Partida Rol por web

24 horas antes de los sucesos.

Como cada noche te tocaba turno en el Bar Route 666 a las afueras de Lawrence junto a la Interestatal 70. Y si, el nombre del bar era puro cliché, pero era lo que les gustaba a esos tipos. Aún recordabas los primeros días en los que habías trabajado aquí, fueron duros, no estabas adaptada al medio y aquellos tipos eran bastante groseros.

Ahora ya habían pasado meses y te manejabas con soltura, esquivabas proposiciones indecentes con la misma habilidad que bailabas y esquivabas entre miradas lascivas de los moteros. Supiste poner los limites bien y al final conseguiste su respeto.. o quizá simplemente se aburrieron y siguieron jodiendo a las otras camareras.

Esa noche el bar estaba bastante vacío. A estas horas el pelotón ya había llegado e inundado de gritos y vitores el ahora silencioso local, pero aún no habían llegado.

Picó con el culo del baso de chupito en la barra.

— ¡Ponme otro guapísima! Pero de la botella de mas allá.. — dijo señalando a la otra punta de la barra. Sabías exactamente que lo hacía para mirarte el culo y seguramente cuando fueras soltaría alguna soez.

Soltó una risilla. Ya era la cuarta copa que se tomaba, y ya tenías calculado que a la sexta se empezaba a poner especialmente tonto. Miró hacia el resto de la estancia, que estaba casi vacía, incluso él estaba extrañado que no hubiera mas gente.

Kate levantó la vistas del móvil cuando oyó el ruido del vaso contra la barra de aquel bar,dejó el móvil frustrada, llevaba media hora desechando mensajes de Tinder, todos de chicos que no la habían parecido interesante. Encontrar novio nuevo parecía una tarea titánica.

Ya voy Pete, pero deberías ir pensando en irte a casa, total esto está muerto está noche mientras caminaba hacia los armarios del fondo de la barra, movió sus caderas algo más lo normal. me invitas a una verdad le dijo mientras cogía otro vaso y sonreía sabiendo que no le negaría el trago.

Sirvió dos vasos de aquél oscuro whiskey. oye hoy no venía el cojo, tenía un paquetes para el le pregunto pues Jhonny, alías el cojo no se habia presentado a entregarle el paquete que tenía para el.
es más dónde está hoy todo el mundo, esto está totalmente vacío

La siguió con su mirada con cara de bobo. Sus mejillas estaban sonrojadas pero seguramente de beber whiskey o quizá de la ola de calor que azotaba el estado de Kansas. Posiblemente el Route 666 era de los pocos locales de la ciudad sin aire acondicionado y aquellos ventiladores en el techo se esforzaban pero no conseguían paliar aquel sofoco.

— Pffshhh, pues claro guapa, ponte sírvete una a mi cuenta — dijo animado. Su cuenta se había convertido algo casi imaginario y aunque algún día debía hacer frente a aquel pago, en ese preciso instante le dio completamente igual. 

Bebió el whiskey de un trago.

— ¿El cojo? Ni idea estará con los chicosh supongo... y a mi que mas me da. — empezaba a arrastrar algunas palabras, sintoma de su embriaguez — Guapa, si te sientessh sola, ya sabesh que yo estoy por aquí.

Se rió solo ante su insinuación y se quedó apoyado en la barra con la mirada perdida.

Aquel desagradable silencio, se rompió por un sonido de varios coches de policía y sirenas de ambulancia que pasaron a toda velocidad por la calle del bar.

Eran aquellos sonidos que uno ya se había acostumbrado a escuchar, que la propia mente anulaba pues ya no aportaban ningún interés. Pero lo extraño de todo ello es que llevaban toda la tarde sonando de arriba a abajo. Sea lo que fuera seguramente te enterarías al día siguiente por Instagram, pues a la gente le encantaba postear esas mierdas y cotilleos.

Tu móvil vibró. 

Miraste a ver si habías hecho algún match interesante esta vez. Pero la notificación no era del Tinder. Era "El Diablo", Jorge, uno de los de la banda. Era de los tipos duros y malotes, alguna vez te habías enrollado con él pero el tipo no era trigo limpio y tu ya habías tenido demasiados problemas en el pasado.

Teníais vuestros teléfonos, pero era la primera vez que te escribía por texto, no era de esos que están todo el día con el móvil a cuestas.

Kate levantó el chupito de whiskey y apuro medio vaso de un trago dejando que el oscuro líquido bajase por su garganta con un efecto cálidamente abrasador. A tu salud Petedijo tras dejar el vaso sobre la barra. hoy tengo mucho trabajo para estar contigole respondió con ironía a su ofrecimiento mientras se giró ante el sonido del móvil.

Desbloqueo sin mucho interés la pantalla y sus ojos se abrieron en km claro gesto de sorpresa cuando vio quien la escribía. el Diablo? Que le pasará a éste se pregunto susurrando para si misma.

Tras leer el mensaje negó la cabeza dejando el móvil, no no voy a contestar solo me traerá problemas, joder no tenía que haberlo leído ahora sabrá que no quiero contestar. La pobre Kate era un mar de dudas, mordiéndose el labio termino cogiendo de nuevo el teléfono que no habia dejado de mirar.

-Hola, vaya sorpresa, si algo se, que te ha pasados? Estoy en el bar

En la tele de fondo que había puesta estaban pasando los titulares. Normalmente cuando sonaban cambiabas de canal, pero estabas algo distraída y ni te diste cuenta.

«...los archivos de sumario dicen que un fiscal del gobierno de Kansas está examinando el testimonio de cuatro supuestos trabajadores para la campaña del Senador, que testificaron en contra del Comisionador del Condado de Sedgwick Michael O'Donell ante el juicio federal. El Jurado ha votado en Marzo por 21 votos que fue fraude acuciante...»

[...]

«Hijo de un hombre muerto en Kansas gana $6.5 Millones en un veredicto erróneo. En Wichita, Kansas el jurado ha fallado a favor de un hombre y su hijo de 3 años con una suma de mas de 6 millones de dolares en un veredicto de muerte erróneo, despures que la mujer del hombre hubiese muerto a las pocas horas de nacer su hijo en el hospital de Wichita. La denuncia interpuesta por...»

[...]

«... veremos la rueda de prensa del dirigente de los técnicos de la división de Aguas de OneWorld. En la entrevista realizada acusa abiertamente al gobierno de Kansas así como a la nefasta gestión del ejercito para controlar el flujo de información y el secreto de sumario. Niega rotundamente que la causa de la nueva cepa de gripe sea a causa de un descontrol de toxinas liberadas en los canales acuáticos que alimenta el condado. Expertos anónimos afirman que las declaraciones del Sargento Lenon referentes a...»

Pasaron unos diez o quince minutos.

Pete ya empezaba a hablar solo y se dirigía al Televisor como si este fuera a responderlo, no le hacías ni caso. El resto de clientes poco a poco se habían ido, en este bar no servíais comida y mucha gente se largaba a cenar a sus casas o a otro lado. Además estos últimos días la cosa estaba un poco rara, había noticias de disturbios en varias partes de la ciudad y muchos comercios cerraban preventivamente cuando se hacia de noche.

Obviamente nadie tenía intención de meterse en el bar donde estaban todos los moteros, así que en ese sentido te sentías segura.

...

De repente oíste un fuerte ruido, proveniente de la entrada trasera del bar. Alguien había abierto la puerta de una patada o un golpe y empezaste a oír como arrastrones y varios objetos cayendo en aquella pequeña oficina trasera.

Una voz que reconociste enseguida, la de "El Diablo", gritó desde la zona trasera del local.

— ¡¡¡KaAaAaAate!!! — el grito sonaba desesperado, era terrible. — ¡Cierra el puto local ahora mismo! Y necesito que venga ahora mismo.

No sabias lo que estaba pasando ahí detrás pero seguían el estruendo de ruidos.

Kate dio un grito de miedo cuando oyó aquel ruido y aunque oyó la voz de Jorge aquello no consiguió que su corazón dejase de latir como si fuese a salirse de su pecho.

Todo lo rápido que pudo se dirigió hacia la entrada trasera.

Pero Jorge que diablos pasa, casi me matas del susto le gritó mientras llegaba a la entrada trasera.

A Pete aquel grito de ayuda y rabia del Diablo le quitó mágicamente de su estado de embriaguez, al menos momentáneamente. Se levantó de golpe asustado y al ver que te ibas directa a la parte trasera del local dijo de manera atropellada:

— Yo.. yo me ire.. no te preocupesh.. ya cerraré yo la pershiana.. — y así lo iba a hacer, llevaba tantos años viniendo y siendo el último que sabía perfectamente como hacerlo.

Se levantó y se dirigió a toda prisa hacia la entrada delantera, tropezándose un par de veces con algunas sillas del establecimiento.

Oíste como bajaba la persiana porque ya habías desaparecido de esa zona.

Pete, que no quería problemas, la cerró desde fuera y se fue del local para su casa, como quien no quería la cosa.

Al entrar en la trastienda te diste cuenta del porqué de tanto ruido.

El Diablo había arrastrado a uno de sus compañeros moteros: "El Cojo" se encontraba tendido encima de la mesa de aquella pequeña oficina. Todo el contenido se había esparcido por el suelo y ahora parecía que estaba todo manchado de sangre.

El Cojo estaba tendido en ella, con varias heridas que parecían sangrar profusamente. Tenía un par de torniquetes mal aplicados en las piernas y estaba en un estado de semiinsconciencia y delirando.

— Mierda, mierda, mierda — decía el Diablo mientras daba vueltas en la pequeña habitación.

— ¿Puedes hacer algo por él Kate? Mierda... mierda, ha salido todo mal.. no se lo que ha pasado.. ha sido todo tan rápido.. — hablaba rápido y nervioso, nunca habías visto a Jorge de esa manera y que el estuviera asustado no era una cosa para tomarse a la ligera, algo gordo había pasado.

Joder, joder pero que ha pasado grito Kate mientras evaluaba visualmente las heridas y aquellos torniquetes atados de forma torticera a las piernas. Sin esperar respuesta por parte de aquel lívido diablo, agarro una botella del más puro bourbon que sabía que el jefe guardaba en un cajón de la mesa donde ahora yacía aquel hombre.

Mientras vertía sobre sus pequeñas manos un gran chorro de aquel preciado licor y las frotaba rápidamente empezó a gritarle de forma pausada a Jorge -Rápido, tráeme el botiquín que guardamos a la entrada del almacén de las bebidas- sin esperar más hundió sus manos en aquellas heridas para comprobar la profundidad y el flujo de sangre que salía. Kate sabia que tenia que estabilizar y parar aquel sangrado lo antes posible.

Y cierra esa maldita puerta por donde has entrado rápido le volvió a ordenar a Jorge, Kate es el tipo de chica que normalmente acepta ordenes de tipos como el diablo, pero en este momento ella tomaba el mando de la situación.

Hiciste todo lo que humanamente se podía hacer, pero aquel tipo había llegado muerto. Pudiste notar como el latido casi apagado se terminó de desvanecer en aquel quirófano improvisado.

Jorge parecía extremadamente nervioso y no paraba de mirar a todos lados. Solo con tus gestos y tu mirada parecía entender perfectamente lo que estaba pasando.

El sonido de unas sirenas a la lejanía pareció sacarlo de su estado de impaciencia e histeria, aunque solo para alterarlo mas si cabe.

— ¡Mierda! Tenemos un lío bien gordo. Kate, será mejor que te largues y no vuelvas en unos días hasta que la situación se haya controlado.

Te dijo con prisas, te abrió la puerta para que te marchases rápido, no parecía que había tiempo que perder. Te extendió la mano y te dio un par de billetes de 100$, manchados con algunas gotas de sangre.

Te vio dudar por unos instantes y seguía impacientado por la sirena de policía que parecía cada vez mas cerca.

— Ya! Rápido! Vete.