidió intentar entrar en el 4x4 con la Doctora Allison viendo que la horda se cernía sobre ellos. Se metió en la parte de atrás.

- ¡Doctora! Destiny está en la puerta de emergencia. Si arranca el coche vaya allí, yo le abriré la puerta y nos largamos. Sam volvía a tener la adrenalina a flor de piel, le apenaba un poco la muerte del vaquero, pero debía preocuparse de salvar a los que aún estaban vivos.

-¡Corre, Kate, corre! -y corrieron, evitamos a los infectados, uno se agarró a mi ropa, tironeé y mi libre, me sacudí sus zarpas de encima. A otro le golpeé con la barra en la cabeza.

Pero corrí, todo lo que pude sin mirar atrás. Lo conseguíamos. Claro.

-¡Ya está ahí el coche, unos metros! ¡Vamos, Kate! -fue cuando me giré. Y la vi. Rodeada. Es ese segundo en que sabes quien eres. Un cobarde, un valiente o un idiota que va a morir. Ese segundo de indecisión, de ojos espantados, del horror de que la chica no lo conseguiría. Una chica más, ¿qué me importaba? No la conocía de nada. Las circunstancias de una cita en la peor noche de mi vida. Ese segundo en el que estalla todo en tu cabeza. 

Las opciones y decisiones de mis personajes de cómics ahora las tenía que tomar yo. Un segundo, o menos, en el que decide tu cuerpo y no tu mente. El miedo me arrastraba a salvarme. 

Y no tengo idea del porqué, retrocedí, corriendo y aullando, enarbolando la barra de hierro. -¡Atrás, atrás, hijos de puta! ¡Corre, Kate! ¡Dame la mano! -si podía agarraría a la joven de la muñeca para sacarla de allí y deprisa hacia el coche.

Fui el idiota que iba a morir. O quizás no. 

Metí la llave en la cerradura y el motor arrancó a la primera. Me dolía el pecho por la muerte de Ronald, de Charlie y de Bobby, pero el momento de llorarles tardaría en llegar. Pisé a fondo, con Sam subido en el 4x4 y en nada llegué a la entrada donde Destiny nos esperaba.

- Vamos, deprisa. - Les dije a ambos. No teníamos tiempo que perder. Aquel trasto nos sacaría de allí incluso por el campo y evitar las ciudades era lo mejor, al menos por ahora.

El motor sonaba muy bien, se notaba que aquel cabrón de Michael lo tenía bien cuidado. Mi corazón latía con fuerza y tenía ganas de llorar, pero las aguanté como pude. Teníamos que salir de allí, tenía que volver a casa y con eso me refería a New Jersey, de donde no debí salir nunca.

Consiguió recoger unas botellas y se subió en la parte de atrás del coche, de acuerdo a las indicaciones de sus compañeros cuando los oyó. - ¡Jesús! ¡Menos mal, gracias! - Agradeció el rescate de la médico y el mecánico. Se preguntó por aquellos que faltaban, pero aquello no la impidió entrar de inmediato y ponerse el cinturón. No iba a perder la oportunidad de largarse de allí, aunque, ¿Qué sería de los demás? ¿Y de ellos, para empezar? ¿Y del mundo? - ¿A dónde vamos? - Preguntó la joven agitada, mirando por la ventanilla. - ¿Esto puede ayudar? - Pregunta sobre las botellas que carga con los brazos a los lados. Casi esperaba a Charlie para explicarle el próximo plan. 

Kate corrió a izquierda, luego a derecha, miro hacia a todos los lados, sus ojos buscaban una ruta de escape, pero no la había. Una montaña de cuerpos revividos se alzaba a su alrededor, cerrando poco a poco un círculo mortal. Sus ojos se abrieron presa del pánico, no había escapatoria posible, pero el pánico la hizo seguir adelante, buscar una manera de huir de la aquella jauría que buscaba desesperada su carne.

Giro para evitar un mordisco, noto como una mano trataba de agarrar su piel, giro a un lado y a otro, se agacho y de repente vio el hueco por el que escapar, clavo los pies en el suelo y corrio por ese hueco para huir. Paul, el bueno de Paul, se habia girado para ayudarla cuando el estaba casi salvado, y ahora estaba otra vez en peligro, no, no podia permitirlo, tenia que ayudarle, Kate podia ser dura, la vida le podia haber tratado mal, pero en el fondo tenia buena pasta, de esa pasta que te hace girarte y tratar de ayudar, se paro en medio de su huida, tenia que ayudarle.

La canción de Elvis Crespo terminó y con eso tomaron protagonistas otros ruidos en el parking.

Un gran estruendo de un motor potente sacudió el aire, pues aquel impresionante cochazo de Michael fue encendido, pero esta vez sus integrantes eran distintos: Allison y Samuel. El camino estaba despejado y Allison avanzó rapidamente, hacia la esquina para recoger a Destiny. Ahora estaban los tres en el coche.

Mirando por el retrovisor podíais ver como aquellos monstruos se acercaban a toda prisa y sin ningún tipo de miedo hacia el coche. No sentían dolor, les daba igual todo, solo querían comer y harían lo posible para conseguirlo. No había muchas opciones pues había poco espacio para maniobrar.

Paul y Kate casi estuvieron a punto de ser atrapados por los zombies. Un buen subidón de adrenalina de Kate consiguió poder zafarse de aquellos zombies que la querían apresar, se consiguió contorsionar de tal manera que pudo esquivar a la mayoría. Seguramente fue también gracias a Paul que decidió dar marcha atrás y volver en su ayuda, éste no fue demasiado ágil y recibió un par de desgarrones de aquellos seres que trataban de coger a su presa de cualquier manera.

Al final los dos consiguieron escapar cual novios a la fuga y meterse en el pequeño coche rojo de Paul. Los nervios estaban a flor de piel y a Paul se le resistió unos instantes acertar a poner la llave en el contacto. El rugido del motor quedó totalmente en segundo plano comparado con el 4x4.

De la misma manera, los zombies le siguieron los pasos y estaban y avalanzándose sobre ellos.

Cuando detuve el coche para recoger a la chica, me cambié de asiento corriendo.

- ¡Sam! ¡Conduce tú! ¡Este trasto es demasiado para mí! - Le exclamé al verle salir para ayudar a Destiny a subir.

Y es que yo tenía una mierda de coche japonés, como dijo Charlie, pero sencillo. Aquel coche tenía demasiadas palancas que no sabía para que eran la mitad de ellas y seguramente me pasaría una eternidad buscando la marcha atrás en aquel 4x4.

Sentada de copitolo me puse el cinturón de seguridad y apreté mis manos con fuerza. No era creyente pero empecé a rezar, porque si los muertos podían alzarse de nuevo, no era ninguna tontería que existiese un Dios Todopoderoso que disfrutaba con nuestro sufrimiento.

No se cómo lo conseguimos. Kate me ayudó a mí, yo a ella, muy torpe por mi parte, los nervios me traicionaron y cerca estuve de que me atrapasen aquellas criaturas de pesadilla. La verdad es que me miré aquí y allá, un poco frenético, por si tenía mordeduras o esos desgarrones alcanzaron mi piel. Pero no, estaba limpio. 

-Gracias, Kate...

Un suspiro de alivio algo fuerte se escapó de mis pulmones cuando el coche arrancó - Por un momento temí que sucediese como en las pelis, ya sabes, el vehículo no arranca...-dije, en plan broma, para descargar nervios. 

El rugido del motor se confundió con el griterío, balbuceos y gruñidos de la horda de infectados que se nos echaban encima. También me pareció escuchar otro motor, más potente, los chicos del otro grupo...Lo habían conseguido, ¿todos? Quien sabe...

Me centré en la conducción, primera, giro a la izquierda, segunda acelerando y de nuevo a la izquierda para tomar la salida del parking y escapar de este horror.

Desde la parte de atrás del 4x4 Sam pasó al asiento de piloto que le dejó Allison, como el vehículo era espacioso por dentro no debía tener problemas.

Ya una vez ahí se puso el cinturón rápidamente para arrancar ese monstruo marcha atrás. - ¡Agarraos! exclamó Samuel mientras miraba hacia atrás mientras cambiaba las marchas para dar marcha atrás y pisar a fondo.

Destiny se encogía lo más al centro del coche que podía, aun sin quitarse el cinturón. No se atrevía a girarse para verlos, pero podía oírlos. Abrió su mochila y buscó su mechero. No sabía muy bien qué iba a hacer con eso de todas formas, estando los zombis detrás de ellos no iba a prender nada todavía por que estaría bloqueando su propia salida, pero si podía surgir alguna oportunidad en la los cócteles fueran de alguna ayuda, mejor estar preparada, podría ser ahora o nunca. Tras coger su mechero, rápidamente estiró un brazo para cogerse al agarrador del coche.

Kate gritaba de alegría y euforia dentro del coche, un grito que dejaba salir todo el miedo y el pánico acumulado durante la noche, un grito de alguien que hacia pocos segundos se había visto a las puertas de la muerte y que de manera casi milagrosa había conseguida dar esquinazo a su cita con el mas allá.

Si,joder si, lo hemos conseguido la chica grito agarrándose al brazo de Paul con fuerza, Vamos salgamos de aquí cuanto antes le apremio mientras se diaba en la ropa del muchacho con evidente preocupación

 recibió un par de desgarrones de aquellos seres que trataban de coger a su presa de cualquier manera.

No estas herido verdad le pregunto con sincera preocupación.

Miré a Kate, sonriendo, con susto en su mirada. Eufórico. 

Pero no lo habían conseguido todavía. Salir del parking. Pero luego...luego...¿qué?

Negué repetidas veces con la cabeza -¡No, no, no! No estoy herido, solo se llevaron trozos de la ropa, del tejido...Tú tampoco, ¿no? -Aunque tampoco sabíamos como se contagiaba esto...Continuaba nervioso, agitado, sin embargo con la suficiente cordura como para controlar el vehículo y sacarnos a ambos de este horror y caos.