Partida Rol por web

Has llegado a Bindala, una ciudad algo sombría y tenebrosa, pero tampoco algo exagerado. Has venido hasta aquí porque llegó a tus oídos que alguien de la ciudad tenía cierta información sobre el asesino de tu familia, lo único que sabías es que las iniciales de tu informador eran R.J. Pensaste que en la posada quizá sabrían algo, así que te dirigiste allí. Pudiste observar al posadero mirándote con cierto deseo...

Era medianoche. Una hermosa figura, aparentemente humana, cubierta con una capa negra, paseaba por las callejuelas de Bindala.

Iba a paso ligero, pero no demasiado, no quería llamar la atención. Estaba ahí por una importante razón y no quería distracciones. Necesitaba información sobre una persona.....no....sobre una rata cobarde, mejor dicho. La rata cobarde que asesinó a su preciada familia. El eco de los pasos del extraño ser retumbaba por las estrechas calles de piedra. Buscaba una posada en la que pasar la noche, pero parecía ser que en aquella época del año encontrar una habitación decente era algo complicado. Su jadeante respiración se escuchaba salir de la capa hasta que por fin llegó a una posada, y, por lo que podía ver por las empañadas ventanas de esta no tendría problema en alojarse en ella.

Entró en la posada y se acercó al posadero con su mejor sonrisa.

Buenas noches, Señor Posadero. ¿Sería tan amable de darme una habitación para pasar la noche? A ser posible a buen precio, pues mi viaje es largo y una joven e indefensa muchacha como yo no puede permitirse grandes lujos.

Mintió, con gran naturalidad. Teniendo en cuenta como la miraba aquel hombre no le sería complicado convencerle.

Claro preciosa. dice sin quitarte ojo de encima. No puedo ofrecerte la suite ya que está reservada para cansados guerreros, pero puedo ofrecerte una habitación que te dejará muy satisfecha.
Y mandándote una pícara mirada a los ojos te dice Y si quieres compañía que te deje satisfecha, también puedo ofrecértela...

Se lo agradezco mucho.

"Cansados guerreros"....Si tu supieras... pensó divertida pero sin cambiar su expresión seductora. Todavía tenía que cerrar su trato con el posadero para conseguir la habitación.

Oh...si fuera usted tan amable de mostrarme dicha habitación...aunque me temo que me encuentro tan cansada de tanto viajar que no podría darle la atención que se merezce a tal compañía, señor.

Dijo con voz encantadora, aunque realmente estaba deseando dejar de hablar con ese hombre interesado de una vez para poder dormir un poco...

El posadero te muestra lo que va a ser tu habitación. Te echas en la cama para descansar, después de un largo viaje te matan los pies.
Cuando estás ya a punto de dormir, las ventanas se abren de par en par por una gran corriente. Observas que una nota entra en la habitación.
Al leerla pone:
"Mi querida y preciosa Shaphira.
Te estarás preguntando quien soy y porque te dije que vinieras a esta ciudad. Pensé que era una ciudad segura. Pero quien asesinó tu familia... Bueno, la verdad es que tiene sus motivos. Ya los descubrirás más adelante.
Pero esa persona se ha vuelto muy poderosa. Encontró un Dios, un Dios que reclama sangre de gente poderosa y ahora tiene muchos seguidores que le consideran su mesías. Una temporada yo también fui su discípulo, fue una época oscura para mí. He hecho cosas de las que no me siento nada orgulloso, ojalá pudiera volver atrás.
Si tienes duda de si te puedes fiar de mí. Imagina que para mi eres como una segunda oportunidad de hacer algo bueno en esta vida. Descansa esta noche, nos reuniremos más adelante. Ve hacía el sur
Te iré mandando más cartas.

R.J. "

Minutos después ese posadero tan pesado por fin la llevó a su habitación. Una vez allí dejó el pesado equipaje al lado de la cama, en el suelo, se quitó el peplo de seda blanca y tras ponerse uno para dormir más cómodo se tumbó en la cama. Añoraba su hogar, su familia, su vida.... Pero añorar no servía de nada, nada volvería a lo que era antes por más lágrimas que derramara.

Cansada tanto del viaje como de darle vueltas a la cabeza Shaphira cerró los ojos. Estaba apunto de dormirse cuando de repente, el ruido que hicieron las ventanas al abrirse en un estruendo la hicieron dar un salto hasta acabar de pie en el suelo, en una postura defensiva. La costumbre.

Se percató de que una nota entró en la habitación balanceada por el aire. La cogió antes de que tocará el suelo y la leyó. Estaba confusa. El misterioso ser que se esconde bajo las siglas "R.J." ¿Sería amigo o quizás enemigo? ¿Y si fue él quien mató a su familia y la estaba engañando para darle a probar el mismo destino? Fuera lo que fuese huyendo no conseguiría nada, tenía que afrontar lo que se le ponía por delante.

Lo había decidido. Al alba partiría hacía el sur.

Llega la hora de tu partida. Miras hacia atrás y ves la ciudad que acabas de dejar. Vas pensando en tu cosa, tienes mucho que asimilar. ¿Sería realmente R.J. un aliado? ¿Te estaría llevando directo a una trampa?
Solo lo descubrirás si vas hasta allá.
Pero algo te despierta de tus pensamientos, un niño se encuentra luchando contra un lobo no muy lejos de donde te encuentras. ¿Pasar de largo o ayudarle? La decisión está en tus manos.

Aun no había amanecido cuando la pelirroja caminaba ya por las afueras de la ciudad. No había podido dormir desde la llegada de la extraña nota. Fuera o no una trampa no podía echarse atrás, sin miedo, con calma, como le enseñó su padre cuando era tan solo una niña.

Shaphira se detuvo unos segundos para mirar la ciudad desde lo alto de una roca. Se ajustó un poco la armadura mientras lo hacia. Cuando estaba de paso en alguna ciudad llevaba un peplo blanco o algo por el estilo, pero cuando volvía a ponerse en marcha se ponía la armadura.

Tras un rato se percató de algo, un niño....¿luchando contra un lobo? "Por todos los Dioses...No puedo dejarlo ahí, morirá si no intervengo.." pensó, temiendo por el pequeño. Rápidamente se acercó al niño mientras sacaba su espada.

Te aproximas rápidamente al chaval con la espada desenfundada. El lobo parece tener una furia ciega y el niño solo un pequeño cuchillo con el que sin duda perdería sin tu ayuda.

El niño misterioso ataca

¡El lobo pierde 1 PV!

El lobo ataca al niño

¡El niño pierde 3 PV!

Atacas al lobo

¡El lobo pierde 8 PV y es derrotado!

Te mira con cierto aire de superioridad y enfado - No necesitaba tu ayuda, extraña mujer. Además ¿no conoces las tradiciones de este pueblo?

Después de una pequeña batalla contra la fiera que no duró mucho consiguió derrotarla con ayuda del niño. Emitió un pequeño jadeo tras atravesar con su espada el corazón del lobo y miró al niño. Antes de decir nada el niño comenzó a reprocharle el haberle ayudado. Shaphira, sin saber muy bien que decir se rió levemente y se agachó frente al niño, mirándolo a los ojos.

Perdóname, pequeño guerrero, se que podías tu solo con el lobo, pero yo también quería divertirme un poco. Mi nombre es Shaphira. Ahora dime...¿Donde me encuentro y de que tradiciones me hablas? Y lo más importante...¿Donde te ha herido esa bestia?

Suspira y mira al suelo - Menos mal que me has encontrado, pareces muy perdida. 

Estás en Bindala, es un pueblo bastante corriente la verdad, pero aquellos que nacen aquí deben pasar un día entero en el bosque llegados a la edad de 12 años. - te explica sin mucho entusiasmo - La próxima vez antes de meterte en peleas ajenas infórmate de que tradiciones puedes estar destruyendo. - se ríe un poco - Tienes suerte de que no sea de por aquí.

Respecto a la herida - pone sus brazos en las caderas y sonríe con cierta superioridad - no es nada, no te preocupes.

"Oh...pensé que quizás había salido ya de las afueras de Bindala...Bueno, es normal que no haya avanzado mucho ya que me paré para ayudar al niño..." pensó mientras el niño le hablaba. Lo miró con cierto cariño, le recordaba a su hermano mayor Niklos cuando era pequeño. "Que los dioses te guarden, mi amado hermano..." rezó mentalmente a los dioses antes de contestarle al niño.

Muchas gracias. De todos modos, sigas o no esa tradición ten cuidado. ¿Sin bravos guerreros como tú quien salvaria a las pobres doncellas en apuros como esta pelirroja?

Shaphira sonrió cuando el niño le dijo que no necesitaba su ayuda para curarse.

Es normal que algo así no te afecte, pequeño guerrero, pero si te molesta dímelo y te curaré. Por cierto...¿Sabes algo de una persona que se hace llamar R.J? Me dirijo al sur en su búsqueda.

Se quedó pensativo un rato. - ¿R.J.? La verdad es que ni idea, pero yo también ando buscando a alguien y por suerte para ti, también debo dirigirme hacia el sur. Dijo con una sonrisa.

Tras andar bastante tiempo, llegáis juntos a la ciudad de Pös. Allí podéis observar que todos los animales de la ciudad están en libertad y que la gente anda y habla con ellos como si de otras personas se trataran. ¿Quizá ande por aquí R.J.?

Por cierto, pequeño guerrero. ¿Me concederías en gran honor de revelarme tu nombre?

Le preguntó la pelirroja mientras caminaba hacía la próxima ciudad.

De todos modos, tus padres deben estar preocupados por ti...¿A quien buscar que debe ser tan importante para irte tu solo?

Hablando y andando acabaron por llegar a otra ciudad. Pös, parecía llamarse, según el letrero de la entrada del lugar. "Que sitio más extraño...Hablan con...¿Sus animales? Bueno, yo también hablaba con mis caballos cuando vivía con mi familia pero...eso es un poco raro..." pensó, sorprendida por el extraño comportamiento de los habitantes de la ciudad. Shaphira se encogió de hombros y se acercó a uno de los guardias de la ciudad, mirándole con su más agradable sonrisa.

Disculpe, caballero. Estoy buscando a un hombre que se hace llamar "R.J"..¿Seríais tan amable de decirme si sabe algo de él?

Puedes llamarme Adán. - Parecía no querer hablar del tema de sus padres y te dijo - No te preocupes por mis padres, están... Muy lejos, digamos que muy lejos. Se sacó un colgante del pecho, tenia una "E" inscrita. Busco a quien me dio esto, se llama Eva y quedamos en reunirnos en un pueblo que está hacia el sur de aquí.