Partida Rol por web

Su aspecto a cambiado, segura de si misma, altiva, una líder nata, os espera a cada uno de vosotros-Que nadie hable con ellos, yo resolvere sus dudas y vere en sus corazones sus intenciones-

El juvenil dragón se siente delante de la mediana, saca una manza de su zurrón y sigue comiendo. Se cruje los musculos, esta mucho mejor, empieza a sentirse él mismo de nuevo, mas relajado, menos cauto.

- Bueno, dudas tengo muchas, muchisimas, para empezar ¿Quien es esa tal Kara? La segunda es
¿Quien eres tu? Desde luego no pareces lo que aparentabas hace un momento, la tercera es... todo esto es un patrón muy común en las historias y cuentos de los bardos ¿Puede que un hombre llamado Illdever tenga algo que ver con todo esto? ¿O la familia Uziyth?
 

Se acercó hacia la mesa en la que se había sentado la anciana y se quedó mirando la bola de cristal mientras tomaba asiento. Intentó recomponerse para no olvidar ningún detalle. Seguramente esa era una bola de clarividencia y podía desvelar muchas detalles que desconocía.

- Gracias por tomarte la molestia en ayudarnos. Antes me he introducido y he contado la historia breve de lo ocurrido y que seguramente escuchaste con atención, por lo que te voy a desvelar el resto de detalles. Se tomó un momento y le contó todos los detalles de la misión que les encomendaron desde el que les contrataron hasta el momento en que se dieron cuenta de lo que estaban haciendo realmente y como les habían engañado. Como no cuadraba nada en el momento de iniciar el supuesto rescate, de como fue aniquilada la familia del bebe y de como se truncaron las tornas y pudieron huir con el bebe dejando al Duque sin poder asesinarlo.

- Lamentablemente fui confiado, los éxitos en años de misiones realizadas me habían subido el ego y por ello, fui engañado por no ver el trasfondo de la misión, el móvil del objetivo del Duque. La familia y sirvientes de esta pobre niña asesinadas por mi exceso de confianza. Tomó otro respiro antes de continuar hablando. - No podemos volver a atrás y rehacer nuestros errores pero si podemos proteger a la niña y llevarlo a un lugar más seguro. Pero es un echo que el Duque la quiere muerta. No sabemos aún el porqué pero está utilizando todos los recursos que tiene para conseguirlo. Ni siquiera sé si una vez que lleguemos al Valle estará allí segura. Ni siquiera en si podremos confiar en que los que allí se encuentren sean realmente su familia o impostores que se hacen pasar por ellos y que ya han acabado con la vida de los reales. ¿No sé en quien confiar?

Y así desnudo por completo su alma, nunca se había sentido tan vulnerable. Siempre había corrido y asumido sus riesgos pero ahora una joven vida dependía de él y salí de su área de confort. Aguardo pacientemente a la respuesta de la anciana, esperaba que supiera entender sus palabras y su sinceridad y guiarle en sus próximos pasos.

Suponia que queria saber de sus intenciones, podia notar a simplevista que era vieja y podria ser que aya tenido tiempod e aprender magia con tantos años encima, aun asi puede que no sea de fiar si la seguridad de los suyos es amenazada asi que mantiene un ojo en la bebe mientras deja que su amigo fik sea el primero en ser entrevistado

Me acerco al lugar, tambaleándome y con paso inseguro, sintiendo una punzada en cada ocasión en que me veo obligado a apoyar la pierna brevemente. Tengo frío, había comenzado a sudar bajo esa manta, atesorando el calor que me ofrecía el cuerpo de Caelny, y ahora, semidesnudo, comienzo a temblar. Parece que la druida está hablando con alguien, de modo que me apoyo en el respaldo de un asiento, negándome a sentarme por temor a no poder levantar más tarde. Y espero, a que termine.

Cuando lo hace, me acerco a la mesa y tomo asiento frente a ella, con dificultad. En silencio, sin decir absolutamente nada. Tan sólo me quedo ahí, extenuado, dolorido y abatido por las circunstancias y la culpa. Herido en mi orgullo, roto el corazón. Y miro a esa mujer a la cara, esperando que diga o haga lo que sea que desee.

Tan sólo quiero regresar bajo esa manta, cerrar los ojos, y olvidar todo...

Entro en la habitación donde la ahora transformada druida me recibe al llegar mi turno. Su aspecto es totalmente diferente a cómo se había mostrado ante nosotros al cuidar de Lothlouin con sus hierbas masticadas. Me quedo en la puerta, esperando a que la mujer me dé permiso para sentarme frente a ella. Cuando me hace la señal me acerco con paso largo, decidido, pero sin prisa. Me siento en la silla que se me ha ofrecido. Por mi altura, la situación resulta algo cómica, pues ella es mucho más baja que yo, con sus cortas piernas colgando en la silla.

Me mantengo en silencio. Pero ella también lo hace. Ninguno hablamos, aunque ella parece estar escudriñándome. Por fin me decido a hablar. Aquí estoy, mi señora. Pregúnteme lo que desee saber y le contestaré con sinceridad. No veo mucho sentido a contarle mi vida a una desconocida, pero como antes de entrar, sigomanteniendo la sensación de que es importante ser abierto. Algo me dice que la intervención divina está en todo esto.

Después de que Lothlouin pasara a hablar con la druida, fue mi turno, y me acerqué despacio hasta aquella mesa; apretando los dientes en un par de ocasiones por el dolor que aún persistía en mi costado y mi cuerpo en general.

- Si me permite… - comenté, antes de sentarme en aquella mesa en la que había querido vernos uno por uno, dispuesta a ver en “nuestro corazón” como había dicho. - ¿Qué es lo que requiere de mi? – pregunté en tono amable a la druida, de aspecto mucho más regio ahora, mientras inevitablemente mi vista se desviaba a aquella esfera azul, preguntándome para qué sería.

Mantengo una mirada seria en la bebe hasta que la druida me llame para ver que es lo que quiere o que podria responder

Empezaba a dominarme el sueño y quería ir a descansar, pero antes tenia que pasar por la druida -Uufff que pereza- me levanto y me dirijo hacia ella, me siento delante sin decir nada y la miro a los ojos.

Sonríe lentamente, ajusta sus ojos en los tuyos, saborea la pipa. Un olor fuerte desprende ese "tabaco" que va adormeciendo a la Druida- Yo no soy importante, los peones en el eje del destino no importamos, somos prescindibles.- Vuelve a fumar en la pipa y observa la bola de cristal, la toca con las manos de una forma extraña, sensual...- Todo tiene relación, Kara es la sobrina de los duques, gente muy influyente en el valle y con enemigos, el poder siempre trae a su paso enemigos, como el nombre que has mencionado, es cruel, nos esclaviza y va en contra de la familia Uziyth. Quiere eliminar toda la competencia y con esa niña lo hará... Además de obtener el valle para el-
Tose un par de veces- Eres una buena persona, lastima que te acompañe el traidor, ten cuidado, buscará el momento de arrebataros a la niña...

Fuma despacio en la pipa- Haces muy bien en desconfiar, el traidor está con vosotros. Muchas personas quieren ver muerta al bebé, es la heredera, sus padres han sido asesinados en Puerta de Baldur y sin ella todo está perdido. El mal caerá sobre el valle, sobre nosotros. Confió en ti, tú nos salvaras, la llevaras a palacio y sus tíos te ayudarán

La Druida fuma en pipa despacio, pasa sus manos por la bola de cristal que tiene en la mesa - Tienes buen corazón, cuida de la niña, es importante, es la heredera, sin ella no tendremos futuro, seremos esclavizados. Es necesario que ella gobierne y sea entregada a sus tíos... Ten cuidado el camino está lleno de peligros y todos tus compañeros no son de fiar ...

La Drudia fuma lentamente y sonríe al ver cómo te acercas-Joven elfo, mañana tu pierna estará mejor, mis poderes no son suficientes para sanarte completamente, en el palacio está mi mentor y el sí que es realmente poderoso. Veo en tu corazón que tienes buenos sentimientos, protege a la niña, la heredera. No puedes confiar en todo el mundo y menos caminando junto a ese traidor que os acompaña- pone los ojos en blanco da otra calada más a la pipa y calla...

La Druida fuma lentamente, sonríe al ver cómo te acercas-Me alegro de que por fin hayas llegado al valle, grandes esperanzas tenemos en ti, tú corazón es puro y no debes de tener miedo, sé prudente sobre todo con "esa persona" que os acompaña, os traicionara... Y tampoco te preocupes por la boda... No es culpa tuya...- Da otra larga calada a la pipa y pone los ojos en blanco...

Tras unos momentos en los que os miráis-Joven Guerrero, has tenido mucha suerte, riquezas y renombre te esperan en este valle, con estas gentes con las que te has unido. El camino no va a ser fácil, les persiguen, son muchos y están preparados. Pero contigo... Todo cambia, desde este momento comenzaremos a realizar los poemas y alabanzas que serán recordadas con el paso de los años- Continúa fumando y mirando en su bola de cristal-Vigila tu espalda, todos no son lo que par en...

La Druida fuma lentamente-Lo divino siempre interviene, es listo, eres bueno. Doy gracias que te hayas cruzado en el camino de la niña, la heredera, la salvadora de nuestra esclavitud, necesitamos que llegue a palacio, que gobierne. Confió en ti y tú debes de confiar en casi todos, aunque alguien como tú sabe que el dinero y las promesas de poder pueden corromper muchas almas y alguna de las que te acompañan son débiles...

Así se hará. Cuidaré de la niña y la llevaré a palacio. Digo con tono solemne. No me sorprenden en especial las palabras de la mujer sobre mi conducta, ya que siempre he intentado mantenerme en el camino que mi maestro me enseñase hace ya muchos años. Pero sí que me sorprende que haya de quien no me pueda fiar. Pienso en los miembros de mi nuevo grupo y hay dos personas que podrían encajar en la descripción de persona deseosa de dinero y poder de la que la druida me advierte. Tiento a la suerte y pregunto. ¿De quién hablas? ¿Quién no es de confianza? Digo con tono más áspero del que me hubiese gustado, mientras aprieto el puño y me levanto ligeramente de la silla. Me doy cuenta de mi acción y relajo mis músculos, mi mano se abre de nuevo y me vuelvo a sentar en la silla como si nada hubiese ocurrido. Debo saberlo. Debo saber en quién puedo confiar.

El futuro no está escrito, cada acto puede modificarlo, el que hoy es débil... Mañana puede tener fuerzas para superar cualquier reto. No debo influir en tus decisiones, debes de juzgar por ti mismo- Sus ojos se tornan blancos y deja de hablar... Parece que se encuentra en un largo trance del que no despertara fácilmente

Pude ver cómo la sonrisa de la druida se ampliaba a medida que me iba acercando, mientras fumaba esperando mi llegada. Al sentarme y preguntarle qué quería de mí, comenzó a hablarme de forma enigmática, haciendo referencia a lo que se esperaba de mí y a ciertos acontecimientos que no comprendía.

- ¿Grandes esperanzas en mí? ¿Quiénes? – pregunté nada más escucharle decir aquello, aumentando más y más mi confusión a medida que continuaba hablando. - ¿Qué boda? No entiendo qué quiere decir. ¿Culpa mía por qué? ¿Está...? ¿P-puede ver el futuro? - pregunté intrigada y visiblemente nerviosa.

No puse de primeras mucha atención en aquella traición por el simple hecho de que aún no conocía a quienes me habían acompañado hasta allí; llamando mucho más mi atención lo concerniente a la boda. Y es que una boda era precisamente lo que nos había llevado a mi amigo y a mí hasta allí; el compromiso de Lothlouin con la amada de su hermano era lo que había desencadenado la ira de este, condenándonos al exilio.

Cuando al fin tomo asiento, un escalofrío recorre toda mi piel. Pero no tengo la impresión de que sea por fiebres, esta vez, sino por el frío que supone el frescor del aire sobre mi piel húmeda. Observo a la anciana druida, y al realizar esa observación acerca de mi recuperación, agacho la cabeza en señal de agradecimiento.

Os lo agradezco, señora, y os pido disculpas por mi... reacción anterior.

Sin embargo, frunzo el ceño, confuso, al oír nombrar un palacio. ¿Un palacio por aquí? Y... ¿nos permitirían la entrada? Yo ya no cuento con el beneplácito de la nobleza en mi haber, no puedo exigir audiencias como hiciera antaño. Me quedo boquiabierto, no obstante, al verla aludir a mi corazón. ¿Buenos... sentimientos? No me siento una buena persona. No después de haber contemplado lo que las buenas personas de verdad son capaces de hacer. No después de haber visto a alguien sacrificar toda su vida, su carrera, su integridad, por un amigo de la infancia a quien hacía años que no veía, y que no la trató con el respeto debido cuando tuvo ocasión. No después de haber visto a completos desconocidos preocupándose de la salud de extraños, cuidando de ellos como ni sus propias familias han sido capaces de hacer. No, no me siento una buena persona, alguien de buenos sentimientos. Aunque me gustaría llegar a ser una.

¿P-proteger... a la niña? -Giro la cabeza, parpadeando mientras observo a lo lejos, al lugar donde varias de esas medianas atienden al bebé que la mujer que se ocultaba bajo tanta ropa llevaba consigo. Esa mujer y el otro tipo, ese... ¿Endozal? ¿Qué pasa con...?- ¿H-heredera...? -La palabra me produce un fuerte pinchazo, una gran conmoción que me hace mirar de nuevo a la anciana- ¿Heredera de qué? -Pregunto, antes de fijarme con más detenimiento, frunciendo el ceño preocupado, en el otro asunto- ¿Traid...? ¿De qué traidor hablas?