Partida Rol por web

(Sólo... ¿Sólo tenía una marca en su brazo?) Helio empezó a sudar y tragó saliva. Aquello descartaba la teoría de la que tan seguro había estado hacía unos instantes... ¿o no? Se irguió y se acarició el mentón mientras pensaba. Ah, pero primero tenía que responder al Juez. ¿Creía que la testigo estaba implicada en la muerte de la víctima?

- ... La Srta. Nursy afirma haber entrado en la escena del crimen apenas un minuto después de que el Doctor Cross la abandonase. Si el Doctor Cross hubiese envenenado a la víctima, entonces ésta todavía hubiese estado viva... a no ser que sucediese alguna de las cosas que la testigo nos ha relatado. - negó con la cabeza. - Sin embargo, puesto que la autopsia no detectó ni una reacción alérgica ni una burbuja de aire... Y la jeringuilla encontrada en la escena tiene una capacidad de 7ml, inferior a la dosis letal de Zindolin, que es de 10ml. - concluyó mientras leía de su libreta de apuntes, resumiendo así el debate que habían tenido con la testigo hasta el momento.

Tomó aire.

-Srta. Nursy. - se dirigió esta vez directamente a la testigo, con calma. - Usted afirma que la víctima sólo tenía una marca de pinchazo en su brazo, y que eso descarta mi teoría. - dijo, consultando sus apuntes. Luego se llevó la mano al mentón. - Y es cierto. No soy ningún experto en enfermería, pero creo que resultaría complicado realizar un pinchazo en el mismo lugar exacto del pinchazo anterior para que sólo quede una marca... Sin embargo, testigo, - dijo, negando con la cabeza. - eso también invalida su propia teoría de que el Doctor Cross inyectó Zindolin a la víctima dos veces, ya que él también hubiese dejado dos marcas de pinchazos. - en esta ocasión golpeó el tablero de su banquillo con los puños. - Por lo tanto... alguien administró Zindolin a la víctima, pero lo hizo de una manera que no dejó una marca de pinchazo adicional. Y lo hizo después de que el Doctor Cross se marchase, pues él sólo pudo inyectarle 7ml con su jeringuilla. - golpeó de nuevo la mesa, esta vez con más fuerza. - ¡Srta. Nursy! ¡Usted entró en la escena del crimen inmediatamente después de la salida del acusado! La defensa afirma... ¡que sólo usted pudo hacerlo!

Todo el público de la sala rompió a murmullos con la acusación que el abogado había hecho ante la enfermera de aspecto inocente. Y el juez tuvo que acallarlos mas que en todo el proceso judicial -Orden, orden- intento ponerlo el juez.

La mujer en cambio se limitó a cruzarse de brazos -Absurdo- volvió a repetir con tono de hastío, aunque sin perder la calma.

Entiendo que quiera defender al doctor. Pero cargarme a un inocente no me parece la forma de hacerlo... he intentado ayudar y me pasa esto... ya he tenido suficiente por hoy- dijo negando con la cabeza, antes de mirar al juez -Su Señoría. Como explico el fiscal cuando llegue, estoy cansada. Fue salir del hospital a la comisaría y un largo interrogatorio, para después hacer de testigo... ni siquiera he podido cambiarme ni pasar por casa- empezó a explicar al juez -Me gustaría testificar una última vez por mi inocencia... pero después de ello me gustaría irme a mi casa y descansar del horrible día que llevo... ¿esta de acuerdo?- término preguntando.

El juez medito la petición de la testigo -Hum... si. Me parece correcto- terminó diciendo -Este juicio se ha alargado ya demasiado... y aunque hayan salido datos inesperados, aún no hay nada que logre exculpar completamente al acusado- dijo con tono serio. Luego miro al abogado -Señor Dusklaw... ha acusado a la testigo de asesina. Es una acusación muy grave. Si en éste testimonio no es capaz de demostrarlo... daré mi veredicto final. ¿Lo entiende?- advirtió y pregunto al abogado.

(N-No la veo particularmente afectada por mi acusación...) La testigo realmente mantenía bien la calma. Helio se irguió y escuchó las palabras del Juez. Aquel iba a ser el último testimonio, su última oportunidad. ¿Realmente se veía capaz de hacerlo? Sólo pensar en ello casi comenzaba a sudar, pero... (No se trata de si puedo hacerlo o no... TENGO que hacerlo.) Realmente no parecía que el Juez fuese a darle otra oportunidad después de aquello, y la alternativa era que la testigo se marchase de allí sin más...

-De acuerdo, Su Señoría. - dijo con calma. Luego apoyó sus puños sobre el banquillo, preparado para lo que pudiera venir. (¡Es la hora de la verdad! ¡A ver qué tiene preparado para defenderse!)

La mujer asintió ante el visto bueno del juez -Gracias Su Señoría, se lo agradezco- dijo con serenidad. Luego dedicó una mirada al abogado, y aunque no cambió el rostro, se notaba que la amabilidad con la que había comenzado el juicio había desaparecido... al menos con el.

-DECLARACIÓN DEL TESTIGO-

-Inocencia-

Me parece absurdo su forma de pensar.

Su único argumento para acusarme es que fui la última en ver a la pobre víctima.

Yo no conocía a ese joven salvo de haberle cuidado durante su estancia.

Lo que implica que no tenía ninguna razón para hacerle daño.

Yo sólo entré y saludé al chico que pensaba que se durmió viendo la televisión.

Y cuando quise despertarle para darle los medicamentos descubrí que estaba muerto...

No tardé ni un segundo en avisar a los médicos...

¿Una asesina haría eso?

(El último interrogatorio... ¡ahí es nada!) Helio estaba nervioso, nervioso de verdad. Sin embargo, no podía dejar que se le notase. Si alguien le preguntaba, el sudor de su frente se debía únicamente al calor.

-Srta. Heather, si se percata de algún detalle o tiene alguna idea... no dude en decírmelo. - le dijo a su acompañante provisional. Realmente necesitaba toda la ayuda que pudiera recibir. Se irguió, suspiró para sus adentros y comenzó a preguntar. - Srta. Nursy, eh... - (Intenta no ser demasiado evidente, Helio...) - Dice que cuando entró pensó que la víctima simplemente se había dormido viendo la televisión... ¿podría contarnos con detalle el estado de... - (Uhm...) - la habitación en ese momento?

Una última oportunidad, y aún no tenían ni un móvil de por qué había sucedido todo. Móvil... Pero, ¿y si pone en peligro a mamá..? No... Tenían que saber la verdad, probablemente esta era su última oportunidad. Debía arriesgarse, no sabía bien a que se refirió su madre antes, pero sabía que sus padres no eran unos asesinos.

Tras escuchar a Helio. Heather sacó el pañuelo azul de nuevo, dejándolo esta vez sobre el banquillo, a la vista de Nursy y los demás. Luego miró al abogado. - Justo antes mi madre me entregó esto, entre lágrimas lo llamó "móvil" no sé a que se refiere, yo misma no he encontrado nada raro. - musitó en voz baja mientras tenía la vista en el pañuelo. - Aunque huele a flores. - esa frase la dijo alzando la vista hasta la rosa que llevaba la enfermera sobre la cabeza, era una idea descabellada, pero podría tener sentido. Si tan sólo pudieran atar los cabos sueltos y darle sentido a lo que se les escapaba...

- También está el tema de que no se encontró el boleto de lotería, pero es difícil demostrar que se lo llevase ella sin más pruebas.. - Le susurró después, realmente se sentía perdida. Todo lo que tenía era aquel pañuelo, su madre sabía algo que no quiso contar y tan sólo tenían aquel trozo de tela... 

Vamos Heather piensa. Móvil, pañuelo de seda azul, Marianne, flores... 

La habitación estaba tan normal como siempre- empezó a explicar la enfermera con desgana -No había nada raro en ella. Lo único fuera de lugar era que había una jeringuilla en la mesilla; pero pudo haber sido simplemente un olvido no guardarla. Y el chico estaba tumbado boca arriba con la cara un poco ladeada, por lo que pensé que se había quedado dormido viendo la televisión- volvió a repetir la testigo -Si quiere más detalles, le digo el color de las cortinas, cuantos pliegues tenía la manta o cuantas pestañas tenía el chico. ¿Es lo que quiere usted?- dijo con una clara ironía ante la pregunta de la defensa -No puedo dar más detalles de algo tan ordinario como lo era esa habitación.

-Ya... por supuesto... - Helio estaba sudando, y se secó el sudor de la frente con la punta de la corbata. Aquella testigo había dejado totalmente atrás su fachada de enfermera amable y encantadora... En fin, tenía que seguir presionando. - Uhm... Usted dice que pensó que la víctima se había dormido viendo la tele, ¿no? Entonces, la televisión debía estar encendida. - dijo. - ¿Recuerda qué programa estaban dando?

Vaya, es usted el más listo de la sala con esa deduccion, no se como aún no he sido declarada culpable por usted- dijo con tono sereno aunque con el nivel de sarcasmo tan alto que podría hacer explotar un detector mientras te señalaba con su jeringuilla. Luego se cruzó de brazos y cogió la rosa del oído para olerla -Estaba puesta la lotería, dando los números. Todo el hospital tenía puesto ese canal para ver si le tocaba a alguno- respondió de forma serena y seria.

-Uhm... Sí... Entiendo... - murmuró Helio, sudando. (Si el sarcasmo matase, esta mujer ya sería una asesina... ¡Pero estoy seguro de que igualmente lo es!) Helio se secó el sudor de la frente y apoyó los puños en el tablero de su mesa. - Así que... no tenía ninguna relación con la víctima... - dijo, aunque era más un pensamiento en voz alta que otra cosa. - Y dígame, ¿qué relación tenía con el acusado, el Doctor Cross, y con su mujer?

La mujer miro al abogado y era evidente que fingió sorpresa -Vaya, ¿me puede hacer usted esa pregunta?- preguntó mientras se llevaba la mano a la barbilla -No soy abogada, pero que yo tenga entendido, sólo puede hacerme preguntas relacionadas con mi declaración ¿no? Y a la familia Cross no la he nombrado... ¿el superabogado no lo sabe acaso?- dijo mirando con rostro de falsa confusión a Helio... Y no es que se intuyera; es que lo hacía evidente -Pero mira, te respondo por no alargar más mi estancia aquí por sus errores...- termino diciendo negando la cabeza -Los Cross fueron mis mentores cuando entre en el hospital... He sido siempre la enfermera de el doctor, y Marianne me ayudó siempre... les tengo en alta estima... Si hasta conocía a sus hijos de haberles visto de niños. Seguro ella no se acuerda pero hasta cogi en brazos a la chica de su lado cuando era un bebé- a medida que describía esto, podía notarse que su ánimo decrecia -Son mis amigos... por eso estoy cansada de que me acuse de esta horrible situacion en la que están... es usted muy malvado, ¿lo sabía?- la mujer terminó llevando sus manos a la cara, como si estuviera derrotada y triste tapando sus lágrimas. El publico con ese gesto empezó a murmurar... y a mirar mal al abogado.

Heather se había mantenido en silencio durante este tiempo, observando a la enfermera atentamente. Estaban cerca, pero obviamente Elaisa no iba a cooperar, e incluso estaba abandonando su "lado" amable, por uno sarcástico con el que atacar a Helio. Seguramente para minar su moral, y a la vez ganarse al público.

Lo importante sucedió cuando se tocó el tema de su propia familia, y ahí es cuando percibió un cambio. La carta, el pañuelo. Las rosas... ¿Podría ser..? Era una idea algo descabellada, pero empezaba a encajar. ¿Y si habían estado equivocados todo este tiempo? La lotería no era lo importante... Su madre. Marianne. Heather recordó sus palabras, y le dio vueltas al asunto unos segundos. - Si se me permite, me gustaría decir algo señor Juez. - pidió mientras miraba al juez y luego a la testigo.

- Señorita Elaisa Nursy. Creo que empiezo a entender... - dijo con calma, mientras tomaba de nuevo el pañuelo azul y lo miraba. - Mi madre, Marianne. Usted la tiene en alta estima, ¿cierto? Sí. - asintió con serenidad. - Mis padres tenían una bonita costumbre de enviarse correspondencia en el Hospital, en habitaciones de pacientes, indicando con una rosa el sitio. Aunque eso creo que ya le suena. - declaró mirando a los ojos de la mujer directamente, con expresión seria. Tenía que ser eso, aún no conocían la identidad del que le estaba escribiendo a mamá. Y no podía quitarse esa idea de la mente. Iba a tocar un tema personal, pero empezaba a pensar que el hecho de que su madre se casara y tuviese hijos, era algo que desagradaba a la enfermera de algún modo.

- Es curioso, porque es algo que hemos dejado a un lado durante este juicio y creo que es la clave para resolver este crimen. Verá, por temas de trabajo, mi padre se veía muy apurado y no tenía tiempo para seguir escribiéndole a mi madre. Hablo de meses... Pero los sentimientos siguen pareciendo totalmente genuinos, no es algo que un impostor se inventaría sin más.- hizo una breve pausa y continuó. - La letra de la carta no se corresponde ni con mi padre, Evans. Ni con Ethan.- Heather ladeó la cabeza y alzó el pañuelo azul para que la enfermera y los presentes pudieran verlo. - Elaisa Nursy... Marianne me dio esto antes. ¿Es suyo no es así? - 

La mujer, poco a poco, fue apartando las manos de la cara mientras la hija de los Cross comenzaba a hablar. Debajo de las manos tenía una expresión triste, aunque lo sereno para ahora dirigir la atención a Heather mientras escuchaba -Claro... que aprecio a la señora Cross... no entiendo que quieres decir...- dijo con serenidad mientras se cruzaba de brazos. Cuando mencionaste las cartas, la mujer bajo la mirada -No me gusta por donde estas yendo señorita...- dijo con la mirada tapada por la sombra de su flequillo.

Pero la señorita Cross continuo hablando, dejando claro que era lo que estaba insinuando, y terminó mostrando el pañuelo... el cual ni siquiera -Ya basta- término diciendo con tono frío -Estoy... cansada de tanta difamación. Ahora estoy enamorada de tu madre y por eso mate un desconocido ¿no?- dijo mientras levantaba la mirada hacia la chica -Si, es mi pañuelo. Se lo preste a tu madre para que dejase de llorar cuando se llevaron a tu padre... ¿y que? No significa nada- preguntó de forma tajante y carente de sentimientos -Estoy harta de oir tonterías en el que soy la mala de la peli y manchais mi imagen. ¿Pero sabes que no he oído? Pruebas de que haya hecho algo malo- dijo, haciendo una pausa para respirar, ya que se estaba enervando demasiado -Yo no se nada sobre las cartas, ni sobre la muerte de ese chico. Sólo entre, y nada mas descubri el cuerpo llamé al medico, ¿acaso tenéis alguna prueba de que mienta?- término preguntando -Si es así me quedaré todo el rato que queráis... pero si no, me voy.

El juez estaba bastante sorprendido por todo lo dicho y el cambio de actitud de la testigo... pero con sus últimas palabras se quedó pensando -Hum... sr. Dusklaw, la testigo tiene razón- término diciendo -Aunque lo haya dicho de esa forma, es cierto que de momento no ha dicho nada que demuestre su teoría. Por lo que tengo que preguntarle...- dijo serio el juez -¿Hay algo fuera de lugar en el testimonio que justifique la presencia del testigo...? Porque si lo hay, debería hacernoslo saber ahora.

Helio permanecía inclinado sobre el banquillo de la defensa, con los puños apoyados sobre el tablero y mirando fijamente al frente. (En mi cabeza no hay ninguna duda... Elaisa Nursy es la asesina de Ethan Grey. Pero si no puedo demostrarlo...) El Juez parecía dispuesto a dejar que la testigo se retirase. No podía alargar el juicio mucho más. (Necesito algo... ¿Hay algo extraño en su testimonio...?)

-Srta. Cross... - murmuró Helio, mirando al frente. - Usted... ¿usted ha notado algo en este testimonio? - preguntó en voz baja. Cualquier cosa serviría... ¡Debía hacerlo como fuese!

Heather frunció el ceño al oír la respuesta de la enfermera, algo se les escapaba... Pero estaba segura de que ella tenía algo que ver con el tema de la suplantación de cartas. Segurísimo. Pero faltaba una prueba crucial que la dejase sin argumentos de una vez por todas.

Pero no podían quedarse de brazos cruzados, Nursy estaba cada vez más alterada (aunque no era para menos) y el juez tampoco quería alargar aquello mucho más. Necesitaban una contradicción... Piensa Heather... Ella es culpable, entró en la habitación de Ethan y.. - Señor Helio déjeme revisar el informe de la autopsia. - con rapidez, Heather repasó los datos que tenían.

- Nursy había dicho que cuando entró estaban dando los números de lotería en la televisión... Según el folleto el programa comenzó a las 20:55 de la tarde hasta las 21:05... Y la hora estimada de la muerte según el forense fue de 21:00 a 21:05.. En apenas unos cinco minutos. - dijo a Helio mientras contrastaba las fechas del folleto y la autopsia.

- Ella afirma que lo encontró dormido... Pero yo creo que aún estaba consciente y viendo el programa cuando ella entró. - sentenció con seriedad, y se tuvo que contener en no arrugar aún más el folleto informativo de lotería. - Ethan aún vivía y disponía de bastantes minutos a solas con él, si ella dijera la verdad el programa hubiese terminado, pero no es así. - le explicó al abogado, sería mejor que él se encargase de lidiar con la testigo, porque si aquello era cierto tenía ganas de estrangular a aquella víbora mentirosa.

-¡T-Tiene toda la razón, Srta. Heather...! - respondió Helio cuando su provisional ayudante señaló aquella contradicción que él no había sido capaz de detectar. Estaba demasiado mareado con toda la palabrería de la testigo y no había sido capaz de ver aquel detalle que ahora resultaba tan evidente... (E-Estoy demasiado verde...) Pero no era el momento de compadecerse, ni mucho menos. El Juez esperaba una respuesta.

Helio dio un golpe en el tablero de la mesa con ambos puños, mirando a la testigo desafiante.

-Hay algo, Su Señoría. - dijo con la voz tan firme como pudo. - La testigo ha afirmado que, cuando entró en la escena del crimen, en la televisión "estaba puesta la lotería, dando los números". - dijo, separando los puños de la mesa e incorporándose. - Esto nos permite poner hora al momento en que la Srta. Nursy entró en la sala. Sólo nos hace falta ver este folleto de dicha lotería...

-"Haz caso al esquimal cabezón: Ganar ez tan fazil como encontrar hielo en el Polo. Todas las noches de 20:55 a 21:05." - leyó Helio ante el tribunal. - La Srta. Nursy debió entrar en ese intervalo de tiempo a la escena del crimen. Y si consultamos el informe de la autopsia...

-Podemos ver que la víctima falleció entre las 21:00 y las 21:05. ¡Por lo tanto! - Helio golpeó el tablero con ambos puños de nuevo. - ¡La muerte se produjo cuando la testigo se encontraba a solas con la víctima en la escena del crimen! - acabó por extender su brazo, con su dedo acusador señalando a la enfermera. - ¡Debe tomar a los miembros del tribunal por idiotas si quiere que nos creamos que usted no tuvo nada que ver, Srta. Nursy!

La testigo arrugó el ceño con la respuesta del abogado -No...- musitó entre dientes mientras lo sopesaba -¡Nooo!- terminó exclamando echándose para atrás, apretando por reflejo el embolo de su jeringuilla y salpicando con su contendido hacia delante. La reacción de la mujer hizo que el público volviera a hablar entre ellos cuestionando ya la inocencia de la mujer.